الريــم
11-16-2023, 07:00 PM
El inquilino y principal testigo del caso de la 'patada en la puerta' en la calle Lagasca (https://www.epe.es/es/investigacion/20231116/organizador-fiesta-pandemia-policia-entrando-ariete-denuncia-arresto-ilegal-94711514) de Madrid asegura que su casero le ech? de la vivienda después de que la polic?a decidiera tirar la puerta abajo con un ariete para detener una fiesta que estaba celebrando all? con sus amigos en marzo de 2021.
“Mi intenci?n era quedarme a vivir en Espa?a hasta obtener la nacionalidad, pero lo que sucedi? me hizo replante?rmelo. Pasé mucho miedo aquella noche, (...) ten?amos claro que lo que estaba haciendo la polic?a era anticonstitucional y por eso decidimos grabarles.*Me arrestaron ilegalmente”, ha declarado el joven T. J. G.durante el juicio en la Audiencia Provincial de Madrid, donde también ha reconocido que eran conscientes de estar cometiendo una infracci?n administrativa.
Sin embargo, ha rebatido el hecho de que fuera una fiesta, pues m?s bien eran "unas copas con unos amigos para charlar, creo recordar que ni siquiera hab?a m?sica", lo que chocar?a con la versi?n de la polic?a, que sostiene que*la vivienda parec?a "un local de alterne".
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Dos a?os y medio de prisi?n
En el momento de los hechos, las restricciones de la*pandemia*imped?an la reuni?n de no convivientes en domicilios, pero eso no es lo que se est? juzgando en el juicio que ha arrancado esta semana, sino si los seis polic?as que dieron una ‘patada en la puerta’ cometieron o no un*delito de allanamiento de morada. (https://www.sport.es/es/temas/allanamiento-de-morada-1918618) Por ello, la acusaci?n particular pide dos a?os y medio de prisi?n e inhabilitaci?n, mientras que la Fiscal?a y la defensa abogan por su absoluci?n.*
El miércoles los agentes sostuvieron ante el*jurado popular*que la intervenci?n fue legal y que estaba amparada por la comisi?n de un*delito flagrante de desobediencia grave*al negarse los asistentes a esa fiesta a salir e identificarse cuando fueron requeridos.
T. J. G. explica que él, al no entender bien el espa?ol, se sirvi? de una de sus amigas, que estudiaba Derecho, para actuar como interlocutora con la*Polic?a. Esa misma persona fue la que explic? a los representantes de la autoridad que no ten?an una orden judicial para llevar a cabo la entrada y la que, como él, termin? engrilletada por los agentes por estar visiblemente “alterada”.*
M?s informaci?n (Auto)
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En ese sentido, seg?n los documentos que componen el caso, esa joven, que desciende de un ministro franquista, lleg? a increparles en varias ocasiones, a decirles que se sab?a la ley “mejor” que ellos y que*no sab?an con quién estaban tratando. A las otras asistentes a la fiesta que decidieron abandonar el lugar una vez que la puerta ya hab?a sido tirada por el ariete, las llam? “putas”, “guarras” y “traidoras”.
Por su parte, el inquilino, que teletrabajaba como contable desde el domicilio para una empresa de su propiedad en el Reino Unido, asegura que “nadie se pod?a creer” que le “hubiesen esposado", y que "[los agentes] se pusieron a inspeccionar la casa, aunque no sé muy bien qué estaban buscando". "Se quedaron en shock cuando se enteraron de que no era un piso tur?stico, sino que era mi residencia habitual”, apunt? el joven inglés, que pas? esa noche en el calabozo y fue liberado al mediod?a del d?a siguiente.
?Salgan! ?Identif?quense!
Los hechos tuvieron lugar el 21 de marzo de 2021, cuando, en plenas restricciones por la pandemia del coronavirus, la*Polic?a*procedi? a desalojar una vivienda en el centro de Madrid en la que se estaba celebrando una fiesta.
Los seis agentes implicados, que han comparecido ante la*Audiencia Provincial*de Madrid por un presunto delito de allanamiento de morada, procedieron a advertir verbalmente a los j?venes que se encontraban en el interior antes de derribar la puerta por la fuerza.
Las denuncias previas de los vecinos apuntaban a que la fiesta se estaba celebrando en un piso tur?stico y que adem?s se estaban organizando all? de forma recurrente, pues hab?an sido necesarias “15 o 20 llamadas” durante los d?as previos hasta que la polic?a se decidi? a actuar.
Seg?n constatan las transcripciones de las c?maras que portaban los agentes, intentaron advertir a los j?venes que se encontraban dentro del piso en la calle Lagasca, en el centro de Madrid, tanto en inglés como en espa?ol, pero no obtuvieron respuesta en un primer momento.
“Abren la puerta y se identifican, salen las personas del interior, los denunciamos y se van. Pero si no abren la puerta, ya les hemos dicho que es un*delito de desobediencia grave*a agentes de la autoridad. No sabemos c?mo hacérselo saber, est?n en un piso tur?stico, no es un domicilio, ?vale? As? que no tienen derecho a estar ah? dentro si est?n incumpliendo las medidas de COVID. ?Salgan! ?Identif?quense! Y cumplan la normativa o cometer?n un delito de desobediencia grave que va a dar lugar a que les detengamos y entremos por la fuerza, h?ganse cargo de la situaci?n”, amenaz? el subinspector a cargo de la operativa, que fue quien dio la orden primero de intentar abrir la puerta por el método del 'resbal?n', después de desmontar la cerradura y finalmente de usar el ariete.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/organizador-fiesta-pandemia-freno-policia-94714868)
“Mi intenci?n era quedarme a vivir en Espa?a hasta obtener la nacionalidad, pero lo que sucedi? me hizo replante?rmelo. Pasé mucho miedo aquella noche, (...) ten?amos claro que lo que estaba haciendo la polic?a era anticonstitucional y por eso decidimos grabarles.*Me arrestaron ilegalmente”, ha declarado el joven T. J. G.durante el juicio en la Audiencia Provincial de Madrid, donde también ha reconocido que eran conscientes de estar cometiendo una infracci?n administrativa.
Sin embargo, ha rebatido el hecho de que fuera una fiesta, pues m?s bien eran "unas copas con unos amigos para charlar, creo recordar que ni siquiera hab?a m?sica", lo que chocar?a con la versi?n de la polic?a, que sostiene que*la vivienda parec?a "un local de alterne".
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En el momento de los hechos, las restricciones de la*pandemia*imped?an la reuni?n de no convivientes en domicilios, pero eso no es lo que se est? juzgando en el juicio que ha arrancado esta semana, sino si los seis polic?as que dieron una ‘patada en la puerta’ cometieron o no un*delito de allanamiento de morada. (https://www.sport.es/es/temas/allanamiento-de-morada-1918618) Por ello, la acusaci?n particular pide dos a?os y medio de prisi?n e inhabilitaci?n, mientras que la Fiscal?a y la defensa abogan por su absoluci?n.*
El miércoles los agentes sostuvieron ante el*jurado popular*que la intervenci?n fue legal y que estaba amparada por la comisi?n de un*delito flagrante de desobediencia grave*al negarse los asistentes a esa fiesta a salir e identificarse cuando fueron requeridos.
T. J. G. explica que él, al no entender bien el espa?ol, se sirvi? de una de sus amigas, que estudiaba Derecho, para actuar como interlocutora con la*Polic?a. Esa misma persona fue la que explic? a los representantes de la autoridad que no ten?an una orden judicial para llevar a cabo la entrada y la que, como él, termin? engrilletada por los agentes por estar visiblemente “alterada”.*
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En ese sentido, seg?n los documentos que componen el caso, esa joven, que desciende de un ministro franquista, lleg? a increparles en varias ocasiones, a decirles que se sab?a la ley “mejor” que ellos y que*no sab?an con quién estaban tratando. A las otras asistentes a la fiesta que decidieron abandonar el lugar una vez que la puerta ya hab?a sido tirada por el ariete, las llam? “putas”, “guarras” y “traidoras”.
Por su parte, el inquilino, que teletrabajaba como contable desde el domicilio para una empresa de su propiedad en el Reino Unido, asegura que “nadie se pod?a creer” que le “hubiesen esposado", y que "[los agentes] se pusieron a inspeccionar la casa, aunque no sé muy bien qué estaban buscando". "Se quedaron en shock cuando se enteraron de que no era un piso tur?stico, sino que era mi residencia habitual”, apunt? el joven inglés, que pas? esa noche en el calabozo y fue liberado al mediod?a del d?a siguiente.
?Salgan! ?Identif?quense!
Los hechos tuvieron lugar el 21 de marzo de 2021, cuando, en plenas restricciones por la pandemia del coronavirus, la*Polic?a*procedi? a desalojar una vivienda en el centro de Madrid en la que se estaba celebrando una fiesta.
Los seis agentes implicados, que han comparecido ante la*Audiencia Provincial*de Madrid por un presunto delito de allanamiento de morada, procedieron a advertir verbalmente a los j?venes que se encontraban en el interior antes de derribar la puerta por la fuerza.
Las denuncias previas de los vecinos apuntaban a que la fiesta se estaba celebrando en un piso tur?stico y que adem?s se estaban organizando all? de forma recurrente, pues hab?an sido necesarias “15 o 20 llamadas” durante los d?as previos hasta que la polic?a se decidi? a actuar.
Seg?n constatan las transcripciones de las c?maras que portaban los agentes, intentaron advertir a los j?venes que se encontraban dentro del piso en la calle Lagasca, en el centro de Madrid, tanto en inglés como en espa?ol, pero no obtuvieron respuesta en un primer momento.
“Abren la puerta y se identifican, salen las personas del interior, los denunciamos y se van. Pero si no abren la puerta, ya les hemos dicho que es un*delito de desobediencia grave*a agentes de la autoridad. No sabemos c?mo hacérselo saber, est?n en un piso tur?stico, no es un domicilio, ?vale? As? que no tienen derecho a estar ah? dentro si est?n incumpliendo las medidas de COVID. ?Salgan! ?Identif?quense! Y cumplan la normativa o cometer?n un delito de desobediencia grave que va a dar lugar a que les detengamos y entremos por la fuerza, h?ganse cargo de la situaci?n”, amenaz? el subinspector a cargo de la operativa, que fue quien dio la orden primero de intentar abrir la puerta por el método del 'resbal?n', después de desmontar la cerradura y finalmente de usar el ariete.
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