الريــم
10-07-2023, 09:20 AM
La historia del takahé (Porphyrio hochstetteri) es el ejemplo de c?mo un programa de conservaci?n es capaz de recuperar especies que se hab?an dado completamente por perdidas, como es el caso de esta ave no voladora neozelandesa, que desde el siglo XIX se consideraba extinta.
Esta especie prehist?rica de la Isla Sur de Nueva Zelanda, caracter?stica por tener un pico rojo intenso y un plumaje azul muy llamativo, se ha convertido en todo un s?mbolo para los conservacionistas porque supone la ‘resurrecci?n’ de una especie declarada extinta en 1898 y que en la actualidad cuenta ya con m?s de 440 ejemplares, seg?n los ?ltimos datos del Departamento de Conservaci?n de Nueva Zelanda, que datan de 2021.
La vuelta a la vida del takahé se remonta a 1948, cuando el f?sico Geoffrey Orbell*junto a su equipo descubren los ?ltimos ejemplares silvestres de esta especie, que entonces se presum?a extinguida desde hac?a 50 a?os. Los ?ltimos supervivientes de esta especie se avistaron en las praderas de las monta?as Murchison, sobre el lago Te Anau, en la regi?n de Fiordland.
Image ID:
92951922
El ave ya cuenta con m?s de 400 ejemplares
zoochat
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1600
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El descubrimiento de Orbell puso en marcha un largo programa de conservaci?n, que en un principio se centr? en la protecci?n de la especie en cuatro islas libres de depredadores (Te Hoiere, Mana, Kapiti y Tiritiri Matangi) y que vivi? uno de sus principales hitos con la creaci?n del Centro Burwood Takahé, donde se incubaron artificialmente huevos silvestres y se criaron antes de devolverlos a su h?bitat.
En 2010 se continu? la repoblaci?n mediante la crianza de estas aves por sus propios padres en este centro as? como en otros santuarios. En 2018 se reintrodujo la especie en el Parque Nacional Kahurangi.
Image ID:
92951978
Primer plano de la cabeza del ave
M. C. Tobias
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1488
No fue un proceso corto ni tampoco sencillo, ya que la recuperaci?n vivi? serios altibajos, en especial en 2007, cuando una plaga de armi?os redujo a la mitad la poblaci?n de takahé en las monta?as Murchison. Ya en 2016 se consigue recuperar el n?mero de ejemplares y mantener un crecimiento constante de la poblaci?n de takahé.
Aves espirituales
Seg?n detalla el propio Departamento de Conservaci?n de Nueva Zelanda, el takahé tiene un “especial significado cultural, espiritual y tradicional” para los Ng?i Tahu, los iwi, una tribu maor? de la mayor parte de la Isla Sur de Nueva Zelanda.
El v?nculo entre la tribu y este ave es tan estrecho que llegan a considerar al takahé como un “taonga” (tesoro) e incluso ejercen de “kaitiaki” (guardianes) en colaboraci?n con el Departamento de Conservaci?n del pa?s para asegurar la protecci?n de la especie.
Esta especie puede vivir entre 16 y 18 a?os en libertad y entre 20 y 22 a?os si reside en un santuario. Suelen vivir en praderas, salvo cuando nieva con intensidad y se generan capas de nieve gruesas, lo que les obliga a desplazarse hacia zonas de bosque. Comen hojas ricas en almid?n procedentes de matas y juncos.
..........
Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/medio-ambiente/resucito-nueva-zelanda-ave-prehistorica-93044350)
Esta especie prehist?rica de la Isla Sur de Nueva Zelanda, caracter?stica por tener un pico rojo intenso y un plumaje azul muy llamativo, se ha convertido en todo un s?mbolo para los conservacionistas porque supone la ‘resurrecci?n’ de una especie declarada extinta en 1898 y que en la actualidad cuenta ya con m?s de 440 ejemplares, seg?n los ?ltimos datos del Departamento de Conservaci?n de Nueva Zelanda, que datan de 2021.
La vuelta a la vida del takahé se remonta a 1948, cuando el f?sico Geoffrey Orbell*junto a su equipo descubren los ?ltimos ejemplares silvestres de esta especie, que entonces se presum?a extinguida desde hac?a 50 a?os. Los ?ltimos supervivientes de esta especie se avistaron en las praderas de las monta?as Murchison, sobre el lago Te Anau, en la regi?n de Fiordland.
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El ave ya cuenta con m?s de 400 ejemplares
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El descubrimiento de Orbell puso en marcha un largo programa de conservaci?n, que en un principio se centr? en la protecci?n de la especie en cuatro islas libres de depredadores (Te Hoiere, Mana, Kapiti y Tiritiri Matangi) y que vivi? uno de sus principales hitos con la creaci?n del Centro Burwood Takahé, donde se incubaron artificialmente huevos silvestres y se criaron antes de devolverlos a su h?bitat.
En 2010 se continu? la repoblaci?n mediante la crianza de estas aves por sus propios padres en este centro as? como en otros santuarios. En 2018 se reintrodujo la especie en el Parque Nacional Kahurangi.
Image ID:
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Primer plano de la cabeza del ave
M. C. Tobias
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No fue un proceso corto ni tampoco sencillo, ya que la recuperaci?n vivi? serios altibajos, en especial en 2007, cuando una plaga de armi?os redujo a la mitad la poblaci?n de takahé en las monta?as Murchison. Ya en 2016 se consigue recuperar el n?mero de ejemplares y mantener un crecimiento constante de la poblaci?n de takahé.
Aves espirituales
Seg?n detalla el propio Departamento de Conservaci?n de Nueva Zelanda, el takahé tiene un “especial significado cultural, espiritual y tradicional” para los Ng?i Tahu, los iwi, una tribu maor? de la mayor parte de la Isla Sur de Nueva Zelanda.
El v?nculo entre la tribu y este ave es tan estrecho que llegan a considerar al takahé como un “taonga” (tesoro) e incluso ejercen de “kaitiaki” (guardianes) en colaboraci?n con el Departamento de Conservaci?n del pa?s para asegurar la protecci?n de la especie.
Esta especie puede vivir entre 16 y 18 a?os en libertad y entre 20 y 22 a?os si reside en un santuario. Suelen vivir en praderas, salvo cuando nieva con intensidad y se generan capas de nieve gruesas, lo que les obliga a desplazarse hacia zonas de bosque. Comen hojas ricas en almid?n procedentes de matas y juncos.
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Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
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