الريــم
10-23-2023, 11:01 AM
?C?mo de presente est? la violencia machista en las universidades espa?olas tanto entre las estudiantes como entre las profesoras e investigadoras? ?C?mo atienden las facultades a las v?ctimas? ?Qué se puede hacer para luchar contra el sexismo en las aulas y en los despachos? Estas son las tres preguntas que se har?n un grupo de expertos y expertas este lunes y martes en Bilbao durante las jornadas organizadas por el Ministerio de Universidades. Bajo el marco de la presidencia espa?ola del Consejo de la UE, la conferencia cuenta con la colaboraci?n de UniSAFE, proyecto europeo para investigar las violencias de género en la educaci?n superior, y la Universidad del Pa?s Vasco (UPV).
Entre los ponentes, destaca la presencia de las autoridades chilenas, que explicar?n el pionero modelo legislativo con el que intentan erradicar la violencia machista. Pa?s de amplia experiencia en la lucha feminista, Chile es un caso especialmente llamativo. En 2016, un estudio oficial revel? que el 26% de estudiantes y docentes conoc?an situaciones de acoso sexual en las facultades y que casi un 15% lo hab?an sufrido directamente durante su trayectoria universitaria. Las afectadas eran, mayoritariamente, mujeres y estudiantes. Mientras, los agresores eran hombres, tanto alumnos como personal académico.
A finales de 2021, Chile aprob? una ley pionera y dur?sima para “prevenir, investigar, sancionar y erradicar el acoso sexual”. Lejos de ser un ramillete de buenas intenciones, la norma otorg? un a?o de plazo para que las universidades implementaran los modelos de prevenci?n y sanci?n. No solo eso sino que oblig? a los centros a que en septiembre de 2023 evaluaran el éxito de las medidas llevadas a cabo. Las facultades que no hayan adoptado una “pol?tica integral” contra el acoso sexual, la violencia y la discriminaci?n de género no tendr? derecho a ser consideradas oficialmente como universidades y las autoridades podr?n retirarles su acreditaci?n.
La legislaci?n chilena define el acoso sexual como “cualquier acci?n o conducta de naturaleza o connotaci?n sexual -sea verbal, f?sica, presencial o virtual- contra la dignidad de una persona, la igualdad de derechos, su libertad o integridad f?sica, sexual, ps?quica y emocional”. La norma asegura que este tipo de situaciones crean “un entorno intimidatorio, hostil o humillante que pueda afectar de manera negativa e incidir en las oportunidades, condiciones materiales y rendimiento laboral o académico”. La norma penaliza estos comportamientos, aunque se hayan producido de manera puntual en lugar de reiterada. Adem?s, deja claro que el consentimiento “debe ser expl?citamente expresado respecto a cualquier conducta o situaci?n”.
En Espa?a, desde 2021, es imprescindible para todas las universidades, antiguas y de nueva creaci?n, disponer de un protocolo contra el acoso sexual y por raz?n de sexo. La nueva ley universitaria (Losu) convierte en obligatorias las unidades de igualdad y diversidad. Otra norma, la de convivencia universitaria, insta a incluir medidas de prevenci?n y procedimientos espec?ficos para dar cauce a quejas y denuncias.
“Como instituciones tenemos la obligaci?n de escuchar, aprender y tomar las medidas que sean necesarias para reducir y acabar con este tipo de violencias en el sistema universitario, como una pieza clave de la sociedad, una pieza de vanguardia a nivel europeo”, explica el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarr?n.
A pesar de los intentos del ministerio, luchar contra la violencia y el acoso sexual es una tarea tit?nica dado que cada universidad es un centro aut?nomo con Gobierno propio. Un peque?o Estado en s? mismo. Dada la inmensa diversidad de criterios, es pr?cticamente imposible mapear la violencia y el acoso en toda Espa?a. Los pocos estudios generales que hay datan de 2007. S? hay estudios puntuales y oficiales sobre, por ejemplo, la discriminaci?n salarial. En las universidades p?blicas espa?olas existe una brecha salarial del 12,7% entre entre profesores e investigadores y profesoras e investigadoras. El grueso de la diferencia no est? tanto en el salario base de los profesores y las profesoras (1,8%) sino en los complementos salariales, donde casi alcanza el 20%.
En los ?ltimos cinco a?os, las universidades catalanas han abierto m?s de 150 expedientes académicos por acoso sexual y laboral en sus centros. Seg?n una investigaci?n de El Peri?dico, del grupo Prensa Ibérica, hay al menos 28 profesores y/o investigadores que han sido sancionados por acoso y al menos cinco casos m?s a la espera de resoluci?n.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/ue-foco-violencia-machista-universidades-93678816)
Entre los ponentes, destaca la presencia de las autoridades chilenas, que explicar?n el pionero modelo legislativo con el que intentan erradicar la violencia machista. Pa?s de amplia experiencia en la lucha feminista, Chile es un caso especialmente llamativo. En 2016, un estudio oficial revel? que el 26% de estudiantes y docentes conoc?an situaciones de acoso sexual en las facultades y que casi un 15% lo hab?an sufrido directamente durante su trayectoria universitaria. Las afectadas eran, mayoritariamente, mujeres y estudiantes. Mientras, los agresores eran hombres, tanto alumnos como personal académico.
A finales de 2021, Chile aprob? una ley pionera y dur?sima para “prevenir, investigar, sancionar y erradicar el acoso sexual”. Lejos de ser un ramillete de buenas intenciones, la norma otorg? un a?o de plazo para que las universidades implementaran los modelos de prevenci?n y sanci?n. No solo eso sino que oblig? a los centros a que en septiembre de 2023 evaluaran el éxito de las medidas llevadas a cabo. Las facultades que no hayan adoptado una “pol?tica integral” contra el acoso sexual, la violencia y la discriminaci?n de género no tendr? derecho a ser consideradas oficialmente como universidades y las autoridades podr?n retirarles su acreditaci?n.
La legislaci?n chilena define el acoso sexual como “cualquier acci?n o conducta de naturaleza o connotaci?n sexual -sea verbal, f?sica, presencial o virtual- contra la dignidad de una persona, la igualdad de derechos, su libertad o integridad f?sica, sexual, ps?quica y emocional”. La norma asegura que este tipo de situaciones crean “un entorno intimidatorio, hostil o humillante que pueda afectar de manera negativa e incidir en las oportunidades, condiciones materiales y rendimiento laboral o académico”. La norma penaliza estos comportamientos, aunque se hayan producido de manera puntual en lugar de reiterada. Adem?s, deja claro que el consentimiento “debe ser expl?citamente expresado respecto a cualquier conducta o situaci?n”.
En Espa?a, desde 2021, es imprescindible para todas las universidades, antiguas y de nueva creaci?n, disponer de un protocolo contra el acoso sexual y por raz?n de sexo. La nueva ley universitaria (Losu) convierte en obligatorias las unidades de igualdad y diversidad. Otra norma, la de convivencia universitaria, insta a incluir medidas de prevenci?n y procedimientos espec?ficos para dar cauce a quejas y denuncias.
“Como instituciones tenemos la obligaci?n de escuchar, aprender y tomar las medidas que sean necesarias para reducir y acabar con este tipo de violencias en el sistema universitario, como una pieza clave de la sociedad, una pieza de vanguardia a nivel europeo”, explica el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarr?n.
A pesar de los intentos del ministerio, luchar contra la violencia y el acoso sexual es una tarea tit?nica dado que cada universidad es un centro aut?nomo con Gobierno propio. Un peque?o Estado en s? mismo. Dada la inmensa diversidad de criterios, es pr?cticamente imposible mapear la violencia y el acoso en toda Espa?a. Los pocos estudios generales que hay datan de 2007. S? hay estudios puntuales y oficiales sobre, por ejemplo, la discriminaci?n salarial. En las universidades p?blicas espa?olas existe una brecha salarial del 12,7% entre entre profesores e investigadores y profesoras e investigadoras. El grueso de la diferencia no est? tanto en el salario base de los profesores y las profesoras (1,8%) sino en los complementos salariales, donde casi alcanza el 20%.
En los ?ltimos cinco a?os, las universidades catalanas han abierto m?s de 150 expedientes académicos por acoso sexual y laboral en sus centros. Seg?n una investigaci?n de El Peri?dico, del grupo Prensa Ibérica, hay al menos 28 profesores y/o investigadores que han sido sancionados por acoso y al menos cinco casos m?s a la espera de resoluci?n.
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