الريــم
10-05-2023, 01:35 PM
No es f?cil etiquetar a una banda como (https://www.epe.es/es/cultura/20231005/comunion-total-the-national-concierto-wizink-center-madrid-92950196)The National (https://www.epe.es/es/cultura/20231005/comunion-total-the-national-concierto-wizink-center-madrid-92950196), a veces rock, a veces pop, cuyas canciones, cuando en la primera escucha de cualquiera de sus ?lbumes uno cree encontrarse con una colecci?n de medios tiempos, de repente se topa con un trallazo a la guitarra de cualquiera de los hermanos Dressner, Aaron o Bryce, que rompen la armon?a melanc?lica que nutre su cancionero. Su vocalista, Matt Berninger, es a la m?sica lo que aquel falso titular de Lola Flores del The New York Times, «ni canta ni baila pero no se lo pierdan». Las acotaciones vocales de Berninger no son un problema: susurra m?s que canta; recita m?s que entona. Da lo mismo. Nadie acude a ver a The National o pone en escucha sus ?lbumes para asistir a una lecci?n de canto, sino para sumergirse en la melancol?a arrebatadora de las letras y la voz envolvente del vocalista, parapetada sobre el colch?n de armon?as instrumentales que respaldan los arpegios de los Dressner, la base r?tmica de los también hermanos Devendorf, Bryan (bater?a) y Scott (bajo) y la fabulosa secci?n de vientos que acompa?a al grupo.
Ante m?s de 10.000 personas (el Wizink Center de Madrid presentaba algunos huecos en las gradas), The National se entreg? hasta confirmar una comuni?n absoluta con los asistentes. Les precedi? el m?s que solvente Bartees Strange, que lidera una banda a tener muy en cuenta en el futuro. Momentos después, Berninger, espigado, elegante, con ese aspecto entre alto directivo de Deloitte y personaje secundario de Succesion a punto de comprar la empresa a los Roy, tard? 20 canciones en interlocutar con el respetable, mientras Aaron Dressner se encargaba de presentar los temas y de recordar al p?blico aquella primera actuaci?n en Madrid de 2005 en la sala Moby Dick. Su primer ‘gracias’ no se oy? hasta cumplirse casi dos horas de actuaci?n, pero Berninger dispone de decenas de maneras de intimar con el p?blico sin hablar con él, y se dirige a su audiencia a base de gestualidad y comunicaci?n no verbal mientras interpreta piezas de un profundo dolor que comparte con la gente de pista, a la que hace c?mplice de todos sus pesares. El parloteo se lo deja a Aaron, que no es un cualquiera. Lo que ha crecido este instrumentista y productor al que Taylor Swift debe su apabullante crecimiento como reina indiscutible del momento. Los ?ltimos ?lbumes de Swift podr?an atribuirse a la banda formada en Brooklyn.
Ven?a The National a presentar en Espa?a sus dos ?ltimos trabajos, First two pages of ‘Frankenstein’ y Laugh Track, dos ?lbumes contundentes, publicados ambos el mismo a?o, a la manera antigua, el primero de ellos nacido de la depresi?n de Matt Berninger durante el confinamiento pandémico de 2020, dos trabajos fruto de la promiscuidad creativa de la banda. Laugh Track no es en absoluto una colecci?n de descartes, sino fruto de un estado de gracia compositiva nacida del ‘abismo’ (as? lo califica su letrista y cantante) que estuvo a punto de romper el grupo tras 20 a?os de actividad.
The National conforman una magia inexplicable basada en la solidez instrumental y el carisma de su 'frontman'
The National conforman una magia inexplicable basada en la solidez instrumental y el carisma de su frontman. Inexplicable porque a diferencia de otras formaciones coet?neas, The National carece de un repertorio pegadizo, tarareable, lo que para su hinchada no representa problema. El grueso de la asistencia a sus actuaciones, y la del Wizink no fue una excepci?n, se mueve entre hombres y mujeres de los 30 a los 60, un p?blico adulto, entendido, que no acude a saltar en primera fila y prefiere al quinteto en la intimidad de un concierto ?nico que en la algarab?a an?rquica de los festivales.
Y as? fueron cayendo las piezas de un setlist que en Madrid sum? hasta 29 canciones, alguna de propina respecto a las anteriores actuaciones en Europa. Llegaron pronto Eucalyptus y Tropic Morning News, de First two pages… La segunda ya naci? como un cl?sico. Y as? fueron cayendo Don't Swallow the Cap, Bloodbuzz Ohio, I Need My Girl, Cherry Tree, Day I die, Pink Rabbits… hasta la tanda de bises con cinco ca?onazos. Entonces s?. Lo esperado. Para preocupaci?n del asistente que se ocupaba de alargar el cable del micr?fono, Matt Berninger baj? del escenario y se adentr? entre el p?blico m?s all? de la mitad de la pista del Wizink, en comuni?n total con la muchachada. Ocurri? mientras interpretaban Mr. November y repiti? con Space Invader, para acabar invitando al p?blico a cantar en ac?stico Vanderlyle Crybaby Geeks, del ?lbum High Violet, con la que cerraron actuaci?n. Entonces culmin? la catarsis, ese momento en que el artista se fusiona con quien le da sentido a su oficio. Berninger ya no destroza el micr?fono contra su cabeza como le hemos visto otras veces, pero sigue siendo electrizante, maravillosamente invadido por la melancol?a.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/comunion-total-the-national-92956757)
Ante m?s de 10.000 personas (el Wizink Center de Madrid presentaba algunos huecos en las gradas), The National se entreg? hasta confirmar una comuni?n absoluta con los asistentes. Les precedi? el m?s que solvente Bartees Strange, que lidera una banda a tener muy en cuenta en el futuro. Momentos después, Berninger, espigado, elegante, con ese aspecto entre alto directivo de Deloitte y personaje secundario de Succesion a punto de comprar la empresa a los Roy, tard? 20 canciones en interlocutar con el respetable, mientras Aaron Dressner se encargaba de presentar los temas y de recordar al p?blico aquella primera actuaci?n en Madrid de 2005 en la sala Moby Dick. Su primer ‘gracias’ no se oy? hasta cumplirse casi dos horas de actuaci?n, pero Berninger dispone de decenas de maneras de intimar con el p?blico sin hablar con él, y se dirige a su audiencia a base de gestualidad y comunicaci?n no verbal mientras interpreta piezas de un profundo dolor que comparte con la gente de pista, a la que hace c?mplice de todos sus pesares. El parloteo se lo deja a Aaron, que no es un cualquiera. Lo que ha crecido este instrumentista y productor al que Taylor Swift debe su apabullante crecimiento como reina indiscutible del momento. Los ?ltimos ?lbumes de Swift podr?an atribuirse a la banda formada en Brooklyn.
Ven?a The National a presentar en Espa?a sus dos ?ltimos trabajos, First two pages of ‘Frankenstein’ y Laugh Track, dos ?lbumes contundentes, publicados ambos el mismo a?o, a la manera antigua, el primero de ellos nacido de la depresi?n de Matt Berninger durante el confinamiento pandémico de 2020, dos trabajos fruto de la promiscuidad creativa de la banda. Laugh Track no es en absoluto una colecci?n de descartes, sino fruto de un estado de gracia compositiva nacida del ‘abismo’ (as? lo califica su letrista y cantante) que estuvo a punto de romper el grupo tras 20 a?os de actividad.
The National conforman una magia inexplicable basada en la solidez instrumental y el carisma de su 'frontman'
The National conforman una magia inexplicable basada en la solidez instrumental y el carisma de su frontman. Inexplicable porque a diferencia de otras formaciones coet?neas, The National carece de un repertorio pegadizo, tarareable, lo que para su hinchada no representa problema. El grueso de la asistencia a sus actuaciones, y la del Wizink no fue una excepci?n, se mueve entre hombres y mujeres de los 30 a los 60, un p?blico adulto, entendido, que no acude a saltar en primera fila y prefiere al quinteto en la intimidad de un concierto ?nico que en la algarab?a an?rquica de los festivales.
Y as? fueron cayendo las piezas de un setlist que en Madrid sum? hasta 29 canciones, alguna de propina respecto a las anteriores actuaciones en Europa. Llegaron pronto Eucalyptus y Tropic Morning News, de First two pages… La segunda ya naci? como un cl?sico. Y as? fueron cayendo Don't Swallow the Cap, Bloodbuzz Ohio, I Need My Girl, Cherry Tree, Day I die, Pink Rabbits… hasta la tanda de bises con cinco ca?onazos. Entonces s?. Lo esperado. Para preocupaci?n del asistente que se ocupaba de alargar el cable del micr?fono, Matt Berninger baj? del escenario y se adentr? entre el p?blico m?s all? de la mitad de la pista del Wizink, en comuni?n total con la muchachada. Ocurri? mientras interpretaban Mr. November y repiti? con Space Invader, para acabar invitando al p?blico a cantar en ac?stico Vanderlyle Crybaby Geeks, del ?lbum High Violet, con la que cerraron actuaci?n. Entonces culmin? la catarsis, ese momento en que el artista se fusiona con quien le da sentido a su oficio. Berninger ya no destroza el micr?fono contra su cabeza como le hemos visto otras veces, pero sigue siendo electrizante, maravillosamente invadido por la melancol?a.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/comunion-total-the-national-92956757)