الريــم
10-16-2023, 11:11 AM
No engordan por s? solos, pero pueden aumentar la susceptibilidad a ganar peso, especialmente cuando la exposici?n se da durante el desarrollo fetal y los primeros a?os de vida. Son los obes?genos, disruptores endocrinos presentes en el ambiente, alimentos y productos que favorecen la producci?n de las células grasas llamadas adipocitos y que pueden entrar en el organismo a través de la piel, la v?a digestiva y la v?a respiratoria. Estos productos qu?micos podr?an explicar por qué la obesidad afecta cada vez a m?s millones de personas en todo el mundo, ya que los factores genéticos, la alimentaci?n inadecuada y el sedentarismo no parecen explicar por s? solos esta epidemia.
La lista de productos obesogénicos es larga: el bisfenol A (BPA) –tal vez el m?s conocido por emplearse hasta hace poco en el revestimiento de las latas de conserva y de bebidas, t?pers y botellas–, el afectdietilestilbestrol (DES), los bifenilos policlorados, los compuestos org?nicos derivados del esta?o, la geniste?na y los ftalatos, los éteres de polibromodifenilos, las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, los parabenos, la acrilamida, los alquilfenoles, el dibutilesta?o y algunos metales pesados como el cadmio y el arsénico, presentes en muchos de los productos de uso diario, como detergentes, fungicidas y pesticidas –que se acumulan en la cadena alimenticia–, insecticidas, alimentos, cosméticos, envases de pl?stico, latas de conserva, humo del tabaco y ropa. Esto quiere decir que, aunque en dosis bajas, la exposici?n a estas sustancias qu?micas es constante. Estudios en grandes poblaciones han detectado su presencia en el 95% de los sujetos analizados.
Ya en 2002, Paula Baille-Hamilton, profesora de la Universidad de Stirling (Escocia), formul? la hip?tesis de la relaci?n causal entre el aumento de la frecuencia del sobrepeso en la poblaci?n adulta y el aumento de la producci?n de sustancias qu?micas industriales Poco después, se acu?? el término obes?geno para nombrar a las sustancias qu?micas que polucionan el medio ambiente y que, incorporadas al organismo, pueden interferir con la regulaci?n y conservaci?n de la energ?a. Desde entonces, cada vez son m?s los estudios que relacionan la presencia de obes?genos con el aumento de casos de obesidad.
Un estudio de 2010, realizado por un grupo de cient?ficos de varios pa?ses y publicado en “Proceedings of The Royal Society” estudi? distintas poblaciones de animales que viv?an bajo la influencia de los humanos –en casa, zool?gicos y laboratorios– y constat? que todas ellas hab?an engordado a pesar de que continuaban aliment?ndose de pienso. El estudio revel? que esto pod?a deberse a ciertas sustancias empleadas para fabricar los envases alimenticios empleados asiduamente. Esto explicar?a por qué tanto los humanos como los animales domésticos est?n cada vez m?s gordos, ya que la exposici?n a estos compuestos es constante.
Image ID:
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"Los disruptores endocrinos est?n por todas partes: el aire, los alimentos, los envases...”
Amil L?pez Viéitez - Nutricionista y farmacéutica decoration
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En 1999, la farmacéutica y nutricionista viguesa Amil L?pez Viéitez present? su tesina sobre la presencia de bisfenol A en las latas de conserva. Desde hace décadas se conoc?a ya el papel esencial de este qu?mico en el mecanismo inmunitario celular y sus efectos adversos en el sistema reproductivo, el sistema de desarrollo y el sistema metab?lico. Ahora se sabe también su papel obes?geno: un estudio de la NYU School of Medicine de Nueva York publicado en la revista “JAMA” indica que los adolescentes con altos niveles de BPA tienen mayor probabilidad de ser obesos.
“Los disruptores endocrinos est?n por todas partes en el aire, los alimentos, los envases, los cosméticos, productos solares, productos de limpieza, electrodomésticos...”, advierte.
La experta explica que los disruptores endocrinos, entre los que se encuentran los obes?genos, son sustancias qu?micas con actividad hormonal. Con una estructura similar a la de las hormonas (estr?genos, andr?genos, hormonas tiroideas...), “confunden al sistema endocrino”, de manera que ponen en marcha reacciones qu?micas similares a las del organismo humano. Pueden, también, bloquear los receptores hormonales de las células, de manera que impiden su acci?n normal, lo que provoca la alteraci?n (disrupci?n) del sistema endocrino, y tienen efectos adversos en la microbiota.
Adem?s, tienen la capacidad de atravesar la placenta y llegar hasta el feto, y también pueden estar presentes en la leche, por lo que pasan de madres a hijos. “Estos compuestos qu?micos se acumulan en el tejido graso y son transmitidos a la descendencia durante la gestaci?n y la lactancia”, explica Viéitez, que se?ala que los nonatos y neonatos son las poblaciones m?s vulnerables a los disruptores.
De hecho, en 2005 las autoridades sanitarias prohibieron la utilizaci?n de algunos de estos qu?micos en la fabricaci?n de juguetes y en 2011 el bisfenol en biberones. Asimismo, desde 2012 se han prohibido m?s de 700 en cosmética. “Las autoridades sanitarias deben adoptar el ‘principio de precauci?n’ para establecer un control m?s estricto de estos contaminantes ambientales”, opina.
El pasado 19 de abril, la Autoridad Europea de Sanidad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) reconoci? que la exposici?n actual al BPA, a través de la dieta, constituye un elevado riesgo para la salud humana y estableci? que el nuevo umbral de exposici?n debe ser 20.000 veces inferior al actual, lo que en la pr?ctica significa eliminarlo de todos los productos en contacto con comida o bebida. En Espa?a est? prohibido su uso para envases desde enero de este a?o.
Los disruptores no persistentes, como los parabenos y bisferoles, permanecen en el organismo varias horas, pero otros, los llamados persistentes, como ciertos pesticidas, pueden permanecer hasta diez a?os. “Desde los a?os 40 se han dise?ado m?s de 600 productos qu?micos b?sicos para combatir insectos, malas hierbas, roedores y otros organismos ‘perjudiciales’ en agricultura; desde la Segunda Guerra Mundial se han liberado al medio ambiente, en grandes cantidades, productos qu?micos derivados de actividades industriales, y cada a?o se introducen en el mercado 1.000 nuevos productos de s?ntesis”, comenta.
Entre los factores m?s preocupantes de estos productos, la especialista se?ala su baja biodegradabilidad, el transporte a otros lugares por el aire, el agua y la bioacumulaci?n en la cadena alimentaria. La parte positiva es que cada vez hay una mayor regulaci?n sobre estos productos y que se puede limitar su contacto con ellos.
Algunos trucos para evitar los disruptores endocrinos
La farmacéutica Amil L?pez Viéitez aporta una lista de disruptores endocrinos y algunos consejos para evitarlos en la medida de lo posible:
Botellas de pl?stico.
Pueden contener ftalatos, que se liberan por exposici?n al calor y al sol. Es preferible utilizar un filtro y beber agua del grifo o comprar el agua embotellada en cristal.
Envases de pl?stico.
El bisfenol A se encuentra en pl?sticos de policarbonato y resinas que se utilizan en recipientes que almacenan alimentos, como los t?pers, y en latas de conserva y bebida. Por eso es aconsejable calentar la comida en recipientes de cristal. Espa?a prohibi? en enero de 2023 su uso en estos envases.
Productos de limpieza.
Todos los productos de limpieza contienen disruptores como el triclos?n, tensoactivos y almizcles sintéticos. Es aconsejable ventilar los interiores. Como alternativa: detergentes biodegradables.
Cosmética.
Es aconsejable usar productos sin parabenos, que se usan como conservantes, ni triclos?n, que es un antibacteriano. En 2017 se prohibi? el uso de este ?ltimo en la higiene, pero no en cosmética, por eso es importante leer las etiquetas y adquirir cosméticos de calidad farmacéutica.
Sartenes con tefl?n.
Cuando el recubrimiento de tefl?n de la sartén se da?a, es mejor tirarla, ya que puede liberar PFOA y pasar a la comida. Otra opci?n es apostar por las sartenes de hierro fundido o cer?mica, que no llevan tefl?n.
PFOA en palomitas y comida r?pida.
El ?cido perfluorooctanoico (PFOA) se utiliza para evitar que la grasa traspase la bolsa o el paquete de palomitas o de comida r?pida.
Bandejas de poliesp?n.
El poliesp?n, también conocido como porexpan, EPS o poliestireno expandido, puede liberar poliestireno en contacto con alimentos o bebidas calientes.
Grasas animales.
Estos disruptores endocrinos son muy lipof?licos, por lo que est?n presentes en mayor concentraci?n en alimentos ricos en grasa como la carne, la leche, pescado, huevo y derivados. El consejo: moderar su ingesta e incrementar la de prote?nas vegetales.
Ropa
Los estampados plastificados y las prendas técnicas que resisten el viento, la lluvia o el fuego (propiedades ign?fugas) pueden contener disruptores endocrinos. Es importante comprobar siempre el etiquetado y comprar tejidos naturales como algod?n, lino y seda.
Hogar
En casa estamos rodeados de utensilios pl?sticos: mandos de la televisi?n, m?viles, acabados de los electrodomésticos... Si el colch?n tiene tratamiento retardante para el fuego también se est? en contacto con disruptores endocrinos durante el sue?o.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/obesogenos-quimicos-engordan-93384564)
La lista de productos obesogénicos es larga: el bisfenol A (BPA) –tal vez el m?s conocido por emplearse hasta hace poco en el revestimiento de las latas de conserva y de bebidas, t?pers y botellas–, el afectdietilestilbestrol (DES), los bifenilos policlorados, los compuestos org?nicos derivados del esta?o, la geniste?na y los ftalatos, los éteres de polibromodifenilos, las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, los parabenos, la acrilamida, los alquilfenoles, el dibutilesta?o y algunos metales pesados como el cadmio y el arsénico, presentes en muchos de los productos de uso diario, como detergentes, fungicidas y pesticidas –que se acumulan en la cadena alimenticia–, insecticidas, alimentos, cosméticos, envases de pl?stico, latas de conserva, humo del tabaco y ropa. Esto quiere decir que, aunque en dosis bajas, la exposici?n a estas sustancias qu?micas es constante. Estudios en grandes poblaciones han detectado su presencia en el 95% de los sujetos analizados.
Ya en 2002, Paula Baille-Hamilton, profesora de la Universidad de Stirling (Escocia), formul? la hip?tesis de la relaci?n causal entre el aumento de la frecuencia del sobrepeso en la poblaci?n adulta y el aumento de la producci?n de sustancias qu?micas industriales Poco después, se acu?? el término obes?geno para nombrar a las sustancias qu?micas que polucionan el medio ambiente y que, incorporadas al organismo, pueden interferir con la regulaci?n y conservaci?n de la energ?a. Desde entonces, cada vez son m?s los estudios que relacionan la presencia de obes?genos con el aumento de casos de obesidad.
Un estudio de 2010, realizado por un grupo de cient?ficos de varios pa?ses y publicado en “Proceedings of The Royal Society” estudi? distintas poblaciones de animales que viv?an bajo la influencia de los humanos –en casa, zool?gicos y laboratorios– y constat? que todas ellas hab?an engordado a pesar de que continuaban aliment?ndose de pienso. El estudio revel? que esto pod?a deberse a ciertas sustancias empleadas para fabricar los envases alimenticios empleados asiduamente. Esto explicar?a por qué tanto los humanos como los animales domésticos est?n cada vez m?s gordos, ya que la exposici?n a estos compuestos es constante.
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"Los disruptores endocrinos est?n por todas partes: el aire, los alimentos, los envases...”
Amil L?pez Viéitez - Nutricionista y farmacéutica decoration
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En 1999, la farmacéutica y nutricionista viguesa Amil L?pez Viéitez present? su tesina sobre la presencia de bisfenol A en las latas de conserva. Desde hace décadas se conoc?a ya el papel esencial de este qu?mico en el mecanismo inmunitario celular y sus efectos adversos en el sistema reproductivo, el sistema de desarrollo y el sistema metab?lico. Ahora se sabe también su papel obes?geno: un estudio de la NYU School of Medicine de Nueva York publicado en la revista “JAMA” indica que los adolescentes con altos niveles de BPA tienen mayor probabilidad de ser obesos.
“Los disruptores endocrinos est?n por todas partes en el aire, los alimentos, los envases, los cosméticos, productos solares, productos de limpieza, electrodomésticos...”, advierte.
La experta explica que los disruptores endocrinos, entre los que se encuentran los obes?genos, son sustancias qu?micas con actividad hormonal. Con una estructura similar a la de las hormonas (estr?genos, andr?genos, hormonas tiroideas...), “confunden al sistema endocrino”, de manera que ponen en marcha reacciones qu?micas similares a las del organismo humano. Pueden, también, bloquear los receptores hormonales de las células, de manera que impiden su acci?n normal, lo que provoca la alteraci?n (disrupci?n) del sistema endocrino, y tienen efectos adversos en la microbiota.
Adem?s, tienen la capacidad de atravesar la placenta y llegar hasta el feto, y también pueden estar presentes en la leche, por lo que pasan de madres a hijos. “Estos compuestos qu?micos se acumulan en el tejido graso y son transmitidos a la descendencia durante la gestaci?n y la lactancia”, explica Viéitez, que se?ala que los nonatos y neonatos son las poblaciones m?s vulnerables a los disruptores.
De hecho, en 2005 las autoridades sanitarias prohibieron la utilizaci?n de algunos de estos qu?micos en la fabricaci?n de juguetes y en 2011 el bisfenol en biberones. Asimismo, desde 2012 se han prohibido m?s de 700 en cosmética. “Las autoridades sanitarias deben adoptar el ‘principio de precauci?n’ para establecer un control m?s estricto de estos contaminantes ambientales”, opina.
El pasado 19 de abril, la Autoridad Europea de Sanidad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) reconoci? que la exposici?n actual al BPA, a través de la dieta, constituye un elevado riesgo para la salud humana y estableci? que el nuevo umbral de exposici?n debe ser 20.000 veces inferior al actual, lo que en la pr?ctica significa eliminarlo de todos los productos en contacto con comida o bebida. En Espa?a est? prohibido su uso para envases desde enero de este a?o.
Los disruptores no persistentes, como los parabenos y bisferoles, permanecen en el organismo varias horas, pero otros, los llamados persistentes, como ciertos pesticidas, pueden permanecer hasta diez a?os. “Desde los a?os 40 se han dise?ado m?s de 600 productos qu?micos b?sicos para combatir insectos, malas hierbas, roedores y otros organismos ‘perjudiciales’ en agricultura; desde la Segunda Guerra Mundial se han liberado al medio ambiente, en grandes cantidades, productos qu?micos derivados de actividades industriales, y cada a?o se introducen en el mercado 1.000 nuevos productos de s?ntesis”, comenta.
Entre los factores m?s preocupantes de estos productos, la especialista se?ala su baja biodegradabilidad, el transporte a otros lugares por el aire, el agua y la bioacumulaci?n en la cadena alimentaria. La parte positiva es que cada vez hay una mayor regulaci?n sobre estos productos y que se puede limitar su contacto con ellos.
Algunos trucos para evitar los disruptores endocrinos
La farmacéutica Amil L?pez Viéitez aporta una lista de disruptores endocrinos y algunos consejos para evitarlos en la medida de lo posible:
Botellas de pl?stico.
Pueden contener ftalatos, que se liberan por exposici?n al calor y al sol. Es preferible utilizar un filtro y beber agua del grifo o comprar el agua embotellada en cristal.
Envases de pl?stico.
El bisfenol A se encuentra en pl?sticos de policarbonato y resinas que se utilizan en recipientes que almacenan alimentos, como los t?pers, y en latas de conserva y bebida. Por eso es aconsejable calentar la comida en recipientes de cristal. Espa?a prohibi? en enero de 2023 su uso en estos envases.
Productos de limpieza.
Todos los productos de limpieza contienen disruptores como el triclos?n, tensoactivos y almizcles sintéticos. Es aconsejable ventilar los interiores. Como alternativa: detergentes biodegradables.
Cosmética.
Es aconsejable usar productos sin parabenos, que se usan como conservantes, ni triclos?n, que es un antibacteriano. En 2017 se prohibi? el uso de este ?ltimo en la higiene, pero no en cosmética, por eso es importante leer las etiquetas y adquirir cosméticos de calidad farmacéutica.
Sartenes con tefl?n.
Cuando el recubrimiento de tefl?n de la sartén se da?a, es mejor tirarla, ya que puede liberar PFOA y pasar a la comida. Otra opci?n es apostar por las sartenes de hierro fundido o cer?mica, que no llevan tefl?n.
PFOA en palomitas y comida r?pida.
El ?cido perfluorooctanoico (PFOA) se utiliza para evitar que la grasa traspase la bolsa o el paquete de palomitas o de comida r?pida.
Bandejas de poliesp?n.
El poliesp?n, también conocido como porexpan, EPS o poliestireno expandido, puede liberar poliestireno en contacto con alimentos o bebidas calientes.
Grasas animales.
Estos disruptores endocrinos son muy lipof?licos, por lo que est?n presentes en mayor concentraci?n en alimentos ricos en grasa como la carne, la leche, pescado, huevo y derivados. El consejo: moderar su ingesta e incrementar la de prote?nas vegetales.
Ropa
Los estampados plastificados y las prendas técnicas que resisten el viento, la lluvia o el fuego (propiedades ign?fugas) pueden contener disruptores endocrinos. Es importante comprobar siempre el etiquetado y comprar tejidos naturales como algod?n, lino y seda.
Hogar
En casa estamos rodeados de utensilios pl?sticos: mandos de la televisi?n, m?viles, acabados de los electrodomésticos... Si el colch?n tiene tratamiento retardante para el fuego también se est? en contacto con disruptores endocrinos durante el sue?o.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/obesogenos-quimicos-engordan-93384564)