الريــم
11-11-2023, 09:20 AM
Cuando Santos Cerd?n aterriz? en Bruselas la semana pasada, llevaba una maleta muy peque?a. El n?mero tres del PSOE pensaba que pronto iba a volver en Madrid. Todo encajaba. Solo faltaba pulir la ley de amnist?a con Junts, firmar el pacto con su secretario general, Jordi Turull, y comparecer para dar la buena nueva desde Bélgica, donde reside Carles Puigdemont, en una muestra de que los socialistas lo reconoc?an como interlocutor, dejando atr?s la promesa de llevarlo ante la Justicia. Fue el jueves de la semana pasada. Los posconvergentes también contaban con cerrar. Hab?an colocado incluso un atril en un hotel para que el ‘expresident’ compareciera. Pero entonces se frustr? el plan. Cerd?n necesit? m?s ropa para encarar la fase final de la negociaci?n.**
?Qué ocurri?? La respuesta hay que buscarla a unos 1.000 kil?metros de Bruselas, en Barcelona, donde el ministro de Presidencia, Félix Bola?os, sellaba en esas mismas horas el acuerdo con ERC. El PSOE siempre hab?a insistido en que lo “m?s dif?cil” de toda la negociaci?n con el independentismo catal?n para lograr la investidura de Pedro S?nchez (https://www.elperiodico.com/es/personajes/pedro-sanchez-pedro-sanchez-8470) era encontrar el “equilibrio” entre republicanos y posconvergentes, dos formaciones en lucha permanente. Al rubricar con ERC, alejaron a Junts.*
Socialistas y posconvergentes reconstruyen la negociaci?n que permitir? a S?nchez ser reelegido el pr?ximo jueves
“Puigdemont no quiso compartir protagonismo aquel d?a conOriol Junqueras”, consideran los socialistas. As? que el pacto se alarg? hasta el pasado jueves, donde todo lo que se hab?a previsto una semana antes acab? ocurriendo. Sin embargo, los colaboradores de S?nchez*insisten en que el pacto nunca “corri? peligro”. Tan solo se demor?.
Algunas fuentes de Junts abundan en la misma idea. “El PSOE ha cometido un error grave”, explic? en privado un alto dirigente del partido tras el acuerdo con los republicanos. Ya no era un desencuentro sobre contenidos, sino sobre un intangible que ha sido esencial en estos largos meses desde las elecciones generales del pasado 23 de julio: la demolici?n de la enorme desconfianza entre ambas partes.
M?s informaci?n (Auto)
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“Paremos m?quinas”
Puigdemont, en cambio, dio una versi?n distinta a la permanente de Junts. Los miembros del organismo también hab?an volado temprano ese d?a a Bruselas, en un trayecto que comenz? con otro imprevisto. El fuerte viento provoc? que tuvieran que esperar m?s de una hora antes de despegar y llegaron tarde a la capital belga. Hasta pasadas las 11 de la ma?ana no se inici? la reuni?n. Sirvi? de poco. Turull, Puigdemont y Miriam Nogueras, la portavoz de los posconvergentes en el Congreso, no ofrecieron apenas detalles, m?s all? de mostrarse optimistas. “Esto est? yendo bien”, dijeron. Y después se marcharon.
El expresident y el secretario general de Junts volvieron a las tres y media de la tarde, cuando el PSOE y ERC hab?an anunciado el pacto y ya solo quedaba que Bola?os y Junqueras comparecieran por separado para explicar su contenido. Tras estudiar la ?ltima oferta de los socialistas sobre la ley de amnist?a, el expresident y actual eurodiputado dijo: “No sé si la propuesta que nos han trasladado ahora es buena, pero yo no la veo. Paremos m?quinas”.
Cerd?n, mientras tanto, aguardaba en el hotel Sofitel de Bruselas junto a tres colaboradores. Pas? all? un d?a m?s, pensando que el acuerdo era inminente, pero el viernes tampoco se hizo realidad. El secretario de Organizaci?n del PSOE, de origen navarro, se regres? a Espa?a a pasar el fin de semana. Fueron jornadas tensas, pero la comunicaci?n no se cort? en ning?n momento. El clima segu?a siendo bueno. “Creo que ha ido a ver c?mo el Osasuna perd?a con el Girona”, brome? Turull con los suyos, en referencia a un partido de f?tbol que acab? el s?bado 2-4. Incluso le mand? a Cerd?n un mensaje con el mismo contenido.*
El dirigente socialista volvi? a Bruselas para encarar la semana. En realidad, podr?a haber estado en cualquier otro lugar. Tras la reuni?n que mantuvo con Puigdemont el pasado 30 de octubre, en las dependencias de Junts en la Euroc?mara y bajo la foto de una urna del referéndum del 1-O, no hubo m?s encuentros. Cerd?n estaba all? m?s que nada para firmar y comparecer. El escollo se situaba en el concepto de ‘lawfare’, la guerra sucia judicial contra rivales pol?ticos, que los posconvergentes quer?an incluir de alguna manera en la ley de amnist?a. Se trata de una cuesti?n muy “técnica”, explican en el PSOE, y cada propuesta ten?a que ser estudiada con detalle por el equipo jur?dico. Cerd?n reportaba constantemente a S?nchez y a Bola?os. Salvador Illa, l?der del PSC, estaba siempre al tanto, haciendo “gestiones” cuando era requerido, explican en su entorno.*
La ventanilla ?nica
Al otro lado, todo pasaba por Puigdemont. Una vez el expresident tom? la decisi?n de negociar, la metodolog?a se pact? casi de forma espont?nea. Una ventanilla ?nica. Mandaba él, con un n?cleo muy reducido: Turull, Nogueras y su abogado, Gonzalo Boye, cuyo protagonismo fue decayendo conforme se acercaba el acuerdo.*
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La presidenta del partido, Laura Borràs, estuvo siempre en un segundo plano. De hecho, cuando comenzaron las conversaciones, comparti? con sus m?s fieles seguidores una velada en la que apostaron por la repetici?n electoral. Aun as?, Borràs ha respetado el voto de silencio decretado durante todos estos meses.
Ese cerrojazo informativo, sin embargo, gener? fricciones internas. Un dirigente de Junts lleg? a abandonar el grupo de Whatsapp de la ejecutiva al sentirse acusado de filtrar informaci?n. Otro miembro de la c?pula, Joan Canadell, ya en estos ?ltimos d?as decisivos, ped?a sin éxito informaci?n a los desplazados a Bruselas. Borràs le contestaba contemporizando: “Joan, no se ha llegado a ning?n acuerdo. Seguimos las negociaciones. Cuando sepamos si hay pacto, convocaremos”. El propio Turull se enoj? por la filtraci?n de su mensaje a la ejecutiva en el que cargaba contra el pacto de ERC con el PSOE y aseguraba que no har?an una amnist?a para “VIPs” y defend?a a los “soldados” independentistas.
Las cinco de la madrugada
Todo podr?a haber continuado alarg?ndose hasta llegar al 27 de noviembre, fecha l?mite para la investidura. Este miércoles, sin embargo, socialistas y posconvergentes llegaron a un acuerdo sobre el acuerdo. Ya no ir?an m?s all?. Las dos partes se comprometieron a firmar al d?a siguiente. A las cinco de la madrugada, una semana m?s tarde de lo previsto, el PSOE y Junts sellaron un pacto por el que pocos habr?an apostado antes de las elecciones generales. Cerd?n y Turull, sin c?maras de por medio, firmaron horas m?s tarde el documento en el hotel donde se alojaba el primero.**
S?nchez aceptaba un mediador internacional para “acompa?ar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociaci?n y de los acuerdos entre ambas formaciones”. También se compromet?a a abordar el ‘lawfare’ en las comisiones de investigaci?n en el Congreso sobre el espionaje pol?tico al independentismo catal?n y las llamadas “cloacas del Estado”. Puigdemont ofrec?a sus siete diputados para investir al presidente en funciones y también abr?a la puerta a dar estabilidad durante toda la legislatura, siempre que se vayan cumpliendo los acuerdos.*
Pero tampoco hay de momento tantos acuerdos. A falta de culminar la ley de amnist?a, sobre la que faltan algunos retoques menores que desembocar?n en su registro el lunes en la C?mara baja, el pacto entre el PSOE y Junts tiene escasas materias tangibles, a diferencia del documento pactado con los republicanos, que incluye el traspaso de Rodalies y la condonaci?n de m?s de 15.000 millones de euros de deuda de la Generalitat.*
“Junts se ha movido m?s en el terreno simb?lico y en la definici?n de la amnist?a, mientras ERC se ha centrado en cuestiones concretas”, se?ala un miembro del Gobierno. “Puigdemont es periodista. Domina mucho m?s el relato que la gesti?n”, explica un exdirigente soberanista cercano al ‘expresident’. Pero el propio Puigdemont se revuelve contra esta tesis. Durante su comparecencia del jueves para explicar el porqué de su apoyo, asegur? que “el ‘a cambio de nada” de los republicanos hab?a sido depositado con esta alianza en “la papelera de la Historia”. En cualquier caso, S?nchez ser? reelegido al frente de la Moncloa el pr?ximo 16 de noviembre.*
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/forjo-acuerdo-sanchez-puigdemont-parto-94479772)
?Qué ocurri?? La respuesta hay que buscarla a unos 1.000 kil?metros de Bruselas, en Barcelona, donde el ministro de Presidencia, Félix Bola?os, sellaba en esas mismas horas el acuerdo con ERC. El PSOE siempre hab?a insistido en que lo “m?s dif?cil” de toda la negociaci?n con el independentismo catal?n para lograr la investidura de Pedro S?nchez (https://www.elperiodico.com/es/personajes/pedro-sanchez-pedro-sanchez-8470) era encontrar el “equilibrio” entre republicanos y posconvergentes, dos formaciones en lucha permanente. Al rubricar con ERC, alejaron a Junts.*
Socialistas y posconvergentes reconstruyen la negociaci?n que permitir? a S?nchez ser reelegido el pr?ximo jueves
“Puigdemont no quiso compartir protagonismo aquel d?a conOriol Junqueras”, consideran los socialistas. As? que el pacto se alarg? hasta el pasado jueves, donde todo lo que se hab?a previsto una semana antes acab? ocurriendo. Sin embargo, los colaboradores de S?nchez*insisten en que el pacto nunca “corri? peligro”. Tan solo se demor?.
Algunas fuentes de Junts abundan en la misma idea. “El PSOE ha cometido un error grave”, explic? en privado un alto dirigente del partido tras el acuerdo con los republicanos. Ya no era un desencuentro sobre contenidos, sino sobre un intangible que ha sido esencial en estos largos meses desde las elecciones generales del pasado 23 de julio: la demolici?n de la enorme desconfianza entre ambas partes.
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Puigdemont, en cambio, dio una versi?n distinta a la permanente de Junts. Los miembros del organismo también hab?an volado temprano ese d?a a Bruselas, en un trayecto que comenz? con otro imprevisto. El fuerte viento provoc? que tuvieran que esperar m?s de una hora antes de despegar y llegaron tarde a la capital belga. Hasta pasadas las 11 de la ma?ana no se inici? la reuni?n. Sirvi? de poco. Turull, Puigdemont y Miriam Nogueras, la portavoz de los posconvergentes en el Congreso, no ofrecieron apenas detalles, m?s all? de mostrarse optimistas. “Esto est? yendo bien”, dijeron. Y después se marcharon.
El expresident y el secretario general de Junts volvieron a las tres y media de la tarde, cuando el PSOE y ERC hab?an anunciado el pacto y ya solo quedaba que Bola?os y Junqueras comparecieran por separado para explicar su contenido. Tras estudiar la ?ltima oferta de los socialistas sobre la ley de amnist?a, el expresident y actual eurodiputado dijo: “No sé si la propuesta que nos han trasladado ahora es buena, pero yo no la veo. Paremos m?quinas”.
Cerd?n, mientras tanto, aguardaba en el hotel Sofitel de Bruselas junto a tres colaboradores. Pas? all? un d?a m?s, pensando que el acuerdo era inminente, pero el viernes tampoco se hizo realidad. El secretario de Organizaci?n del PSOE, de origen navarro, se regres? a Espa?a a pasar el fin de semana. Fueron jornadas tensas, pero la comunicaci?n no se cort? en ning?n momento. El clima segu?a siendo bueno. “Creo que ha ido a ver c?mo el Osasuna perd?a con el Girona”, brome? Turull con los suyos, en referencia a un partido de f?tbol que acab? el s?bado 2-4. Incluso le mand? a Cerd?n un mensaje con el mismo contenido.*
El dirigente socialista volvi? a Bruselas para encarar la semana. En realidad, podr?a haber estado en cualquier otro lugar. Tras la reuni?n que mantuvo con Puigdemont el pasado 30 de octubre, en las dependencias de Junts en la Euroc?mara y bajo la foto de una urna del referéndum del 1-O, no hubo m?s encuentros. Cerd?n estaba all? m?s que nada para firmar y comparecer. El escollo se situaba en el concepto de ‘lawfare’, la guerra sucia judicial contra rivales pol?ticos, que los posconvergentes quer?an incluir de alguna manera en la ley de amnist?a. Se trata de una cuesti?n muy “técnica”, explican en el PSOE, y cada propuesta ten?a que ser estudiada con detalle por el equipo jur?dico. Cerd?n reportaba constantemente a S?nchez y a Bola?os. Salvador Illa, l?der del PSC, estaba siempre al tanto, haciendo “gestiones” cuando era requerido, explican en su entorno.*
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Al otro lado, todo pasaba por Puigdemont. Una vez el expresident tom? la decisi?n de negociar, la metodolog?a se pact? casi de forma espont?nea. Una ventanilla ?nica. Mandaba él, con un n?cleo muy reducido: Turull, Nogueras y su abogado, Gonzalo Boye, cuyo protagonismo fue decayendo conforme se acercaba el acuerdo.*
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Todo podr?a haber continuado alarg?ndose hasta llegar al 27 de noviembre, fecha l?mite para la investidura. Este miércoles, sin embargo, socialistas y posconvergentes llegaron a un acuerdo sobre el acuerdo. Ya no ir?an m?s all?. Las dos partes se comprometieron a firmar al d?a siguiente. A las cinco de la madrugada, una semana m?s tarde de lo previsto, el PSOE y Junts sellaron un pacto por el que pocos habr?an apostado antes de las elecciones generales. Cerd?n y Turull, sin c?maras de por medio, firmaron horas m?s tarde el documento en el hotel donde se alojaba el primero.**
S?nchez aceptaba un mediador internacional para “acompa?ar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociaci?n y de los acuerdos entre ambas formaciones”. También se compromet?a a abordar el ‘lawfare’ en las comisiones de investigaci?n en el Congreso sobre el espionaje pol?tico al independentismo catal?n y las llamadas “cloacas del Estado”. Puigdemont ofrec?a sus siete diputados para investir al presidente en funciones y también abr?a la puerta a dar estabilidad durante toda la legislatura, siempre que se vayan cumpliendo los acuerdos.*
Pero tampoco hay de momento tantos acuerdos. A falta de culminar la ley de amnist?a, sobre la que faltan algunos retoques menores que desembocar?n en su registro el lunes en la C?mara baja, el pacto entre el PSOE y Junts tiene escasas materias tangibles, a diferencia del documento pactado con los republicanos, que incluye el traspaso de Rodalies y la condonaci?n de m?s de 15.000 millones de euros de deuda de la Generalitat.*
“Junts se ha movido m?s en el terreno simb?lico y en la definici?n de la amnist?a, mientras ERC se ha centrado en cuestiones concretas”, se?ala un miembro del Gobierno. “Puigdemont es periodista. Domina mucho m?s el relato que la gesti?n”, explica un exdirigente soberanista cercano al ‘expresident’. Pero el propio Puigdemont se revuelve contra esta tesis. Durante su comparecencia del jueves para explicar el porqué de su apoyo, asegur? que “el ‘a cambio de nada” de los republicanos hab?a sido depositado con esta alianza en “la papelera de la Historia”. En cualquier caso, S?nchez ser? reelegido al frente de la Moncloa el pr?ximo 16 de noviembre.*
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