الريــم
11-11-2023, 07:30 PM
?Caso cerrado? Netflix ha conseguido con Cad?veres, una miniserie brit?nica de ocho episodios de duraci?n, un éxito inesperado que la ha aupado en las ?ltimas semanas al podio de los t?tulos m?s vistos de la plataforma. A caballo entre el género policiaco y la ciencia ficci?n, el intrigante misterio con el que ha conseguido mantener atrapados en el sof? a sus seguidores hasta el final ha quedado resuelto, pero por el camino han dejado las suficientes miguitas de pan para recorrer un nuevo sendero que podr?an posibilitar una continuaci?n de la historia. Con Cad?veres, Netflix ha encontrado su propio Dark a la brit?nica y, dado que encontrar la m?gica f?rmula del éxito no es sencillo en estos d?as, no ser?a de extra?ar que en la pr?xima reuni?n en las altas esferas alguien le diera el visto bueno a una posible segunda temporada. El boca a boca ha sido uno de los factores de este éxito, ya que cuando se estren? hace un par de semanas ni siquiera vino acompa?ada de toda la parafernalia publicitaria que habitualmente acompa?a a los estrenos m?s potentes. Algo parecido a lo que ya le pas? en su d?a con El juego del calamar. Salvando las distancias, eso s?, que el impacto de Cad?veres no ha sido tan fuerte como el que tuvo la producci?n coreana.
Esta miniserie creada por Paul Tomalin adapta un c?mic de la l?nea para adultos de la editorial DC, Vertigo, y plantea un misterio irresistible: la aparici?n del mismo cad?ver en el mismo callej?n del East Side londinense en cuatro momentos diferentes del tiempo: En 1890, en 1941, 2023 y 2053. Alfred Hillinghead (Kile Soller), Charles Whiteman (Jacob Fortune-Lloyd), Sahara Hasan (Amaka Okafor) e Iris Maplewood (Shira Haas) son los polic?as que investigan el caso, cada uno en su época. Sobre el papel, se trata de casos diferentes, pero el espectador que tiene la visi?n del conjunto sabe que en realidad se trata del mismo. Sobre todo cuando ve cosas en com?n entre una época y otra y comprueba que hay un personaje que lo conecta todo. Al fin y al cabo, era inevitable que la clave para solucionar todo estuviera en los viajes en el tiempo. La miniserie logra articular un rompecabezas cuyo dibujo final a veces no se entiende muy bien, pero que logra fascinar cuando consigue ir uniendo todas las piezas. Y es inevitable que a lo largo de sus escenas nos encontremos con gui?os varios a otros t?tulos de cabecera que ya son cl?sicos en esto de los viajes en el tiempo. Huelga decir que a partir de este momento es cuando el lector pueda encontrarse con alg?n que otro spoiler (https://www.informacion.es/blogs/juego-de-series/2015/03/07/tipos-spoilers-7981226.html), as? que antes de seguir leyendo, avisado queda.
La aparici?n del cad?ver en los tres momentos temporales iniciales nos llevan al Terminator de James Cameron, cuando los viajeros en el tiempo irrump?an totalmente desnudos en mitad de alg?n callej?n acompa?ado por todo tipo de perturbaciones eléctricas. ?Quién ha matado al hombre misterioso que tiene un disparo en el ojo y un extra?o tatuaje en el brazo? Y repasando el inicio del p?rrafo el lector habr? visto que se habla de tres momentos temporales, pero ?no eran cuatro? Efectivamente, ésa es una de las cartas que se guardan bajo la manga en el primer episodio. Cuando ya se han las bases argumentales de los personajes de 1890, de 1941 y de 2023, de repente la serie da otro inesperado salto en el tiempo para presentarnos ese mismo misterio en el futuro. En el a?o 2053. Un futuro del que apenas conocemos muchos detalles, pero que tiene pinta de ser una distop?a de tomo y lomo, creada a ra?z de una masacre terrorista en el centro de Londres de nuestro presente y dominada por un extra?o culto religioso, cuyo mesi?nico l?der Elias Mannix (Stephen Graham) proclama "sepa que le quieren". Detr?s de los viajes en el tiempo hay una conspiraci?n urdida por el propio Mannix para lograr crear las circunstancias que le encumbrar?n al puesto de comandante supremo. Mannix ha creado un bucle temporal condenado a repetirse sin fin que le permitir? alcanzar sus objetivos. La ambientaci?n londinense hace inevitables las comparaciones con Doctor Who. Los seguidores de Star Trek ya est?n m?s que acostumbrados a ver tramas en las que sus protagonistas quedan atrapados en alg?n bucle o realidad alternativa y saben muy bien que a veces son necesarios algunos sacrificios para poder salir de él y que las aguas vuelvan a su cauce. Las tramas de cada uno de los cuatro detectives acaban de manera tr?gica para todos ellos, pero, s?lo completando el curso natural de esos acontecimientos y esperando a que el bucle se reinicie, es la oportunidad para poder introducir los cambios necesarios que logren romper el c?rculo sin fin.
En otras series ya hemos visto c?mo el llamado efecto mariposa no es lo que era. Ya no se estila eso de que un viajero temporal pisara una hormiga en el pasado, generando una ola de acontecimientos que modifiquen la realidad de manera que al volver a su época se encuentre con un presidente de los Estados Unidos distinto. Las nuevas narrativas de ciencia ficci?n establecen que los grandes acontecimientos ocurrir?n de una manera u otra y, aunque se pueden hacer peque?os cambios, la l?nea temporal tiende a corregirse por s? sola. Lo que tiene que pasar acabar? pasando. Aqu? en la serie plantea la cuesti?n de la libertad y el libre albedr?o. Acabaremos haciendo lo que tenemos que hacer, porque es algo que ya ha pasado y no se puede cambiar. Nuestros personajes eligen un objetivo secundario para tratar de enga?ar a las mec?nicas del tiempo y que ésta no frustre sus verdaderos objetivos. Mannix necesita un ciclo de 150 a?os para que a través de sus peque?as acciones logre sus planes. Los protagonistas logran encontrar la forma de colaborar entre ellos, a pesar de los a?os que les separan, e introducir esos peque?os cambios en la Historia aparentemente inapreciables en el gran plan general del cosmos. Al fin y al cabo, el cad?ver no forma parte del pan de Mannix para ir al pasado y aprovechar sus conocimientos de la Historia para poner en marcha todos los acontecimientos que le encumbrar?n al poder. Por su parte, el equipo de polic?as logra introducir la semilla de la duda en Mannix y que éste se cuestione la necesidad de ese derramamiento de sangre que va a causar. En un principio es una duda muy peque?a, pero que con el paso de los a?os se va haciendo cada vez m?s y m?s grande, hasta acabar siendo algo incontrolable. Hasta el punto de que al final es el propio Mannix quien acaba poniendo su granito de arena en la ruptura del bucle.
El final de la serie nos deja una realidad restaurada donde Mannix no viaj? al pasado y, por tanto, Alfred Hillinghead y Charles Whiteman no fueron acusados de asesinato, ni la bomba de Londres lleg? a estallar. Es Iris Maplewood quien se sacrific? viajando a 1890 para poner en marcha su propia cadena de acontecimientos que romper?n el bucle. En las escenas finales, volvemos a nuestro presente donde Sahara ve c?mo las anomal?as temporales parecen haberse corregido. Sin embargo, hay varias preguntas en el aire que quedan sin respuesta. El culto de Mannix parece seguir existiendo en nuestra realidad. Y el personaje de Iris, a la que d?bamos por encerrada en prisi?n a finales del siglo XIX, est? en nuestro presente y no en su futuro. ?C?mo ha llegado all?? Podr?a ser un gui?o final o sembrar las semillas para una futura segunda temporada. En caso de que se aprobara, ?repetir?an todos los personajes? ?Alguno m?s adem?s de Iris est? en nuestro presente? Todo depender? de que los productores sepan captar eso de que sabed que os quieren.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/television/ambiguo-final-cadaveres-94493094)
Esta miniserie creada por Paul Tomalin adapta un c?mic de la l?nea para adultos de la editorial DC, Vertigo, y plantea un misterio irresistible: la aparici?n del mismo cad?ver en el mismo callej?n del East Side londinense en cuatro momentos diferentes del tiempo: En 1890, en 1941, 2023 y 2053. Alfred Hillinghead (Kile Soller), Charles Whiteman (Jacob Fortune-Lloyd), Sahara Hasan (Amaka Okafor) e Iris Maplewood (Shira Haas) son los polic?as que investigan el caso, cada uno en su época. Sobre el papel, se trata de casos diferentes, pero el espectador que tiene la visi?n del conjunto sabe que en realidad se trata del mismo. Sobre todo cuando ve cosas en com?n entre una época y otra y comprueba que hay un personaje que lo conecta todo. Al fin y al cabo, era inevitable que la clave para solucionar todo estuviera en los viajes en el tiempo. La miniserie logra articular un rompecabezas cuyo dibujo final a veces no se entiende muy bien, pero que logra fascinar cuando consigue ir uniendo todas las piezas. Y es inevitable que a lo largo de sus escenas nos encontremos con gui?os varios a otros t?tulos de cabecera que ya son cl?sicos en esto de los viajes en el tiempo. Huelga decir que a partir de este momento es cuando el lector pueda encontrarse con alg?n que otro spoiler (https://www.informacion.es/blogs/juego-de-series/2015/03/07/tipos-spoilers-7981226.html), as? que antes de seguir leyendo, avisado queda.
La aparici?n del cad?ver en los tres momentos temporales iniciales nos llevan al Terminator de James Cameron, cuando los viajeros en el tiempo irrump?an totalmente desnudos en mitad de alg?n callej?n acompa?ado por todo tipo de perturbaciones eléctricas. ?Quién ha matado al hombre misterioso que tiene un disparo en el ojo y un extra?o tatuaje en el brazo? Y repasando el inicio del p?rrafo el lector habr? visto que se habla de tres momentos temporales, pero ?no eran cuatro? Efectivamente, ésa es una de las cartas que se guardan bajo la manga en el primer episodio. Cuando ya se han las bases argumentales de los personajes de 1890, de 1941 y de 2023, de repente la serie da otro inesperado salto en el tiempo para presentarnos ese mismo misterio en el futuro. En el a?o 2053. Un futuro del que apenas conocemos muchos detalles, pero que tiene pinta de ser una distop?a de tomo y lomo, creada a ra?z de una masacre terrorista en el centro de Londres de nuestro presente y dominada por un extra?o culto religioso, cuyo mesi?nico l?der Elias Mannix (Stephen Graham) proclama "sepa que le quieren". Detr?s de los viajes en el tiempo hay una conspiraci?n urdida por el propio Mannix para lograr crear las circunstancias que le encumbrar?n al puesto de comandante supremo. Mannix ha creado un bucle temporal condenado a repetirse sin fin que le permitir? alcanzar sus objetivos. La ambientaci?n londinense hace inevitables las comparaciones con Doctor Who. Los seguidores de Star Trek ya est?n m?s que acostumbrados a ver tramas en las que sus protagonistas quedan atrapados en alg?n bucle o realidad alternativa y saben muy bien que a veces son necesarios algunos sacrificios para poder salir de él y que las aguas vuelvan a su cauce. Las tramas de cada uno de los cuatro detectives acaban de manera tr?gica para todos ellos, pero, s?lo completando el curso natural de esos acontecimientos y esperando a que el bucle se reinicie, es la oportunidad para poder introducir los cambios necesarios que logren romper el c?rculo sin fin.
En otras series ya hemos visto c?mo el llamado efecto mariposa no es lo que era. Ya no se estila eso de que un viajero temporal pisara una hormiga en el pasado, generando una ola de acontecimientos que modifiquen la realidad de manera que al volver a su época se encuentre con un presidente de los Estados Unidos distinto. Las nuevas narrativas de ciencia ficci?n establecen que los grandes acontecimientos ocurrir?n de una manera u otra y, aunque se pueden hacer peque?os cambios, la l?nea temporal tiende a corregirse por s? sola. Lo que tiene que pasar acabar? pasando. Aqu? en la serie plantea la cuesti?n de la libertad y el libre albedr?o. Acabaremos haciendo lo que tenemos que hacer, porque es algo que ya ha pasado y no se puede cambiar. Nuestros personajes eligen un objetivo secundario para tratar de enga?ar a las mec?nicas del tiempo y que ésta no frustre sus verdaderos objetivos. Mannix necesita un ciclo de 150 a?os para que a través de sus peque?as acciones logre sus planes. Los protagonistas logran encontrar la forma de colaborar entre ellos, a pesar de los a?os que les separan, e introducir esos peque?os cambios en la Historia aparentemente inapreciables en el gran plan general del cosmos. Al fin y al cabo, el cad?ver no forma parte del pan de Mannix para ir al pasado y aprovechar sus conocimientos de la Historia para poner en marcha todos los acontecimientos que le encumbrar?n al poder. Por su parte, el equipo de polic?as logra introducir la semilla de la duda en Mannix y que éste se cuestione la necesidad de ese derramamiento de sangre que va a causar. En un principio es una duda muy peque?a, pero que con el paso de los a?os se va haciendo cada vez m?s y m?s grande, hasta acabar siendo algo incontrolable. Hasta el punto de que al final es el propio Mannix quien acaba poniendo su granito de arena en la ruptura del bucle.
El final de la serie nos deja una realidad restaurada donde Mannix no viaj? al pasado y, por tanto, Alfred Hillinghead y Charles Whiteman no fueron acusados de asesinato, ni la bomba de Londres lleg? a estallar. Es Iris Maplewood quien se sacrific? viajando a 1890 para poner en marcha su propia cadena de acontecimientos que romper?n el bucle. En las escenas finales, volvemos a nuestro presente donde Sahara ve c?mo las anomal?as temporales parecen haberse corregido. Sin embargo, hay varias preguntas en el aire que quedan sin respuesta. El culto de Mannix parece seguir existiendo en nuestra realidad. Y el personaje de Iris, a la que d?bamos por encerrada en prisi?n a finales del siglo XIX, est? en nuestro presente y no en su futuro. ?C?mo ha llegado all?? Podr?a ser un gui?o final o sembrar las semillas para una futura segunda temporada. En caso de que se aprobara, ?repetir?an todos los personajes? ?Alguno m?s adem?s de Iris est? en nuestro presente? Todo depender? de que los productores sepan captar eso de que sabed que os quieren.
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