الريــم
11-12-2023, 11:00 AM
Durante la etapa dorada del Barça del siglo XXI, la de Messi, Xavi, Iniesta, Puyol, Piqué, Guardiola, Su?rez, etcétera, la que empez? con la sonrisa de Ronaldinho y acab? en Lisboa con un 2-8 y un a?o después con las l?grimas de Messi, a menudo pensaba que aquel equipo glorioso no s?lo hab?a cambiado el f?tbol, sino que también hab?a cambiado el club. Acostumbrados al nu?ismo, el gaspartismo y al victimismo con el que se camuflaban la mala gesti?n y las pésimas decisiones, aquel Barça permit?a pensar que hab?an terminado los tiempos de la madriditis, las injusticias hist?ricas, los agravios comparativos y los nombres de ?rbitros recitados como una letan?a. Gracias a aquel equipo, habl?bamos de f?tbol y nos olvidamos, al fin, de la leyenda negra tan apegada a la historia del Barça. ‘Ellos’ ya no eran una conspiraci?n que quer?a hundir al Barça, sino algo m?s terrenal: los equipos a los que el equipo derrotaba en el césped.
Entonces era el madridismo quien sufr?a barcelonitis: el Barça ten?a al mejor del mundo, jugaba como nadie, ganaba muy a menudo, generaba admiraci?n y era la columna vertebral de los triunfos de Espa?a en dos Eurocopas y un Mundial. El madridismo, en cambio, segu?a al dedo de Mourinho, ten?a un crack espléndido pero envidioso, se agarraba al villarato, y ve?a con pasmo lo que suced?a en el campo. Ese madridismo sociol?gico, por usar el término que recientemente acu?? Joan Laporta, parec?a que no se recuperar?a del disgusto de que la mejor Espa?a de la historia fuera el mejor Barça m?s un portero, un central y un medio centro (redundante) blancos. Y es cierto que a?n hoy no lo ha dirigido. M?s que los t?tulos, aquel Barça era la esperanza de que pod?amos cambiar nuestra forma de ser.
Pero no sucedi?. Una triple crisis sacudi? al Barça (econ?mica, institucional y deportiva), causada por la mala cabeza de sus dirigentes (la pandemia afect? a todo el mundo, no s?lo al Barça), y en tiempos de vacas flacas el club ha vuelto por donde sol?a: que si el equipo del régimen, que si el madridismo sociol?gico. Son cortinas de humo para ocultar no s?lo el caso Negreira (feo, feo, feo), sino la indisimulable decadencia del club, que ve ahora como una heroicidad superar la fase de grupos*de la Champions y es incapaz de pujar por los mejores jugadores del momento.
El madridismo sociol?gico existe, pero también hay un barcelonismo sociol?gico, ‘cofoïsta’ (“El mejor equipo del mundo”), cainita en términos internos (el famoso entorno, que a menudo confunde pluralidad con filias, fobias, bandos, resentimiento, postureo y revanchas), victimista y fatalista, que devora entrenadores y jugadores, tan contradictorio e incoherente que suspira por la Champions y al mismo tiempo menosprecia las de los dem?s; ni siquiera un representante del Barça m?s moderno, Piqué, puede evitar la tentaci?n de hacerlo.*
Duele, porque podr?a haber otro Barça. Lo pensé viendo la serie ‘Ted Lasso’, fen?meno mundial, producto estadounidense, que en su tercera temporada incluy? un cameo de Pep Guardiola porque su forma de entender el juego es ejemplar en medio mundo. El madridismo sociol?gico detesta a Pep; el barcelonismo sociol?gico hizo imposible que siguiera en el club. Hoy, su nombre est? ligado al del Manchester City en el imaginario global, y no al del Barça. Podr?a haber otro Barça, que gana por méritos propios y que, cuando pierde, es por mérito del rival, un Barça que no habla de sociolog?a, pol?tica ni tribunales, sino de deporte, un terreno en el que tiene mucho que ganar porque es una entidad sin duda referente en el mundo entero. Un barcelonismo que habla de s? mismo y no se molesta en poner lonas frente a los estadios de los otros.
Hay, adem?s, otra vertiente del barcelonismo sociol?gico. Los seguidores de otros clubs catalanes podr?an hablar de ello, el Espanyol en f?tbol o el Joventut en baloncesto. Si el presidente del Barça se queja del madridismo sociol?gico presente en los medios, las empresas, la pol?tica y la sociedad espa?olas, ?qué podr?an decir los seguidores de estos equipos respecto el Barça y Catalunya? Demasiado a menudo, al Barça, que pasea con orgullo su condici?n catalana y catalanista por el mundo, se le atribuye la ?nica representaci?n del deporte catal?n. Y no es as?.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/opinion/barcelonismo-sociologico-94467008)
Entonces era el madridismo quien sufr?a barcelonitis: el Barça ten?a al mejor del mundo, jugaba como nadie, ganaba muy a menudo, generaba admiraci?n y era la columna vertebral de los triunfos de Espa?a en dos Eurocopas y un Mundial. El madridismo, en cambio, segu?a al dedo de Mourinho, ten?a un crack espléndido pero envidioso, se agarraba al villarato, y ve?a con pasmo lo que suced?a en el campo. Ese madridismo sociol?gico, por usar el término que recientemente acu?? Joan Laporta, parec?a que no se recuperar?a del disgusto de que la mejor Espa?a de la historia fuera el mejor Barça m?s un portero, un central y un medio centro (redundante) blancos. Y es cierto que a?n hoy no lo ha dirigido. M?s que los t?tulos, aquel Barça era la esperanza de que pod?amos cambiar nuestra forma de ser.
Pero no sucedi?. Una triple crisis sacudi? al Barça (econ?mica, institucional y deportiva), causada por la mala cabeza de sus dirigentes (la pandemia afect? a todo el mundo, no s?lo al Barça), y en tiempos de vacas flacas el club ha vuelto por donde sol?a: que si el equipo del régimen, que si el madridismo sociol?gico. Son cortinas de humo para ocultar no s?lo el caso Negreira (feo, feo, feo), sino la indisimulable decadencia del club, que ve ahora como una heroicidad superar la fase de grupos*de la Champions y es incapaz de pujar por los mejores jugadores del momento.
El madridismo sociol?gico existe, pero también hay un barcelonismo sociol?gico, ‘cofoïsta’ (“El mejor equipo del mundo”), cainita en términos internos (el famoso entorno, que a menudo confunde pluralidad con filias, fobias, bandos, resentimiento, postureo y revanchas), victimista y fatalista, que devora entrenadores y jugadores, tan contradictorio e incoherente que suspira por la Champions y al mismo tiempo menosprecia las de los dem?s; ni siquiera un representante del Barça m?s moderno, Piqué, puede evitar la tentaci?n de hacerlo.*
Duele, porque podr?a haber otro Barça. Lo pensé viendo la serie ‘Ted Lasso’, fen?meno mundial, producto estadounidense, que en su tercera temporada incluy? un cameo de Pep Guardiola porque su forma de entender el juego es ejemplar en medio mundo. El madridismo sociol?gico detesta a Pep; el barcelonismo sociol?gico hizo imposible que siguiera en el club. Hoy, su nombre est? ligado al del Manchester City en el imaginario global, y no al del Barça. Podr?a haber otro Barça, que gana por méritos propios y que, cuando pierde, es por mérito del rival, un Barça que no habla de sociolog?a, pol?tica ni tribunales, sino de deporte, un terreno en el que tiene mucho que ganar porque es una entidad sin duda referente en el mundo entero. Un barcelonismo que habla de s? mismo y no se molesta en poner lonas frente a los estadios de los otros.
Hay, adem?s, otra vertiente del barcelonismo sociol?gico. Los seguidores de otros clubs catalanes podr?an hablar de ello, el Espanyol en f?tbol o el Joventut en baloncesto. Si el presidente del Barça se queja del madridismo sociol?gico presente en los medios, las empresas, la pol?tica y la sociedad espa?olas, ?qué podr?an decir los seguidores de estos equipos respecto el Barça y Catalunya? Demasiado a menudo, al Barça, que pasea con orgullo su condici?n catalana y catalanista por el mundo, se le atribuye la ?nica representaci?n del deporte catal?n. Y no es as?.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/opinion/barcelonismo-sociologico-94467008)