الريــم
08-14-2023, 07:04 PM
Por los vericuetos intrincados de su pol?tica interna, Espa?a ha llegado a la presidencia rotatoria del Consejo de la Uni?n Europea en tiempos inciertos, con el Gobierno en funciones y sin demasiadas certezas sobre el futuro inmediato. "No es la primera vez" que sucede en la UE, pero en estas circunstancias puede que el éxito sea hermano de la "prudencia de los actores". Alberto Aza, embajador de Espa?a vitalicio y exjefe de la Casa del Rey, dirige la reflexi?n sobre el semestre de turno de la presidencia espa?ola hacia una demanda de mesura que se explica empezando por la conciencia de que el pa?s que preside el Consejo "no crea" el "temario" de sus seis meses de autoridad. Espa?a estar? m?s bien obligada a "lidiar" con un libreto legislativo que en gran parte le viene impuesto y en esa tesitura, "para que no te pille el toro" conviene "ser prudente..."
En el encuentro estival de diplom?ticos asturianos, que cada verano desde hace catorce promueve La Nueva Espa?a, de Prensa Ibérica, hay quien aviva la tesis de que las presidencias de la UE tienen una importancia atenuada que a menudo se sobrevalora, pero también cala esta advertencia sobre las virtudes de la cautela y el cuidado como gu?as deseables de la acci?n del Ejecutivo espa?ol en funciones en este semestre de presidencia europea que se le ha solapado a Espa?a con la b?squeda de la estabilidad pol?tica interior.
El trabajo técnico de la presidencia europea "se prepara desde a?o y medio antes", tranquiliza el ovetense José Lavi?a, embajador de Espa?a en Guatemala. El sistema que organiza las presidencias en "tr?os" de naciones, y que encaja a Espa?a entre Suecia y Bélgica, determina que el Gobierno en funciones haya llegado hasta aqu? con "todo el trabajo de prioridades lanzado. A lo mejor hay menos brillo, pero la efectividad es exactamente la misma", se?ala. "Lo que s? hay es mucha esperanza", enlaza, porque "el turno de presidencias est? muy bien hecho. A un estado del norte le sigue uno del sur, a uno del este otro del oeste, a uno grande otro peque?o… Y nosotros vamos después de Suecia y antes de Bélgica, as? que somos el grande de este tr?o y estamos en un momento clave ante lo que puede venir".
La inseguridad de la pol?tica interior, precisa Aza, "puede hacer que se pierda la oportunidad de tener alguna iniciativa espa?ola que necesite un cierto consenso pol?tico interno que tal vez no sea posible encontrar, pero no es la primera vez", resalta. Sobre una agenda legislativa efectivamente prefijada y lanzada, "puedes colocar tu impronta como pa?s y tus iniciativas, pero siempre bajo el consenso", aporta Aurora D?az-Rato, representante permanente de Espa?a ante Naciones Unidas y otros organismos internacionales con sede en Ginebra (Suiza). Ella est? persuadida de que hay "una cierta sobrevaloraci?n" de las capacidades de la presidencia, pero también "una enorme expectativa" por el momento, "porque lo que no se haga ahora va a ser dif?cil hacerlo" después, con las presidencias belga y h?ngara y porque "los grandes temas de la agenda europea que no pueden ser retrasados un a?o y medio hay que abordarlos ya". Por eso har? falta prudencia, asiente, pero también "impulso pol?tico".
Si no se puede calificar de rutinario, el funcionamiento de las presidencias sucesivas s? se ha vuelto un continuo de ?ndole "burocr?tico-pol?tica". Alberto Aza se refiere as? al "transcurso de temas" que atraviesa los semestres y a la capacidad de intervenci?n limitada del pa?s que asume el turno del liderazgo. Jorge Hevia, colungués, embajador en Arabia Saud?, asiente a que la importancia de la presidencia europea se sobrevalora y a?ade que el margen de maniobra se ha restringido desde el Tratado de Lisboa. "No es como en los viejos tiempos", enlaza. El estado que asume el mando "ya no tiene tanto protagonismo" y ahora es siempre y sobre todo Bruselas "quien corta el bacalao". Eso no obsta para interpretar que el momento no es del todo ?ptimo y que "la situaci?n pol?tica interna afectar? y obligar?, en efecto, a ser prudentes", pero el semestre "se ha preparado y las reuniones van a salir…" "Una presidencia europea es un esfuerzo descomunal", le acompa?a Eva Mart?nez, embajadora de Espa?a en Costa Rica, y "se prepara con mucho tiempo. Requiere funcionarios muy comprometidos, que conozcan muy bien su ?mbito y que llevan mucho tiempo trabajando en esto". Y como Espa?a los tiene, "el grueso de la presidencia va adelante".
Diaz-Rato tiene una atalaya pr?xima y privilegiada para mirar la UE desde fuera, pero desde muy cerca. En Ginebra, la embajadora observa que las atribuciones de la presidencia europea, aun siendo limitadas, gobiernan algo m?s que "un juego protocolario". "En Naciones Unidas, quien negocia en nombre de la UE es la presidencia", precisa. "Y ahora que el consenso ha desaparecido como método habitual de toma de decisiones y hay votaciones, la UE es fundamental y dentro de ella también lo es lo que haga la presidencia". De los 350 grupos de trabajo con los que cuenta la Uni?n, apostilla Lavi?a, el Estado que dirige el Consejo por turno "preside m?s de 250".
"A fuego lento"
Espa?a, les sigue a todos el ovetense Alfredo Mart?nez Serrano, embajador en Canad?, "es un lugar en el que la pol?tica europea y exterior se han cocido a fuego lento. Porque tenemos pol?ticas de pa?s, pol?ticas de Estado y cuerpos de funcionarios que independientemente de la coyuntura aguantan el servicio. Para nosotros, el proyecto europeo es esencial y nuestro posicionamiento est? bien escrito", remarca, buscando como prueba la incardinaci?n de los cuatro objetivos de la presidencia espa?ola con los grandes retos de este tiempo, y cita la "autonom?a estratégica abierta, la transici?n ecol?gica y digital, las pol?ticas sociales y las reformas".
Mirando al interior, a Luis Arias, embajador vitalicio y extitular de las embajadas en Corea del Sur y Filipinas y exc?nsul en Par?s, le inquieta la ausencia de la pol?tica exterior en la reciente campa?a electoral y a nadie se le escapa, por lo dem?s, la oportunidad que también abre este semestre de presidencia europea para reforzar el papel de Espa?a como puerta de América en Europa. O para afianzar las alianzas entre Latinoamérica y la UE con Espa?a como puente y colaborar en la tarea "incompleta" o "pendiente" que se?ala Javier Vallaure, embajador vitalicio, extitular de las legaciones en Pa?ses Bajos y Angola, exc?nsul en Los ?ngeles y Miami, cuando remarca que Espa?a "deber?a hacer algo m?s" por reivindicar su huella en toda América y en el mundo. Espa?a siempre quiere poner Latinoamérica sobre la mesa europea, y a eso vino la cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe?os (CELAC) celebrada el mes pasado en Bruselas.
De c?mo la crisis rompe "la euforia de la globalizaci?n" y alimenta hipernacionalismos
"La pregunta es si estamos en un per?odo de vacas gordas para entrar en otro de vacas flacas" y Alberto Aza la lanza como una advertencia de que las crisis encadenadas e irresueltas, de la pandemia a la guerra en Ucrania, "pueden estar rompiendo los efectos euf?ricos de la globalizaci?n". Corre peligro de quiebra, constata el embajador, el proceso internacionalizador que hab?a venido acompa?ando al impulso econ?mico. Las ?ltimas convulsiones han desatado "una mayor intervenci?n del Estado en la vida privada y econ?mica" o una b?squeda de la reactivaci?n pospandémica "a base de intervenci?n p?blica" que anuncia un riesgo de retorno "a pol?ticas m?s nacionales o nacionalistas, menos globalizadoras" y capaces de cambiar el esp?ritu de la diplomacia tal y como se hab?a conocido en los ?ltimos 30 a?os. A los ojos del diplom?tico, esta tendencia tiene su correlato en "la aparici?n en el ?mbito interno de corrientes hipernacionalistas que alcanzan estructuras de partido y pretensiones de presidencia de la rep?blica, como en Francia", y que pueden retroalimentar el proceso. La eternidad cambia cada cinco d?as, dice también, pero puede que todo esto anuncie un recorrido hacia un lugar distinto al que el mundo occidental se hab?a acostumbrado a transitar.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/espana-le-toca-presidir-ue-90959210)
En el encuentro estival de diplom?ticos asturianos, que cada verano desde hace catorce promueve La Nueva Espa?a, de Prensa Ibérica, hay quien aviva la tesis de que las presidencias de la UE tienen una importancia atenuada que a menudo se sobrevalora, pero también cala esta advertencia sobre las virtudes de la cautela y el cuidado como gu?as deseables de la acci?n del Ejecutivo espa?ol en funciones en este semestre de presidencia europea que se le ha solapado a Espa?a con la b?squeda de la estabilidad pol?tica interior.
El trabajo técnico de la presidencia europea "se prepara desde a?o y medio antes", tranquiliza el ovetense José Lavi?a, embajador de Espa?a en Guatemala. El sistema que organiza las presidencias en "tr?os" de naciones, y que encaja a Espa?a entre Suecia y Bélgica, determina que el Gobierno en funciones haya llegado hasta aqu? con "todo el trabajo de prioridades lanzado. A lo mejor hay menos brillo, pero la efectividad es exactamente la misma", se?ala. "Lo que s? hay es mucha esperanza", enlaza, porque "el turno de presidencias est? muy bien hecho. A un estado del norte le sigue uno del sur, a uno del este otro del oeste, a uno grande otro peque?o… Y nosotros vamos después de Suecia y antes de Bélgica, as? que somos el grande de este tr?o y estamos en un momento clave ante lo que puede venir".
La inseguridad de la pol?tica interior, precisa Aza, "puede hacer que se pierda la oportunidad de tener alguna iniciativa espa?ola que necesite un cierto consenso pol?tico interno que tal vez no sea posible encontrar, pero no es la primera vez", resalta. Sobre una agenda legislativa efectivamente prefijada y lanzada, "puedes colocar tu impronta como pa?s y tus iniciativas, pero siempre bajo el consenso", aporta Aurora D?az-Rato, representante permanente de Espa?a ante Naciones Unidas y otros organismos internacionales con sede en Ginebra (Suiza). Ella est? persuadida de que hay "una cierta sobrevaloraci?n" de las capacidades de la presidencia, pero también "una enorme expectativa" por el momento, "porque lo que no se haga ahora va a ser dif?cil hacerlo" después, con las presidencias belga y h?ngara y porque "los grandes temas de la agenda europea que no pueden ser retrasados un a?o y medio hay que abordarlos ya". Por eso har? falta prudencia, asiente, pero también "impulso pol?tico".
Si no se puede calificar de rutinario, el funcionamiento de las presidencias sucesivas s? se ha vuelto un continuo de ?ndole "burocr?tico-pol?tica". Alberto Aza se refiere as? al "transcurso de temas" que atraviesa los semestres y a la capacidad de intervenci?n limitada del pa?s que asume el turno del liderazgo. Jorge Hevia, colungués, embajador en Arabia Saud?, asiente a que la importancia de la presidencia europea se sobrevalora y a?ade que el margen de maniobra se ha restringido desde el Tratado de Lisboa. "No es como en los viejos tiempos", enlaza. El estado que asume el mando "ya no tiene tanto protagonismo" y ahora es siempre y sobre todo Bruselas "quien corta el bacalao". Eso no obsta para interpretar que el momento no es del todo ?ptimo y que "la situaci?n pol?tica interna afectar? y obligar?, en efecto, a ser prudentes", pero el semestre "se ha preparado y las reuniones van a salir…" "Una presidencia europea es un esfuerzo descomunal", le acompa?a Eva Mart?nez, embajadora de Espa?a en Costa Rica, y "se prepara con mucho tiempo. Requiere funcionarios muy comprometidos, que conozcan muy bien su ?mbito y que llevan mucho tiempo trabajando en esto". Y como Espa?a los tiene, "el grueso de la presidencia va adelante".
Diaz-Rato tiene una atalaya pr?xima y privilegiada para mirar la UE desde fuera, pero desde muy cerca. En Ginebra, la embajadora observa que las atribuciones de la presidencia europea, aun siendo limitadas, gobiernan algo m?s que "un juego protocolario". "En Naciones Unidas, quien negocia en nombre de la UE es la presidencia", precisa. "Y ahora que el consenso ha desaparecido como método habitual de toma de decisiones y hay votaciones, la UE es fundamental y dentro de ella también lo es lo que haga la presidencia". De los 350 grupos de trabajo con los que cuenta la Uni?n, apostilla Lavi?a, el Estado que dirige el Consejo por turno "preside m?s de 250".
"A fuego lento"
Espa?a, les sigue a todos el ovetense Alfredo Mart?nez Serrano, embajador en Canad?, "es un lugar en el que la pol?tica europea y exterior se han cocido a fuego lento. Porque tenemos pol?ticas de pa?s, pol?ticas de Estado y cuerpos de funcionarios que independientemente de la coyuntura aguantan el servicio. Para nosotros, el proyecto europeo es esencial y nuestro posicionamiento est? bien escrito", remarca, buscando como prueba la incardinaci?n de los cuatro objetivos de la presidencia espa?ola con los grandes retos de este tiempo, y cita la "autonom?a estratégica abierta, la transici?n ecol?gica y digital, las pol?ticas sociales y las reformas".
Mirando al interior, a Luis Arias, embajador vitalicio y extitular de las embajadas en Corea del Sur y Filipinas y exc?nsul en Par?s, le inquieta la ausencia de la pol?tica exterior en la reciente campa?a electoral y a nadie se le escapa, por lo dem?s, la oportunidad que también abre este semestre de presidencia europea para reforzar el papel de Espa?a como puerta de América en Europa. O para afianzar las alianzas entre Latinoamérica y la UE con Espa?a como puente y colaborar en la tarea "incompleta" o "pendiente" que se?ala Javier Vallaure, embajador vitalicio, extitular de las legaciones en Pa?ses Bajos y Angola, exc?nsul en Los ?ngeles y Miami, cuando remarca que Espa?a "deber?a hacer algo m?s" por reivindicar su huella en toda América y en el mundo. Espa?a siempre quiere poner Latinoamérica sobre la mesa europea, y a eso vino la cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe?os (CELAC) celebrada el mes pasado en Bruselas.
De c?mo la crisis rompe "la euforia de la globalizaci?n" y alimenta hipernacionalismos
"La pregunta es si estamos en un per?odo de vacas gordas para entrar en otro de vacas flacas" y Alberto Aza la lanza como una advertencia de que las crisis encadenadas e irresueltas, de la pandemia a la guerra en Ucrania, "pueden estar rompiendo los efectos euf?ricos de la globalizaci?n". Corre peligro de quiebra, constata el embajador, el proceso internacionalizador que hab?a venido acompa?ando al impulso econ?mico. Las ?ltimas convulsiones han desatado "una mayor intervenci?n del Estado en la vida privada y econ?mica" o una b?squeda de la reactivaci?n pospandémica "a base de intervenci?n p?blica" que anuncia un riesgo de retorno "a pol?ticas m?s nacionales o nacionalistas, menos globalizadoras" y capaces de cambiar el esp?ritu de la diplomacia tal y como se hab?a conocido en los ?ltimos 30 a?os. A los ojos del diplom?tico, esta tendencia tiene su correlato en "la aparici?n en el ?mbito interno de corrientes hipernacionalistas que alcanzan estructuras de partido y pretensiones de presidencia de la rep?blica, como en Francia", y que pueden retroalimentar el proceso. La eternidad cambia cada cinco d?as, dice también, pero puede que todo esto anuncie un recorrido hacia un lugar distinto al que el mundo occidental se hab?a acostumbrado a transitar.
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