الريــم
10-27-2023, 09:51 PM
Este viernes se han clausurado las jornadas 'Intercambios culturales entre las cortes de la Pen?nsula Ibérica y los Pa?ses Bajos de los Habsburgo', que desde el miércoles ven?an desgranando en el campus de Aranjuez (Madrid) de la Universidad Rey Juan Carlos las influencias mutuas entre dos territorios que durante siglo y medio compartieron soberan?a espa?ola (https://www.epe.es/es/cultura/20231027/espana-paises-bajos-siglos-xv-xvi-intecambios-culturales-jornadas-aranjuez-instituto-moll-93900336), arrojando luz sobre elementos concretos de esa relaci?n y sobre personajes poco conocidos por un p?blico no especializado que marcaron su devenir o que fueron buen ejemplo de los ritos y mentalidades de la época.
Aparte de otras muchas cosas, este tipo de congresos sirven a menudo para echar abajo algunos lugares comunes que todav?a tienen su espacio en los manuales de historia. Uno de los que se ha tratado en Aranjuez ha sido el de la supuesta austeridad de la corona espa?ola en los siglos XV y XVI, una corte tradicionalmente considerada m?s pobre en su apartado ornamental que las de sus vecinos europeos. Los profesores de la Universidad de Valladolid Miguel ?ngel Zalama y Jes?s F. Pascual Molina explicaron en su ponencia c?mo la realidad fue bastante distinta: la de unos reinados de Carlos I y Felipe II que igualaron e incluso fueron m?s all? que la cultura del lujo asociada a la corte borgo?ona, y c?mo la monarqu?a hispana se convirti? en un modelo de mecenazgo, uso y consumo de objetos art?sticos de lujo tales como tapices, armaduras o joyas.
“La imagen m?s representativa de la época que se nos ha transmitido era la de unos edificios completamente desnudos, pero estos hay que pensarlos vestidos con tapices, con cordobanes... El gusto exacerbado por lo decorativo y por esas formas flanboyantes que ven?a del mundo borgo??n ya est? presente en la corte de los Reyes Cat?licos y posteriormente va a continuar”, comenta a este diario Ana Diéguez-Rodr?guez, una de las directoras de las jornadas y responsable del Instituto Moll, referencia en Espa?a para todo lo que tiene que ver con el arte flamenco, que ha tenido un papel decisivo en la organizaci?n del congreso.
?En qué se manifestaba aquel lujo? Fundamentalmente en los tapices, que fueron uno de los elementos centrales de la conferencia citada. “Hoy en d?a vemos la pintura como lo m?ximo dentro de las expresiones art?sticas de la época, pero en aquellos momentos eran los tapices el objeto de lujo por encima de cualquier otro. Primero porque no todo el mundo pod?a acceder a ellos. Eran muy caros, llevaba mucho tiempo hacerlos y adem?s se utilizaban, cuando eran para la corte o para nobles de alto nivel, hilos de oro y plata. De hecho, muchos de esos tapices no han llegado a nosotros porque se fundieron para conseguir ese oro y esa plata”, apuntaba Diéguez-Rodr?guez una vez clausuradas las jornadas. “Toda esa riqueza era espectacular, los tapices se llevaban de un sitio a otro porque se pod?an enrollar y colocar en otros lugares. Y se sacaban a menudo para engalanar las calles”. La académica compara aquellas pr?cticas para un p?blico contempor?neo con lo que pudimos ver en las recientes ceremonias funerarias de la reina Isabel II de Inglaterra. El antiguo condado de Borgo?a ha sido hist?ricamente una referencia en cuanto al protocolo a seguir para diferentes tipos de celebraciones cortesanas que, debido a su dimensi?n p?blica, llegaba a un espectador fascinado por esa magnficencia.
Teatro para recibir a Juana I
En general, estos d?as en Aranjuez se ha hablado mucho de eso, de ceremonias y de rituales, de las fiestas de las cortes y de c?mo era reconocido el poder en esas ocasiones. La profesora alemana Dagmar H. Eichberger habl? de la entrada de Juana I de Castilla en la ciudad de Bruselas en 1496. De c?mo lleg? all? sin su esposo Felipe y fue recibida por el alcalde y el gobierno de la ciudad con un gran espect?culo en el que hab?a veintiocho escenarios teatrales donde se representaban 'tableaux vivants' sobre temas relacionados con el matrimonio, las virtudes femeninas o las pol?ticas de guerra y de paz. Los espa?oles Inmaculada Rodr?guez Moya y V?ctor M?nguez, de la Universidad Jaume I, pusieron por su parte el foco en el viaje triunfal de un Carlos I ya reconocido emperador por el Papa, y de los fastos con que era recibido en las ciudades italianas y espa?olas en las que iba haciendo parada.
Entre los nombres propios de personajes relevantes de la época que han ido saliendo estos d?as de conferencias, y de los que poco se sab?a hasta ahora o sobre los que se ha arrojado nueva luz, sobresale el de Vicente ?lvarez, un sirviente de la corte que acompa?? a un Felipe II todav?a pr?ncipe en sus viajes a Italia, Alemania y los Pa?ses Bajos para relatarlos en un escrito dedicado a la hermana de Felipe, la princesa Mar?a. A punto de abandonar su tarea, amedrentado, cuando conoci? al humanista Juan Calvete, referencia intelectual de la época y autor del célebre 'Felic?ssimo viaje del muy alto y muy poderoso Pr?ncipe don Phelippe', que estaba haciendo un trabajo similar, decidi? finalmente rematarlo, y seg?n el profesor Raymond Flagel, de la Universidad de Leiden, su modesto trabajo, escrito en un lenguaje sencillo y con opiniones sinceras, es hoy m?s ?til para adentrarnos en la mentalidad de la época.
Pero si se trata de hacer justicia, Diéguez-Rodr?guez se queda con la actividad de Felipe Bigarny, un artista al servicio de la corte y de la alta jerarqu?a eclesi?stica, participando en proyectos como la capilla real de Granada, o el retablo mayor de la catedral de Toledo. El trabajo conjunto del flamenco con Alonso de Berruguete, con el que trabaj? codo con codo, “puede explicar muchas de las innovaciones del espa?ol, y c?mo este ?ltimo adopta una estructuraci?n del trabajo del taller tomada de Bigarny”
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/espana-paises-bajos-siglos-xv-93902574)
Aparte de otras muchas cosas, este tipo de congresos sirven a menudo para echar abajo algunos lugares comunes que todav?a tienen su espacio en los manuales de historia. Uno de los que se ha tratado en Aranjuez ha sido el de la supuesta austeridad de la corona espa?ola en los siglos XV y XVI, una corte tradicionalmente considerada m?s pobre en su apartado ornamental que las de sus vecinos europeos. Los profesores de la Universidad de Valladolid Miguel ?ngel Zalama y Jes?s F. Pascual Molina explicaron en su ponencia c?mo la realidad fue bastante distinta: la de unos reinados de Carlos I y Felipe II que igualaron e incluso fueron m?s all? que la cultura del lujo asociada a la corte borgo?ona, y c?mo la monarqu?a hispana se convirti? en un modelo de mecenazgo, uso y consumo de objetos art?sticos de lujo tales como tapices, armaduras o joyas.
“La imagen m?s representativa de la época que se nos ha transmitido era la de unos edificios completamente desnudos, pero estos hay que pensarlos vestidos con tapices, con cordobanes... El gusto exacerbado por lo decorativo y por esas formas flanboyantes que ven?a del mundo borgo??n ya est? presente en la corte de los Reyes Cat?licos y posteriormente va a continuar”, comenta a este diario Ana Diéguez-Rodr?guez, una de las directoras de las jornadas y responsable del Instituto Moll, referencia en Espa?a para todo lo que tiene que ver con el arte flamenco, que ha tenido un papel decisivo en la organizaci?n del congreso.
?En qué se manifestaba aquel lujo? Fundamentalmente en los tapices, que fueron uno de los elementos centrales de la conferencia citada. “Hoy en d?a vemos la pintura como lo m?ximo dentro de las expresiones art?sticas de la época, pero en aquellos momentos eran los tapices el objeto de lujo por encima de cualquier otro. Primero porque no todo el mundo pod?a acceder a ellos. Eran muy caros, llevaba mucho tiempo hacerlos y adem?s se utilizaban, cuando eran para la corte o para nobles de alto nivel, hilos de oro y plata. De hecho, muchos de esos tapices no han llegado a nosotros porque se fundieron para conseguir ese oro y esa plata”, apuntaba Diéguez-Rodr?guez una vez clausuradas las jornadas. “Toda esa riqueza era espectacular, los tapices se llevaban de un sitio a otro porque se pod?an enrollar y colocar en otros lugares. Y se sacaban a menudo para engalanar las calles”. La académica compara aquellas pr?cticas para un p?blico contempor?neo con lo que pudimos ver en las recientes ceremonias funerarias de la reina Isabel II de Inglaterra. El antiguo condado de Borgo?a ha sido hist?ricamente una referencia en cuanto al protocolo a seguir para diferentes tipos de celebraciones cortesanas que, debido a su dimensi?n p?blica, llegaba a un espectador fascinado por esa magnficencia.
Teatro para recibir a Juana I
En general, estos d?as en Aranjuez se ha hablado mucho de eso, de ceremonias y de rituales, de las fiestas de las cortes y de c?mo era reconocido el poder en esas ocasiones. La profesora alemana Dagmar H. Eichberger habl? de la entrada de Juana I de Castilla en la ciudad de Bruselas en 1496. De c?mo lleg? all? sin su esposo Felipe y fue recibida por el alcalde y el gobierno de la ciudad con un gran espect?culo en el que hab?a veintiocho escenarios teatrales donde se representaban 'tableaux vivants' sobre temas relacionados con el matrimonio, las virtudes femeninas o las pol?ticas de guerra y de paz. Los espa?oles Inmaculada Rodr?guez Moya y V?ctor M?nguez, de la Universidad Jaume I, pusieron por su parte el foco en el viaje triunfal de un Carlos I ya reconocido emperador por el Papa, y de los fastos con que era recibido en las ciudades italianas y espa?olas en las que iba haciendo parada.
Entre los nombres propios de personajes relevantes de la época que han ido saliendo estos d?as de conferencias, y de los que poco se sab?a hasta ahora o sobre los que se ha arrojado nueva luz, sobresale el de Vicente ?lvarez, un sirviente de la corte que acompa?? a un Felipe II todav?a pr?ncipe en sus viajes a Italia, Alemania y los Pa?ses Bajos para relatarlos en un escrito dedicado a la hermana de Felipe, la princesa Mar?a. A punto de abandonar su tarea, amedrentado, cuando conoci? al humanista Juan Calvete, referencia intelectual de la época y autor del célebre 'Felic?ssimo viaje del muy alto y muy poderoso Pr?ncipe don Phelippe', que estaba haciendo un trabajo similar, decidi? finalmente rematarlo, y seg?n el profesor Raymond Flagel, de la Universidad de Leiden, su modesto trabajo, escrito en un lenguaje sencillo y con opiniones sinceras, es hoy m?s ?til para adentrarnos en la mentalidad de la época.
Pero si se trata de hacer justicia, Diéguez-Rodr?guez se queda con la actividad de Felipe Bigarny, un artista al servicio de la corte y de la alta jerarqu?a eclesi?stica, participando en proyectos como la capilla real de Granada, o el retablo mayor de la catedral de Toledo. El trabajo conjunto del flamenco con Alonso de Berruguete, con el que trabaj? codo con codo, “puede explicar muchas de las innovaciones del espa?ol, y c?mo este ?ltimo adopta una estructuraci?n del trabajo del taller tomada de Bigarny”
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