الريــم
10-13-2023, 08:43 PM
?Qué har?as si te comunicaran que vas a morir?*Daniel Gonz?lez, de 36 a?os, lo tuvo claro. Regresar cerca de los suyos. Crear con ellos los ?ltimos recuerdos. Todos alegres. Y convertir esa positividad, que ha gobernado sus acciones desde que hace dos a?os le dieron el diagn?stico de*c?ncer*de p?ncreas y que maravilla a todos los que le rodean, en un legado: el de “la sonrisa por encima de todo”.
Este joven ingeniero de A Guarda, en Pontevedra, llevaba tiempo peregrinando de fisioterapeuta en fisioterapeuta por un fuerte dolor en la espalda, cuando una le dijo: “Tu espalda est? perfecta, el problema est? en el sistema digestivo”. Desde entonces, acud?a a urgencias cada vez que lo sent?a. “Siete veces en un solo mes”, hasta que en una visita le hicieron un TAC. Comenzaron las sospechas y entr? en la rueda de biopsias y otras pruebas. El 3 de octubre de 2021 le puso nombre a lo que padec?a:*c?ncer de p?ncreas, uno de los m?s agresivos.
Se lo traslad? un médico con poco tacto. El shock no le dur? “ni cinco minutos”. “No, esta no es la actitud”, se dijo. La reciente experiencia con su madre, que falleci? tras padecer también c?ncer, le sirvi? de modelo. “Nos dio muchas lecciones de vida”, recuerda. As? que decidi? seguir su ejemplo. “Desde ese momento fue lucha y lucha”, cuenta.
Acostumbrado a moverse por trabajo, aquella noticia le pill? en Barcelona, pero pronto se traslad? a Santiago por su equipo especializado en estos tumores. La primera quimioterapia no le hab?a ido bien y probaron con unas pastillas que funcionan bien en el c?ncer de mama ante la mutaci?n del gen BRAC-2, que es la que él también tiene. Le regalaron casi cinco meses sin dolor. Pero volvi?. Una segunda quimio le dio “la ?nica buena noticia” en todo este proceso:*el tumor se hab?a reducido a la mitad. “Fue un subid?n”, recuerda.
Dur? poco. Al regreso de los dolores se sum? que su onc?loga de confianza también cay? enferma de c?ncer. Y continuaron las complicaciones. Necesit? una operaci?n para desobstruir la v?a biliar. Aunque parec?a que hab?a ido bien, una infecci?n latente se manifest? cuando la siguiente quimioterapia le baj? las defensas. Recuerda los temblores con los que ingres? por los 40 grados de fiebre.
Retomaron el tratamiento, pero no hab?a avances. “En todas las consultas me dec?an que iba para atr?s y ten?a unos niveles muy altos de dolor”. Desde el pasado 1 de septiembre est? ingresado para paliarlo. Incluso le operaron para reduc?rselo, pero no fue efectivo. Sin poder controlar este dolor,*tampoco puede entrar en ensayos cl?nicos de medicamentos experimentales.
Lleg? entonces la noticia de que “no hab?a soluci?n”. Ya lo hab?a ido asimilando. “Cuando llevas un bache de seis meses, tu cuerpo y tu mente son inteligentes y te dicen 'Esto ya no tiene salida'. Intentas disimular con los dem?s, pero...”. Y es que tan fuerte se mostr? ante su entorno durante todo el proceso que llegaron a decirle: “Estamos para apoyarte a ti, no t? a nosotros”.
“Empiezas a tomar la vida de otra forma”
Tampoco se dio tiempo para lamentarse cuando le dijeron que no hab?a m?s que hacer. “Empiezas a tomar la vida de otra forma”, cuenta. Y ten?a muy claro c?mo quer?a despedirla. Inmediatamente pidi? que lo trasladaran al ?lvaro Cunqueiro –lleg? el jueves 5–,*para que los suyos lo tuvieran m?s f?cil para visitarlo. No solo lo arroparon desde A Guarda. Llegaron de toda Espa?a e, incluso, del extranjero. “Unos vinieron desde Londres solo para estar conmigo media hora y marcharse”, cuenta agradecido. “Est?s recibiendo lo que has cosechado”, le responde la psic?loga Bego?a Amaro Lois, del equipo de atenci?n psicosocial de la Asociaci?n Espa?ola contra el C?ncer (AECC), que les est? dando apoyo en el marco del Programa para la atenci?n integral a personas con enfermedades avanzadas y sus familias que promueve La Caixa.
Otra de las cosas que pidi? Dani, “si hay suerte, es poder ir un d?a a casa”. Y la hubo. Fue el martes. Estaba tan emocionado la noche anterior que apenas concili? el sue?o. “Fue espectacular. Perfecto”, subraya, antes de acordarse de algo que s? fue mal: el coche con el que le fue a buscar su padre no arranc? en el hospital. “Yo que quer?a ir a casa cuanto antes, para aprovechar el d?a”, lamenta su progenitor. Pero enseguida le recogi? su novia, Carmen, de Jaén, que se traslad? a Galicia para estar con él.
Ava, la perra que ha estado a su lado en todo el proceso, con la ilusi?n por volver a ver a Dani, le derrib? y le llen? de lametazos. El siguiente punto en su ruta fue el mirador de O Facho, en Santa Tegra, su lugar favorito, al que le gustaba ir a reflexionar a solas. Esta vez no le dejaron emprender la subida sin compa??a, como él quer?a. “Me gusta la soledad y me cuesta llorar delante de la gente”, justifica. A?n as?, alguna l?grima cay?.
Tras contemplar las vistas, se fueron a ba?ar al Chup?n, junto al espig?n del puerto. “Donde pasamos la infancia y la adolescencia”, relata y a?ade: “el agua, como el monte y la tierra, son parte de mi vida, de mi infancia”. Entr? hasta la cintura, para no mojar la*bomba de infusi?n de morfina*que llevaba en el pecho y le permit?a soportar el dolor que padece.
Irse "a lo grande"
El colof?n fue una gran mariscada. “Hab?a que marcharse a lo grande”, comenta. Estuvo arropado por m?s de 40 familiares y amigos en la comida y, como no cab?an m?s, se sumaron otra decena en el café. Le hab?a hecho la promesa a sus amigos de compartir un Pago de Carraovejas cuando se curara. Se lo tomaron igual. ?l dio un par de sorbos. Todo autorizado por los onc?logos. “S?, se?or”, celebraron estos cuando les propuso su plan.
“Fueron todo sonrisas,*no quer?a l?grimas, aunque siempre cae alguna, porque es imposible”, cuenta con una en la boca. Dani quer?a dejar en todos el recuerdo de “una comida alegre, todos juntos, recordando historias pasadas, sacando fotos... Disfrutando”.
Y esa es su herencia:*“Un sorriso que ilumine o mundo”. Los dise?adores Nuvi & ?xfico plasmaron esta frase de Dani en una pegatina con un sol que lleva su sonrisa y su nombre en los rayos. “Que se pegue en todas las esquinas”, les pide él, para que “ayude a la gente a cambiar su actitud ante la vida”.
Sedaci?n
Cumplidos sus deseos, el miércoles empezaron a sedarle. Mantenemos esta conversaci?n en el hospital, rodeados de sus amigos de toda la vida. Una tribu unida, con la broma como se?a de identidad, a la que él acaba de cohesionar todav?a m?s.*Hace p?blica su historia para ayudar a otros que se vean en una situaci?n parecida. Quiere que vean que es posible irse haciendo las cosas de otro modo.
La recta final no le da miedo. Cuenta que le dio muchas vueltas a la sedaci?n y pens? que le entrar?a “el tembleque” al pedirla. Pero no. Puede que su cuerpo resista “mucho, poco, no se sabe”. ?l espera “que no se demore mucho”. “Es sufrimiento para todos”, razona y hace balance: “Viv? mucho y me quedaba mucho por vivir, muchos planes, muchas cosas. A veces no se puede. Por lo menos puedo elegir c?mo irme y no me arrepiento de nada”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/harias-comunicaran-vas-morir-daniel-93307205)
Este joven ingeniero de A Guarda, en Pontevedra, llevaba tiempo peregrinando de fisioterapeuta en fisioterapeuta por un fuerte dolor en la espalda, cuando una le dijo: “Tu espalda est? perfecta, el problema est? en el sistema digestivo”. Desde entonces, acud?a a urgencias cada vez que lo sent?a. “Siete veces en un solo mes”, hasta que en una visita le hicieron un TAC. Comenzaron las sospechas y entr? en la rueda de biopsias y otras pruebas. El 3 de octubre de 2021 le puso nombre a lo que padec?a:*c?ncer de p?ncreas, uno de los m?s agresivos.
Se lo traslad? un médico con poco tacto. El shock no le dur? “ni cinco minutos”. “No, esta no es la actitud”, se dijo. La reciente experiencia con su madre, que falleci? tras padecer también c?ncer, le sirvi? de modelo. “Nos dio muchas lecciones de vida”, recuerda. As? que decidi? seguir su ejemplo. “Desde ese momento fue lucha y lucha”, cuenta.
Acostumbrado a moverse por trabajo, aquella noticia le pill? en Barcelona, pero pronto se traslad? a Santiago por su equipo especializado en estos tumores. La primera quimioterapia no le hab?a ido bien y probaron con unas pastillas que funcionan bien en el c?ncer de mama ante la mutaci?n del gen BRAC-2, que es la que él también tiene. Le regalaron casi cinco meses sin dolor. Pero volvi?. Una segunda quimio le dio “la ?nica buena noticia” en todo este proceso:*el tumor se hab?a reducido a la mitad. “Fue un subid?n”, recuerda.
Dur? poco. Al regreso de los dolores se sum? que su onc?loga de confianza también cay? enferma de c?ncer. Y continuaron las complicaciones. Necesit? una operaci?n para desobstruir la v?a biliar. Aunque parec?a que hab?a ido bien, una infecci?n latente se manifest? cuando la siguiente quimioterapia le baj? las defensas. Recuerda los temblores con los que ingres? por los 40 grados de fiebre.
Retomaron el tratamiento, pero no hab?a avances. “En todas las consultas me dec?an que iba para atr?s y ten?a unos niveles muy altos de dolor”. Desde el pasado 1 de septiembre est? ingresado para paliarlo. Incluso le operaron para reduc?rselo, pero no fue efectivo. Sin poder controlar este dolor,*tampoco puede entrar en ensayos cl?nicos de medicamentos experimentales.
Lleg? entonces la noticia de que “no hab?a soluci?n”. Ya lo hab?a ido asimilando. “Cuando llevas un bache de seis meses, tu cuerpo y tu mente son inteligentes y te dicen 'Esto ya no tiene salida'. Intentas disimular con los dem?s, pero...”. Y es que tan fuerte se mostr? ante su entorno durante todo el proceso que llegaron a decirle: “Estamos para apoyarte a ti, no t? a nosotros”.
“Empiezas a tomar la vida de otra forma”
Tampoco se dio tiempo para lamentarse cuando le dijeron que no hab?a m?s que hacer. “Empiezas a tomar la vida de otra forma”, cuenta. Y ten?a muy claro c?mo quer?a despedirla. Inmediatamente pidi? que lo trasladaran al ?lvaro Cunqueiro –lleg? el jueves 5–,*para que los suyos lo tuvieran m?s f?cil para visitarlo. No solo lo arroparon desde A Guarda. Llegaron de toda Espa?a e, incluso, del extranjero. “Unos vinieron desde Londres solo para estar conmigo media hora y marcharse”, cuenta agradecido. “Est?s recibiendo lo que has cosechado”, le responde la psic?loga Bego?a Amaro Lois, del equipo de atenci?n psicosocial de la Asociaci?n Espa?ola contra el C?ncer (AECC), que les est? dando apoyo en el marco del Programa para la atenci?n integral a personas con enfermedades avanzadas y sus familias que promueve La Caixa.
Otra de las cosas que pidi? Dani, “si hay suerte, es poder ir un d?a a casa”. Y la hubo. Fue el martes. Estaba tan emocionado la noche anterior que apenas concili? el sue?o. “Fue espectacular. Perfecto”, subraya, antes de acordarse de algo que s? fue mal: el coche con el que le fue a buscar su padre no arranc? en el hospital. “Yo que quer?a ir a casa cuanto antes, para aprovechar el d?a”, lamenta su progenitor. Pero enseguida le recogi? su novia, Carmen, de Jaén, que se traslad? a Galicia para estar con él.
Ava, la perra que ha estado a su lado en todo el proceso, con la ilusi?n por volver a ver a Dani, le derrib? y le llen? de lametazos. El siguiente punto en su ruta fue el mirador de O Facho, en Santa Tegra, su lugar favorito, al que le gustaba ir a reflexionar a solas. Esta vez no le dejaron emprender la subida sin compa??a, como él quer?a. “Me gusta la soledad y me cuesta llorar delante de la gente”, justifica. A?n as?, alguna l?grima cay?.
Tras contemplar las vistas, se fueron a ba?ar al Chup?n, junto al espig?n del puerto. “Donde pasamos la infancia y la adolescencia”, relata y a?ade: “el agua, como el monte y la tierra, son parte de mi vida, de mi infancia”. Entr? hasta la cintura, para no mojar la*bomba de infusi?n de morfina*que llevaba en el pecho y le permit?a soportar el dolor que padece.
Irse "a lo grande"
El colof?n fue una gran mariscada. “Hab?a que marcharse a lo grande”, comenta. Estuvo arropado por m?s de 40 familiares y amigos en la comida y, como no cab?an m?s, se sumaron otra decena en el café. Le hab?a hecho la promesa a sus amigos de compartir un Pago de Carraovejas cuando se curara. Se lo tomaron igual. ?l dio un par de sorbos. Todo autorizado por los onc?logos. “S?, se?or”, celebraron estos cuando les propuso su plan.
“Fueron todo sonrisas,*no quer?a l?grimas, aunque siempre cae alguna, porque es imposible”, cuenta con una en la boca. Dani quer?a dejar en todos el recuerdo de “una comida alegre, todos juntos, recordando historias pasadas, sacando fotos... Disfrutando”.
Y esa es su herencia:*“Un sorriso que ilumine o mundo”. Los dise?adores Nuvi & ?xfico plasmaron esta frase de Dani en una pegatina con un sol que lleva su sonrisa y su nombre en los rayos. “Que se pegue en todas las esquinas”, les pide él, para que “ayude a la gente a cambiar su actitud ante la vida”.
Sedaci?n
Cumplidos sus deseos, el miércoles empezaron a sedarle. Mantenemos esta conversaci?n en el hospital, rodeados de sus amigos de toda la vida. Una tribu unida, con la broma como se?a de identidad, a la que él acaba de cohesionar todav?a m?s.*Hace p?blica su historia para ayudar a otros que se vean en una situaci?n parecida. Quiere que vean que es posible irse haciendo las cosas de otro modo.
La recta final no le da miedo. Cuenta que le dio muchas vueltas a la sedaci?n y pens? que le entrar?a “el tembleque” al pedirla. Pero no. Puede que su cuerpo resista “mucho, poco, no se sabe”. ?l espera “que no se demore mucho”. “Es sufrimiento para todos”, razona y hace balance: “Viv? mucho y me quedaba mucho por vivir, muchos planes, muchas cosas. A veces no se puede. Por lo menos puedo elegir c?mo irme y no me arrepiento de nada”.
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