الريــم
09-23-2023, 02:30 PM
El conocido como el crimen de la Guardia Urbana se ha alzado como una de las series espa?olas del momento de Netflix. Tanto que la tenemos por partida doble en la plataforma. Dos visiones muy distintas de los mismos hechos. Contrapuestas pero también complementarias. Por decirlo de una manera simple, una sostiene la tesis de la culpabilidad de Rosa Peral en el asesinato de su pareja y narra los hechos en forma de ficci?n. En El cuerpo en llamas, se nos presenta una femme fatal que logr? embaucar a su amante y compa?ero de trabajo (al que cari?osamente llamaba tontolbote) para matar a la actual pareja de ésta. La otra es una pel?cula documental en formato true crime (Las cintas de Rosa Peral) que aporta la novedad del testimonio de la propia Rosa Peral desde prisi?n y en la que (sorpresa) se viene a cuestionar el resultado del juicio y a sostener que no era tan culpable como la pintaban las acusaciones. Al menos no ser?a tanto culpable como v?ctima. Ambos t?tulos se han alzado como los t?tulos m?s vistos de la plataforma a lo largo de esta semana, logrando que Rosa Peral vuelva a romper su silencio de prisi?n para arremeter contra la obra de ficci?n protagonizada por ?rsula Corber?, tras haber tratado sin éxito frenar por la v?a judicial el estreno de la serie de ficci?n.
Dos versiones para un mismo hecho. En una Rosa Peral es inocente, en la otra es culpable. Si esta versi?n no te gusta, aqu? tienes la otra. Y todos contentos. El principal problema de estas series basadas en hechos reales recientes es que sus autores muchas veces se ven limitados para contar lo que querr?an contar si no quieren meterse en l?os legales. A la ficci?n se le exigen determinadas ocasiones una serie de cosas que a un documental no. El propio fiscal del caso lo dice en el reportaje. En el Derecho Penal no se necesita demostrar los por qués o el m?vil, basta con demostrar la culpabilidad. A cualquier serie de ficci?n no entrar en las motivaciones de los personajes dejar?a la historia coja o con problemas de verosimilitud en su argumento.Aunque lo cierto es que tanto el documental como la ficci?n cogen aquellos elementos que les interesan para defender su tesis y descartan lo que les molesta. De esta manera, la serie se toma la libertad de prescindir de los apellidos reales de sus protagonistas. cambiar los nombres reales de algunos de sus personajes o algunas de sus circunstancias personales e incluso introducir otros nuevos que son puramente de ficci?n. Seg?n parece, la tenaz investigadora que resuelve el crimen no existi? como tal y es una amalgama de todos los agentes que intervinieron en el caso. Algunos actores guardan similitud f?sica con sus contrapartidas reales, otros no tanto. La elecci?n de los actores ha sido muy acertada. Adem?s tenemos un caso de metaficci?n cuando pensamos que Tokyo ya mat? a Gand?a en La casa de papel.
Para los seguidores de esta historia hay una tercera pata en la competencia, la serie documental realizada por Carles Porta hace dos a?os titulada El crimen de la Guardia Urbana, que se convirti? en un fen?mento en TV3 y que est? disponible en Movistar y que es la que trata de ofrecer todas las versiones en estos hechos. Porque en este crimen hab?a un segundo acusado y su versi?n ni siquiera se nos expone m?nimamente en el documental, cuando estamos en un acusado en el que los dos implicados se culpan el uno al otro.
El problema del formato true crime es que cuanto m?s recientes sean los hechos, y adem?s unos de una naturaleza tan delicada como éstos, m?s posibilidades hay de que se ofenda a algunas de las personas directamente involucradas en los hechos. Pero, ?tendr?a la misma repercusi?n contar esta historia dentro de 25 a?os? El éxito del género documental ha provocado que muchas productoras se pongan a bucear entre las hemerotecas en busca de historias que llevar a la pantalla. Algunas muy conocidas que son examinadas desde nuevas perspectivas.Incluso en hechos que no tienen nada que con s?rdidos cr?menes han ocurrido polémicas sobre hasta qué punto debe ajustar una ficci?n a la realidad. Como por ejemplo le ha pasado a Netflix con The Crown y sus polémicas con la Familia Real brit?nica a cuenta de los episodios que narran sobre la relaci?n de Carlos y Lady Di. Pero una cosa es eso y otra entrar a explicar si alguien mat? a otro o no. Y m?s si ese alguien ha salido absuelto por falta de pruebas pese a que no eran tan inocente como dec?a la sentencia. Ser?a meterse en un verdadero berenjenal. Es algo que consegu?a de manera magistral Ryan Murphy con el proceso a O. J. Simpson en American Crime Story. A veces se opta por inspirarse en los hechos reales pero cambiar las identidades y el entorno de todos los protagonistas para decir aquellas cosas que no se podr?an decir en el caso de usar sus identidades reales. Sin embargo, el crimen de la Guardia Urbana ten?a tantos elementos jugosos que a lo mejor no hubieran sido cre?bles contadas como si se tratara de una obra de ficci?n.
No segu? el caso de Rosa Peral muy por encima en su d?a, salvo alg?n titular o alguna cr?nica de la investigaci?n. Por lo que lo que he podido conocer es por lo que las dos series de Netflix me han contado. El cuerpo de Pedro Rodr?guez, agente de la Guardia Urbana de Barcelona, fue hallado calcinado en el maletero de un coche el 4 de mayo de 2017 en las inmediaciones del pantano de Foix. De no ser por un tornillo que ten?a en la espalda por una operaci?n de columna, los Mossos nunca lo hubieran identificado. Bast? con desvelar su identidad y establecer su relaci?n con los otros dos acusados para que las piezas del puzzle encajaran y se les pudiera condenar por una prueba de indicios que llevaba inexorablemente hasta ellos. Porque sino hab?a pruebas directas es porque los acusados ya se encargaron de que las hubiera. Bast? el que las Fuerzas de Seguridad rascaran un poco en el tipo de relaci?n que hab?a entre los implicados. La serie rehuye de intentar mostrar c?mo fue el crimen y se ci?e a los hechos que quedaron probados en la sentencia. Incluso deja un resquicio a la propia versi?n de Rosa cuando tras el veredicto vemos la reacci?n de la polic?a que llev? la investigaci?n al ver entre quienes est?n celebrando la condena al implicado en el caso de una pornovenganza que denunci? la agente. Un plano con el que se deja la duda de que a lo mejor podr?a haber detr?s de todo un trasfondo mucho m?s complicado que lo que se ha percibido a simple vista.
El documental recurre a la trampa de insinuar que a Rosa se la juzgaba por su promiscuidad sexual y no si realmente cometi? o no el delito. Como si estuviéramos ante un nuevo caso de Dolores V?zquez. Y de esta manera, la acusada se convierte en v?ctima. Pero ser v?ctima de un delito, no exonera de haber cometido un asesinato. Peral asegura que fue Albert, su examante, quien mat? a Pedro y que ella se vio atrapada en una situaci?n de temor a las represalias. Esta explicaci?n del miedo insuperable choca el que los mensajes entre ambos apuntaran a que estaban planeando una escapadita a Port Aventura después del crimen. O que los dos se hab?an ido juntos a una fiesta con m?s polic?as la noche en que apareci? el cad?ver, aunque mi fuente para este dato es la serie. El fiscal también lo explica muy bien. En el proceso, no se juzgaba la promiscuidad sexual de Rosa. Lo relevante para el caso es c?mo ella utilizaba el sexo para que Albert le ayudara. De hecho, la versi?n de él es que fue Rosa quien mat? a Pedro y que le habr?a llamado para deshacerse del cad?ver. Pero con las pocas pruebas que hab?a era una quimera llegar a saber qué papel tuvo cada uno en el crimen. Y m?s teniendo en cuenta que en Espa?a los acusados tienen derecho a mentir para defenderse. La jugada maestra del fiscal consisti? en que bastaba con demostrar que los dos participaron. Y esto lo dice alguien que ha estado m?s de veinte a?os escribiendo informaci?n judicial, raros son los casos en los que un jurado condena existiendo una m?nima duda. A veces pasa, pero por lo general pocos se atreven a mandar a alguien 25 a?os a la c?rcel a no ser que lo tengan muy claro.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/television/rosa-peral-viudas-negras-netflix-92458104)
Dos versiones para un mismo hecho. En una Rosa Peral es inocente, en la otra es culpable. Si esta versi?n no te gusta, aqu? tienes la otra. Y todos contentos. El principal problema de estas series basadas en hechos reales recientes es que sus autores muchas veces se ven limitados para contar lo que querr?an contar si no quieren meterse en l?os legales. A la ficci?n se le exigen determinadas ocasiones una serie de cosas que a un documental no. El propio fiscal del caso lo dice en el reportaje. En el Derecho Penal no se necesita demostrar los por qués o el m?vil, basta con demostrar la culpabilidad. A cualquier serie de ficci?n no entrar en las motivaciones de los personajes dejar?a la historia coja o con problemas de verosimilitud en su argumento.Aunque lo cierto es que tanto el documental como la ficci?n cogen aquellos elementos que les interesan para defender su tesis y descartan lo que les molesta. De esta manera, la serie se toma la libertad de prescindir de los apellidos reales de sus protagonistas. cambiar los nombres reales de algunos de sus personajes o algunas de sus circunstancias personales e incluso introducir otros nuevos que son puramente de ficci?n. Seg?n parece, la tenaz investigadora que resuelve el crimen no existi? como tal y es una amalgama de todos los agentes que intervinieron en el caso. Algunos actores guardan similitud f?sica con sus contrapartidas reales, otros no tanto. La elecci?n de los actores ha sido muy acertada. Adem?s tenemos un caso de metaficci?n cuando pensamos que Tokyo ya mat? a Gand?a en La casa de papel.
Para los seguidores de esta historia hay una tercera pata en la competencia, la serie documental realizada por Carles Porta hace dos a?os titulada El crimen de la Guardia Urbana, que se convirti? en un fen?mento en TV3 y que est? disponible en Movistar y que es la que trata de ofrecer todas las versiones en estos hechos. Porque en este crimen hab?a un segundo acusado y su versi?n ni siquiera se nos expone m?nimamente en el documental, cuando estamos en un acusado en el que los dos implicados se culpan el uno al otro.
El problema del formato true crime es que cuanto m?s recientes sean los hechos, y adem?s unos de una naturaleza tan delicada como éstos, m?s posibilidades hay de que se ofenda a algunas de las personas directamente involucradas en los hechos. Pero, ?tendr?a la misma repercusi?n contar esta historia dentro de 25 a?os? El éxito del género documental ha provocado que muchas productoras se pongan a bucear entre las hemerotecas en busca de historias que llevar a la pantalla. Algunas muy conocidas que son examinadas desde nuevas perspectivas.Incluso en hechos que no tienen nada que con s?rdidos cr?menes han ocurrido polémicas sobre hasta qué punto debe ajustar una ficci?n a la realidad. Como por ejemplo le ha pasado a Netflix con The Crown y sus polémicas con la Familia Real brit?nica a cuenta de los episodios que narran sobre la relaci?n de Carlos y Lady Di. Pero una cosa es eso y otra entrar a explicar si alguien mat? a otro o no. Y m?s si ese alguien ha salido absuelto por falta de pruebas pese a que no eran tan inocente como dec?a la sentencia. Ser?a meterse en un verdadero berenjenal. Es algo que consegu?a de manera magistral Ryan Murphy con el proceso a O. J. Simpson en American Crime Story. A veces se opta por inspirarse en los hechos reales pero cambiar las identidades y el entorno de todos los protagonistas para decir aquellas cosas que no se podr?an decir en el caso de usar sus identidades reales. Sin embargo, el crimen de la Guardia Urbana ten?a tantos elementos jugosos que a lo mejor no hubieran sido cre?bles contadas como si se tratara de una obra de ficci?n.
No segu? el caso de Rosa Peral muy por encima en su d?a, salvo alg?n titular o alguna cr?nica de la investigaci?n. Por lo que lo que he podido conocer es por lo que las dos series de Netflix me han contado. El cuerpo de Pedro Rodr?guez, agente de la Guardia Urbana de Barcelona, fue hallado calcinado en el maletero de un coche el 4 de mayo de 2017 en las inmediaciones del pantano de Foix. De no ser por un tornillo que ten?a en la espalda por una operaci?n de columna, los Mossos nunca lo hubieran identificado. Bast? con desvelar su identidad y establecer su relaci?n con los otros dos acusados para que las piezas del puzzle encajaran y se les pudiera condenar por una prueba de indicios que llevaba inexorablemente hasta ellos. Porque sino hab?a pruebas directas es porque los acusados ya se encargaron de que las hubiera. Bast? el que las Fuerzas de Seguridad rascaran un poco en el tipo de relaci?n que hab?a entre los implicados. La serie rehuye de intentar mostrar c?mo fue el crimen y se ci?e a los hechos que quedaron probados en la sentencia. Incluso deja un resquicio a la propia versi?n de Rosa cuando tras el veredicto vemos la reacci?n de la polic?a que llev? la investigaci?n al ver entre quienes est?n celebrando la condena al implicado en el caso de una pornovenganza que denunci? la agente. Un plano con el que se deja la duda de que a lo mejor podr?a haber detr?s de todo un trasfondo mucho m?s complicado que lo que se ha percibido a simple vista.
El documental recurre a la trampa de insinuar que a Rosa se la juzgaba por su promiscuidad sexual y no si realmente cometi? o no el delito. Como si estuviéramos ante un nuevo caso de Dolores V?zquez. Y de esta manera, la acusada se convierte en v?ctima. Pero ser v?ctima de un delito, no exonera de haber cometido un asesinato. Peral asegura que fue Albert, su examante, quien mat? a Pedro y que ella se vio atrapada en una situaci?n de temor a las represalias. Esta explicaci?n del miedo insuperable choca el que los mensajes entre ambos apuntaran a que estaban planeando una escapadita a Port Aventura después del crimen. O que los dos se hab?an ido juntos a una fiesta con m?s polic?as la noche en que apareci? el cad?ver, aunque mi fuente para este dato es la serie. El fiscal también lo explica muy bien. En el proceso, no se juzgaba la promiscuidad sexual de Rosa. Lo relevante para el caso es c?mo ella utilizaba el sexo para que Albert le ayudara. De hecho, la versi?n de él es que fue Rosa quien mat? a Pedro y que le habr?a llamado para deshacerse del cad?ver. Pero con las pocas pruebas que hab?a era una quimera llegar a saber qué papel tuvo cada uno en el crimen. Y m?s teniendo en cuenta que en Espa?a los acusados tienen derecho a mentir para defenderse. La jugada maestra del fiscal consisti? en que bastaba con demostrar que los dos participaron. Y esto lo dice alguien que ha estado m?s de veinte a?os escribiendo informaci?n judicial, raros son los casos en los que un jurado condena existiendo una m?nima duda. A veces pasa, pero por lo general pocos se atreven a mandar a alguien 25 a?os a la c?rcel a no ser que lo tengan muy claro.
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