الريــم
10-25-2023, 08:14 PM
Mario Vargas Llosa (Per?, 87 a?os) ha aprovechado la oportunidad de su homenaje a la m?sica popular peruana ('Le dedico mi silencio', Alfaguara) para anunciar en cinco palabras su adi?s final al oficio de su vida, la escritura de novelas (https://www.epe.es/es/cultura/20231025/mario-vargas-llosa-entrevista-nueva-novela-dedico-silencio-93774341): “Ser? lo ?ltimo que escribiré”.
Ah? hace este anuncio, en la p?gina postrera de la novela que este jueves sale a la venta: “Ahora, me gustar?a escribir sobre Sartre, que fue mi maestro de joven. Ser? lo ?ltimo que haré”.
Esta entrevista fue respondida por el Nobel a partir de un cuestionario, cuya transcripci?n, con las respuestas, resultan una explicaci?n variada de los distintos aspectos de esta obra tan decisiva en su larga vida de novelista. Aqu? confiesa que, escribiendo de uno de los personajes reales del libro, llor? a mares (“como debe ser”) en la soledad de su casa de Madrid.
Ha escrito una especie de 'Quijote' peruano sobre un personaje que busca todo lo que hay sobre una ciencia, una m?sica o un hecho y se vuelve loco, como el de Cervantes. ?Siente que esa puede ser una interpretaci?n adecuada de la peripecia humana que narra en su novela?
To?o Azpilcueta no se vuelve un poco loco imaginando aventuras, sino persiguiendo una idea fija sobre el papel integrador de la m?sica criolla, pero siempre cabe a?adir una dimensi?n humana a las novelas que se escriben y esta, por supuesto, ser?a una visi?n muy exacta del personaje y de su historia.
Ese enloquecimiento de To?o Azpilcueta domina su libro, pero hay zonas de sosiego en los que el narrador explica un pa?s ideal en el que la m?sica, el vals peruano, puede ser el punto de uni?n de actitudes y de ciudadanos. Esa alegr?a que da la m?sica es también parte del patriotismo que exalta el narrador. ?Se siente usted identificado en este personaje que va contando la relaci?n de Per? con su historia y con su m?sica?
Claro que s?, de hecho, la m?sica, el vals peruano, ha sido para m? un punto de uni?n con mis or?genes y ha jugado un papel de uni?n de actitudes y de ciudadanos. Esa alegr?a que da la m?sica a Azpilcueta deber?a ser el patriotismo al que alude el narrador. Me siento muy identificado con el personaje, con su amor y orgullo por lo propio, e incluso con sus ilusiones ut?picas.
Algunos vemos en 'Le dedico mi silencio' aproximaciones, desde el humor, sobre todo, a 'La t?a Julia y el escribidor'. Aqu? est?n, otra vez, la radio novela, lo popular, una Lima ya perdida que sin embargo revive en su libro. ?Circula también por ah? la novela que ha escrito?
La radio, la novela y lo que enumeras es lo que me evocan siempre mis recuerdos felices del Per?. Te cuento adem?s que el t?tulo fue una colaboraci?n de Maribel Luque, de la agencia Carmen Balcells, porque yo quer?a que el t?tulo fuera 'Un champancito, hermanito'. Pero sab?amos que nadie entender?a esa alusi?n patri?tica; es una frase que alude a la “huachafer?a” y que s?lo se entiende en un sector del Per?, as? que recurr? a los buenos oficios de mi agencia y de mi editorial y, ahora, tengo que reconocerlo, me gusta m?s este t?tulo.
?Cu?ndo escribe le vienen a visitar otras escrituras propias, sue?os que ha tenido, adem?s de los estilos que anteceden a lo que escribe en estos momentos?
Las historias y los personajes me van apareciendo y dictando sus ideas a medida que surgen. Y, cuando los atrapo, casi dir?a que se van construyendo ellos mismos. Cuando escribo, me vienen a la cabeza toda clase de invenciones y escojo las m?s especiales, desde luego, al menos las que lo son para m?. Este libro en particular tiene mucho de mis tempranos recuerdos del Per?, desde los paisajes hasta la m?sica, y ciertos personajes. Conoc? Puerto Eten de peque?o y ten?a un recuerdo vago.
La m?sica criolla es el sonido de este libro. ?Desde cu?ndo tiene ese sonido como el ambiente de una novela que finalmente ha llegado a ser esta?
“La m?sica criolla es el sonido de este libro”, me gusta esa frase. Mientras escrib?a iba oyendo esas canciones que fueron parte de mi juventud y adolescencia, las o?a y las le?a. Las viv?a. Por eso, la novela que he escrito es casi la que m?s cari?o me despierta de todas las que he hecho. Y me gustar?a que los lectores refrendaran esas fantas?as de To?o Azpilcueta conmigo.
Para Alonso Cueto, To?o Azpilcueta representa la idea del escritor como quien puede revelar el secreto de las claves que permiten una sociedad arm?nica. ?Hay una utop?a de Per? que marca su manera de ver su pa?s a partir de la m?sica?
A medida que avanzaba en la historia me asaltaban montones de ideas, algunas de ellas est?n plasmadas en el libro, y son, seguramente, mi visi?n del pa?s, un sentimiento que podr?a definir como una mezcla de ternura y horror al mismo tiempo. Y de ilusiones frustradas, utop?as fracasadas.
Ha ido con sus hijos a los escenarios del libro y, como usted, ellos fueron asaltados por el horrible espanto del basural que se describe en su novela. ?C?mo marc? esa visi?n la escritura definitiva de 'Le dedico mi silencio'?
El viaje a la costa norte del Per? fue indispensable para escribir esta novela, por mi infancia llena de médanos y olas bravas. Regresé después de mucho tiempo y no s?lo me permiti? recordar lugares y paisajes que ten?a desdibujados. Por ejemplo, ver el horrible espanto de ese basural de Reque, para usar sus palabras, me hizo tomar contacto con esa parte de la realidad peruana que no nos gusta. A medida que pasan los a?os y uno se vuelve m?s viejo, todo se va convirtiendo en un mundanal ruido. Por eso, ese viaje fue tan especial, también en lo familiar porque fuimos los cuatro sin acompa?amiento ni ayuda, por tierra, lanzados a la aventura. La estructura definida de 'Le dedico mi silencio' es la forma en la que la organicé y pensé en aquel viaje.
La basura y las ratas son s?mbolos tremendos de esa realidad cuyo contrapunto es la m?sica, donde nace Lalo Molfino. ?Ese contraste estaba en la esencia de sus primeras ideas a la hora de abordar el libro o fue aquella visita la que desat? lo que ser?a la descripci?n de ese mundo?
La historia de Lalo Molfino est? hecha de terribles historias y de grandes ideas. Las ratas de su cuna fueron una ocurrencia durante la visita a Puerto Eten, y la segu?, como todo lo que va captando, en un momento determinado, un personaje al que quiero, y ya no puede ser de otra manera. Al mismo tiempo, ese origen terrible da pie a la duda que recorre el libro y es si él se enter? alguna vez de si lo hab?an dejado, al nacer, en la basura.
Aparecen los cajoneros, figura que nace en Per? y que en Espa?a ha sido realzada recientemente por el rey Felipe VI. ?Qué le parece que un monarca se declare apasionado de este s?mbolo que ustedes trajeron al mundo?
Felipe VI es un gran rey y nada me puede gustar m?s que este monarca, que representa a Espa?a de manera tan profesional y seria, realce la figura de los cajoneros, un aspecto m?s de la m?sica y la cultura, en este caso, una hechura de los peruanos.
Cecilia Barraza y Chabuca Granda son dos personajes reales, con otros muchos, que transitan por la novela. Estas apariciones hacen que, en la lectura, naveguemos entre la realidad y la ficci?n. ?Usted, como creador de esta f?bula, se ha sentido, ante personajes as?, inventados o reales, que todos parecen estar entre la ficci?n y la realidad? ?O es, Mario, que la realidad es la ficci?n por otros medios, como en 'La verdad de las mentiras'?
Chabuca Granda es un personaje universal, alguien que llev? la m?sica peruana a los centros m?s importantes del mundo. Cecilia Barraza es una cancionista maravillosa con una voz inigualable. A m? me la descubri? Augusto Ferrando, una figura popular de la televisi?n y la radio que llenaba su programa h?pico con manantiales de m?sica peruana. Me acuerdo mucho de cuando la o? por primera vez, era una voz pura y sin mezclas, que interpretaba las canciones de manera maravillosa y exigente. Era imposible descubrir algunas notas de m?s o de menos en esas melod?as. Desde entonces he tenido un culto por Cecilia Barraza que me ha parecido la mejor. Es posible que otras sean m?s vistosas y estrafalarias pero, para m?, Cecilia Barraza es la esencia misma de la m?sica peruana. Y he pasado muchas tardes aqu?, en la soledad de Madrid, escuch?ndola y llorando a mares, como debe ser. Ambos personajes no pod?an faltar en la novela.
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'Le dedico mi silencio'
Mario Vargas Llosa
Alfaguara
236 p?ginas | 19,85 euros
"La vida de mi padre es un viaje perpetuo"
Al teléfono, desde Lima, Morgana Vargas Llosa, la hija menor de Patricia y de Mario, rememora el tiempo que ella y sus hermanos, ?lvaro y Gonzalo, le dedicaron a su padre para que éste visitara la geograf?a de la que ahora resultar? ser el escenario de su ?ltima novela, 'Le dedico mi silencio'.
?lvaro, Gonzalo y Morgana fueron con su padre a los altos del Per? y adonde hiciera falta para hacer con él el trabajo de campo que siempre hace cuando se le ocurren los libros (como pas? con 'El para?so en la otra esquina',que ocurri? en Tahit?, o con 'La fiesta del Chivo', que pas? en la Rep?blica Dominicana). Patricia, su mujer, ha sido parte también de esos viajes por el mundo, pero en este caso peruano fueron los tres hijos los que le ayudaron a regresar a una geograf?a que él asociaba a partes de su infancia.
Ha sido la b?squeda de una novela sobre la m?sica, pasi?n de Vargas Llosa desde la ni?ez, que lo llev? a hacer m?sica, y ahora a concluir su vida dedicada a la ficci?n literaria con un libro que le hace justicia a esa pasi?n infantil. Morgana le ha visto hacer los borradores, que para eso sirven los viajes, y en concreto le ha servido este por Per?. “A él le gusta ir a los escenarios, a los lugares, y ahora fue en busca de sitios que fueron de su infancia para precisar aquellos que pod?an servirle para situar a personajes, como el protagonista Lalo Molfino, que vivi? en un lugar especialmente arisco de Per?… Hizo lo propio con Palestina, adonde lo acompa?é, y en el Congo, escenarios de sus trabajos. Por supuesto, luego hay lugares que se inventa en las novelas, pero en este caso fuimos con él a sitios concretos de los que nace su presente ficci?n”.
En el caso de esta novela, él y sus hijos fueron a Puerto Eten, al norte de Per?, donde sit?a el nacimiento, en un lugar dif?cil, de Lalo Molfino… Dice Morgana: “Est? en el norte; mi padre ten?a el recuerdo del sitio de cuando era muy ni?o, recordaba la costa, el mar, el ferrocarril. Ah? sit?a al protagonista, un chico abandonado por sus padres en un basural de donde lo recoge el cura, que le da su apellido…”.
El viaje se hizo por carretera, “tal cual, en carro, porque él quer?a tener la sensaci?n de viaje, tomando notas, como siempre hace”.
Durante este y otros viajes de sus a?os juntos, ?lvaro Vargas Llosa no ha cesado de acompa?arlo, como Gonzalo; en esta ocasi?n, y en los ?ltimos tiempos, adem?s, ?lvaro, periodista como el padre, fue el fot?grafo principal de los distintos trayectos de la novela.
?lvaro subraya que su padre “visita los escenarios de sus novelas s?lo después de tener un borrador terminado”. ?ste viaje se hizo en 2022. “Todo el viaje, que fue a lo largo de la costa, lo hicimos en coche, sin ch?fer ni otra compa??a que nosotros mismos. El trayecto de Lima a Trujillo, donde pasamos la primera noche, tarda unas ocho horas y de all? a Chiclayo (la ciudad que est? m?s cerca de Puerto Eten) hay otras tres horas y media de camino. Ese segundo tramo lo hicimos el segundo d?a”.
Cerca de Puerto Eten est? el vertedero (Reten) que evoca Morgana. ?lvaro subraya que “esa acumulaci?n extraordinaria de basura” es protagonista de la ficci?n de su padre y constituye un personaje“casi tan importante como To?o Azpilcueta o Lalo Molfino”.
Como en 'La t?a Julia y el escribidor' y en 'La Casa Verde',la m?sica forma parte de su novela. Y, como Per?, es imposible no apreciar en este largo viaje de Vargas Llosa por las entra?as de su pa?s el amor que siempre tuvo por esa geograf?a humana que ahora es protagonista absoluto de su novela m?s musical, y la ?ltima.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/mario-vargas-llosa-medida-pasan-93797336)
Ah? hace este anuncio, en la p?gina postrera de la novela que este jueves sale a la venta: “Ahora, me gustar?a escribir sobre Sartre, que fue mi maestro de joven. Ser? lo ?ltimo que haré”.
Esta entrevista fue respondida por el Nobel a partir de un cuestionario, cuya transcripci?n, con las respuestas, resultan una explicaci?n variada de los distintos aspectos de esta obra tan decisiva en su larga vida de novelista. Aqu? confiesa que, escribiendo de uno de los personajes reales del libro, llor? a mares (“como debe ser”) en la soledad de su casa de Madrid.
Ha escrito una especie de 'Quijote' peruano sobre un personaje que busca todo lo que hay sobre una ciencia, una m?sica o un hecho y se vuelve loco, como el de Cervantes. ?Siente que esa puede ser una interpretaci?n adecuada de la peripecia humana que narra en su novela?
To?o Azpilcueta no se vuelve un poco loco imaginando aventuras, sino persiguiendo una idea fija sobre el papel integrador de la m?sica criolla, pero siempre cabe a?adir una dimensi?n humana a las novelas que se escriben y esta, por supuesto, ser?a una visi?n muy exacta del personaje y de su historia.
Ese enloquecimiento de To?o Azpilcueta domina su libro, pero hay zonas de sosiego en los que el narrador explica un pa?s ideal en el que la m?sica, el vals peruano, puede ser el punto de uni?n de actitudes y de ciudadanos. Esa alegr?a que da la m?sica es también parte del patriotismo que exalta el narrador. ?Se siente usted identificado en este personaje que va contando la relaci?n de Per? con su historia y con su m?sica?
Claro que s?, de hecho, la m?sica, el vals peruano, ha sido para m? un punto de uni?n con mis or?genes y ha jugado un papel de uni?n de actitudes y de ciudadanos. Esa alegr?a que da la m?sica a Azpilcueta deber?a ser el patriotismo al que alude el narrador. Me siento muy identificado con el personaje, con su amor y orgullo por lo propio, e incluso con sus ilusiones ut?picas.
Algunos vemos en 'Le dedico mi silencio' aproximaciones, desde el humor, sobre todo, a 'La t?a Julia y el escribidor'. Aqu? est?n, otra vez, la radio novela, lo popular, una Lima ya perdida que sin embargo revive en su libro. ?Circula también por ah? la novela que ha escrito?
La radio, la novela y lo que enumeras es lo que me evocan siempre mis recuerdos felices del Per?. Te cuento adem?s que el t?tulo fue una colaboraci?n de Maribel Luque, de la agencia Carmen Balcells, porque yo quer?a que el t?tulo fuera 'Un champancito, hermanito'. Pero sab?amos que nadie entender?a esa alusi?n patri?tica; es una frase que alude a la “huachafer?a” y que s?lo se entiende en un sector del Per?, as? que recurr? a los buenos oficios de mi agencia y de mi editorial y, ahora, tengo que reconocerlo, me gusta m?s este t?tulo.
?Cu?ndo escribe le vienen a visitar otras escrituras propias, sue?os que ha tenido, adem?s de los estilos que anteceden a lo que escribe en estos momentos?
Las historias y los personajes me van apareciendo y dictando sus ideas a medida que surgen. Y, cuando los atrapo, casi dir?a que se van construyendo ellos mismos. Cuando escribo, me vienen a la cabeza toda clase de invenciones y escojo las m?s especiales, desde luego, al menos las que lo son para m?. Este libro en particular tiene mucho de mis tempranos recuerdos del Per?, desde los paisajes hasta la m?sica, y ciertos personajes. Conoc? Puerto Eten de peque?o y ten?a un recuerdo vago.
La m?sica criolla es el sonido de este libro. ?Desde cu?ndo tiene ese sonido como el ambiente de una novela que finalmente ha llegado a ser esta?
“La m?sica criolla es el sonido de este libro”, me gusta esa frase. Mientras escrib?a iba oyendo esas canciones que fueron parte de mi juventud y adolescencia, las o?a y las le?a. Las viv?a. Por eso, la novela que he escrito es casi la que m?s cari?o me despierta de todas las que he hecho. Y me gustar?a que los lectores refrendaran esas fantas?as de To?o Azpilcueta conmigo.
Para Alonso Cueto, To?o Azpilcueta representa la idea del escritor como quien puede revelar el secreto de las claves que permiten una sociedad arm?nica. ?Hay una utop?a de Per? que marca su manera de ver su pa?s a partir de la m?sica?
A medida que avanzaba en la historia me asaltaban montones de ideas, algunas de ellas est?n plasmadas en el libro, y son, seguramente, mi visi?n del pa?s, un sentimiento que podr?a definir como una mezcla de ternura y horror al mismo tiempo. Y de ilusiones frustradas, utop?as fracasadas.
Ha ido con sus hijos a los escenarios del libro y, como usted, ellos fueron asaltados por el horrible espanto del basural que se describe en su novela. ?C?mo marc? esa visi?n la escritura definitiva de 'Le dedico mi silencio'?
El viaje a la costa norte del Per? fue indispensable para escribir esta novela, por mi infancia llena de médanos y olas bravas. Regresé después de mucho tiempo y no s?lo me permiti? recordar lugares y paisajes que ten?a desdibujados. Por ejemplo, ver el horrible espanto de ese basural de Reque, para usar sus palabras, me hizo tomar contacto con esa parte de la realidad peruana que no nos gusta. A medida que pasan los a?os y uno se vuelve m?s viejo, todo se va convirtiendo en un mundanal ruido. Por eso, ese viaje fue tan especial, también en lo familiar porque fuimos los cuatro sin acompa?amiento ni ayuda, por tierra, lanzados a la aventura. La estructura definida de 'Le dedico mi silencio' es la forma en la que la organicé y pensé en aquel viaje.
La basura y las ratas son s?mbolos tremendos de esa realidad cuyo contrapunto es la m?sica, donde nace Lalo Molfino. ?Ese contraste estaba en la esencia de sus primeras ideas a la hora de abordar el libro o fue aquella visita la que desat? lo que ser?a la descripci?n de ese mundo?
La historia de Lalo Molfino est? hecha de terribles historias y de grandes ideas. Las ratas de su cuna fueron una ocurrencia durante la visita a Puerto Eten, y la segu?, como todo lo que va captando, en un momento determinado, un personaje al que quiero, y ya no puede ser de otra manera. Al mismo tiempo, ese origen terrible da pie a la duda que recorre el libro y es si él se enter? alguna vez de si lo hab?an dejado, al nacer, en la basura.
Aparecen los cajoneros, figura que nace en Per? y que en Espa?a ha sido realzada recientemente por el rey Felipe VI. ?Qué le parece que un monarca se declare apasionado de este s?mbolo que ustedes trajeron al mundo?
Felipe VI es un gran rey y nada me puede gustar m?s que este monarca, que representa a Espa?a de manera tan profesional y seria, realce la figura de los cajoneros, un aspecto m?s de la m?sica y la cultura, en este caso, una hechura de los peruanos.
Cecilia Barraza y Chabuca Granda son dos personajes reales, con otros muchos, que transitan por la novela. Estas apariciones hacen que, en la lectura, naveguemos entre la realidad y la ficci?n. ?Usted, como creador de esta f?bula, se ha sentido, ante personajes as?, inventados o reales, que todos parecen estar entre la ficci?n y la realidad? ?O es, Mario, que la realidad es la ficci?n por otros medios, como en 'La verdad de las mentiras'?
Chabuca Granda es un personaje universal, alguien que llev? la m?sica peruana a los centros m?s importantes del mundo. Cecilia Barraza es una cancionista maravillosa con una voz inigualable. A m? me la descubri? Augusto Ferrando, una figura popular de la televisi?n y la radio que llenaba su programa h?pico con manantiales de m?sica peruana. Me acuerdo mucho de cuando la o? por primera vez, era una voz pura y sin mezclas, que interpretaba las canciones de manera maravillosa y exigente. Era imposible descubrir algunas notas de m?s o de menos en esas melod?as. Desde entonces he tenido un culto por Cecilia Barraza que me ha parecido la mejor. Es posible que otras sean m?s vistosas y estrafalarias pero, para m?, Cecilia Barraza es la esencia misma de la m?sica peruana. Y he pasado muchas tardes aqu?, en la soledad de Madrid, escuch?ndola y llorando a mares, como debe ser. Ambos personajes no pod?an faltar en la novela.
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'Le dedico mi silencio'
Mario Vargas Llosa
Alfaguara
236 p?ginas | 19,85 euros
"La vida de mi padre es un viaje perpetuo"
Al teléfono, desde Lima, Morgana Vargas Llosa, la hija menor de Patricia y de Mario, rememora el tiempo que ella y sus hermanos, ?lvaro y Gonzalo, le dedicaron a su padre para que éste visitara la geograf?a de la que ahora resultar? ser el escenario de su ?ltima novela, 'Le dedico mi silencio'.
?lvaro, Gonzalo y Morgana fueron con su padre a los altos del Per? y adonde hiciera falta para hacer con él el trabajo de campo que siempre hace cuando se le ocurren los libros (como pas? con 'El para?so en la otra esquina',que ocurri? en Tahit?, o con 'La fiesta del Chivo', que pas? en la Rep?blica Dominicana). Patricia, su mujer, ha sido parte también de esos viajes por el mundo, pero en este caso peruano fueron los tres hijos los que le ayudaron a regresar a una geograf?a que él asociaba a partes de su infancia.
Ha sido la b?squeda de una novela sobre la m?sica, pasi?n de Vargas Llosa desde la ni?ez, que lo llev? a hacer m?sica, y ahora a concluir su vida dedicada a la ficci?n literaria con un libro que le hace justicia a esa pasi?n infantil. Morgana le ha visto hacer los borradores, que para eso sirven los viajes, y en concreto le ha servido este por Per?. “A él le gusta ir a los escenarios, a los lugares, y ahora fue en busca de sitios que fueron de su infancia para precisar aquellos que pod?an servirle para situar a personajes, como el protagonista Lalo Molfino, que vivi? en un lugar especialmente arisco de Per?… Hizo lo propio con Palestina, adonde lo acompa?é, y en el Congo, escenarios de sus trabajos. Por supuesto, luego hay lugares que se inventa en las novelas, pero en este caso fuimos con él a sitios concretos de los que nace su presente ficci?n”.
En el caso de esta novela, él y sus hijos fueron a Puerto Eten, al norte de Per?, donde sit?a el nacimiento, en un lugar dif?cil, de Lalo Molfino… Dice Morgana: “Est? en el norte; mi padre ten?a el recuerdo del sitio de cuando era muy ni?o, recordaba la costa, el mar, el ferrocarril. Ah? sit?a al protagonista, un chico abandonado por sus padres en un basural de donde lo recoge el cura, que le da su apellido…”.
El viaje se hizo por carretera, “tal cual, en carro, porque él quer?a tener la sensaci?n de viaje, tomando notas, como siempre hace”.
Durante este y otros viajes de sus a?os juntos, ?lvaro Vargas Llosa no ha cesado de acompa?arlo, como Gonzalo; en esta ocasi?n, y en los ?ltimos tiempos, adem?s, ?lvaro, periodista como el padre, fue el fot?grafo principal de los distintos trayectos de la novela.
?lvaro subraya que su padre “visita los escenarios de sus novelas s?lo después de tener un borrador terminado”. ?ste viaje se hizo en 2022. “Todo el viaje, que fue a lo largo de la costa, lo hicimos en coche, sin ch?fer ni otra compa??a que nosotros mismos. El trayecto de Lima a Trujillo, donde pasamos la primera noche, tarda unas ocho horas y de all? a Chiclayo (la ciudad que est? m?s cerca de Puerto Eten) hay otras tres horas y media de camino. Ese segundo tramo lo hicimos el segundo d?a”.
Cerca de Puerto Eten est? el vertedero (Reten) que evoca Morgana. ?lvaro subraya que “esa acumulaci?n extraordinaria de basura” es protagonista de la ficci?n de su padre y constituye un personaje“casi tan importante como To?o Azpilcueta o Lalo Molfino”.
Como en 'La t?a Julia y el escribidor' y en 'La Casa Verde',la m?sica forma parte de su novela. Y, como Per?, es imposible no apreciar en este largo viaje de Vargas Llosa por las entra?as de su pa?s el amor que siempre tuvo por esa geograf?a humana que ahora es protagonista absoluto de su novela m?s musical, y la ?ltima.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/mario-vargas-llosa-medida-pasan-93797336)