الريــم
09-02-2023, 09:54 AM
Una de las pel?culas can?nicas del cine cl?sico de Hollywood, 'Casablanca', ya propon?a una relaci?n triangular en la que la protagonista femenina, Ingrid Bergman, ten?a que decidir entre el cari?o hacia su marido y la ética pol?tica que este representaba, ya que se trata de un l?der de la resistencia contra los nazis, y el amor y deseo que a?n siente por el viril y escéptico Humphrey Bogart, con quien vivi? una rom?ntica historia en Par?s.
El cine estadounidense ha planteado por lo general de forma conservadora las historias de infidelidades y tri?ngulos sentimentales. Ha tenido la virtud de enmascarar como finales felices historias mucho m?s amargas como la misma de ‘Casablanca’, pues es evidente que Ingrid Bergman est? enamorada de Bogart pero decide irse con su marido, y Bogart, lejos de venirse abajo, se compromete ahora por la causa antinazi y le suelta al jefe de polic?a aquello de que presiente que con él est? naciendo una gran amistad.
El nuevo Hollywood de finales de los 60 busc? algo m?s de realismo y as? surgieron t?tulos como 'El graduado', en el que el inmaduro Dustin Hoffman se enamora de la joven Katharine Ross mientras se acuesta con su madre, Anne Bancroft. Algo m?s recientemente, la canadiense Sarah Polley expuso con desencanto una cl?sica relaci?n triangular en 'Take this waltz' (2011), t?tulo tomado de una canci?n de Leonard Cohen: Michelle Williams est? casada con Seth Rogen y se enamora intensamente de Luke Kirby, intentando hacer funambulismos entre las dos relaciones y qued?ndose al final sin uno ni otro.
Hay ejemplos en todas las cinematograf?as, como en la italiana de los 60, donde las infidelidades estaban al orden del d?a, pero casi siempre en clave de comedia, o en la espa?ola, con t?tulos como 'Segunda piel', de 1999, en el que el heterosexual Jordi Mollà est? casado con Ariadna Gil y se enamora del homosexual encarnado por Javier Bardem: m?s o menos el mismo principio del que parte ‘Passages’. En Reino Unido, Joseph Losey dirigi? en 1975 ‘Una inglesa rom?ntica’: Glenda Jackson y Michael Caine son una pareja burguesa que invitan a Helmut Berger a mantener una relaci?n con los dos. Pero es el cine francés el que mejor ha tratado el tema desde todos los ?ngulos posibles.
La generaci?n de la ‘nouvelle vague’ tuvo querencia por las historias de amor conformadas por tres personajes, caso de ‘Jules y Jim’ (1962) de François Truffaut, pero ser?a Jean-Luc Godard, en la brillante ‘La mujer casada’ (1964), quien expondr?a con m?s contundencia el dolor de la partici?n amorosa y de la toma de decisiones dr?sticas: su protagonista, Macha Méril, est? embarazada y no sabe si el padre es su marido o su amante, por lo que tiene que decidir entre uno y otro… o quiz? ninguno. También Jacques Rivette abord? el tema en ‘L‘amour fou’ (1968): un director teatral ve como la relaci?n con su esposa y actriz principal comienza a deteriorarse a la vez que selecciona para substituirla en el escenario a una antigua amante. En muchos filmes de ?ric Rohmer se contemplan los amores y deseos compartidos.
Pero de los cinco grandes de la Nueva Ola, ser?a Claude Chabrol quien m?s atenci?n prestar?a a las relaciones a tres bandas o las infidelidades –incluso con fines criminales y muestrario t?xico–, generalmente en el seno de la alta burgues?a de provincias. Es el caso de ‘Las ciervas’ (1968), en la que la joven protegida de una acaudalada lesbiana se enamora de un arquitecto que irrumpe en la relaci?n entre las dos mujeres; o de ‘La mujer infiel’ (1969), en la que de nuevo la propia esposa del realizador, Stéphane Audran, interpreta a una esposa infiel cuyo marido contacta a un detective para que descubra la identidad de su amante, o ‘Inocentes con manos sucias’ (1975), que, acogiéndose a un esquema que parece tomado de una novela negra de James M. Cain, tipo ‘El cartero siempre llama dos veces’, muestra a la mujer interpretada por Romy Schneider conspirando con su amante para asesinar a su esposo, pero el cad?ver de este desaparece misteriosamente.
De esa época es también el filme que encar? una relaci?n amorosa triangular de la forma m?s cruda y directa posible, la recién restaurada ‘La mam? y la puta’ (1973), reflejo de la propia relaci?n que su director, Jean Eustache, mantuvo con su mujer y son su amante, la actriz François Lebrun, que es quien da precisamente vida a la amante de la pel?cula es un doloroso juego de espejos. Y hasta el marsellés Robert Guédiguian tocar?a la tem?tica en ‘Marie-Jo y sus dos amores’ (2002): la esposa del director, Ariane Ascaride, se debate entre dos hombres a los que ama por igual, con un desenlace m?s o menos consecuente con esa imposibilidad de no poder vivir dos relaciones al mismo tiempo por celos, presi?n familiar o condicionantes sociales.
El cine estadounidense les ha hincado el diente a muchas pel?culas francesas, consciente, quiz?, de que reflejaban mucho mejor estos conflictos: ‘Entre dos mujeres’ (1994) muestra la caracter?stica encrucijada de un hombre (Richard Gere) dividido entre esposa (Sharon Stone) y amante (Lolita Davidovich), y el filme es un remake de ‘Las cosas de la vida’ (1970) de Claude Sautet, en el que los mismos personajes fueron incorporados por Michel Piccoli, Léa Massari y Romy Schneider. Gere también encarn? al marido enga?ado de ‘Infiel’ (2002) de Adrian Lyne, versi?n americana de ‘La mujer infiel’ de Chabrol. Y antes, Paul Mazursky remodel? el tri?ngulo de ’Jules y Jim’ en un filme de 1980 que aqu? se titul?… ?‘Una almohada para tres’!
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/gente/anatomia-amor-tres-bandas-romance-91614052)
El cine estadounidense ha planteado por lo general de forma conservadora las historias de infidelidades y tri?ngulos sentimentales. Ha tenido la virtud de enmascarar como finales felices historias mucho m?s amargas como la misma de ‘Casablanca’, pues es evidente que Ingrid Bergman est? enamorada de Bogart pero decide irse con su marido, y Bogart, lejos de venirse abajo, se compromete ahora por la causa antinazi y le suelta al jefe de polic?a aquello de que presiente que con él est? naciendo una gran amistad.
El nuevo Hollywood de finales de los 60 busc? algo m?s de realismo y as? surgieron t?tulos como 'El graduado', en el que el inmaduro Dustin Hoffman se enamora de la joven Katharine Ross mientras se acuesta con su madre, Anne Bancroft. Algo m?s recientemente, la canadiense Sarah Polley expuso con desencanto una cl?sica relaci?n triangular en 'Take this waltz' (2011), t?tulo tomado de una canci?n de Leonard Cohen: Michelle Williams est? casada con Seth Rogen y se enamora intensamente de Luke Kirby, intentando hacer funambulismos entre las dos relaciones y qued?ndose al final sin uno ni otro.
Hay ejemplos en todas las cinematograf?as, como en la italiana de los 60, donde las infidelidades estaban al orden del d?a, pero casi siempre en clave de comedia, o en la espa?ola, con t?tulos como 'Segunda piel', de 1999, en el que el heterosexual Jordi Mollà est? casado con Ariadna Gil y se enamora del homosexual encarnado por Javier Bardem: m?s o menos el mismo principio del que parte ‘Passages’. En Reino Unido, Joseph Losey dirigi? en 1975 ‘Una inglesa rom?ntica’: Glenda Jackson y Michael Caine son una pareja burguesa que invitan a Helmut Berger a mantener una relaci?n con los dos. Pero es el cine francés el que mejor ha tratado el tema desde todos los ?ngulos posibles.
La generaci?n de la ‘nouvelle vague’ tuvo querencia por las historias de amor conformadas por tres personajes, caso de ‘Jules y Jim’ (1962) de François Truffaut, pero ser?a Jean-Luc Godard, en la brillante ‘La mujer casada’ (1964), quien expondr?a con m?s contundencia el dolor de la partici?n amorosa y de la toma de decisiones dr?sticas: su protagonista, Macha Méril, est? embarazada y no sabe si el padre es su marido o su amante, por lo que tiene que decidir entre uno y otro… o quiz? ninguno. También Jacques Rivette abord? el tema en ‘L‘amour fou’ (1968): un director teatral ve como la relaci?n con su esposa y actriz principal comienza a deteriorarse a la vez que selecciona para substituirla en el escenario a una antigua amante. En muchos filmes de ?ric Rohmer se contemplan los amores y deseos compartidos.
Pero de los cinco grandes de la Nueva Ola, ser?a Claude Chabrol quien m?s atenci?n prestar?a a las relaciones a tres bandas o las infidelidades –incluso con fines criminales y muestrario t?xico–, generalmente en el seno de la alta burgues?a de provincias. Es el caso de ‘Las ciervas’ (1968), en la que la joven protegida de una acaudalada lesbiana se enamora de un arquitecto que irrumpe en la relaci?n entre las dos mujeres; o de ‘La mujer infiel’ (1969), en la que de nuevo la propia esposa del realizador, Stéphane Audran, interpreta a una esposa infiel cuyo marido contacta a un detective para que descubra la identidad de su amante, o ‘Inocentes con manos sucias’ (1975), que, acogiéndose a un esquema que parece tomado de una novela negra de James M. Cain, tipo ‘El cartero siempre llama dos veces’, muestra a la mujer interpretada por Romy Schneider conspirando con su amante para asesinar a su esposo, pero el cad?ver de este desaparece misteriosamente.
De esa época es también el filme que encar? una relaci?n amorosa triangular de la forma m?s cruda y directa posible, la recién restaurada ‘La mam? y la puta’ (1973), reflejo de la propia relaci?n que su director, Jean Eustache, mantuvo con su mujer y son su amante, la actriz François Lebrun, que es quien da precisamente vida a la amante de la pel?cula es un doloroso juego de espejos. Y hasta el marsellés Robert Guédiguian tocar?a la tem?tica en ‘Marie-Jo y sus dos amores’ (2002): la esposa del director, Ariane Ascaride, se debate entre dos hombres a los que ama por igual, con un desenlace m?s o menos consecuente con esa imposibilidad de no poder vivir dos relaciones al mismo tiempo por celos, presi?n familiar o condicionantes sociales.
El cine estadounidense les ha hincado el diente a muchas pel?culas francesas, consciente, quiz?, de que reflejaban mucho mejor estos conflictos: ‘Entre dos mujeres’ (1994) muestra la caracter?stica encrucijada de un hombre (Richard Gere) dividido entre esposa (Sharon Stone) y amante (Lolita Davidovich), y el filme es un remake de ‘Las cosas de la vida’ (1970) de Claude Sautet, en el que los mismos personajes fueron incorporados por Michel Piccoli, Léa Massari y Romy Schneider. Gere también encarn? al marido enga?ado de ‘Infiel’ (2002) de Adrian Lyne, versi?n americana de ‘La mujer infiel’ de Chabrol. Y antes, Paul Mazursky remodel? el tri?ngulo de ’Jules y Jim’ en un filme de 1980 que aqu? se titul?… ?‘Una almohada para tres’!
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