الريــم
11-10-2023, 10:50 AM
Luci tiene 26 a?os y ya ha sufrido el infierno de ataques y acoso sexual que las auxiliares del servicio de ayuda en el hogar para dependientes relatan como algo cotidiano.
No fue un caso aislado. “Otro ten?a una hemiplejia, con medio cuerpo paralizado, y cuando lo manipulaba para moverlo, me tocaba el pubis o me cog?a la mano y se la pon?a en sus genitales”, prosigue sobre unos momentos vividos en la intimidad del domicilio al que se dirig?a a trabajar por horas.
Las auxiliares que ayudan a dependientes denuncian una epidemia silenciosa de acoso sexual de familiares de sus pacientes
El de Luci es uno de los m?ltiples relatos habituales en este campo. A Cris, por ejemplo, también le pas? algo similar con el marido de una usuaria del servicio que le coloc? un billete de cincuenta euros por detr?s y trat? de besarla en la boca tras agarrarla por la cintura.
Al principio, trat? de solucionar ella la situaci?n, colocando siempre alg?n objeto entre ella y el marido de la se?ora a la que acud?a a ayudar dentro de un servicio de respiro familiar para su cuidadora habitual, que era su hija. “Le avisé de que no entrase en el ba?o porque lo hab?a fregado y pod?a resbalar. Mientras estaba con su esposa, escuché un grito y pensé que se hab?a ca?do. Al llegar al ba?o, lo veo desnudo, agarr?ndose sus genitales y diciéndome: “?Esto es lo que tengo para ti!”, cuenta Cris, que sufri? una crisis de ansiedad a ra?z de ese suceso.
El sindicato Comisiones Obreras estima que la mitad de auxiliares del servicio de ayuda en el hogar de Galicia ha sufrido alguna situaci?n similar, un porcentaje que las afectadas incluso elevan.
Este servicio (SAF) es ofrecido por los concellos y financiado por la Xunta a través de la Conseller?a de Pol?tica Social. Permite a dependientes recibir atenci?n en su domicilio durante unas horas, en funci?n de su grado, para que una persona realice las tareas domésticas o permita el descanso de sus cuidadores habituales. Pero, en ese ambiente, las auxiliares denuncian sufrir actos de acoso e incluso agresiones de car?cter sexual no solo por parte de los usuarios a los que ayudan, sino de familiares de estos, como maridos, hijos o sobrinos.
"Hay casos muy graves, desde ofrecimientos de dinero por mantener relaciones sexuales a pedir tocamientos o incluso a forzar a trabajadoras a encerrarse en el ba?o"
Alejandra Gesto es la secretaria de Construcci?n y Servicios de Comisiones Obreras en Galicia y trata de sacar a la luz p?blica una situaci?n oculta. “Es un asunto bastante desconocido y eso que hay casos muy graves, desde ofrecimientos de dinero por mantener relaciones sexuales a pedir tocamientos o incluso a forzar a trabajadoras a encerrarse en el ba?o y llamar a la Polic?a Nacional por miedo”, explica.
Estas auxiliares trabajan para empresas que reciben la concesi?n del servicio y en muchos casos, cuando la firma beneficiaria cambia, las plantillas son subrogadas. Pero se trata de un “sector muy precario”, explica Gesto, con trabajos por horas y n?minas escasas, lo que a?ade otra carga para las v?ctimas. “Las que tienen jornada completa no llegan a mileuristas, as? que imag?nate lo que cobramos”, explica Cris sobre el sector.
El contacto entre las trabajadores también es escaso, lo que complica la creaci?n de una red de apoyo para compartir experiencias y tomar conciencia de la dimensi?n del problema. “Intentamos en los comités de empresa que se realicen protocolos para este tipo de situaciones y que cuando se comunique por parte de una auxiliar, se act?e con premura”, comenta Gesto, que lamenta una mejor respuesta empresarial. “En muchos casos, retiran a la auxiliar y la sustituyen por otra, con lo que por encima culpas a la v?ctima, que puede perder esas horas de trabajo”, se queja. “Y lo peor es cuando la relevan por un hombre”, a?ade Manuela Caneda, también de CCOO, quien pide mano dura: la mejor soluci?n pasa por la amenaza de la retirada del servicio.
“Se a?ade el problema de que la Inspecci?n de Trabajo no puede acceder a esas viviendas particulares”, matiza Gesto sobre la f?rmula para atajar este acoso.
El propio Colexio Oficial de Traballadores Sociais de Galicia lamenta las “numerosas deficiencias” del SAF. “
"Es un problema muy complejo que tiene distintos ejes de trabajo y en el que tanto las personas usuarias como las trabajadoras est?n siendo desfavorecidas”
“En mi caso, al principio dudaron de mi testimonio y me obligaron a volver al domicilio donde me hab?an acosado”, lamenta Cris, a la que prescribieron ansiol?ticos para afrontar la ansiedad que le gener? este caso. La hija de su agresor fue la que reconoci? que le hab?a sucedido a otra mujer.
?Por qué no denunciaron a la Polic?a lo sucedido? Un manifiesto de CCOO y UGT con motivo del D?a contra la Violencia sobre la Mujer el pasado 25 recog?a que un informe de la Uni?n Europea estima que el 71% de v?ctimas de acoso y violencia se?alaba el desempleo y la precariedad como frenos para denunciar. Alg?n caso incluso fue a m?s, como recuerda Caneda, sobre el hijo de un matrimonio con dependencia que reaccion? al rechazo de su auxiliar propin?ndole una paliza delante de su hija en la calle. Sucedi? hace a?os, dice.
“Yo no denuncié por miedo. La mayor?a no tenemos estudios y qué vas a hacer si pierdes este trabajo"
“Yo no denuncié por miedo. La mayor?a no tenemos estudios y qué vas a hacer si pierdes este trabajo. Imagina que te quitan de la casa donde tuviste ese problema. Pierdes esas horas de trabajo y hablamos de que cobramos 300 o 400 euros al mes en casos como el m?o”, asume Bety, que censura el “paternalismo” con que se han ido asumiendo estos casos. “Muchas compa?eras dicen que no hay que tenerlo en cuenta, que son abuelitos, pero no puede pasar”, proclama antes de recordar que la primera vez que le sucedi? fue con un usuario de m?s de 90 a?os que le puso su mano en la entrepierna. Otro la acorralaba en la cocina o el ba?o pidiéndole “cari?itos”.
El citado informe de la UE citado por CCOO y UGT indica que el acoso sexual en el trabajo es “otra de las manifestaciones de violencia de género que sufren las mujeres” y que en 2019 la Inspecci?n de Trabajo y Seguridad Social registr? 451 actuaciones por acoso sexual y activ? 325 protocolos contra estas agresiones. En la dependencia, este tema todav?a es un tab?.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/escote-metio-50-euros-pechos-94439852)
No fue un caso aislado. “Otro ten?a una hemiplejia, con medio cuerpo paralizado, y cuando lo manipulaba para moverlo, me tocaba el pubis o me cog?a la mano y se la pon?a en sus genitales”, prosigue sobre unos momentos vividos en la intimidad del domicilio al que se dirig?a a trabajar por horas.
Las auxiliares que ayudan a dependientes denuncian una epidemia silenciosa de acoso sexual de familiares de sus pacientes
El de Luci es uno de los m?ltiples relatos habituales en este campo. A Cris, por ejemplo, también le pas? algo similar con el marido de una usuaria del servicio que le coloc? un billete de cincuenta euros por detr?s y trat? de besarla en la boca tras agarrarla por la cintura.
Al principio, trat? de solucionar ella la situaci?n, colocando siempre alg?n objeto entre ella y el marido de la se?ora a la que acud?a a ayudar dentro de un servicio de respiro familiar para su cuidadora habitual, que era su hija. “Le avisé de que no entrase en el ba?o porque lo hab?a fregado y pod?a resbalar. Mientras estaba con su esposa, escuché un grito y pensé que se hab?a ca?do. Al llegar al ba?o, lo veo desnudo, agarr?ndose sus genitales y diciéndome: “?Esto es lo que tengo para ti!”, cuenta Cris, que sufri? una crisis de ansiedad a ra?z de ese suceso.
El sindicato Comisiones Obreras estima que la mitad de auxiliares del servicio de ayuda en el hogar de Galicia ha sufrido alguna situaci?n similar, un porcentaje que las afectadas incluso elevan.
Este servicio (SAF) es ofrecido por los concellos y financiado por la Xunta a través de la Conseller?a de Pol?tica Social. Permite a dependientes recibir atenci?n en su domicilio durante unas horas, en funci?n de su grado, para que una persona realice las tareas domésticas o permita el descanso de sus cuidadores habituales. Pero, en ese ambiente, las auxiliares denuncian sufrir actos de acoso e incluso agresiones de car?cter sexual no solo por parte de los usuarios a los que ayudan, sino de familiares de estos, como maridos, hijos o sobrinos.
"Hay casos muy graves, desde ofrecimientos de dinero por mantener relaciones sexuales a pedir tocamientos o incluso a forzar a trabajadoras a encerrarse en el ba?o"
Alejandra Gesto es la secretaria de Construcci?n y Servicios de Comisiones Obreras en Galicia y trata de sacar a la luz p?blica una situaci?n oculta. “Es un asunto bastante desconocido y eso que hay casos muy graves, desde ofrecimientos de dinero por mantener relaciones sexuales a pedir tocamientos o incluso a forzar a trabajadoras a encerrarse en el ba?o y llamar a la Polic?a Nacional por miedo”, explica.
Estas auxiliares trabajan para empresas que reciben la concesi?n del servicio y en muchos casos, cuando la firma beneficiaria cambia, las plantillas son subrogadas. Pero se trata de un “sector muy precario”, explica Gesto, con trabajos por horas y n?minas escasas, lo que a?ade otra carga para las v?ctimas. “Las que tienen jornada completa no llegan a mileuristas, as? que imag?nate lo que cobramos”, explica Cris sobre el sector.
El contacto entre las trabajadores también es escaso, lo que complica la creaci?n de una red de apoyo para compartir experiencias y tomar conciencia de la dimensi?n del problema. “Intentamos en los comités de empresa que se realicen protocolos para este tipo de situaciones y que cuando se comunique por parte de una auxiliar, se act?e con premura”, comenta Gesto, que lamenta una mejor respuesta empresarial. “En muchos casos, retiran a la auxiliar y la sustituyen por otra, con lo que por encima culpas a la v?ctima, que puede perder esas horas de trabajo”, se queja. “Y lo peor es cuando la relevan por un hombre”, a?ade Manuela Caneda, también de CCOO, quien pide mano dura: la mejor soluci?n pasa por la amenaza de la retirada del servicio.
“Se a?ade el problema de que la Inspecci?n de Trabajo no puede acceder a esas viviendas particulares”, matiza Gesto sobre la f?rmula para atajar este acoso.
El propio Colexio Oficial de Traballadores Sociais de Galicia lamenta las “numerosas deficiencias” del SAF. “
"Es un problema muy complejo que tiene distintos ejes de trabajo y en el que tanto las personas usuarias como las trabajadoras est?n siendo desfavorecidas”
“En mi caso, al principio dudaron de mi testimonio y me obligaron a volver al domicilio donde me hab?an acosado”, lamenta Cris, a la que prescribieron ansiol?ticos para afrontar la ansiedad que le gener? este caso. La hija de su agresor fue la que reconoci? que le hab?a sucedido a otra mujer.
?Por qué no denunciaron a la Polic?a lo sucedido? Un manifiesto de CCOO y UGT con motivo del D?a contra la Violencia sobre la Mujer el pasado 25 recog?a que un informe de la Uni?n Europea estima que el 71% de v?ctimas de acoso y violencia se?alaba el desempleo y la precariedad como frenos para denunciar. Alg?n caso incluso fue a m?s, como recuerda Caneda, sobre el hijo de un matrimonio con dependencia que reaccion? al rechazo de su auxiliar propin?ndole una paliza delante de su hija en la calle. Sucedi? hace a?os, dice.
“Yo no denuncié por miedo. La mayor?a no tenemos estudios y qué vas a hacer si pierdes este trabajo"
“Yo no denuncié por miedo. La mayor?a no tenemos estudios y qué vas a hacer si pierdes este trabajo. Imagina que te quitan de la casa donde tuviste ese problema. Pierdes esas horas de trabajo y hablamos de que cobramos 300 o 400 euros al mes en casos como el m?o”, asume Bety, que censura el “paternalismo” con que se han ido asumiendo estos casos. “Muchas compa?eras dicen que no hay que tenerlo en cuenta, que son abuelitos, pero no puede pasar”, proclama antes de recordar que la primera vez que le sucedi? fue con un usuario de m?s de 90 a?os que le puso su mano en la entrepierna. Otro la acorralaba en la cocina o el ba?o pidiéndole “cari?itos”.
El citado informe de la UE citado por CCOO y UGT indica que el acoso sexual en el trabajo es “otra de las manifestaciones de violencia de género que sufren las mujeres” y que en 2019 la Inspecci?n de Trabajo y Seguridad Social registr? 451 actuaciones por acoso sexual y activ? 325 protocolos contra estas agresiones. En la dependencia, este tema todav?a es un tab?.
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