الريــم
11-13-2023, 03:20 PM
Quienes pisan sus calles confiesan que no hab?an visto nada igual. ?Mujeres gitanas de La Mina (Barcelona (https://www.uc-4u.com/tags/barcelona/)) haciendo deporte (https://www.uc-4u.com/tags/deporte/)para competir? No existen precedentes, salvo alg?n caso testimonial en lucha grecorromana, la disciplina en que el humilde vecindario a las puertas de Barcelona ha sobresalido. Frente a toda aspiraci?n atlética se impon?an la tradici?n, la temprana asunci?n de responsabilidades, el abrigo de la familia y el barrio y la lealtad a una identidad que, perseguida y estigmatizada durante siglos, teme diluirse y quebrar los valores fraternales que ha conservado.
Pero ninguna costumbre, ninguna reticencia ni ning?n cimiento, por secular que sea, resisten al empuje del f?tbol (https://www.uc-4u.com/tags/futbol/)femenino, un vendaval con fuerza suficiente para subvertir algo m?s que los anquilosados estamentos del balompié. Su eco también retumba en la r?faga con que el Tramontana La Mina airea la barriada. Es un club modesto, surgido hace 23 a?os para brindar una oportunidad a chavales a los que las carencias anclan en la periferia. Ahora ha articulado el primer equipo que se forma all? con mujeres. No llegan a ser una quincena y todas viven en la zona, siempre en permanente lid por sacudirse los prejuicios que la condicionan. La mayor?a son gitanas.
Alba Blanco -29 a?os y madre de una peque?a de 15 meses- es una de las jugadoras del conjunto, encuadrado en categor?a amateur. Siente que sembrar el f?tbol femenino (https://www.uc-4u.com/tags/futbol-femenino/) en La Mina es importante para vencer a “los estigmas" que pesan "sobre las mujeres gitanas”. “También lo es para que se vea la evoluci?n del barrio”, apostilla.
Ester G?mez Vidal, de 16 a?os, es la benjamina de la plantilla. ?gil con el bal?n, también lo es al responder. “Es un cambio importante en el barrio, muy radical, porque la cultura que tienen aqu? es muy diferente -observa-. Estoy orgullosa de que, por fin, se abran puertas para que las mujeres de La Mina puedan jugar a f?tbol”.
Inspiradas por la selecci?n
A los t?tulos, la generaci?n que encabezan Alexia Putellas (https://www.uc-4u.com/tags/alexia-putellas/) y Aitana Bonmat? (https://www.uc-4u.com/tags/aitana-bonmati/) suma inspirar que algunos de los muros de la desigualdad (https://www.uc-4u.com/tags/desigualdad/)se vengan abajo. A la cuenta cabe a?adir que el deporte femenino empiece a arraigar en La Mina: hubiera costado todav?a de no ser por la gesta de la selecci?n espa?ola (https://www.uc-4u.com/tags/seleccion-espanola/) en Australia.
“Todo arranca con el equipo de las campeonas del mundo”, se?ala Toni Porto, fundador del Tramontana y 'minero' inquieto. Miembro de la amplia comunidad calé del lugar, dio la alternativa a las chicas, aficionadas a probar con el bal?n y ejercitarse, si bien nunca antes hab?an estado federadas en una liga.
Antes de reclutarlas, Porto habl? en persona con los padres de las j?venes, para deshacer eventuales reservas. Asegura que no hall? ninguna. “Nos dijeron que lo ve?an bien, que fuéramos al ataque”, recuerda.
Que las familias no pusieran reparos revela “un cambio bastante positivo”, opina el responsable de la entidad. El clamor del 'se acab?' también se ha abierto paso en La Mina. “Es un barrio donde los gitanos miramos de otra manera que las chicas jueguen, pero eso se ten?a que acabar, que estamos ya en 2023", postula Porto. "Hemos querido romper los moldes -agrega-. Hay que dar una oportunidad, no es nada malo que las chicas jueguen a f?tbol y puedan divertirse”.
“Depende de qué familia, a lo mejor le resulta una dificultad que sus ni?as jueguen a f?tbol, porque no les gusta y supuestamente es de ni?os -aduce Ester-. Es un avance que cojan a sus padres, les digan que han creado un equipo de chicas y que pueden jugar”.
Sin dinero para la cantera
La implantaci?n del f?tbol femenino en el vecindario se ve limitada, por ahora, a un solo conjunto sénior, sin categor?as inferiores. Hay padres que han ido con las cr?as al Tramontana para que puedan entrenarse, pero la falta de dinero traba de momento armar una cantera.
Image ID:
94559831
Piden una mano para que las ni?as puedan jugar al f?tbol en La Mina, Barcelona.
MANU MITRU
/clip/d8dc2194-821a-4618-975f-76252dcf334e_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg
1200
800
“Estamos luchando por ello. Si una empresa o alguien nos echara una manita, ser?a positivo para las ni?as”, ruega Porto. Comenta que el club est? “subvencionando al completo” a la escuadra femenina. “La mayor?a de los chavales no pueden pagar y nos hacemos cargo. Cada ficha cuesta entre 120 y 130 euros, y los arbitrajes nos cuestan de 75 a 85 euros cada uno... Requiere unos gastos que no podemos afrontar”, advierte.
Las estrecheces también obligan a que el plantel de jugadoras sea corto. “Muchas mujeres del barrio querr?an apuntarse pero las cargas familiares, las din?micas de vida como madres, amas de casa, trabajadoras… lo complica”, se percata Alba.
En todo caso, Porto aprecia que la comunidad gitana ha recibido con agrado que sus muchachas la representen vistiéndose de corto. “Cada vez que juegan, vienen bastantes espectadores que no son familiares de ellas, sino chicas gitanas del barrio. Les emociona ver a un equipo femenino por primera vez aqu?”, resalta.
Alba corrobora que la afici?n est? "a tope" con ellas. “Animan un mont?n, se emocionan con los goles, animan, aplauden… Vas por la calle y los ni?os siempre te paran para preguntar: ‘?habéis jugado? ?habéis ganado?’”. Por encima de todo, repara en las familias que acuden con sus hijas, adolescentes, a verlas jugar: “Est?n en una edad clave, con 15 o 16 a?os, cuando en muchas casas igual est?n pensando m?s en que puedan pedirse [para casarse] o en otros asuntos familiares. Me alegra ver que vienen con sus madres, con sus padres y que todos nos animan. Me enorgullece ver c?mo el barrio va evolucionando”.
A?n joven, Alba aporta experiencia al grupo: es una veterana del balonmano que lleg? a jugar un par de temporadas en primera divisi?n. Concilia la adrenalina de volver a competir con la maternidad (https://www.uc-4u.com/tags/maternidad/), ayud?ndose de sus parientes y alguna amiga. “Si no, me ser?a dif?cil ir a un partido”, admite. Leonesa, la han adoptado como a una m?s en el barrio, donde se qued? por su pareja, mujer y gitana, con dos hijos y también futbolista. Ambas madres son dos de las pioneras que, al mismo tiempo que desmontan t?picos, enorgullecen a La Mina.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/futbol-femenino/pioneras-gitanas-futbol-femenino-barcelona-94561024)
Pero ninguna costumbre, ninguna reticencia ni ning?n cimiento, por secular que sea, resisten al empuje del f?tbol (https://www.uc-4u.com/tags/futbol/)femenino, un vendaval con fuerza suficiente para subvertir algo m?s que los anquilosados estamentos del balompié. Su eco también retumba en la r?faga con que el Tramontana La Mina airea la barriada. Es un club modesto, surgido hace 23 a?os para brindar una oportunidad a chavales a los que las carencias anclan en la periferia. Ahora ha articulado el primer equipo que se forma all? con mujeres. No llegan a ser una quincena y todas viven en la zona, siempre en permanente lid por sacudirse los prejuicios que la condicionan. La mayor?a son gitanas.
Alba Blanco -29 a?os y madre de una peque?a de 15 meses- es una de las jugadoras del conjunto, encuadrado en categor?a amateur. Siente que sembrar el f?tbol femenino (https://www.uc-4u.com/tags/futbol-femenino/) en La Mina es importante para vencer a “los estigmas" que pesan "sobre las mujeres gitanas”. “También lo es para que se vea la evoluci?n del barrio”, apostilla.
Ester G?mez Vidal, de 16 a?os, es la benjamina de la plantilla. ?gil con el bal?n, también lo es al responder. “Es un cambio importante en el barrio, muy radical, porque la cultura que tienen aqu? es muy diferente -observa-. Estoy orgullosa de que, por fin, se abran puertas para que las mujeres de La Mina puedan jugar a f?tbol”.
Inspiradas por la selecci?n
A los t?tulos, la generaci?n que encabezan Alexia Putellas (https://www.uc-4u.com/tags/alexia-putellas/) y Aitana Bonmat? (https://www.uc-4u.com/tags/aitana-bonmati/) suma inspirar que algunos de los muros de la desigualdad (https://www.uc-4u.com/tags/desigualdad/)se vengan abajo. A la cuenta cabe a?adir que el deporte femenino empiece a arraigar en La Mina: hubiera costado todav?a de no ser por la gesta de la selecci?n espa?ola (https://www.uc-4u.com/tags/seleccion-espanola/) en Australia.
“Todo arranca con el equipo de las campeonas del mundo”, se?ala Toni Porto, fundador del Tramontana y 'minero' inquieto. Miembro de la amplia comunidad calé del lugar, dio la alternativa a las chicas, aficionadas a probar con el bal?n y ejercitarse, si bien nunca antes hab?an estado federadas en una liga.
Antes de reclutarlas, Porto habl? en persona con los padres de las j?venes, para deshacer eventuales reservas. Asegura que no hall? ninguna. “Nos dijeron que lo ve?an bien, que fuéramos al ataque”, recuerda.
Que las familias no pusieran reparos revela “un cambio bastante positivo”, opina el responsable de la entidad. El clamor del 'se acab?' también se ha abierto paso en La Mina. “Es un barrio donde los gitanos miramos de otra manera que las chicas jueguen, pero eso se ten?a que acabar, que estamos ya en 2023", postula Porto. "Hemos querido romper los moldes -agrega-. Hay que dar una oportunidad, no es nada malo que las chicas jueguen a f?tbol y puedan divertirse”.
“Depende de qué familia, a lo mejor le resulta una dificultad que sus ni?as jueguen a f?tbol, porque no les gusta y supuestamente es de ni?os -aduce Ester-. Es un avance que cojan a sus padres, les digan que han creado un equipo de chicas y que pueden jugar”.
Sin dinero para la cantera
La implantaci?n del f?tbol femenino en el vecindario se ve limitada, por ahora, a un solo conjunto sénior, sin categor?as inferiores. Hay padres que han ido con las cr?as al Tramontana para que puedan entrenarse, pero la falta de dinero traba de momento armar una cantera.
Image ID:
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Piden una mano para que las ni?as puedan jugar al f?tbol en La Mina, Barcelona.
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“Estamos luchando por ello. Si una empresa o alguien nos echara una manita, ser?a positivo para las ni?as”, ruega Porto. Comenta que el club est? “subvencionando al completo” a la escuadra femenina. “La mayor?a de los chavales no pueden pagar y nos hacemos cargo. Cada ficha cuesta entre 120 y 130 euros, y los arbitrajes nos cuestan de 75 a 85 euros cada uno... Requiere unos gastos que no podemos afrontar”, advierte.
Las estrecheces también obligan a que el plantel de jugadoras sea corto. “Muchas mujeres del barrio querr?an apuntarse pero las cargas familiares, las din?micas de vida como madres, amas de casa, trabajadoras… lo complica”, se percata Alba.
En todo caso, Porto aprecia que la comunidad gitana ha recibido con agrado que sus muchachas la representen vistiéndose de corto. “Cada vez que juegan, vienen bastantes espectadores que no son familiares de ellas, sino chicas gitanas del barrio. Les emociona ver a un equipo femenino por primera vez aqu?”, resalta.
Alba corrobora que la afici?n est? "a tope" con ellas. “Animan un mont?n, se emocionan con los goles, animan, aplauden… Vas por la calle y los ni?os siempre te paran para preguntar: ‘?habéis jugado? ?habéis ganado?’”. Por encima de todo, repara en las familias que acuden con sus hijas, adolescentes, a verlas jugar: “Est?n en una edad clave, con 15 o 16 a?os, cuando en muchas casas igual est?n pensando m?s en que puedan pedirse [para casarse] o en otros asuntos familiares. Me alegra ver que vienen con sus madres, con sus padres y que todos nos animan. Me enorgullece ver c?mo el barrio va evolucionando”.
A?n joven, Alba aporta experiencia al grupo: es una veterana del balonmano que lleg? a jugar un par de temporadas en primera divisi?n. Concilia la adrenalina de volver a competir con la maternidad (https://www.uc-4u.com/tags/maternidad/), ayud?ndose de sus parientes y alguna amiga. “Si no, me ser?a dif?cil ir a un partido”, admite. Leonesa, la han adoptado como a una m?s en el barrio, donde se qued? por su pareja, mujer y gitana, con dos hijos y también futbolista. Ambas madres son dos de las pioneras que, al mismo tiempo que desmontan t?picos, enorgullecen a La Mina.
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