الريــم
10-06-2023, 08:20 PM
Después de haber ascendido por segunda vez a Primera Divisi?n, en junio de 2022, el*Girona FC*organiz? una fiesta en el*estadio de Montilivi:*m?sica, fuegos artificiales y una entrada triunfal de los jugadores que se hab?an convertido en héroes. El ?ltimo que pis? el césped fue*M?chel, el entrenador.*Entr? corriendo, sonriente y, de repente, se detuvo, cogi? el botell?n de agua que llevaba en la mano y lo estamp? con furia contra el terreno de juego. Luego, se rio a?n m?s. Era un gui?o, ir?nico, juguet?n, a su manera de funcionar durante un partido. El M?chel que dirige el equipo, de pie ante el banquillo, es un individuo en tensi?n (tiene el tic de abrir y cerrar a menudo los p?rpados y, aqu?, este gesto se multiplica), que gesticula y se enoja, que anda con desaz?n por toda el ?rea técnica cuando un jugador rifa la pelota sin jugarla como él querr?a y que, finalmente, en el instante supremo de arrebato, coge el botell?n y lo lanza con coraje contra el césped. Luego, de repente, cuando acaba el encuentro, cuando debe saludar al entrenador rival, cuando contesta las preguntas a la prensa, o cuando, al d?a siguiente, re?ne a los futbolistas para analizar aciertos y errores, se transforma en*una persona en extremo educada y racional, cercana y cordial,*que anima a los suyos con charlas y m?ximas motivadoras. Es probable que esta doble personalidad responda a una de las reflexiones que formula el escritor*James Kerr*en un libro m?tico sobre un equipo también m?tico, 'Legacy'. Habla de*la selecci?n de rugby de Nueva Zelanda, los All Blacks,*y tiene, por ejemplo, una definici?n como esta: “Cabeza caliente: tensi?n, ansiedad, agresividad; cabeza fr?a: relajaci?n, tranquilidad, ideas claras”.
El libro de Kerr es una especie de biblia para M?chel. Lo tiene subrayado y vuelve a él de vez en cuando. Contiene gran parte de su filosof?a como m?ster. “Una bandada de p?jaros dibuja una figura en el cielo y, por turnos, hay uno que los dirige. Es m?s efectivo volar as? que hacerlo solo, y*si alguno pierde el ritmo, los dem?s le esperan: no hay p?jaros rezagados”. U otro ejemplo: “Los l?deres son narradores de historias; todas las organizaciones nacieron de una historia emocionante”. Y otro: “La camiseta no es tuya; t? eres solo el cuerpo que ahora la lleva encima”.
Si juntamos todos estos conceptos y los mezclamos sale*el c?ctel M?chel.*Dedicaci?n, conciencia de la historia, necesidad de compartir el compromiso, de confeccionar*una m?stica del esfuerzo y también de la ambici?n.*Ser?a como una carta de identidad a la que, por supuesto, le faltar?a un ingrediente principal. No de las ant?podas, sino de un lugar m?s cercano, como*Vallecas.*M?chel no se entiende sin el barrio. Sin la fruter?a de Benjam?n y Candelas, sus padres, sin la casa de planta baja en la calle de Monte Oiz, junto a la colonia de San José:*“Aquellas casitas que algunos llamaban chabolas, pero que para nosotros eran un hogar”.*Luego, la familia fue algo m?s all?, siempre en Vallecas, a la zona de Palomeras. Pudieron acceder a una vivienda de protecci?n oficial, “un piso que para la familia era un lujo. ?Ir a vivir a un quinto piso! Me pasaba el d?a subiendo y bajando en el ascensor”.
De peque?o, M?chel estudi? en el*colegio Raimundo Lulio.*Quiz? le viene de ah? la voluntad de aprender catal?n una vez aterrizado en Girona. Y de las ense?anzas de la madre, claro, que le inculc? el respeto por los dem?s: un asunto de educaci?n y civilidad. M?chel, como me cuenta*David Torras,*jefe de comunicaci?n del Girona, ya compart?a desde sus inicios mensajes de voz privados en catal?n. Y entonces, un d?a, empez? a utilizar en p?blico la lengua del lugar que le acog?a “no como nada extraordinario, es pura l?gica: para ser feliz, cuanto m?s cerca est?s de la gente, mejor, y para estar con la gente debo poder hablar con ellos”. As? de f?cil. M?chel no pensaba que un gesto como aquél tendr?a tanta trascendencia. Pero la tuvo. Acab? conectando con los aficionados, asiste a sesiones de conversaci?n con un lingüista amigo, habla con una correcci?n cada d?a m?s evidente,*ha recibido un premio a la normalizaci?n lingü?stica*(donde volvi? a reivindicar el esp?ritu vallecano) y ahora, cuando la grada de animaci?n*Jovent Giron?*entona el c?ntico de “M?chel, català”, todo el estadio del Girona rinde homenaje a quien lleg? a la ciudad de los cuatro r?os para confirmar la belleza del f?tbol y la digna reivindicaci?n de la humildad.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/girona/michel-nino-vallecas-subio-ascensor-93023214)
El libro de Kerr es una especie de biblia para M?chel. Lo tiene subrayado y vuelve a él de vez en cuando. Contiene gran parte de su filosof?a como m?ster. “Una bandada de p?jaros dibuja una figura en el cielo y, por turnos, hay uno que los dirige. Es m?s efectivo volar as? que hacerlo solo, y*si alguno pierde el ritmo, los dem?s le esperan: no hay p?jaros rezagados”. U otro ejemplo: “Los l?deres son narradores de historias; todas las organizaciones nacieron de una historia emocionante”. Y otro: “La camiseta no es tuya; t? eres solo el cuerpo que ahora la lleva encima”.
Si juntamos todos estos conceptos y los mezclamos sale*el c?ctel M?chel.*Dedicaci?n, conciencia de la historia, necesidad de compartir el compromiso, de confeccionar*una m?stica del esfuerzo y también de la ambici?n.*Ser?a como una carta de identidad a la que, por supuesto, le faltar?a un ingrediente principal. No de las ant?podas, sino de un lugar m?s cercano, como*Vallecas.*M?chel no se entiende sin el barrio. Sin la fruter?a de Benjam?n y Candelas, sus padres, sin la casa de planta baja en la calle de Monte Oiz, junto a la colonia de San José:*“Aquellas casitas que algunos llamaban chabolas, pero que para nosotros eran un hogar”.*Luego, la familia fue algo m?s all?, siempre en Vallecas, a la zona de Palomeras. Pudieron acceder a una vivienda de protecci?n oficial, “un piso que para la familia era un lujo. ?Ir a vivir a un quinto piso! Me pasaba el d?a subiendo y bajando en el ascensor”.
De peque?o, M?chel estudi? en el*colegio Raimundo Lulio.*Quiz? le viene de ah? la voluntad de aprender catal?n una vez aterrizado en Girona. Y de las ense?anzas de la madre, claro, que le inculc? el respeto por los dem?s: un asunto de educaci?n y civilidad. M?chel, como me cuenta*David Torras,*jefe de comunicaci?n del Girona, ya compart?a desde sus inicios mensajes de voz privados en catal?n. Y entonces, un d?a, empez? a utilizar en p?blico la lengua del lugar que le acog?a “no como nada extraordinario, es pura l?gica: para ser feliz, cuanto m?s cerca est?s de la gente, mejor, y para estar con la gente debo poder hablar con ellos”. As? de f?cil. M?chel no pensaba que un gesto como aquél tendr?a tanta trascendencia. Pero la tuvo. Acab? conectando con los aficionados, asiste a sesiones de conversaci?n con un lingüista amigo, habla con una correcci?n cada d?a m?s evidente,*ha recibido un premio a la normalizaci?n lingü?stica*(donde volvi? a reivindicar el esp?ritu vallecano) y ahora, cuando la grada de animaci?n*Jovent Giron?*entona el c?ntico de “M?chel, català”, todo el estadio del Girona rinde homenaje a quien lleg? a la ciudad de los cuatro r?os para confirmar la belleza del f?tbol y la digna reivindicaci?n de la humildad.
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