الريــم
10-02-2023, 08:30 PM
Quiz? porque tuvo tiempo para madurarlo, quiz? porque ya el d?a de las elecciones municipales, el 28 de mayo, qued? claro que no volver?a a ser alcaldesa, no se ha visto a Ada Colau demostrar un sufrimiento excesivo por la pérdida del cargo que ocup? desde 2015 hasta el pasado 17 de junio. Han sido ocho a?os muy intensos en la vida de una persona que hasta entonces viv?a sin sufrir una excesiva presi?n medi?tica pese a que como portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ya era un tanto conocida. Lo que est? claro es que como activista no ten?a los enemigos que hizo después.
Como alcaldesa, su personaje y su gesti?n han tenido un efecto de polarizaci?n evidente: la gente que la quer?a la ha seguido apreciando, en tanto que los que la detestan, la otra mitad, se han afianzado en su odio. En el rechazo a algunas de las medida que tom?, como el recorte del espacio p?blico para el veh?culo privado y la oposici?n abierta a los fondos inmobiliarios, se mezclaron acusaciones falsas como la de que se hab?a comprado viviendas de tapadillo o la de que pasaba d?as de vacaciones de inc?gnito en resorts de lujo.
Menos presi?n
Con la pérdida de la alcald?a, ha llegado la pausa. Barcelona en Com? acab? tercera en las municipales, a apenas 350 votos del segundo, el PSC, aunque con un concejal menos, lo que se convirti? en un matiz nada menor. Como tercera fuerza, los Comuns ten?an pr?cticamente imposible imponer a Colau como alcaldesa, ni siquiera durante parte del mandato.
As? que muerto el perro, se acab? la rabia, y el enfoque de los Comuns pas? a ser distinto. De buscar una participaci?n en el gobierno que por ahora no ha cuajado, a utilizar los nueves ediles logrados para condicionar el gobierno en la pr?rroga de la investidura, con el argumento de salvar en lo posible la gesti?n realizada al evitar que Junts dirigiera la ciudad y desmantelara su legado. Y todo ello con el coste de hacerlo de la mano del PP tras asegurar que no lo har?a. Pero después de en 2019 Colau repitiera como alcaldesa gracias a Manuel Valls, lo de este verano no ha resultado especialmente llamativo.
Transporte p?blico
Desde el pleno de investidura que ten?a que ser la de Xavier Trias y acab? siendo la de Jaume Collboni, Colau ha podido desaparecer en gran medida del escenario. Es evidente que desde julio se la ha visto poco, si bien fuentes de Barcelona en Com? subrayan que mantiene una actividad laboral similar: “El ritmo de trabajo no ha bajado, solo el de exposici?n p?blica”.
Lo que las mismas fuentes s? confirman es que la exalcaldesa ha podido recuperar una parte relevante de su vida privada. Como alcaldesa, ya iba a llevar a sus hijos al colegio al iniciar su jornada. Es algo que sigue haciendo, dicen. Que siempre ha sido innegociable. Pero precisan que ahora vuelve a moverse en transporte p?blico, relegando el coche oficial que la ha llevado los ?ltimos a?os. La verdad es que el metro es de lejos la mejor forma de acudir a la plaza de Sant Jaume con la Via Laietana en obras, pero esa es otra historia.
Encima de las negociaciones
Colau trabaja en su despacho de presidenta del grupo de Barcelona en Com?, en sesi?n de ma?ana y tarde: “Est? encima de las negociaciones de gobierno en Barcelona”, indica un integrante de la organizaci?n del partido. Pero su presencia p?blica de ha reducido. Después de pasar las vacaciones en familia, en septiembre ha concedido dos entrevistas, una a Betevé y otra a ‘Els Matins de TV3’.
En la Mercè, mantuvo un perfil bajo, solo acudi? al preg?n. En el pleno municipal del pasado viernes intervino, pero durante los d?as previos, en los que Barcelona en Com? ha empezado a ejercer de grupo de la oposici?n, las caras del colectivo han sido su portavoz y su portavoz adjunta, Jordi Mart? y Janet Sanz.
Ministra, activista, concejala
Dicen gente de su equipo que Colau ha tenido que soportar una auditor?a constante y muy superior a personas que llevan décadas en la pol?tica, y que es l?gico que tras el desenlace electoral la lupa haya perdido fuerza. Pero sus colaboradores insisten en que aunque no trascienda siempre, tiene “mucha presencia en la ciudad”, con la asistencia a fiestas de barrios, obras de teatro, actos de entidades sociales.
Es una etapa que parece la calma antes de una nueva vida que est? por definirse. Colau ha afirmado que su prop?sito es dejar cerrado un pacto de izquierdas en Barcelona antes de irse del ayuntamiento, es decir, una alianza con el PSC y a poder ser ERC para que los 24 concejales que suman formen una mayor?a estable. Nadie cree que ella tenga intenci?n de ser teniente de alcalde de un gobierno con Collboni de alcalde.
Vivienda, Igualdad, Derechos Sociales
Este lunes trascend?a que Yolanda D?az la ha propuesto como una de las ministras de las ?reas que correspondan a Sumar, con opciones de convertirse en la titular de Vivienda, Igualdad o Derechos Sociales. Pero Barcelona en Com? niega que ahora mismo se esté hablando de quién ocupar? ministerios.
Lo que resulta incontestable es que Colau disfruta ahora de cierto repliegue tras ocho a?os de actividad constante que seguramente no podr? mantener cuando inicie su siguiente etapa, sea esta como ministra, como activista, como dirigente de una entidad internacional o en la labor que acabe asumiendo, porque como dec?a uno de los miembros m?s destacados de su equipo semanas atr?s: “En realidad, quiz? ni ella sabe qué har? dentro de un tiempo”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/vida-ada-colau-alcaldia-barcelona-92839302)
Como alcaldesa, su personaje y su gesti?n han tenido un efecto de polarizaci?n evidente: la gente que la quer?a la ha seguido apreciando, en tanto que los que la detestan, la otra mitad, se han afianzado en su odio. En el rechazo a algunas de las medida que tom?, como el recorte del espacio p?blico para el veh?culo privado y la oposici?n abierta a los fondos inmobiliarios, se mezclaron acusaciones falsas como la de que se hab?a comprado viviendas de tapadillo o la de que pasaba d?as de vacaciones de inc?gnito en resorts de lujo.
Menos presi?n
Con la pérdida de la alcald?a, ha llegado la pausa. Barcelona en Com? acab? tercera en las municipales, a apenas 350 votos del segundo, el PSC, aunque con un concejal menos, lo que se convirti? en un matiz nada menor. Como tercera fuerza, los Comuns ten?an pr?cticamente imposible imponer a Colau como alcaldesa, ni siquiera durante parte del mandato.
As? que muerto el perro, se acab? la rabia, y el enfoque de los Comuns pas? a ser distinto. De buscar una participaci?n en el gobierno que por ahora no ha cuajado, a utilizar los nueves ediles logrados para condicionar el gobierno en la pr?rroga de la investidura, con el argumento de salvar en lo posible la gesti?n realizada al evitar que Junts dirigiera la ciudad y desmantelara su legado. Y todo ello con el coste de hacerlo de la mano del PP tras asegurar que no lo har?a. Pero después de en 2019 Colau repitiera como alcaldesa gracias a Manuel Valls, lo de este verano no ha resultado especialmente llamativo.
Transporte p?blico
Desde el pleno de investidura que ten?a que ser la de Xavier Trias y acab? siendo la de Jaume Collboni, Colau ha podido desaparecer en gran medida del escenario. Es evidente que desde julio se la ha visto poco, si bien fuentes de Barcelona en Com? subrayan que mantiene una actividad laboral similar: “El ritmo de trabajo no ha bajado, solo el de exposici?n p?blica”.
Lo que las mismas fuentes s? confirman es que la exalcaldesa ha podido recuperar una parte relevante de su vida privada. Como alcaldesa, ya iba a llevar a sus hijos al colegio al iniciar su jornada. Es algo que sigue haciendo, dicen. Que siempre ha sido innegociable. Pero precisan que ahora vuelve a moverse en transporte p?blico, relegando el coche oficial que la ha llevado los ?ltimos a?os. La verdad es que el metro es de lejos la mejor forma de acudir a la plaza de Sant Jaume con la Via Laietana en obras, pero esa es otra historia.
Encima de las negociaciones
Colau trabaja en su despacho de presidenta del grupo de Barcelona en Com?, en sesi?n de ma?ana y tarde: “Est? encima de las negociaciones de gobierno en Barcelona”, indica un integrante de la organizaci?n del partido. Pero su presencia p?blica de ha reducido. Después de pasar las vacaciones en familia, en septiembre ha concedido dos entrevistas, una a Betevé y otra a ‘Els Matins de TV3’.
En la Mercè, mantuvo un perfil bajo, solo acudi? al preg?n. En el pleno municipal del pasado viernes intervino, pero durante los d?as previos, en los que Barcelona en Com? ha empezado a ejercer de grupo de la oposici?n, las caras del colectivo han sido su portavoz y su portavoz adjunta, Jordi Mart? y Janet Sanz.
Ministra, activista, concejala
Dicen gente de su equipo que Colau ha tenido que soportar una auditor?a constante y muy superior a personas que llevan décadas en la pol?tica, y que es l?gico que tras el desenlace electoral la lupa haya perdido fuerza. Pero sus colaboradores insisten en que aunque no trascienda siempre, tiene “mucha presencia en la ciudad”, con la asistencia a fiestas de barrios, obras de teatro, actos de entidades sociales.
Es una etapa que parece la calma antes de una nueva vida que est? por definirse. Colau ha afirmado que su prop?sito es dejar cerrado un pacto de izquierdas en Barcelona antes de irse del ayuntamiento, es decir, una alianza con el PSC y a poder ser ERC para que los 24 concejales que suman formen una mayor?a estable. Nadie cree que ella tenga intenci?n de ser teniente de alcalde de un gobierno con Collboni de alcalde.
Vivienda, Igualdad, Derechos Sociales
Este lunes trascend?a que Yolanda D?az la ha propuesto como una de las ministras de las ?reas que correspondan a Sumar, con opciones de convertirse en la titular de Vivienda, Igualdad o Derechos Sociales. Pero Barcelona en Com? niega que ahora mismo se esté hablando de quién ocupar? ministerios.
Lo que resulta incontestable es que Colau disfruta ahora de cierto repliegue tras ocho a?os de actividad constante que seguramente no podr? mantener cuando inicie su siguiente etapa, sea esta como ministra, como activista, como dirigente de una entidad internacional o en la labor que acabe asumiendo, porque como dec?a uno de los miembros m?s destacados de su equipo semanas atr?s: “En realidad, quiz? ni ella sabe qué har? dentro de un tiempo”.
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