الريــم
07-27-2023, 05:29 PM
Arras? en las elecciones con 19 diputados, una docena m?s que los que obtuvieron ERC y Junts, y 1,2 millones de votos, m?s de lo que suman los dos partidos independentistas juntos. Pero el PSC pide huir de los "triunfalismos" y no forma parte de su agenda reclamar elecciones anticipadas en Catalu?a pese a tener entre ceja y ceja la presidencia de la Generalitat. De hecho, ni tan siquiera ha hurgado en la pérdida de fuelle de sus contrincantes. Y es que al jefe de la oposici?n, Salvador Illa, le toca contemporizar, priorizar la necesidad que tiene Pedro S?nchez de contar con los republicanos y los posconvergentes para que su investidura prospere.
Los socialistas catalanes insistieron en campa?a que Catalu?a ejercer?a de adalid de la reedici?n Gobierno de coalici?n. Los resultados le han dado la raz?n, pero también han impuesto otra realidad: Catalu?a y, muy en concreto, los partidos independentistas, pueden ser el mayor factor de inestabilidad. Sin ellos, la Moncloa es inalcanzable para el PSOE. Y por eso el PSC tiene que calibrar ahora cada movimiento en el Parlament y cada declaraci?n p?blica que tengan como destinatarios los dos partidos.
Un juego de equilibrios
Illa ya ha puesto en pr?ctica ese juego de equilibrios consciente de que, en estos momentos, le interesa m?s que nunca que los independentistas vayan a la par porque la consecuencia de que se at?e la disputa estratégica entre republicanos y posconvergentes puede ser que la investidura de S?nchez se vaya al traste. Que haya un frente com?n entre ambas formaciones, entienden los socialistas, les beneficia porque ratifica una actitud negociadora.
Por un lado, tras el 23-J Illa no ha hecho hincapié en el desgaste de Pere Aragonès al frente de la Generalitat tras encajar ERC un segundo correctivo electoral. Esa era la intenci?n de los socialistas si ganaban las elecciones municipales, cuando la direcci?n del partido explicaba entre bambalinas que su victoria tendr?a repercusi?n en la legislatura catalana porque pasar?an a una fase de apretar m?s las tuercas al Govern en minor?a de los republicanos para intentar acortar el mandato.
La precipitada convocatoria de las generales y el escenario resultante ha, como m?nimo, aplazado ese prop?sito. El l?der de la oposici?n no va m?s all? de la manida consigna de que su partido sigue trabajando para construir una alternativa al actual Govern. Ni rastro de pedir elecciones ni ning?n amago de activar una moci?n de censura, una v?a que Illa no ha contemplado en ning?n momento en esta legislatura.
Por el otro lado, el PSC se ha recetado también andar con pies de plomo con Junts. El l?der de los socialistas catalanes, adem?s de hablar desde la misma noche electoral de que toca liderar una Espa?a "plural y diversa", ha recordado que tienen muchos pactos municipales con los posconvergentes. Aunque en el partido de Laura Borràs y Jordi Turull a?n escuece la jugada que arrebat? la alcald?a de Barcelona a Xavier Trias, as? como el pacto de los socialistas en las diputaciones de Barcelona, Tarragona y Lleida.
No pisar ning?n callo en Waterloo
Los socialistas han dejado claro, eso s?, que la reclamaci?n de un referéndum y de la amnist?a es un muro infranqueable y que en las negociaciones para la investidura debe imponerse el "realismo". Al mismo tiempo, son conscientes de que es Carles Puigdemont quien tiene el bot?n en sus manos, por lo que también evitar?n pisar ning?n callo en Waterloo.
Lo que queda fuera de su alcance y puede distorsionar sus intenciones, eso s?, es el impacto que pueden tener decisiones judiciales que afecten al 'expresident' y a los l?deres del 1-O con causas pendientes. Illa ya evit? cualquier ensa?amiento esta semana con la orden de la Fiscal?a del Supremo de reactivar las euro?rdenes o con el retorno ef?mero con detenci?n incluida de Clara Ponsat?.
La sesi?n de control del miércoles en el pleno del Parlament fue un term?metro del comedimiento y el pacto de no agresi?n de Illa con el independentismo para allanar el terreno de las negociaciones que marcar?n las pr?ximas semanas. Lejos de recordar el revés en las urnas sufrido por ERC y Junts, subray? que la lecci?n del resultado de las generales es que "la pol?tica ?til es acordar en una sociedad plural". Pero también record? a Aragonès, en un tono para nada inquisitivo ni agrio, que hay alianzas vigentes en materia presupuestaria por las que el Govern deber?a poner la "sexta marcha".
En la calle Pallars sostienen que es el PSOE quien deber? liderar la interlocuci?n con unos y con otros y que su rol ser? el de "ayudar" en lo que haga falta. De momento, y a la espera de una nueva orden de S?nchez tras haber ordenado "calma" y vacaciones, la contribuci?n del PSC es no encender ninguna mecha que incendie el necesario di?logo con los independentistas pese a la supremac?a que ha ido consolidando en tres comicios consecutivos a la espera de dar la campanada en las pr?ximas catalanas.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/psc-afloja-presion-govern-catalan-90388633)
Los socialistas catalanes insistieron en campa?a que Catalu?a ejercer?a de adalid de la reedici?n Gobierno de coalici?n. Los resultados le han dado la raz?n, pero también han impuesto otra realidad: Catalu?a y, muy en concreto, los partidos independentistas, pueden ser el mayor factor de inestabilidad. Sin ellos, la Moncloa es inalcanzable para el PSOE. Y por eso el PSC tiene que calibrar ahora cada movimiento en el Parlament y cada declaraci?n p?blica que tengan como destinatarios los dos partidos.
Un juego de equilibrios
Illa ya ha puesto en pr?ctica ese juego de equilibrios consciente de que, en estos momentos, le interesa m?s que nunca que los independentistas vayan a la par porque la consecuencia de que se at?e la disputa estratégica entre republicanos y posconvergentes puede ser que la investidura de S?nchez se vaya al traste. Que haya un frente com?n entre ambas formaciones, entienden los socialistas, les beneficia porque ratifica una actitud negociadora.
Por un lado, tras el 23-J Illa no ha hecho hincapié en el desgaste de Pere Aragonès al frente de la Generalitat tras encajar ERC un segundo correctivo electoral. Esa era la intenci?n de los socialistas si ganaban las elecciones municipales, cuando la direcci?n del partido explicaba entre bambalinas que su victoria tendr?a repercusi?n en la legislatura catalana porque pasar?an a una fase de apretar m?s las tuercas al Govern en minor?a de los republicanos para intentar acortar el mandato.
La precipitada convocatoria de las generales y el escenario resultante ha, como m?nimo, aplazado ese prop?sito. El l?der de la oposici?n no va m?s all? de la manida consigna de que su partido sigue trabajando para construir una alternativa al actual Govern. Ni rastro de pedir elecciones ni ning?n amago de activar una moci?n de censura, una v?a que Illa no ha contemplado en ning?n momento en esta legislatura.
Por el otro lado, el PSC se ha recetado también andar con pies de plomo con Junts. El l?der de los socialistas catalanes, adem?s de hablar desde la misma noche electoral de que toca liderar una Espa?a "plural y diversa", ha recordado que tienen muchos pactos municipales con los posconvergentes. Aunque en el partido de Laura Borràs y Jordi Turull a?n escuece la jugada que arrebat? la alcald?a de Barcelona a Xavier Trias, as? como el pacto de los socialistas en las diputaciones de Barcelona, Tarragona y Lleida.
No pisar ning?n callo en Waterloo
Los socialistas han dejado claro, eso s?, que la reclamaci?n de un referéndum y de la amnist?a es un muro infranqueable y que en las negociaciones para la investidura debe imponerse el "realismo". Al mismo tiempo, son conscientes de que es Carles Puigdemont quien tiene el bot?n en sus manos, por lo que también evitar?n pisar ning?n callo en Waterloo.
Lo que queda fuera de su alcance y puede distorsionar sus intenciones, eso s?, es el impacto que pueden tener decisiones judiciales que afecten al 'expresident' y a los l?deres del 1-O con causas pendientes. Illa ya evit? cualquier ensa?amiento esta semana con la orden de la Fiscal?a del Supremo de reactivar las euro?rdenes o con el retorno ef?mero con detenci?n incluida de Clara Ponsat?.
La sesi?n de control del miércoles en el pleno del Parlament fue un term?metro del comedimiento y el pacto de no agresi?n de Illa con el independentismo para allanar el terreno de las negociaciones que marcar?n las pr?ximas semanas. Lejos de recordar el revés en las urnas sufrido por ERC y Junts, subray? que la lecci?n del resultado de las generales es que "la pol?tica ?til es acordar en una sociedad plural". Pero también record? a Aragonès, en un tono para nada inquisitivo ni agrio, que hay alianzas vigentes en materia presupuestaria por las que el Govern deber?a poner la "sexta marcha".
En la calle Pallars sostienen que es el PSOE quien deber? liderar la interlocuci?n con unos y con otros y que su rol ser? el de "ayudar" en lo que haga falta. De momento, y a la espera de una nueva orden de S?nchez tras haber ordenado "calma" y vacaciones, la contribuci?n del PSC es no encender ninguna mecha que incendie el necesario di?logo con los independentistas pese a la supremac?a que ha ido consolidando en tres comicios consecutivos a la espera de dar la campanada en las pr?ximas catalanas.
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