الريــم
10-23-2023, 12:12 PM
Esta ferrolana profesora de Historia en la universidad considera que quienes se dedican a la historia tienen el reto de aprender a comunicar, de conseguir que la historia llegue a un p?blico m?s general, “que nos entiendan”, asegura. “Eso es algo que no siempre hemos hecho bien”. Ella lo hace con su nuevo libro, en el que acerca la labor de los consortes reales de una manera desenfadada pero rigurosa.
En su libro hace un repaso a los ciento cuatro consortes reales, hombres y mujeres, que han ejercido desde el ?ltimo tercio del siglo XVIII hasta nuestros d?as. ?Pero qué significa ser consorte real? Muchas veces se les considera ‘floreros’.
Para nada. A lo largo de la historia han desempe?ado labores de mecenazgo cultural, filantrop?a y caridad. Y un importante papel asistencial. No todo es tan glamuroso como puede parecer. Es cierto que las Constituciones no les confieren una labor espec?fica y que son las agendas de las propias Casas Reales las que les dan un papel, pero en la historia han desempe?ado una obra importante. En momentos incluso han tenido responsabilidades pol?ticas de primera fila y una responsabilidad hist?rica importante. Eugenia de Montijo o Mar?a Cristina de Habsburgo, son ejemplos de ello. O la propia Victoria Eugenia con las enfermeras de la Cruz Roja en la Guerra del Rif. Incluso Isabel de Braganza, la segunda esposa de Fernando VII, a la que debemos el Museo del Prado. ?Es eso ser un florero?
El marido de la reina Isabel de Inglaterra, y el de Margarita de Dinamarca, se quejaban precisamente de no ser ni siquiera reyes. ?Cree que le resultaba a ellos inc?modo por machismo?
No fue f?cil para ellos ocupar un puesto dos pasos por detr?s de sus augustas majestades. No les gustaba. ?Si solo hay ocho consortes masculinos frente a noventa y seis mujeres! Los roles eran diferentes y claro que no quer?an quedar relegados a un papel secundario. Pero el pr?ncipe Alberto lo compens? muy bien con una labor de patrocinio cient?fico y cultural extraordinario. Enrique de Monpezat fue un poco m?s d?scolo. En Espa?a tenemos al rey consorte Francisco de As?s de Borb?n, el marido de Isabel II. Aunque eso fue desastroso desde el principio. Pero la historia nos ha dejado una imagen un poco distorsionada del personaje real que no era tan insulso y apocado.
?Y la reina Letizia c?mo se comporta? Ya la criticaron en su presentaci?n en sociedad, cuando le pidi? al todav?a pr?ncipe de Asturias que la dejase hablar.
Mi libro es sobre consortes reales desde la Revoluci?n Francesa hasta comienzos del siglo XIX. No trato a las o los que ejercen en la actualidad. Eso no ser?a historia, no tenemos par?metros suficientes para juzgarles dese ese punto de vista. Yo puedo opinar a t?tulo personal: creo que cumple bien con sus responsabilidades y que se esfuerza por ser la mejor. La que mejor prepara los discursos, la m?s implicada con las cuestiones sociales, enfermedades raras, la m?s guapa… pero no es natural. Nada espont?nea. Lo podr?a lograr sin saltarse el protocolo, pero de momento no lo consigue. A mi modo de ver esa ser?a su ?nica asignatura pendiente.
También se inspecciona hasta el ?ltimo detalle de su vestuario. ?Es esta una funci?n de la reina consorte, la de marcar un estilo?
No es su funci?n, pero s? la de ofrecer la mejor imagen posible del pa?s al que representa, al que sirve y para el que trabaja. Ha pasado siempre en la historia. Mar?a Antonieta ya creaba tendencias, Josefina marc? la moda “Imperio” hasta en decoraci?n, Eugenia de Montijo fue una auténtica influencer y Alejandra de Inglaterra, la esposa de Eduardo VII, estaba considerada como el referente estil?stico de finales del XIX. Lo que ocurre es que en el pasado los medios de comunicaci?n no eran tan inmediatos como ahora. La sociedad era diferente. Pero en su tiempo y en su contexto, siempre se las ha analizado y han sido ellas las portadas de los semanarios gr?ficos. No hay mas que ir a la hemeroteca y ver los ejemplares de La Moda Elegante o Mundo Gr?fico.
Usted es doctora en Periodismo. ?Cree que la condici?n de periodista de la reina Letizia le facilita el desempe?o de su trabajo actual?
Si. Es muy televisiva. No ha conseguido dejar de ser “presentadora”. Sus discursos siguen siendo impostados, aunque se nota que se esfuerza por hacer bien su papel de “consorte real”.
?Qué papel jug? la reina Sof?a? Siempre se dijo que era la reina perfecta. ?Quiz?s porque no se quejaba?
Do?a Sof?a es hija, nieta, sobrina, madre y hermana de reyes. Su genealog?a es extraordinaria. Yo no puedo hablar de ella como personaje hist?rico a?n. En historia los tiempos son largos y hay que analizar al personaje con el criterio y la distancia que da el paso de los a?os. Ser “consorte real” no debe ser f?cil, aunque viajen mucho y lleven vestidos estupendos. Pero en su caso, lo ha vivido siempre en primera persona y supongo que eso dejar? un poso especial. ?Si siendo muy ni?a ya tuvo que salir al exilio con su madre y hermano! Luego volvieron a Grecia… Ya dec?a su abuelo que lo mejor que pod?a hacer un rey de Grecia era tener siempre a mano una maleta.
En los ?ltimos a?os hubo un cambio en las familias reales con la llegada, sobre todo de mujeres, que no proced?an de la nobleza. ?Se not? esto en su papel como consortes?
S?. Pero la idea de igualarse con el pueblo, en el caso de la Monarqu?a, no siempre es buena, Como instituci?n tiene una labor hist?rica y unas responsabilidades. Hasta un origen que hoy puede ser cuestionable, pero es el que es. Si esa “magia” se pierde, si la reina puede vestir como yo y comportarse como los dem?s, perder?a ese concepto aspiracional que desde mi punto de vista no tiene que ser negativo. También est? el tema de la propia cultura hist?rica, los lazos din?sticos. Son parientes. Eso, que tuvo su sentido pol?tico en el pasado, probablemente hoy haya perdido su esencia, pero es la marca de la propia realeza.
Mar?a Antonieta era consorte pero le cortaron la cabeza…
Pero ella no fue la causante de la Revoluci?n Francesa. Hay mucho que desmitificar. Zweig, en su estupenda biograf?a, es bastante claro en ello. La propaganda jacobina hizo mucho. ?Gastaba? Seguro. Pero no m?s que otras consortes de su tiempo. Jam?s pronunci? esa frase de “que coman pasteles” mientras que el pueblo pasaba hambre. La historia puede ser muy tendenciosa y utilizarse con fines de propaganda. Catalina II, la ?ltima zarina Alejandra asesinada con toda la Familia Imperial en 1918, Mar?a de Ruman?a… fueron tremendamente denostadas por los reg?menes pol?ticos que las sucedieron. La historia hay que hacerla bien. Es una gran batalla.
Y Grace Kelly, ?fue de verdad la m?s glamurosa?
Era actriz y consorte en M?naco, que no deja de ser un principado de opereta. Antes que ella estuvo Dhislane Dommanget, que trabajaba en la comedia francesa y hab?a sido esp?a. Y antes Alicia Heine, una plebeya de Nueva Orleans sin un ?pice de sangre real. As? que de casta le viene al galgo. Pero Grace era muy guapa y por su Principado, en el aspecto econ?mico, hizo mucho. Ya saben c?mo medi? con De Gaulle durante la crisis de Argelia. Y todo gracias al “baile de la rosa”
La pr?xima reina de Espa?a ser? una mujer, la hoy princesa de Asturias. ?Cree que le imprimir? el punto de vista feminista o lo dejar? como est? ahora?
Que sea una buena reina, que sepa trabajar por su pa?s y se sienta orgullosa de los espa?oles. Si es hombre o mujer es secundario siempre y cuando act?e dentro de las competencias que le confiera la Constituci?n. Muchas consortes hicieron m?s por las mujeres en su pa?s que las nuevas corrientes feministas. Muna, Alia de Jordania o incluso la propia Farah Diba en Ir?n. ?Mire c?mo est?n ahora!
Una gallega enamorada de su tierra
Cristina Barreiro es una gallega enamorada de su tierra. Viene pr?cticamente todos los fines de semana, donde vive su familia. Tiene dos hijas, Cris y Cata, una de dieciséis a?os, que pronto comenzar? la universidad, y otra de catorce.
Confiesa que le encantan las playas de la zona de Ferrol, donde pas? toda su infancia hasta que se march? a estudiar a Madrid. De hecho insiste en que Doni?os y San Jorge son playas maravillosas y “cuando hace buen tiempo son un par?so infinitamente mejor que otras zonas m?s tur?sticas y masificadas”. También le gusta la zona de Perbes y Pontedeume para tomar algo: “Pulpo, parrochas o pimientos de Padr?n”. Y Riazor.
“Aunque afincada en Madrid, me siento muy gallega, a pesar de que odio la lluvia”, reconoce.
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En su libro hace un repaso a los ciento cuatro consortes reales, hombres y mujeres, que han ejercido desde el ?ltimo tercio del siglo XVIII hasta nuestros d?as. ?Pero qué significa ser consorte real? Muchas veces se les considera ‘floreros’.
Para nada. A lo largo de la historia han desempe?ado labores de mecenazgo cultural, filantrop?a y caridad. Y un importante papel asistencial. No todo es tan glamuroso como puede parecer. Es cierto que las Constituciones no les confieren una labor espec?fica y que son las agendas de las propias Casas Reales las que les dan un papel, pero en la historia han desempe?ado una obra importante. En momentos incluso han tenido responsabilidades pol?ticas de primera fila y una responsabilidad hist?rica importante. Eugenia de Montijo o Mar?a Cristina de Habsburgo, son ejemplos de ello. O la propia Victoria Eugenia con las enfermeras de la Cruz Roja en la Guerra del Rif. Incluso Isabel de Braganza, la segunda esposa de Fernando VII, a la que debemos el Museo del Prado. ?Es eso ser un florero?
El marido de la reina Isabel de Inglaterra, y el de Margarita de Dinamarca, se quejaban precisamente de no ser ni siquiera reyes. ?Cree que le resultaba a ellos inc?modo por machismo?
No fue f?cil para ellos ocupar un puesto dos pasos por detr?s de sus augustas majestades. No les gustaba. ?Si solo hay ocho consortes masculinos frente a noventa y seis mujeres! Los roles eran diferentes y claro que no quer?an quedar relegados a un papel secundario. Pero el pr?ncipe Alberto lo compens? muy bien con una labor de patrocinio cient?fico y cultural extraordinario. Enrique de Monpezat fue un poco m?s d?scolo. En Espa?a tenemos al rey consorte Francisco de As?s de Borb?n, el marido de Isabel II. Aunque eso fue desastroso desde el principio. Pero la historia nos ha dejado una imagen un poco distorsionada del personaje real que no era tan insulso y apocado.
?Y la reina Letizia c?mo se comporta? Ya la criticaron en su presentaci?n en sociedad, cuando le pidi? al todav?a pr?ncipe de Asturias que la dejase hablar.
Mi libro es sobre consortes reales desde la Revoluci?n Francesa hasta comienzos del siglo XIX. No trato a las o los que ejercen en la actualidad. Eso no ser?a historia, no tenemos par?metros suficientes para juzgarles dese ese punto de vista. Yo puedo opinar a t?tulo personal: creo que cumple bien con sus responsabilidades y que se esfuerza por ser la mejor. La que mejor prepara los discursos, la m?s implicada con las cuestiones sociales, enfermedades raras, la m?s guapa… pero no es natural. Nada espont?nea. Lo podr?a lograr sin saltarse el protocolo, pero de momento no lo consigue. A mi modo de ver esa ser?a su ?nica asignatura pendiente.
También se inspecciona hasta el ?ltimo detalle de su vestuario. ?Es esta una funci?n de la reina consorte, la de marcar un estilo?
No es su funci?n, pero s? la de ofrecer la mejor imagen posible del pa?s al que representa, al que sirve y para el que trabaja. Ha pasado siempre en la historia. Mar?a Antonieta ya creaba tendencias, Josefina marc? la moda “Imperio” hasta en decoraci?n, Eugenia de Montijo fue una auténtica influencer y Alejandra de Inglaterra, la esposa de Eduardo VII, estaba considerada como el referente estil?stico de finales del XIX. Lo que ocurre es que en el pasado los medios de comunicaci?n no eran tan inmediatos como ahora. La sociedad era diferente. Pero en su tiempo y en su contexto, siempre se las ha analizado y han sido ellas las portadas de los semanarios gr?ficos. No hay mas que ir a la hemeroteca y ver los ejemplares de La Moda Elegante o Mundo Gr?fico.
Usted es doctora en Periodismo. ?Cree que la condici?n de periodista de la reina Letizia le facilita el desempe?o de su trabajo actual?
Si. Es muy televisiva. No ha conseguido dejar de ser “presentadora”. Sus discursos siguen siendo impostados, aunque se nota que se esfuerza por hacer bien su papel de “consorte real”.
?Qué papel jug? la reina Sof?a? Siempre se dijo que era la reina perfecta. ?Quiz?s porque no se quejaba?
Do?a Sof?a es hija, nieta, sobrina, madre y hermana de reyes. Su genealog?a es extraordinaria. Yo no puedo hablar de ella como personaje hist?rico a?n. En historia los tiempos son largos y hay que analizar al personaje con el criterio y la distancia que da el paso de los a?os. Ser “consorte real” no debe ser f?cil, aunque viajen mucho y lleven vestidos estupendos. Pero en su caso, lo ha vivido siempre en primera persona y supongo que eso dejar? un poso especial. ?Si siendo muy ni?a ya tuvo que salir al exilio con su madre y hermano! Luego volvieron a Grecia… Ya dec?a su abuelo que lo mejor que pod?a hacer un rey de Grecia era tener siempre a mano una maleta.
En los ?ltimos a?os hubo un cambio en las familias reales con la llegada, sobre todo de mujeres, que no proced?an de la nobleza. ?Se not? esto en su papel como consortes?
S?. Pero la idea de igualarse con el pueblo, en el caso de la Monarqu?a, no siempre es buena, Como instituci?n tiene una labor hist?rica y unas responsabilidades. Hasta un origen que hoy puede ser cuestionable, pero es el que es. Si esa “magia” se pierde, si la reina puede vestir como yo y comportarse como los dem?s, perder?a ese concepto aspiracional que desde mi punto de vista no tiene que ser negativo. También est? el tema de la propia cultura hist?rica, los lazos din?sticos. Son parientes. Eso, que tuvo su sentido pol?tico en el pasado, probablemente hoy haya perdido su esencia, pero es la marca de la propia realeza.
Mar?a Antonieta era consorte pero le cortaron la cabeza…
Pero ella no fue la causante de la Revoluci?n Francesa. Hay mucho que desmitificar. Zweig, en su estupenda biograf?a, es bastante claro en ello. La propaganda jacobina hizo mucho. ?Gastaba? Seguro. Pero no m?s que otras consortes de su tiempo. Jam?s pronunci? esa frase de “que coman pasteles” mientras que el pueblo pasaba hambre. La historia puede ser muy tendenciosa y utilizarse con fines de propaganda. Catalina II, la ?ltima zarina Alejandra asesinada con toda la Familia Imperial en 1918, Mar?a de Ruman?a… fueron tremendamente denostadas por los reg?menes pol?ticos que las sucedieron. La historia hay que hacerla bien. Es una gran batalla.
Y Grace Kelly, ?fue de verdad la m?s glamurosa?
Era actriz y consorte en M?naco, que no deja de ser un principado de opereta. Antes que ella estuvo Dhislane Dommanget, que trabajaba en la comedia francesa y hab?a sido esp?a. Y antes Alicia Heine, una plebeya de Nueva Orleans sin un ?pice de sangre real. As? que de casta le viene al galgo. Pero Grace era muy guapa y por su Principado, en el aspecto econ?mico, hizo mucho. Ya saben c?mo medi? con De Gaulle durante la crisis de Argelia. Y todo gracias al “baile de la rosa”
La pr?xima reina de Espa?a ser? una mujer, la hoy princesa de Asturias. ?Cree que le imprimir? el punto de vista feminista o lo dejar? como est? ahora?
Que sea una buena reina, que sepa trabajar por su pa?s y se sienta orgullosa de los espa?oles. Si es hombre o mujer es secundario siempre y cuando act?e dentro de las competencias que le confiera la Constituci?n. Muchas consortes hicieron m?s por las mujeres en su pa?s que las nuevas corrientes feministas. Muna, Alia de Jordania o incluso la propia Farah Diba en Ir?n. ?Mire c?mo est?n ahora!
Una gallega enamorada de su tierra
Cristina Barreiro es una gallega enamorada de su tierra. Viene pr?cticamente todos los fines de semana, donde vive su familia. Tiene dos hijas, Cris y Cata, una de dieciséis a?os, que pronto comenzar? la universidad, y otra de catorce.
Confiesa que le encantan las playas de la zona de Ferrol, donde pas? toda su infancia hasta que se march? a estudiar a Madrid. De hecho insiste en que Doni?os y San Jorge son playas maravillosas y “cuando hace buen tiempo son un par?so infinitamente mejor que otras zonas m?s tur?sticas y masificadas”. También le gusta la zona de Perbes y Pontedeume para tomar algo: “Pulpo, parrochas o pimientos de Padr?n”. Y Riazor.
“Aunque afincada en Madrid, me siento muy gallega, a pesar de que odio la lluvia”, reconoce.
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