الريــم
10-23-2023, 09:12 AM
Aunque este a?o ha estado de plena actualidad, el ‘veranillo de San Miguel’ no es nada nuevo. Pero esta vez fue tan extraordinario el ascenso térmico que la Agencia Estatal de Meteorolog?a emiti? una alerta ante valores «excepcionalmente altos» para esas fechas. Y eso sucedi? después de un verano también anormalmente sofocante. Los expertos no dudan en atribuirlo al cambio clim?tico. Para minimizar los efectos sobre la salud, las ciudades (que sufren el efecto ‘isla de calor’), se deben adaptar a esta realidad, y una de las mejores formas de hacerlo es aumentar la superficie verde. No es una tarea sencilla, ya que en las grandes urbes todo est? muy apretado. La soluci?n es dejar de mirar al suelo para fijar la vista en las paredes.
Existen pruebas de que los jardines verticales ya se usaban en el siglo IV antes de Cristo, especialmente en Babilonia, pero también en el antiguo Egipto. Es el mismo sistema que hoy puede verse en una de las fachadas del CaixaForum de Madrid: no deja de ser un muro que integra diferentes especies de vegetaci?n. Incluso las flores en los patios andaluces y las hiedras en las fachadas de los ‘cottages’ ingleses son otras formas m?s tradicionales de jardines verticales.
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Fachada del CaixaF?rum de Madrid
Pinterest
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Esta pr?ctica conlleva m?ltiples beneficios para el cuidado del medio ambiente: su capacidad para conservar la temperatura interior, tanto en verano como en invierno, y el consiguiente ahorro energético, la reducci?n de la contaminaci?n ac?stica y de la incidencia del viento, la mejora de la calidad del aire exterior, la correcta gesti?n de las aguas grises de los edificios… Pero también tiene una ‘cara b’: su principal desventaja es su elevado precio de instalaci?n y mantenimiento.
Reducir la mortalidad
Para garantizar el bienestar de los habitantes, la Organizaci?n Mundial de la Salud recomienda que las ciudades tengan entre 10 y 15 metros cuadrados de ?rea verde por persona. Pese a ello, muchas urbes est?n lejos de este objetivo. Hace algunos a?os, un estudio del Observatorio de Sostenibilidad alert? de que hasta 19 capitales espa?olas incumpl?an esta directriz. Y esto se traduce en consecuencias graves para la salud. Un informe publicado en The Lancet cifra en 6.700 las muertes prematuras que se pueden atribuir a ese calor extremo que se acumula en las calles. Y afirma también que un tercio se podr?an evitar plantando ?rboles en el 30 por ciento del espacio urbano.
Seg?n este texto, las urbes con mayor exceso de mortalidad por el calor se sit?an en el sur y en el este de Europa. Es decir, varias localidades espa?olas est?n en este tr?gico listado. Por ejemplo, Barcelona tiene un 8 por ciento de ?rboles y una mortalidad causada por estos valores extremos del 14%. En Madrid, las cifras se sit?an en un 9,5 y un 12 por ciento, respectivamente. Adem?s, los ?ltimos estudios cient?ficos indican que el incremento de la temperatura en las ciudades se produce a un ritmo dos veces mayor que la media global.
El efecto 'isla de calor' produce unas m?ximas en el centro de las ciudades entre 1,5 y 10 grados superiores a las que se dan en la periferia rural
Esa sensaci?n de ahogo en el centro de las ciudades que se siente en los meses de verano (y ?ltimamente también en primavera y en oto?o) tiene un nombre: efecto ‘isla de calor’. Los term?metros no bajan durante la noche y en las horas centrales del d?a es pr?cticamente imposible cobijarse en la sombra. Esto es debido a que el asfalto y el hormig?n absorben las altas temperaturas que provocan los veh?culos, los aires acondicionados y el propio sol y las emiten luego de madrugada, lo que causa que, pasada la medianoche, contin?en d?ndose valores superiores a 20 grados. Esas ‘noches tropicales’ hacen casi imposible dormir.
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93647315
Subida de temperaturas en una 'isla de calor'
Agencias
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«El concepto ‘isla de calor’ significa que el aire est? m?s caliente en esa zona que en la periferia. Influyen varios temas, entre otros el color de las superficies: cuanto m?s oscuras, m?s se calientan. La vegetaci?n, entre otras cosas, tiene la cualidad de mantenerse a la temperatura del aire. En verano, en un d?a con 35 grados, el asfalto estar? a 50 y la vegetaci?n a 35», afirma Consuelo Acha, arquitecta y profesora del departamento de Construcci?n y Tecnolog?as Arquitect?nicas de la ETSAM-UPM. A esto se suma que los edificios impiden que corra el aire y el calor escape. El conjunto da como resultado unas m?ximas en el centro de las ciudades entre 1,5 y 10 grados superiores a las que se dan en la periferia.
M?s verde y menos gris
Es decir, para que las poblaciones no se vuelvan lugares inh?spitos, en especial para la gente m?s vulnerable, hace falta m?s verde y menos gris. Ese reto lo ha asumido la arquitectura, que en su forma m?s contempor?nea busca «lograr un modelo de ciudad energéticamente autoabastecida mediante recursos renovables, que sea capaz de reciclarse y reutilizarse, con una movilidad limpia y eficaz y con m?ltiples espacios verdes», reza el art?culo ‘Jardines verticales: camino a la sostenibilidad’ de la revista Arquitectura Viva.
Los jardines verticales tienen el potencial de limpiar hasta el 85% de las part?culas de polvo y poluci?n suspendidas en el aire
Para alcanzar ese fin, el mayor peso de los oasis vegetales en el suelo deber?a complementarse con fachadas salpicadas de hojas y flores. Tal y como afirma Consuelo Acha, estos ‘muros vivos’ pueden llegar a filtrar hasta 40 decibelios, lo que los convierte también en un potente aislante ac?stico. Al mismo tiempo, protegen los inmuebles de las fluctuaciones térmicas y de las condiciones climatol?gicas extremas.
Por si fuera poco, tienen el potencial de limpiar hasta el 85 por ciento de las part?culas de polvo y poluci?n que est?n suspendidas en el aire. Y hay una ?ltima ventaja a tener en cuenta: el valor de los edificios se dispara una vez se han instalado estos jardines verticales, tanto por la estética como por su eficiencia energética.
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93647365
Ejemplo de jard?n vertical
Shutterstock
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Sin embargo, los expertos recuerdan que no se trata de una soluci?n ?ptima para todos los casos. Sobre todo, debido a su elevado coste, tanto a la hora de instalarlos como por el mantenimiento peri?dico que precisan. Recurrir a opciones m?s econ?micas que lleven consigo también un descenso de la calidad puede provocar problemas estructurales en los inmuebles, cuyo peso se ve notablemente incrementado. Tanto que en algunos casos es necesario reforzar su estructura. Adem?s, siempre hay que tener presente que las especies vegetales elegidas deben ser aut?ctonas de la zona para asegurar su supervivencia.
Las especies vegetales elegidas deben ser aut?ctonas de la zona para asegurar su supervivencia
El jard?n vertical del Hotel Mariposa es uno de los orgullos de M?laga y se ha convertido en un referente europeo en innovaci?n urbana sostenible. Este enorme tapiz vegetal ocupa m?s de 100 metros cuadrados y est? compuesto por m?s de 3.000 plantas de 15 especies diferentes. Adem?s de la mejora estética y los beneficios para la calidad del aire, sirve para reutilizar las aguas grises de las habitaciones: incluye un sistema que las recupera, las trata y las aprovecha para el riego.
M?s famoso a?n es el que est? instalado en el CaixaForum de Madrid, en pleno Paseo del Prado. Dise?ado por el prestigioso bot?nico Patrick Blanc, es el primero que se instal? en Espa?a y cuenta con m?s de 15.000 plantas distribuidas en 460 metros cuadrados. Son ejemplos de c?mo reverdecer las ciudades y, sobre todo, refrescarlas.
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ENTREVISTA. Antonio Giraldo, ge?grafo y urbanista
«Son una pieza m?s para la adaptaci?n al cambio clim?tico»
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93647136
Antonio Giraldo
AG
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Antonio Giraldo tiene muy presente que hoy en d?a la organizaci?n de las ciudades va esencialmente ligada a los efectos del cambio clim?tico, que ha disparado las temperaturas en las grandes urbes en los meses de m?s calor.
-?Son los jardines verticales una buena soluci?n para evitar el efecto ‘isla de calor’?
-Son una pieza m?s de un modelo urbano centrado en la adaptaci?n clim?tica y el reverdecimiento. Podr?amos decir que ayudan, pero por s? solos no son suficientes. Si bien su instalaci?n en determinados espacios puede ayudar a crear un ambiente m?s h?medo y confortable, por sus caracter?sticas no son un elemento crucial para un asunto de una dimensi?n tan grande como la isla de calor de una ciudad. Ah? estar?amos hablando de un modelo de movilidad, de zonas verdes, de espacio p?blico, incluso de un modelo urbano y productivo.
-?En qué casos se les puede sacar m?s partido?
-Tienen multitud de beneficios: humedecen su entorno, proporcionan un ambiente m?s fresco, son barrera para el ruido y los olores, limpian el aire y son reservorios para la biodiversidad, adem?s de hacer bonito. Aprovechar al m?ximo estas caracter?sticas depende mucho de c?mo y d?nde se sit?an y, sobre todo, del buen mantenimiento. Seguramente se les vaya a sacar mucho m?s partido, por ejemplo, en una fachada dura hacia una calle sin ?rboles que en los laterales de una autopista, donde los relegas pr?cticamente al ornamento.
-?Est?n las ciudades dando pasos para adecuarse al cambio clim?tico?
-S?. Lo que me preocupa es que no lo hacen todas a la misma velocidad, e incluso en algunas estamos viendo pasos hacia el lado contrario, regresivos. La realidad clim?tica venidera es inexorable y cuanto antes nos adaptemos, menores ser?n sus efectos en el futuro. Adem?s, quienes m?s van a sufrir estos efectos van a ser las personas m?s vulnerables. Tenemos que acelerar con un criterio firme y justo.
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Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/medio-ambiente/jardines-verticales-fachadas-muros-refrescar-93677702)
Existen pruebas de que los jardines verticales ya se usaban en el siglo IV antes de Cristo, especialmente en Babilonia, pero también en el antiguo Egipto. Es el mismo sistema que hoy puede verse en una de las fachadas del CaixaForum de Madrid: no deja de ser un muro que integra diferentes especies de vegetaci?n. Incluso las flores en los patios andaluces y las hiedras en las fachadas de los ‘cottages’ ingleses son otras formas m?s tradicionales de jardines verticales.
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Fachada del CaixaF?rum de Madrid
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Esta pr?ctica conlleva m?ltiples beneficios para el cuidado del medio ambiente: su capacidad para conservar la temperatura interior, tanto en verano como en invierno, y el consiguiente ahorro energético, la reducci?n de la contaminaci?n ac?stica y de la incidencia del viento, la mejora de la calidad del aire exterior, la correcta gesti?n de las aguas grises de los edificios… Pero también tiene una ‘cara b’: su principal desventaja es su elevado precio de instalaci?n y mantenimiento.
Reducir la mortalidad
Para garantizar el bienestar de los habitantes, la Organizaci?n Mundial de la Salud recomienda que las ciudades tengan entre 10 y 15 metros cuadrados de ?rea verde por persona. Pese a ello, muchas urbes est?n lejos de este objetivo. Hace algunos a?os, un estudio del Observatorio de Sostenibilidad alert? de que hasta 19 capitales espa?olas incumpl?an esta directriz. Y esto se traduce en consecuencias graves para la salud. Un informe publicado en The Lancet cifra en 6.700 las muertes prematuras que se pueden atribuir a ese calor extremo que se acumula en las calles. Y afirma también que un tercio se podr?an evitar plantando ?rboles en el 30 por ciento del espacio urbano.
Seg?n este texto, las urbes con mayor exceso de mortalidad por el calor se sit?an en el sur y en el este de Europa. Es decir, varias localidades espa?olas est?n en este tr?gico listado. Por ejemplo, Barcelona tiene un 8 por ciento de ?rboles y una mortalidad causada por estos valores extremos del 14%. En Madrid, las cifras se sit?an en un 9,5 y un 12 por ciento, respectivamente. Adem?s, los ?ltimos estudios cient?ficos indican que el incremento de la temperatura en las ciudades se produce a un ritmo dos veces mayor que la media global.
El efecto 'isla de calor' produce unas m?ximas en el centro de las ciudades entre 1,5 y 10 grados superiores a las que se dan en la periferia rural
Esa sensaci?n de ahogo en el centro de las ciudades que se siente en los meses de verano (y ?ltimamente también en primavera y en oto?o) tiene un nombre: efecto ‘isla de calor’. Los term?metros no bajan durante la noche y en las horas centrales del d?a es pr?cticamente imposible cobijarse en la sombra. Esto es debido a que el asfalto y el hormig?n absorben las altas temperaturas que provocan los veh?culos, los aires acondicionados y el propio sol y las emiten luego de madrugada, lo que causa que, pasada la medianoche, contin?en d?ndose valores superiores a 20 grados. Esas ‘noches tropicales’ hacen casi imposible dormir.
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Subida de temperaturas en una 'isla de calor'
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«El concepto ‘isla de calor’ significa que el aire est? m?s caliente en esa zona que en la periferia. Influyen varios temas, entre otros el color de las superficies: cuanto m?s oscuras, m?s se calientan. La vegetaci?n, entre otras cosas, tiene la cualidad de mantenerse a la temperatura del aire. En verano, en un d?a con 35 grados, el asfalto estar? a 50 y la vegetaci?n a 35», afirma Consuelo Acha, arquitecta y profesora del departamento de Construcci?n y Tecnolog?as Arquitect?nicas de la ETSAM-UPM. A esto se suma que los edificios impiden que corra el aire y el calor escape. El conjunto da como resultado unas m?ximas en el centro de las ciudades entre 1,5 y 10 grados superiores a las que se dan en la periferia.
M?s verde y menos gris
Es decir, para que las poblaciones no se vuelvan lugares inh?spitos, en especial para la gente m?s vulnerable, hace falta m?s verde y menos gris. Ese reto lo ha asumido la arquitectura, que en su forma m?s contempor?nea busca «lograr un modelo de ciudad energéticamente autoabastecida mediante recursos renovables, que sea capaz de reciclarse y reutilizarse, con una movilidad limpia y eficaz y con m?ltiples espacios verdes», reza el art?culo ‘Jardines verticales: camino a la sostenibilidad’ de la revista Arquitectura Viva.
Los jardines verticales tienen el potencial de limpiar hasta el 85% de las part?culas de polvo y poluci?n suspendidas en el aire
Para alcanzar ese fin, el mayor peso de los oasis vegetales en el suelo deber?a complementarse con fachadas salpicadas de hojas y flores. Tal y como afirma Consuelo Acha, estos ‘muros vivos’ pueden llegar a filtrar hasta 40 decibelios, lo que los convierte también en un potente aislante ac?stico. Al mismo tiempo, protegen los inmuebles de las fluctuaciones térmicas y de las condiciones climatol?gicas extremas.
Por si fuera poco, tienen el potencial de limpiar hasta el 85 por ciento de las part?culas de polvo y poluci?n que est?n suspendidas en el aire. Y hay una ?ltima ventaja a tener en cuenta: el valor de los edificios se dispara una vez se han instalado estos jardines verticales, tanto por la estética como por su eficiencia energética.
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Ejemplo de jard?n vertical
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Sin embargo, los expertos recuerdan que no se trata de una soluci?n ?ptima para todos los casos. Sobre todo, debido a su elevado coste, tanto a la hora de instalarlos como por el mantenimiento peri?dico que precisan. Recurrir a opciones m?s econ?micas que lleven consigo también un descenso de la calidad puede provocar problemas estructurales en los inmuebles, cuyo peso se ve notablemente incrementado. Tanto que en algunos casos es necesario reforzar su estructura. Adem?s, siempre hay que tener presente que las especies vegetales elegidas deben ser aut?ctonas de la zona para asegurar su supervivencia.
Las especies vegetales elegidas deben ser aut?ctonas de la zona para asegurar su supervivencia
El jard?n vertical del Hotel Mariposa es uno de los orgullos de M?laga y se ha convertido en un referente europeo en innovaci?n urbana sostenible. Este enorme tapiz vegetal ocupa m?s de 100 metros cuadrados y est? compuesto por m?s de 3.000 plantas de 15 especies diferentes. Adem?s de la mejora estética y los beneficios para la calidad del aire, sirve para reutilizar las aguas grises de las habitaciones: incluye un sistema que las recupera, las trata y las aprovecha para el riego.
M?s famoso a?n es el que est? instalado en el CaixaForum de Madrid, en pleno Paseo del Prado. Dise?ado por el prestigioso bot?nico Patrick Blanc, es el primero que se instal? en Espa?a y cuenta con m?s de 15.000 plantas distribuidas en 460 metros cuadrados. Son ejemplos de c?mo reverdecer las ciudades y, sobre todo, refrescarlas.
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ENTREVISTA. Antonio Giraldo, ge?grafo y urbanista
«Son una pieza m?s para la adaptaci?n al cambio clim?tico»
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Antonio Giraldo
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Antonio Giraldo tiene muy presente que hoy en d?a la organizaci?n de las ciudades va esencialmente ligada a los efectos del cambio clim?tico, que ha disparado las temperaturas en las grandes urbes en los meses de m?s calor.
-?Son los jardines verticales una buena soluci?n para evitar el efecto ‘isla de calor’?
-Son una pieza m?s de un modelo urbano centrado en la adaptaci?n clim?tica y el reverdecimiento. Podr?amos decir que ayudan, pero por s? solos no son suficientes. Si bien su instalaci?n en determinados espacios puede ayudar a crear un ambiente m?s h?medo y confortable, por sus caracter?sticas no son un elemento crucial para un asunto de una dimensi?n tan grande como la isla de calor de una ciudad. Ah? estar?amos hablando de un modelo de movilidad, de zonas verdes, de espacio p?blico, incluso de un modelo urbano y productivo.
-?En qué casos se les puede sacar m?s partido?
-Tienen multitud de beneficios: humedecen su entorno, proporcionan un ambiente m?s fresco, son barrera para el ruido y los olores, limpian el aire y son reservorios para la biodiversidad, adem?s de hacer bonito. Aprovechar al m?ximo estas caracter?sticas depende mucho de c?mo y d?nde se sit?an y, sobre todo, del buen mantenimiento. Seguramente se les vaya a sacar mucho m?s partido, por ejemplo, en una fachada dura hacia una calle sin ?rboles que en los laterales de una autopista, donde los relegas pr?cticamente al ornamento.
-?Est?n las ciudades dando pasos para adecuarse al cambio clim?tico?
-S?. Lo que me preocupa es que no lo hacen todas a la misma velocidad, e incluso en algunas estamos viendo pasos hacia el lado contrario, regresivos. La realidad clim?tica venidera es inexorable y cuanto antes nos adaptemos, menores ser?n sus efectos en el futuro. Adem?s, quienes m?s van a sufrir estos efectos van a ser las personas m?s vulnerables. Tenemos que acelerar con un criterio firme y justo.
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Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
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