الريــم
08-01-2023, 10:00 AM
Sin noticias. Sin respuestas. Sin rastro. En casa de los Salazar, desde hace casi dos a?os, el flamenco duele, no alegra. Falta Remedios -palmeo, cante y baile-, la cuarta de ocho hermanos: Remedios Salazar.
Ojos verdes, pelo negro, rizado, y piel canela, 41 a?os. Madre, también abuela; habl? con su familia por ?ltima vez el 11 de noviembre de 2021. "Dijo que iba a dar una vuelta con su pareja", cuenta a CASO ABIERTO, portal de sucesos e investigaci?n de Prensa Ibérica, su hermana Violeta. No han vuelto a verla. Aquel d?a desapareci?.
Durante d?as esperaron su regreso, su llamada. Remedios no volv?a, no llamaba. La Polic?a Nacional activ? la alerta: "Si hay algo nuevo, les avisamos, nos dijeron". Hasta la fecha. "Nunca nos han dicho m?s".
Cerca de un centenar de personas -todos familia- recorrieron Langreo (Asturias) con la foto de Remedios. "No estaba por ning?n lado", recuerda su hermana. Desde hace casi dos a?os luchan contra la impotencia. Sin indicios, sin pruebas, sin ella. "Estamos destrozados. Remedios march? a dar una vuelta... y no volvimos a verla m?s".
"La maltrataba"
"Creo, y que Dios me perdone si me equivoco, que ha sido él", afirma Violeta. La mayor de los Salazar se refiere a la pareja de la desaparecida. "Mi hermana era una persona muy familiar. No hab?a d?a que no nos junt?ramos", retrocede. En casa son todos una pi?a; ella era alma, voz y motor. "Era la primera en estar si hab?a una fiesta. La primera en celebrar", recuerda Violeta. Amante del flamenco, "Remedios bailaba, cantaba....". Lo respiraba por los cuatros costa?s.
Remedios no ten?a trabajo fijo ni motivos para irse. Su rutina era sencilla: estar con su hija, sus nietos. Madre de una joven y abuela de dos, "viv?a pegada a su familia, era su pasi?n". Inici? una relaci?n con un hombre: "llevar?an seis meses, o quiz? algo m?s, pero no llegaba al a?o", explica Violeta. Empezaron los problemas: "Ella me dijo que la maltrataba, que a veces discut?an… y yo le dec?a: ?Ay! hermana, no te veo bien. En una de esas, la dejé de ver".
https://uc-4u.com/clip/27d7883e-c670-4627-8d81-6ff4db4c3404_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Cartel con la alerta por la difusi?n de la desaparici?n de Remedios Salazar. | CASO ABIERTO
"Remedios me coment? que él beb?a, y era adicto a otras sustancias. Se pon?a agresivo…", sostiene la mujer. "Antes de desaparecer me dijo: 'hermana, estoy segura de que algo me va a pasar'. Si alg?n d?a me pasa algo, si desaparezco… me lo ha hecho él".
Violeta le aconsej? que se marchara: "?Por qué no lo dejas? Remedios me contest?: 'porque no me deja'. Le dije que le denunci?bamos, que yo iba con ella, pero respondi? que no, que ten?a miedo, pero que estuviera tranquila, que lo iba a dejar".
Perros en la puerta
"Me voy a dar una vuelta", es lo ?ltimo que dijo. Remedios no regresaba. Nunca regres?. "Desapareci? Remedios y lo hizo también él. Este hombre nunca m?s nos dijo nada". Los Salazar fueron a su puerta: "no nos dej? entrar". Lo intentaron en varias ocasiones. Le preguntaron, le rogaron. No sirvi?. "No ha vuelto a decirnos nada y no nos deja ir a su casa".
La familia de Remedios se reuni? para ir a pedirle cuentas. "Para ver la manera de hablarle, para poder coger sus cosas, preguntarle, comprobar si estaba mi hermana…", explica la mujer. ?l, asegura, se cerr? en banda. "No ayuda y pone impedimentos, tiene perros que se nos tiran si nos acercamos a su puerta".
Sin respuesta, con se?al
Durante los primeros d?as, sin poder hablar con él, intentaron hacerlo con ella. "Su teléfono estaba encendido", descubri? Violeta, "pero ella no aparec?a... No respond?a a la llamada... Yo llamaba y llamaba… y no lo cog?a nadie, pero daba se?al".
El teléfono estuvo encendido mucho tiempo, recuerda Violeta. "Creo que lo mantuvieron en funcionamiento para decir que la marcha era voluntaria… Sé que ella no vio ninguna de esas llamadas".
Sin flamenco en Navidad
La mente de Violeta se instala en las primeras semanas y transita hasta el hoy: "es tan cruel que lo estamos viviendo...". El recuerdo no cesa, viene y va. "Los d?as pasaron y lleg? Navidad. Nos pareci? raro que no estuviera, que no llamara. Remedios era la primera en estar. Nos un?a a todos... En Reyes, tampoco apareci?. Imposible, con sus nietos... y encima era su cumplea?os", retrocede de nuevo, rota, la mujer. Ya han vivido dos navidades sin ella. "Tengo claro que algo pas?, porque mi hermana sola no se marcha". En casa de los Salazar, el flamenco nunca ha sonado igual.
Activada la alerta, un centenar de familiares de Remedios batieron las calles: "somos una familia grande". Intentaron reconstruir sus pasos. "Hemos ido a todos los sitios que sol?a ir y no hay rastro de ella". Imprimieron su foto y preguntaron a los vecinos de Langreo (Asturias), "nadie sabe nada".
Preguntaron sin descanso, sin filtro. "Hemos llamado a hospitales, c?rceles, casas de acogida… todo lo que se nos ha ocurrido". Han mirado en solares, entre arbustos, terrenos y en descampados. La batida familiar, intensa, dur? cerca de un a?o. "Hasta que mi padre enferm?", explica Violeta. Francisco Salazar, el bisabuelo, combate la enfermedad buscando a su hija: "lleva nueve operaciones, la ?ltima, hace dos meses, ha sido la peor. Se junta todo y no tenemos fuerza".
"La mat?"
Violeta, casi dos a?os después, es la voz de la b?squeda, la portavoz de los Salazar. "Siento y sé que mi hermana no est? viva y descarto -descartamos- totalmente la marcha voluntaria", explica, casi sin voz: "la mat?, la meti? en alg?n lado e hizo algo para que no la encontremos. La mat?... él mat? a mi hermana". De profesi?n incierta, la mujer tiene pocos datos que pueda ofrecer de quien, desde hace meses, fuera pareja de Remedios. "No sé si la polic?a lo ha llegado a investigar, pero no tengo duda, est? implicado en la desaparici?n de mi hermana".
No hay d?a que no la llore, la busque, la piense. "Hablo con ella en sue?os desde que desapareci?. Esto es un infierno, no podemos m?s", lamenta Violeta. "Necesito encontrarla, como sea, viva o muerta, pero saber qué pas?".
La mujer, cansada, coge aire y lanza un ruego: " Solo puedo agradecer con coraz?n, con alma… que si alguien sabe algo, por favor nos ayude". Lanza un mensaje a los agentes, encargados del caso, también: "por favor, no dejen de buscar".
Remedios Salazar mide 1,55. Complexi?n delgada. Ojos verdes. Cabello ondulado, largo y piel morena. Su familia la busca desde hace dos a?os. Ruegan su colaboraci?n.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sucesos/salazar-remedios-flamenca-gitana-desaparecida-asturias-90536613)
Ojos verdes, pelo negro, rizado, y piel canela, 41 a?os. Madre, también abuela; habl? con su familia por ?ltima vez el 11 de noviembre de 2021. "Dijo que iba a dar una vuelta con su pareja", cuenta a CASO ABIERTO, portal de sucesos e investigaci?n de Prensa Ibérica, su hermana Violeta. No han vuelto a verla. Aquel d?a desapareci?.
Durante d?as esperaron su regreso, su llamada. Remedios no volv?a, no llamaba. La Polic?a Nacional activ? la alerta: "Si hay algo nuevo, les avisamos, nos dijeron". Hasta la fecha. "Nunca nos han dicho m?s".
Cerca de un centenar de personas -todos familia- recorrieron Langreo (Asturias) con la foto de Remedios. "No estaba por ning?n lado", recuerda su hermana. Desde hace casi dos a?os luchan contra la impotencia. Sin indicios, sin pruebas, sin ella. "Estamos destrozados. Remedios march? a dar una vuelta... y no volvimos a verla m?s".
"La maltrataba"
"Creo, y que Dios me perdone si me equivoco, que ha sido él", afirma Violeta. La mayor de los Salazar se refiere a la pareja de la desaparecida. "Mi hermana era una persona muy familiar. No hab?a d?a que no nos junt?ramos", retrocede. En casa son todos una pi?a; ella era alma, voz y motor. "Era la primera en estar si hab?a una fiesta. La primera en celebrar", recuerda Violeta. Amante del flamenco, "Remedios bailaba, cantaba....". Lo respiraba por los cuatros costa?s.
Remedios no ten?a trabajo fijo ni motivos para irse. Su rutina era sencilla: estar con su hija, sus nietos. Madre de una joven y abuela de dos, "viv?a pegada a su familia, era su pasi?n". Inici? una relaci?n con un hombre: "llevar?an seis meses, o quiz? algo m?s, pero no llegaba al a?o", explica Violeta. Empezaron los problemas: "Ella me dijo que la maltrataba, que a veces discut?an… y yo le dec?a: ?Ay! hermana, no te veo bien. En una de esas, la dejé de ver".
https://uc-4u.com/clip/27d7883e-c670-4627-8d81-6ff4db4c3404_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Cartel con la alerta por la difusi?n de la desaparici?n de Remedios Salazar. | CASO ABIERTO
"Remedios me coment? que él beb?a, y era adicto a otras sustancias. Se pon?a agresivo…", sostiene la mujer. "Antes de desaparecer me dijo: 'hermana, estoy segura de que algo me va a pasar'. Si alg?n d?a me pasa algo, si desaparezco… me lo ha hecho él".
Violeta le aconsej? que se marchara: "?Por qué no lo dejas? Remedios me contest?: 'porque no me deja'. Le dije que le denunci?bamos, que yo iba con ella, pero respondi? que no, que ten?a miedo, pero que estuviera tranquila, que lo iba a dejar".
Perros en la puerta
"Me voy a dar una vuelta", es lo ?ltimo que dijo. Remedios no regresaba. Nunca regres?. "Desapareci? Remedios y lo hizo también él. Este hombre nunca m?s nos dijo nada". Los Salazar fueron a su puerta: "no nos dej? entrar". Lo intentaron en varias ocasiones. Le preguntaron, le rogaron. No sirvi?. "No ha vuelto a decirnos nada y no nos deja ir a su casa".
La familia de Remedios se reuni? para ir a pedirle cuentas. "Para ver la manera de hablarle, para poder coger sus cosas, preguntarle, comprobar si estaba mi hermana…", explica la mujer. ?l, asegura, se cerr? en banda. "No ayuda y pone impedimentos, tiene perros que se nos tiran si nos acercamos a su puerta".
Sin respuesta, con se?al
Durante los primeros d?as, sin poder hablar con él, intentaron hacerlo con ella. "Su teléfono estaba encendido", descubri? Violeta, "pero ella no aparec?a... No respond?a a la llamada... Yo llamaba y llamaba… y no lo cog?a nadie, pero daba se?al".
El teléfono estuvo encendido mucho tiempo, recuerda Violeta. "Creo que lo mantuvieron en funcionamiento para decir que la marcha era voluntaria… Sé que ella no vio ninguna de esas llamadas".
Sin flamenco en Navidad
La mente de Violeta se instala en las primeras semanas y transita hasta el hoy: "es tan cruel que lo estamos viviendo...". El recuerdo no cesa, viene y va. "Los d?as pasaron y lleg? Navidad. Nos pareci? raro que no estuviera, que no llamara. Remedios era la primera en estar. Nos un?a a todos... En Reyes, tampoco apareci?. Imposible, con sus nietos... y encima era su cumplea?os", retrocede de nuevo, rota, la mujer. Ya han vivido dos navidades sin ella. "Tengo claro que algo pas?, porque mi hermana sola no se marcha". En casa de los Salazar, el flamenco nunca ha sonado igual.
Activada la alerta, un centenar de familiares de Remedios batieron las calles: "somos una familia grande". Intentaron reconstruir sus pasos. "Hemos ido a todos los sitios que sol?a ir y no hay rastro de ella". Imprimieron su foto y preguntaron a los vecinos de Langreo (Asturias), "nadie sabe nada".
Preguntaron sin descanso, sin filtro. "Hemos llamado a hospitales, c?rceles, casas de acogida… todo lo que se nos ha ocurrido". Han mirado en solares, entre arbustos, terrenos y en descampados. La batida familiar, intensa, dur? cerca de un a?o. "Hasta que mi padre enferm?", explica Violeta. Francisco Salazar, el bisabuelo, combate la enfermedad buscando a su hija: "lleva nueve operaciones, la ?ltima, hace dos meses, ha sido la peor. Se junta todo y no tenemos fuerza".
"La mat?"
Violeta, casi dos a?os después, es la voz de la b?squeda, la portavoz de los Salazar. "Siento y sé que mi hermana no est? viva y descarto -descartamos- totalmente la marcha voluntaria", explica, casi sin voz: "la mat?, la meti? en alg?n lado e hizo algo para que no la encontremos. La mat?... él mat? a mi hermana". De profesi?n incierta, la mujer tiene pocos datos que pueda ofrecer de quien, desde hace meses, fuera pareja de Remedios. "No sé si la polic?a lo ha llegado a investigar, pero no tengo duda, est? implicado en la desaparici?n de mi hermana".
No hay d?a que no la llore, la busque, la piense. "Hablo con ella en sue?os desde que desapareci?. Esto es un infierno, no podemos m?s", lamenta Violeta. "Necesito encontrarla, como sea, viva o muerta, pero saber qué pas?".
La mujer, cansada, coge aire y lanza un ruego: " Solo puedo agradecer con coraz?n, con alma… que si alguien sabe algo, por favor nos ayude". Lanza un mensaje a los agentes, encargados del caso, también: "por favor, no dejen de buscar".
Remedios Salazar mide 1,55. Complexi?n delgada. Ojos verdes. Cabello ondulado, largo y piel morena. Su familia la busca desde hace dos a?os. Ruegan su colaboraci?n.
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