الريــم
10-18-2023, 10:30 AM
Al otro lado de la pantalla est? uno de los hijos de John le Carré, Nick. Tiene, como sus numerosos hermanos, el aire de su padre, el gran escritor que alumbr? al mundo, con 'El esp?a que surgi? del fr?o' (1963), su segunda novela después de Llamada para el muerto (https://www.epe.es/es/cultura/20231018/entrevista-nick-cornwell-hijo-john-le-carre-libro-cartas-93432232), uno de los libros de espionaje m?s perfectos del siglo XX. Esp?a él mismo, se dedic? toda su vida a hurgar en lo que hacen los esp?as, con una capacidad extraordinaria para un encantamiento que lo catapult? fuera de lo que es estrictamente un género hasta ser gran literatura.
Este hijo, Nick, escritor como su padre, y su hermano Tim, periodista fallecido recientemente, son responsables ahora de que este hombre, un inglés tranquilo que vivi? gran parte de su vida al sur de su pa?s, en Lands End, tenga bien ordenada, y palpitante, una correspondencia que hoy escandaliza y admira. La publica Planeta con el t?tulo 'Un esp?a privado'.
Personajes de la literatura, y de la vida, como Graham Greene o Philip Roth, entre muchos otros colegas, as? como pol?ticos de su pa?s o extranjeros, y otras figuras del universo que transit? le Carré, palpitan en este libro. En esa correspondencia, vitri?lica y tierna, desafiante y dolorida, sobre todo por la dif?cil relaci?n que tuvo con su padre, aparecen, adem?s de los escritores citados, Margaret Thatcher, John Cheever, John Banville, Alec Guinness y (el que peor parado sale, en la lectura de este periodista) Salman Rushdie.
Muchos hemos sido lectores de sus libros desde que apareci?, sobre todo, 'El esp?a que surgi? del fr?o'. Al otro lado de la pantalla le preguntamos a este hijo escritor de John le Carré (que ha culminado la labor editora de su hermano Tim) por su relaci?n con la obra de su padre (comenzando precisamente por aquel t?tulo m?tico, El esp?a…) y por el contenido de este legado que ahora ofrece tanto escalofr?o como el que llevaron dentro las cartas que aparecen con la firma, a veces, del nombre propio real (David Cornwell, 1931-2020), o de uno de los m?s famosos seud?nimos de la literatura del siglo XX: John le Carré.
?Qué sensaci?n se le qued? al leer, por ejemplo, El esp?a que surgi? del fr?o?
Llegué a este que menciona bastante tarde. De peque?o le? primero El topo, La gente de Smiley y El honorable colegial… El esp?a… lleg? m?s tarde. Me quedé fascinado, supersorprendido, porque era una narrativa lineal, muy simple, muy adusta, como muy dura, noir, muy negra… Yo estaba acostumbrado a otro estilo m?s discursivo, como el de El topo… El topo es una burla del establishment, y tiene humor. Mientras que El esp?a… es realmente duro, adusto, como m?s recortado. Ahora lo leo y lo releo, y tengo la sensaci?n de que es como un muro que estar? ah? para siempre. ?Le pas? lo mismo al leerlo?
Entonces parec?a literatura para siempre…
Pienso que, en su momento, para la época, deb?a ser una novela incuestionable, aun m?s definitoria que lo que es ahora. Captura un momento de la historia que para muchos ahora resulta incomprensible.
La época dura de la posguerra. ?Le ayud? a usted a entender a su padre un libro como este?
Claro, conviv? con él mientras se dedicaba a escribir. Era mi vida, d?a a d?a, as? que no era consciente de que eso que hab?a vivido fuera tan remarcable. Hasta que hace poco he ca?do en la cuenta de que la m?a fue una infancia muy at?pica, muy diferente a las de los otros ni?os. Entonces yo ve?a a mi padre escribir, y le?a cada uno de sus libros pensando que aquello era otro ejemplo maravilloso de lo que hac?a… Las cartas sirven ahora para ir sabiendo de ese pasado, de su trabajo como esp?a, de su obra y de sus cartas privadas, que son las que ahora salen a la luz. ?l era una persona alegre y desenfadada. Eso era para mi, y yo experimenté el conocimiento de ese ser. Para m? los libros eran secundarios.
Yo sab?a que si ten?a que entrar en ese despacho, por lo que fuera, pod?a hacerlo, pero hab?a que pens?rselo: no hab?a que entrar a la ligera. Ahora soy padre y tengo dos hijos, y sé que él se encerraba para evitar salir"
En las fotograf?as aparecen usted y sus hermanos con él. ?l r?e mucho. ?C?mo eran esos encuentros? ?C?mo era la risa de su padre?
Todos ten?amos relaciones diferentes con mi padre, porque cada uno es muy diferente. Para mi era un hombre que siempre estaba presente, y siempre estaba en casa, a veces invisible, trabajando en su despacho. Trabajando, pero estaba. Durante mucho tiempo pensé que cerraba la puerta para que no entrara yo, expresamente. Pero yo sab?a que si ten?a que entrar en ese despacho, por lo que fuera, pod?a hacerlo, pero hab?a que pens?rselo: no hab?a que entrar a la ligera. Ahora soy padre y tengo dos hijos, y sé que él se encerraba para evitar salir. Oigo a mis hijos, claro, me dan ganas de salir a jugar con ellos y dejar aquello que estoy haciendo. Y a él deb?a pasarle igual, porque le encantaba jugar, contar cuentos, le encantaba re?r, estar con sus hijos, con nosotros. Con él la relaci?n fue extraordinaria. No tengo otra palabra.
Y lleg? el adi?s.
Cuando él muri? yo sent? en mi fuero interno una devastaci?n, pero pensé enseguida que no hab?a nada que hacer. Yo le adoré, él me ador?. Yo le quer?a, el me quer?a. ?Qué m?s se pod?a pedir? No hay temas que cerrar. Todo estaba hecho y tuvimos momentos maravillosos. Ahora veo este libro y lo leo. Y lo veo delante de mi otra vez…
?Alguno de ustedes hered? el car?cter?
Todos, a diferentes escalas y de diferentes maneras. Yo soy escritor y escribo libros. Steven es guionista, escribe para la pantalla. Simon es productor. Y Tim, el que compil? las cartas, sol?a dedicarse al periodismo. Todos somos capaces de contar una historia de un modo u otro. Todos somos contadores de historias. O sea que hemos heredado eso, y muchas cosas distintas. Por ejemplo, las cejas: ?a los cuatro nos han correspondido sus cejas! Si se nos ve a los cuatro juntos se sabe que venimos de él, por estas enormes cejas.
En este libro de cartas hay pasajes ?ntimos, muy personales. ?Cu?l hizo que usted se quedara parado, rememorando?
Creo que yo abordo este libro de manera distinta a como lo puede leer cualquiera. Me fascinan las cosas que no sab?a, no aquellas que ya conoc?a. Las primeras cartas, las m?s tempranas, escritas y enviadas antes de que yo naciera. Mi padre era mi padre claramente, pero yo no lo conoc?a. Leyendo esas primeras cartas parece que lo oigo, reconozco el ritmo de su escritura, aunque esté hablando de una fe religiosa que no profesaba. Y eso me parece extraordinario.
Su padre fue abandonado y recogido, y de ello habla en sus cartas. ?C?mo le afect? a usted la lectura de esas cartas en particular?
No me afect?. Es muy extra?o redescubrir cosas de un padre una vez fallecido éste, porque eso no es algo que le pase a todo el mundo. Adem?s, le hemos visto tal como le han visto los dem?s, por su vida p?blica. Al hacer mi duelo personal lo le? y recib? un mont?n de mensajes de gente que no lo hab?a conocido, diciendo lo mucho que mi padre hab?a significado para ellos y hasta qué punto les hab?a impactado. Era el tiempo de la pandemia, todos est?bamos confinados, todo el mundo estaba de duelo por alguien, lamentablemente, porque muri? much?sima gente.
Fue un modo de prolongarlo en la mirada de los otros…
Fue muy extra?o y hermoso a la vez poder recibir ese apoyo de personas que no significaban nada en nuestras vidas. Anim? mucho, como leer este libro de cartas o el documental Volar en c?rculos [se estrena este viernes 20 de octubre en Apple TV+], sobre su vida. Me parece que lo vuelvo a leer, lo revivo, lo veo de maneras distintas, a través de los ojos de otros. Leer esos mensajes, como leer sus cartas, no cambia nada con respecto a c?mo lo conoc?: ahora llego m?s profundo, pero nada de todo eso cambia mi versi?n de mi experiencia con él.
Su hermano, que ha compilado las cartas, dice que fue un car?cter. ?Ese car?cter era de una sola pieza o hab?a muchas maneras del car?cter?
Yo creo que todos llevamos dentro multitudes. Sus multiplicidades se ve?an cuando hablaba en p?blico desde un escenario. Luego estaban el pensador m?s serio, el escritor, el padre. El abuelo, por ejemplo. Era una pasada con nuestros hijos, sus nietos. S?, es verdad: albergaba en su interior una multitud de caracteres. Pero para mi, as? es como lo veo… Como escrib?a de espionaje la gente pod?a pensar que, como hablaba de enga?o y de traici?n, era capaz de enga?ar, pero él era transparente…
A veces en estas cartas mi padre parece un hombre arrogante, pero a mi me parece que en esas cartas en particular que denotan esa arrogancia en realidad se est? burlando de s? mismo…"
?C?mo naci? este libro con sus cartas?
Tim y yo hablamos mucho de este libro porque Tim hab?a sido periodista. Periodista de cabo a rabo, de los que va a las fuentes. Mientras que yo soy novelista, y adem?s estudié historia, de modo que para m? el texto escrito es una fuente en s? mismo. Tim cre?a que ten?amos que dar m?s contexto y yo que hab?a que dar m?s texto, para transmitir el di?logo que hay alrededor de lo que escribe. A veces en estas cartas mi padre parece un hombre arrogante, pero a mi me parece que en esas cartas en particular que denotan esa arrogancia en realidad se est? burlando de s? mismo… Usaba palabras muy fuertes, para lo bueno y para lo malo, también para hablar de sus libros o de la obra de los otros. Por supuesto que era parcial, con la escritura y con las personas.
?Habl? con él de la escritura?
Rara vez hablamos directamente sobre la escritura. Le preocupaba siempre que nos impactara su gran sombra. ?l quer?a, en mi caso, que sobresaliera el paisaje que me rodeara… Y muy pocas veces habl?bamos de literatura, a no ser que surgiera un asunto en concreto. De literatura hablaba con otros. De ni?o lo recuerdo leyéndole a mi madre, que le dec?a que esto o aquello no se entend?a. Ah? fui escuchando su ritmo de escritura…
Tim dice en el pr?logo del libro que estas cartas son “frescas, vigorizantes, v?vidas, mordaces, o suaves, jugosas, ricas, con su punto de maldad”, y también que su padre fue el ?ltimo gran escritor de cartas del siglo XX…
Las cartas son un documento extraordinario y el trabajo curatorial que hizo mi hermano Tim es incre?ble. Lo hizo desde el amor m?s profundo. Se sumergi? literalmente en esos documentos epistolares. Hay episodios duros [la relaci?n con el padre, sobre todo] que no fueron tarea f?cil y Tim los abord? con gran valent?a. Nuestro padre muri? a finales de 2020, y Tim empez? a recopilar las cartas en mitad de 2021… Todo muy reciente, no fue sencillo. Las cartas son el resumen de la vida de mi padre, incluyen una cantidad ingente de informaci?n, que a veces refleja episodios precisos de d?as, de circunstancias, que explican quién era en cada momento.
Su padre admir? a gente como Graham Green, a Philip Roth o Ian McEwan, y es evidente en su correspondencia que ley? lo m?s importante de lo que se public? en el siglo XX… Hay una correspondencia muy dura a partir de la diatriba en torno a la publicaci?n de Los versos sat?nicos de Salman Rushdie, acaso lo m?s virulento del libro en cuanto a su consideraci?n de los literatos…
Si él no respetaba a alguien no iba a entrar en diatribas, no entraba al trapo. Con Graham Green, por ejemplo, se encontraban, hablaban y luego ven?an las cartas, pero con muchos otros s?lo hubo cartas, algunas de las cuales est?n en el libro. En el caso del episodio tan grave sobre Salman Rushdie él aplic? una convicci?n pol?tica: ?a quién va a da?ar o a quién iba a beneficiar un determinado gesto? Rushdie hab?a tomado la decisi?n pol?tica de dar a conocer su obra y esa actitud caus? la muerte de personas inocentes. Eso mi padre lo ten?a clar?simo. Hab?a libreros, editores, que pod?an sufrir por esa publicaci?n… Y a partir de esa convicci?n se pronunci? en contra de la publicaci?n del libro de Rushdie…
?Qué palabra subrayar?a usted hoy para destacar el paso de su padre por la vida y por la literatura?
Hay mucho talento.
Carta a su padre, Ronnie Cornwell, en respuesta a una airada misiva anterior de éste, que hab?a estado en la c?rcel por estafador (1965)
'Querido Padre:
Gracias por tu carta y por la copia de la carta que enviaste a Pitman, el del Express. Siento mucho que el art?culo te haya molestado. Has de comprender que me resulta muy dif?cil responder a las preguntas de los periodistas sobre mis antecedentes familiares y sobre ti. No hay peri?dico que no tenga en sus archivos suficientes recortes de prensa sobre ti como para dar una imagen mucho m?s embarazosa que la que yo he pintado'.
- Carta a Susan Kennaway, su amante y esposa de su amigo, el escritor James Kennaway. En la posdata le da instrucciones sobre c?mo comunicarse durante el tiempo que ambos matrimonios pasan en diferentes puntos de Austria (1965)
'P. D. Llamaré al n?mero de Hillie el pr?ximo DOMINGO a las 10.00 en punto, si puedo. (Estaremos en Bonn entonces). Si no est?s, deja un mensaje de cu?ndo puedo llamarte (haré una llamada personal). Para emergencias, me alojo en el hotel C?cilienh?he, Bad Godesberg, cerca de Bonn, Alemania Occidental; n?mero de teléfono Bad Godesberg 62733. Un telegrama firmado «Atentamente Peter» puede llegar all? directamente. Estaré all? el viernes.'
- Carta a Philip Roth, que acababa de afirmar que Un esp?a perfecto era "la mejor novela inglesa de después de la guerra" (1986)
'Querido Philip:
[...] eres t? quien probablemente tendr? que luchar contra las burlas de tus amigos, lo de "francamente, Philip, viejo amigo, te has pasado un poco, ?verdad?". Y con una reputaci?n literaria que proteger tan augusta como la tuya, has tenido un gesto asombrosamente generoso, y te estoy profundamente agradecido, y no puedo dejar pasar m?s tiempo sin decirlo'.
- Carta a Nicholas Greaves, un ni?o de 10 a?os que le preguntaba c?mo pod?a ser esp?a (1988)
'Querido Nicholas:
Muchas gracias por tu carta. Para ser esp?a, primero tienes que saber lo que piensas del mundo, a quién te gustar?a ayudar, a quién frustrar. Esto, me temo, lleva su tiempo. Adem?s, tienes que decidir cu?nto est?s dispuesto a hacer mediante métodos deshonestos. Eres muy joven para decidir ser deshonesto. Supongo que quieres emoci?n y una gran causa. Pero creo y espero que si alguna vez encuentras la gran causa, tu emoci?n se derive naturalmente del placer de servirla, y entonces no necesitar?s enga?ar a nadie, habr?s encontrado lo que buscas. Y ser?s m?s que un esp?a. Ser?s un hombre bueno y feliz'.
- Carta al columnista de The Guardian William J. Weatherby sobre su desacuerdo con que Salman Rushdie no hubiese retirado su libro Los versos sat?nicos, que costaron la muerte de doce personas en India, bombas en librer?as de Londres y atentados contra editores y traductores del libro. El de japonés muri? apu?alado (1989)
'Querido se?or Weatherby:
Rushdie es una v?ctima, pero yo no lo considero un héroe. Lo lamento por él y respeto su valent?a, pero no lo entiendo [...] ?C?mo puede un hombre cuya novela, por retorcidas razones, ya ha causado tanto derramamiento de sangre empe?arse en arriesgar m?s? [...] Una peculiar justificaci?n utilizada por los defensores m?s vociferantes de Rushdie es que la novela tiene un gran mérito literario; hay quienes insisten en que es una obra maestra. Me parece un argumento muy peligroso y contraproducente. ?Habr?an saltado las mismas personas en defensa de un Ludlum o un Archer? ?O hemos de creer que quienes escriben literatura tienen m?s derecho a la libertad de expresi?n que quienes escriben libros baratos?'
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/nick-cornwell-hijo-le-carre-93471404)
Este hijo, Nick, escritor como su padre, y su hermano Tim, periodista fallecido recientemente, son responsables ahora de que este hombre, un inglés tranquilo que vivi? gran parte de su vida al sur de su pa?s, en Lands End, tenga bien ordenada, y palpitante, una correspondencia que hoy escandaliza y admira. La publica Planeta con el t?tulo 'Un esp?a privado'.
Personajes de la literatura, y de la vida, como Graham Greene o Philip Roth, entre muchos otros colegas, as? como pol?ticos de su pa?s o extranjeros, y otras figuras del universo que transit? le Carré, palpitan en este libro. En esa correspondencia, vitri?lica y tierna, desafiante y dolorida, sobre todo por la dif?cil relaci?n que tuvo con su padre, aparecen, adem?s de los escritores citados, Margaret Thatcher, John Cheever, John Banville, Alec Guinness y (el que peor parado sale, en la lectura de este periodista) Salman Rushdie.
Muchos hemos sido lectores de sus libros desde que apareci?, sobre todo, 'El esp?a que surgi? del fr?o'. Al otro lado de la pantalla le preguntamos a este hijo escritor de John le Carré (que ha culminado la labor editora de su hermano Tim) por su relaci?n con la obra de su padre (comenzando precisamente por aquel t?tulo m?tico, El esp?a…) y por el contenido de este legado que ahora ofrece tanto escalofr?o como el que llevaron dentro las cartas que aparecen con la firma, a veces, del nombre propio real (David Cornwell, 1931-2020), o de uno de los m?s famosos seud?nimos de la literatura del siglo XX: John le Carré.
?Qué sensaci?n se le qued? al leer, por ejemplo, El esp?a que surgi? del fr?o?
Llegué a este que menciona bastante tarde. De peque?o le? primero El topo, La gente de Smiley y El honorable colegial… El esp?a… lleg? m?s tarde. Me quedé fascinado, supersorprendido, porque era una narrativa lineal, muy simple, muy adusta, como muy dura, noir, muy negra… Yo estaba acostumbrado a otro estilo m?s discursivo, como el de El topo… El topo es una burla del establishment, y tiene humor. Mientras que El esp?a… es realmente duro, adusto, como m?s recortado. Ahora lo leo y lo releo, y tengo la sensaci?n de que es como un muro que estar? ah? para siempre. ?Le pas? lo mismo al leerlo?
Entonces parec?a literatura para siempre…
Pienso que, en su momento, para la época, deb?a ser una novela incuestionable, aun m?s definitoria que lo que es ahora. Captura un momento de la historia que para muchos ahora resulta incomprensible.
La época dura de la posguerra. ?Le ayud? a usted a entender a su padre un libro como este?
Claro, conviv? con él mientras se dedicaba a escribir. Era mi vida, d?a a d?a, as? que no era consciente de que eso que hab?a vivido fuera tan remarcable. Hasta que hace poco he ca?do en la cuenta de que la m?a fue una infancia muy at?pica, muy diferente a las de los otros ni?os. Entonces yo ve?a a mi padre escribir, y le?a cada uno de sus libros pensando que aquello era otro ejemplo maravilloso de lo que hac?a… Las cartas sirven ahora para ir sabiendo de ese pasado, de su trabajo como esp?a, de su obra y de sus cartas privadas, que son las que ahora salen a la luz. ?l era una persona alegre y desenfadada. Eso era para mi, y yo experimenté el conocimiento de ese ser. Para m? los libros eran secundarios.
Yo sab?a que si ten?a que entrar en ese despacho, por lo que fuera, pod?a hacerlo, pero hab?a que pens?rselo: no hab?a que entrar a la ligera. Ahora soy padre y tengo dos hijos, y sé que él se encerraba para evitar salir"
En las fotograf?as aparecen usted y sus hermanos con él. ?l r?e mucho. ?C?mo eran esos encuentros? ?C?mo era la risa de su padre?
Todos ten?amos relaciones diferentes con mi padre, porque cada uno es muy diferente. Para mi era un hombre que siempre estaba presente, y siempre estaba en casa, a veces invisible, trabajando en su despacho. Trabajando, pero estaba. Durante mucho tiempo pensé que cerraba la puerta para que no entrara yo, expresamente. Pero yo sab?a que si ten?a que entrar en ese despacho, por lo que fuera, pod?a hacerlo, pero hab?a que pens?rselo: no hab?a que entrar a la ligera. Ahora soy padre y tengo dos hijos, y sé que él se encerraba para evitar salir. Oigo a mis hijos, claro, me dan ganas de salir a jugar con ellos y dejar aquello que estoy haciendo. Y a él deb?a pasarle igual, porque le encantaba jugar, contar cuentos, le encantaba re?r, estar con sus hijos, con nosotros. Con él la relaci?n fue extraordinaria. No tengo otra palabra.
Y lleg? el adi?s.
Cuando él muri? yo sent? en mi fuero interno una devastaci?n, pero pensé enseguida que no hab?a nada que hacer. Yo le adoré, él me ador?. Yo le quer?a, el me quer?a. ?Qué m?s se pod?a pedir? No hay temas que cerrar. Todo estaba hecho y tuvimos momentos maravillosos. Ahora veo este libro y lo leo. Y lo veo delante de mi otra vez…
?Alguno de ustedes hered? el car?cter?
Todos, a diferentes escalas y de diferentes maneras. Yo soy escritor y escribo libros. Steven es guionista, escribe para la pantalla. Simon es productor. Y Tim, el que compil? las cartas, sol?a dedicarse al periodismo. Todos somos capaces de contar una historia de un modo u otro. Todos somos contadores de historias. O sea que hemos heredado eso, y muchas cosas distintas. Por ejemplo, las cejas: ?a los cuatro nos han correspondido sus cejas! Si se nos ve a los cuatro juntos se sabe que venimos de él, por estas enormes cejas.
En este libro de cartas hay pasajes ?ntimos, muy personales. ?Cu?l hizo que usted se quedara parado, rememorando?
Creo que yo abordo este libro de manera distinta a como lo puede leer cualquiera. Me fascinan las cosas que no sab?a, no aquellas que ya conoc?a. Las primeras cartas, las m?s tempranas, escritas y enviadas antes de que yo naciera. Mi padre era mi padre claramente, pero yo no lo conoc?a. Leyendo esas primeras cartas parece que lo oigo, reconozco el ritmo de su escritura, aunque esté hablando de una fe religiosa que no profesaba. Y eso me parece extraordinario.
Su padre fue abandonado y recogido, y de ello habla en sus cartas. ?C?mo le afect? a usted la lectura de esas cartas en particular?
No me afect?. Es muy extra?o redescubrir cosas de un padre una vez fallecido éste, porque eso no es algo que le pase a todo el mundo. Adem?s, le hemos visto tal como le han visto los dem?s, por su vida p?blica. Al hacer mi duelo personal lo le? y recib? un mont?n de mensajes de gente que no lo hab?a conocido, diciendo lo mucho que mi padre hab?a significado para ellos y hasta qué punto les hab?a impactado. Era el tiempo de la pandemia, todos est?bamos confinados, todo el mundo estaba de duelo por alguien, lamentablemente, porque muri? much?sima gente.
Fue un modo de prolongarlo en la mirada de los otros…
Fue muy extra?o y hermoso a la vez poder recibir ese apoyo de personas que no significaban nada en nuestras vidas. Anim? mucho, como leer este libro de cartas o el documental Volar en c?rculos [se estrena este viernes 20 de octubre en Apple TV+], sobre su vida. Me parece que lo vuelvo a leer, lo revivo, lo veo de maneras distintas, a través de los ojos de otros. Leer esos mensajes, como leer sus cartas, no cambia nada con respecto a c?mo lo conoc?: ahora llego m?s profundo, pero nada de todo eso cambia mi versi?n de mi experiencia con él.
Su hermano, que ha compilado las cartas, dice que fue un car?cter. ?Ese car?cter era de una sola pieza o hab?a muchas maneras del car?cter?
Yo creo que todos llevamos dentro multitudes. Sus multiplicidades se ve?an cuando hablaba en p?blico desde un escenario. Luego estaban el pensador m?s serio, el escritor, el padre. El abuelo, por ejemplo. Era una pasada con nuestros hijos, sus nietos. S?, es verdad: albergaba en su interior una multitud de caracteres. Pero para mi, as? es como lo veo… Como escrib?a de espionaje la gente pod?a pensar que, como hablaba de enga?o y de traici?n, era capaz de enga?ar, pero él era transparente…
A veces en estas cartas mi padre parece un hombre arrogante, pero a mi me parece que en esas cartas en particular que denotan esa arrogancia en realidad se est? burlando de s? mismo…"
?C?mo naci? este libro con sus cartas?
Tim y yo hablamos mucho de este libro porque Tim hab?a sido periodista. Periodista de cabo a rabo, de los que va a las fuentes. Mientras que yo soy novelista, y adem?s estudié historia, de modo que para m? el texto escrito es una fuente en s? mismo. Tim cre?a que ten?amos que dar m?s contexto y yo que hab?a que dar m?s texto, para transmitir el di?logo que hay alrededor de lo que escribe. A veces en estas cartas mi padre parece un hombre arrogante, pero a mi me parece que en esas cartas en particular que denotan esa arrogancia en realidad se est? burlando de s? mismo… Usaba palabras muy fuertes, para lo bueno y para lo malo, también para hablar de sus libros o de la obra de los otros. Por supuesto que era parcial, con la escritura y con las personas.
?Habl? con él de la escritura?
Rara vez hablamos directamente sobre la escritura. Le preocupaba siempre que nos impactara su gran sombra. ?l quer?a, en mi caso, que sobresaliera el paisaje que me rodeara… Y muy pocas veces habl?bamos de literatura, a no ser que surgiera un asunto en concreto. De literatura hablaba con otros. De ni?o lo recuerdo leyéndole a mi madre, que le dec?a que esto o aquello no se entend?a. Ah? fui escuchando su ritmo de escritura…
Tim dice en el pr?logo del libro que estas cartas son “frescas, vigorizantes, v?vidas, mordaces, o suaves, jugosas, ricas, con su punto de maldad”, y también que su padre fue el ?ltimo gran escritor de cartas del siglo XX…
Las cartas son un documento extraordinario y el trabajo curatorial que hizo mi hermano Tim es incre?ble. Lo hizo desde el amor m?s profundo. Se sumergi? literalmente en esos documentos epistolares. Hay episodios duros [la relaci?n con el padre, sobre todo] que no fueron tarea f?cil y Tim los abord? con gran valent?a. Nuestro padre muri? a finales de 2020, y Tim empez? a recopilar las cartas en mitad de 2021… Todo muy reciente, no fue sencillo. Las cartas son el resumen de la vida de mi padre, incluyen una cantidad ingente de informaci?n, que a veces refleja episodios precisos de d?as, de circunstancias, que explican quién era en cada momento.
Su padre admir? a gente como Graham Green, a Philip Roth o Ian McEwan, y es evidente en su correspondencia que ley? lo m?s importante de lo que se public? en el siglo XX… Hay una correspondencia muy dura a partir de la diatriba en torno a la publicaci?n de Los versos sat?nicos de Salman Rushdie, acaso lo m?s virulento del libro en cuanto a su consideraci?n de los literatos…
Si él no respetaba a alguien no iba a entrar en diatribas, no entraba al trapo. Con Graham Green, por ejemplo, se encontraban, hablaban y luego ven?an las cartas, pero con muchos otros s?lo hubo cartas, algunas de las cuales est?n en el libro. En el caso del episodio tan grave sobre Salman Rushdie él aplic? una convicci?n pol?tica: ?a quién va a da?ar o a quién iba a beneficiar un determinado gesto? Rushdie hab?a tomado la decisi?n pol?tica de dar a conocer su obra y esa actitud caus? la muerte de personas inocentes. Eso mi padre lo ten?a clar?simo. Hab?a libreros, editores, que pod?an sufrir por esa publicaci?n… Y a partir de esa convicci?n se pronunci? en contra de la publicaci?n del libro de Rushdie…
?Qué palabra subrayar?a usted hoy para destacar el paso de su padre por la vida y por la literatura?
Hay mucho talento.
Carta a su padre, Ronnie Cornwell, en respuesta a una airada misiva anterior de éste, que hab?a estado en la c?rcel por estafador (1965)
'Querido Padre:
Gracias por tu carta y por la copia de la carta que enviaste a Pitman, el del Express. Siento mucho que el art?culo te haya molestado. Has de comprender que me resulta muy dif?cil responder a las preguntas de los periodistas sobre mis antecedentes familiares y sobre ti. No hay peri?dico que no tenga en sus archivos suficientes recortes de prensa sobre ti como para dar una imagen mucho m?s embarazosa que la que yo he pintado'.
- Carta a Susan Kennaway, su amante y esposa de su amigo, el escritor James Kennaway. En la posdata le da instrucciones sobre c?mo comunicarse durante el tiempo que ambos matrimonios pasan en diferentes puntos de Austria (1965)
'P. D. Llamaré al n?mero de Hillie el pr?ximo DOMINGO a las 10.00 en punto, si puedo. (Estaremos en Bonn entonces). Si no est?s, deja un mensaje de cu?ndo puedo llamarte (haré una llamada personal). Para emergencias, me alojo en el hotel C?cilienh?he, Bad Godesberg, cerca de Bonn, Alemania Occidental; n?mero de teléfono Bad Godesberg 62733. Un telegrama firmado «Atentamente Peter» puede llegar all? directamente. Estaré all? el viernes.'
- Carta a Philip Roth, que acababa de afirmar que Un esp?a perfecto era "la mejor novela inglesa de después de la guerra" (1986)
'Querido Philip:
[...] eres t? quien probablemente tendr? que luchar contra las burlas de tus amigos, lo de "francamente, Philip, viejo amigo, te has pasado un poco, ?verdad?". Y con una reputaci?n literaria que proteger tan augusta como la tuya, has tenido un gesto asombrosamente generoso, y te estoy profundamente agradecido, y no puedo dejar pasar m?s tiempo sin decirlo'.
- Carta a Nicholas Greaves, un ni?o de 10 a?os que le preguntaba c?mo pod?a ser esp?a (1988)
'Querido Nicholas:
Muchas gracias por tu carta. Para ser esp?a, primero tienes que saber lo que piensas del mundo, a quién te gustar?a ayudar, a quién frustrar. Esto, me temo, lleva su tiempo. Adem?s, tienes que decidir cu?nto est?s dispuesto a hacer mediante métodos deshonestos. Eres muy joven para decidir ser deshonesto. Supongo que quieres emoci?n y una gran causa. Pero creo y espero que si alguna vez encuentras la gran causa, tu emoci?n se derive naturalmente del placer de servirla, y entonces no necesitar?s enga?ar a nadie, habr?s encontrado lo que buscas. Y ser?s m?s que un esp?a. Ser?s un hombre bueno y feliz'.
- Carta al columnista de The Guardian William J. Weatherby sobre su desacuerdo con que Salman Rushdie no hubiese retirado su libro Los versos sat?nicos, que costaron la muerte de doce personas en India, bombas en librer?as de Londres y atentados contra editores y traductores del libro. El de japonés muri? apu?alado (1989)
'Querido se?or Weatherby:
Rushdie es una v?ctima, pero yo no lo considero un héroe. Lo lamento por él y respeto su valent?a, pero no lo entiendo [...] ?C?mo puede un hombre cuya novela, por retorcidas razones, ya ha causado tanto derramamiento de sangre empe?arse en arriesgar m?s? [...] Una peculiar justificaci?n utilizada por los defensores m?s vociferantes de Rushdie es que la novela tiene un gran mérito literario; hay quienes insisten en que es una obra maestra. Me parece un argumento muy peligroso y contraproducente. ?Habr?an saltado las mismas personas en defensa de un Ludlum o un Archer? ?O hemos de creer que quienes escriben literatura tienen m?s derecho a la libertad de expresi?n que quienes escriben libros baratos?'
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