الريــم
10-20-2023, 12:22 PM
No pod?an ser m?s distintos. Pablo Picasso, extrovertido y prol?fico, haciendo alarde de su facilidad para la creaci?n, imponente, m?s grande que la vida. Joan Mir?, t?mido y prudente, puro derroche de amabilidad, luchando trabajosamente por la obra pausada y detenida hasta que en sus ?ltimas etapas se le sueltan el trazo y los colores. Catorce a?os de diferencia separaban a los que empezaron siendo en sus cartas maestro y alumno y acabaron como queridos amigos, en una relaci?n a lo largo en la que pueden apreciarse no pocos ecos y afinidades electivas.
Ese di?logo es la columna vertebral de la que es sin duda la gran muestra del a?o que ha tomado forma en el Museu Picasso y la Fundaci? Mir?, cuando se cumplen 50 a?os de la muerte de Picasso y 40, en diciembre, de la del autor de ‘Dona i ocell’. Una exposici?n o mejor dicho, dos exposiciones, que se miran la una en la otra a través de 266 obras de ambos autores, entre pinturas, esculturas, objetos, obra gr?fica y dibujos, y la curatoria de cuatro comisarias, cuatro, Margarida Cortadella, Elena Llorens, Teresa Montaner y S?nia Villegas. La intenci?n es que cada una de las dos exposiciones muestre un recorrido aut?nomo con un relato que solo puede apreciarse al completo si se acude a ambas citas. “Si nos hubiéramos limitado a intercambiar las obras de ambos museos –advierte Marko Daniel, director de la Mir?- esta ya ser?a una gran exposici?n, pero es que adem?s nos han prestado obra algunos de los grandes museos del mundo y mucha colecci?n particular”.
El regreso de 'La Mas?a'
Entre las obras expuestas est? el m?tico ?leo 'La mas?a', de Mir?, que puede verse ahora en el Museu Picasso procedente de la National Gallery of Art de Washington. El cuadro cautiv? de tal manera a un joven Ernest Hemingway que, cuenta la leyenda, se dedic? a trabajar como 'sparring' en gimnasios de boxeo para poder comprarlo. La pieza no visita Barcelona desde hace 30 a?os, cuando se la pudo ver con motivo del centenario de Mir?. También por parte de Picasso hay alguna obra maestra: como el 'Retrato de Dora Maar' y 'La mujer que llora', procedentes del Museo Picasso de Par?s y la Fundaci?n Beyeler, de Basilea, respectivamente.
Image ID:
93569071
'La mas?a', cuadro que fue propiedad de Ernest Hemingway, en la exposici?n de Barcelona.
Elisenda Pons
/clip/31ad7a37-bcdc-44c2-b3d1-f370e78b0534_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg
880
495
Pero lo que importa aqu? es la interactuaci?n de ambos y esta, quiere la exposici?n, que se inicie en 1917 en el Liceu barcelonés, cuando ambos acudieron al estreno del ballet ‘Parade’ de los Grandes Ballets Rusos de Diàguilev y muy probablemente intercambiaron impresiones. ?Qué se dijeron? No se sabe. Antes de que los artistas trabasen una verdadera amistad, lo hicieron sus respectivas madres, de ah? que la primera vez que Mir? lleg? a Par?s, en 1920, lo hizo con un pastel –s?, un dulce-, hay quien dice que fue una ensaimada -lo que pensando en el destino mallorqu?n del autor tiene su gracia- que la madre de Picasso le hab?a dado para su hijo. Ese mismo a?o, Mir? pint? su famoso autorretrato, que formar?a parte de la colecci?n de Picasso durante toda su vida –regalo del marchante Josep Dalmau-, junto a ‘Retrato de una bailarina espa?ola’, pero muy especialmente ‘El caballo, la pipa y la flor roja’ –que ha viajado desde Filadelfia- un ?leo clave y decididamente cubista y picassiano en el que el joven Mir? rompe con el arte figurativo.
Influencias surrealistas
El Par?s que acoge al artista consagrado y al joven por formarse est? dominado por el emergente surrealismo. Picasso es un verso libre que llega solo al movimiento –una prueba, el tel?n para el ballet ‘Mercure’ y sobre todo ‘Las tres bailarinas (La danza)’ con el que el malague?o se despide del clasicismo- mientras que Mir? lo hace de la mano de André Masson y sus amigos escritores, Michel Leiris y Antonin Artaud. Ni uno ni otro llegaron a ser miembros oficiales del surrealismo, pese a interesarse por sus postulados.
También exploran las exposiciones el impacto que el pionero del surrealismo Alfred Jarry tuvo en los creadores. Picasso, m?s veterano, lleg? a conocer con seguridad al excéntrico dramaturgo, pero no el joven Mir?, para quien, sin embargo, lleg? a ser una verdadera obsesi?n a lo largo de toda su obra. Las obras inspiradas por 'Ub?, rey' pueden verse en el Museu Picasso de Barcelona, dirigido por Emmanuel Guigon, especialista en el autor y miembro del a?n existente Colegio de Pataf?sica que tiene a Jarry como m?xima inspiraci?n.
La amistad qued? atravesada por dos guerras cruciales. La Civil que reuni? a los dos artistas luchadores por la Rep?blica en el pabell?n de la Exposici?n Internacional de Par?s de 1937, para la que Picasso pint? el ‘Guernica’ –en una enorme tela- y Mir?, ‘El segador’, directamente en una superficie de madera. La obra del catal?n desgraciadamente desapareci? cuando se desmantel? el habit?culo. La Segunda Guerra Mundial marc? un punto de inflexi?n para ambos. Para Picasso, que no regres? a su tierra, supuso mirar una realidad obsesiva directamente, mientras que en el caso de Mir? impuls? la vuelta a Catalunya y m?s tarde a Mallorca para recluirse en un exilio interior a través de formas que escapan al acto pict?rico y acabaron convirtiéndose en poes?a.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/miro-picasso-ensaimada-cimentar-amistad-93569133)
Ese di?logo es la columna vertebral de la que es sin duda la gran muestra del a?o que ha tomado forma en el Museu Picasso y la Fundaci? Mir?, cuando se cumplen 50 a?os de la muerte de Picasso y 40, en diciembre, de la del autor de ‘Dona i ocell’. Una exposici?n o mejor dicho, dos exposiciones, que se miran la una en la otra a través de 266 obras de ambos autores, entre pinturas, esculturas, objetos, obra gr?fica y dibujos, y la curatoria de cuatro comisarias, cuatro, Margarida Cortadella, Elena Llorens, Teresa Montaner y S?nia Villegas. La intenci?n es que cada una de las dos exposiciones muestre un recorrido aut?nomo con un relato que solo puede apreciarse al completo si se acude a ambas citas. “Si nos hubiéramos limitado a intercambiar las obras de ambos museos –advierte Marko Daniel, director de la Mir?- esta ya ser?a una gran exposici?n, pero es que adem?s nos han prestado obra algunos de los grandes museos del mundo y mucha colecci?n particular”.
El regreso de 'La Mas?a'
Entre las obras expuestas est? el m?tico ?leo 'La mas?a', de Mir?, que puede verse ahora en el Museu Picasso procedente de la National Gallery of Art de Washington. El cuadro cautiv? de tal manera a un joven Ernest Hemingway que, cuenta la leyenda, se dedic? a trabajar como 'sparring' en gimnasios de boxeo para poder comprarlo. La pieza no visita Barcelona desde hace 30 a?os, cuando se la pudo ver con motivo del centenario de Mir?. También por parte de Picasso hay alguna obra maestra: como el 'Retrato de Dora Maar' y 'La mujer que llora', procedentes del Museo Picasso de Par?s y la Fundaci?n Beyeler, de Basilea, respectivamente.
Image ID:
93569071
'La mas?a', cuadro que fue propiedad de Ernest Hemingway, en la exposici?n de Barcelona.
Elisenda Pons
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Pero lo que importa aqu? es la interactuaci?n de ambos y esta, quiere la exposici?n, que se inicie en 1917 en el Liceu barcelonés, cuando ambos acudieron al estreno del ballet ‘Parade’ de los Grandes Ballets Rusos de Diàguilev y muy probablemente intercambiaron impresiones. ?Qué se dijeron? No se sabe. Antes de que los artistas trabasen una verdadera amistad, lo hicieron sus respectivas madres, de ah? que la primera vez que Mir? lleg? a Par?s, en 1920, lo hizo con un pastel –s?, un dulce-, hay quien dice que fue una ensaimada -lo que pensando en el destino mallorqu?n del autor tiene su gracia- que la madre de Picasso le hab?a dado para su hijo. Ese mismo a?o, Mir? pint? su famoso autorretrato, que formar?a parte de la colecci?n de Picasso durante toda su vida –regalo del marchante Josep Dalmau-, junto a ‘Retrato de una bailarina espa?ola’, pero muy especialmente ‘El caballo, la pipa y la flor roja’ –que ha viajado desde Filadelfia- un ?leo clave y decididamente cubista y picassiano en el que el joven Mir? rompe con el arte figurativo.
Influencias surrealistas
El Par?s que acoge al artista consagrado y al joven por formarse est? dominado por el emergente surrealismo. Picasso es un verso libre que llega solo al movimiento –una prueba, el tel?n para el ballet ‘Mercure’ y sobre todo ‘Las tres bailarinas (La danza)’ con el que el malague?o se despide del clasicismo- mientras que Mir? lo hace de la mano de André Masson y sus amigos escritores, Michel Leiris y Antonin Artaud. Ni uno ni otro llegaron a ser miembros oficiales del surrealismo, pese a interesarse por sus postulados.
También exploran las exposiciones el impacto que el pionero del surrealismo Alfred Jarry tuvo en los creadores. Picasso, m?s veterano, lleg? a conocer con seguridad al excéntrico dramaturgo, pero no el joven Mir?, para quien, sin embargo, lleg? a ser una verdadera obsesi?n a lo largo de toda su obra. Las obras inspiradas por 'Ub?, rey' pueden verse en el Museu Picasso de Barcelona, dirigido por Emmanuel Guigon, especialista en el autor y miembro del a?n existente Colegio de Pataf?sica que tiene a Jarry como m?xima inspiraci?n.
La amistad qued? atravesada por dos guerras cruciales. La Civil que reuni? a los dos artistas luchadores por la Rep?blica en el pabell?n de la Exposici?n Internacional de Par?s de 1937, para la que Picasso pint? el ‘Guernica’ –en una enorme tela- y Mir?, ‘El segador’, directamente en una superficie de madera. La obra del catal?n desgraciadamente desapareci? cuando se desmantel? el habit?culo. La Segunda Guerra Mundial marc? un punto de inflexi?n para ambos. Para Picasso, que no regres? a su tierra, supuso mirar una realidad obsesiva directamente, mientras que en el caso de Mir? impuls? la vuelta a Catalunya y m?s tarde a Mallorca para recluirse en un exilio interior a través de formas que escapan al acto pict?rico y acabaron convirtiéndose en poes?a.
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