الريــم
07-26-2023, 04:02 PM
Est? harto de su propio personaje aunque, dice, quiz? el ?nico culpable sea él mismo.*Un poeta con vida aventurera es, en los tiempos que corren, algo inusual y si a eso se le a?ade un sentido del humor negro y corrosivo el conjunto es del todo original, un adjetivo que le define bien.*Francisco Ferrer Ler?n,*escritor y ornit?logo, barcelonés de ‘buena’ familia, no form? parte, injustamente, de la selecci?n de los ‘Nueve nov?simos’ de Josep Maria Castellet, cuando era claramente un claro compa?eros de filas de aquellos y con una trayectoria mucho m?s extensa. “Muchos ellos no siguieron escribiendo poes?a”, precisa.*
Ahora a los 81 a?os publica, al cuidado de*Aurelio Major, ‘Poes?a reunida’ que no 'completa'. “Parece que Tusquets ha decidido que no estoy muerto y que todav?a puedo publicar algo m?s”, elucubra divertido. Quiz? la editorial lo crea as? pero Ferrer Ler?n zanja el asunto anunciando*haberse dado de baja de la poes?a*por temor a repetirse que es algo que le ocurre a los viejos poetas. “Mi ?ltimo libro de 2020 es ‘Grafo pez’ que no esta mal y me gusta, pero no veo ah? nada nuevo”. De ah? que haya derivado ese aliento a la escritura de*microrrelatos “circulares y humor?sticos”*que cuelga en la red.**
Esencia hiperb?lica
En su habitual tono zumb?n, como si no se acabara de tomar en serio ni su pasado ni a s? mismo, cuenta que se considera poeta desde los 17 a?os, cuando asumi? su facilidad para la escritura, su*querencia por la hipérbole, o dicho m?s llanamente por la exageraci?n, unido a la lectura iluminadora del Nobel guadalupe?o*Saint-John Perse. “Mis compa?eros de entonces eran Pedro –y recalco el Pedro porque entonces se llamaba as?-*Gimferrer, Félix de Az?a*y, el tiempo que estuvo en Barcelona,*Leopoldo Mar?a Panero. Con ellos tuve muchos intercambios intelectuales y eso determin? lo que iba a ser mi escritura”.*
La leyenda Ferrer Ler?n, esa que él mismo acu?? en su novela autobiogr?fica,*‘Familias como la m?a’, a base de verdades, medias verdades y rotundos excesos verbales, le dibuja abandonando Barcelona –donde, dice, no gusta mucho- en los a?os 60 para irse a vivir a Jaca, donde reclamaron su presencia para formar parte del Centro de Investigaci?n pirenaico de biolog?a experimental, centrado en el estudio de las aves rapaces y carro?eras. All?, en plena naturaleza, cultiv? un especial amor por los buitres, que siempre le parecieron medievales y poéticos. M?s oscuras son las*partidas de p?quer,*claro, con las que lleg? a ganarse la vida e incluso, algo m?s imprecisas, algunas actividades clandestinas en los servicios de inteligencia. Y, finalmente, su menci?n como personaje en*‘Bartleby y compa??a’, de Enrique Vila-Matas,*porque se pas? 33 a?os sin escribir sin que a d?a a de hoy sepa muy bien explicar el porqué de aquel “preferir?a no hacerlo”.*
Ahora se congratula de que aquellas circunstancias vitales curiosas -“esas cosas que al com?n de los mortales no le ocurren”- se vayan amortiguando poco a poco, y se hable mucho m?s de su producci?n literaria.**
Curiosidad y naturaleza
No quiere ponerse cursi al sostener que un poeta observa de un modo distinto pero lanza: “Vemos cosas que los dem?s no ven”. En su caso define la visi?n poética como*“cient?fica, casi filatélica”. Y asegura salir al campo a saciar su curiosidad natural: “Solo un poeta que sea a la vez ornit?logo puede satisfacerla. Saber, por ejemplo, que un milano real, por ejemplo, se ha posado en la rama de un olmo. Si se a?ade memoria visual, unida a la capacidad para reconocer el canto de los p?jaros, eso hace que mi poes?a, que no quiere ser diferente, a veces lo sea”.
No ser? poes?a por supuesto, o quiz? un poco s?. Desde alg?n tiempo*prepara Ferrer Ler?n un libro de narrativa*al que no le importa calificar como el resultado de mucho material de desecho: “Son retales de mis aventuras de escritura, con*elementos autobiogr?ficos, mis*peripecias naturalistas, la recuperaci?n de un*diario inédito*y la invenci?n de una asociaci?n destructora y maléfica a la que acude la gente para resolver sus problemas”. Probablemente, dice sin tristeza, ser? su ?ltimo libro.*
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/francisco-ferrer-lerin-poeta-poquer-90343608)
Ahora a los 81 a?os publica, al cuidado de*Aurelio Major, ‘Poes?a reunida’ que no 'completa'. “Parece que Tusquets ha decidido que no estoy muerto y que todav?a puedo publicar algo m?s”, elucubra divertido. Quiz? la editorial lo crea as? pero Ferrer Ler?n zanja el asunto anunciando*haberse dado de baja de la poes?a*por temor a repetirse que es algo que le ocurre a los viejos poetas. “Mi ?ltimo libro de 2020 es ‘Grafo pez’ que no esta mal y me gusta, pero no veo ah? nada nuevo”. De ah? que haya derivado ese aliento a la escritura de*microrrelatos “circulares y humor?sticos”*que cuelga en la red.**
Esencia hiperb?lica
En su habitual tono zumb?n, como si no se acabara de tomar en serio ni su pasado ni a s? mismo, cuenta que se considera poeta desde los 17 a?os, cuando asumi? su facilidad para la escritura, su*querencia por la hipérbole, o dicho m?s llanamente por la exageraci?n, unido a la lectura iluminadora del Nobel guadalupe?o*Saint-John Perse. “Mis compa?eros de entonces eran Pedro –y recalco el Pedro porque entonces se llamaba as?-*Gimferrer, Félix de Az?a*y, el tiempo que estuvo en Barcelona,*Leopoldo Mar?a Panero. Con ellos tuve muchos intercambios intelectuales y eso determin? lo que iba a ser mi escritura”.*
La leyenda Ferrer Ler?n, esa que él mismo acu?? en su novela autobiogr?fica,*‘Familias como la m?a’, a base de verdades, medias verdades y rotundos excesos verbales, le dibuja abandonando Barcelona –donde, dice, no gusta mucho- en los a?os 60 para irse a vivir a Jaca, donde reclamaron su presencia para formar parte del Centro de Investigaci?n pirenaico de biolog?a experimental, centrado en el estudio de las aves rapaces y carro?eras. All?, en plena naturaleza, cultiv? un especial amor por los buitres, que siempre le parecieron medievales y poéticos. M?s oscuras son las*partidas de p?quer,*claro, con las que lleg? a ganarse la vida e incluso, algo m?s imprecisas, algunas actividades clandestinas en los servicios de inteligencia. Y, finalmente, su menci?n como personaje en*‘Bartleby y compa??a’, de Enrique Vila-Matas,*porque se pas? 33 a?os sin escribir sin que a d?a a de hoy sepa muy bien explicar el porqué de aquel “preferir?a no hacerlo”.*
Ahora se congratula de que aquellas circunstancias vitales curiosas -“esas cosas que al com?n de los mortales no le ocurren”- se vayan amortiguando poco a poco, y se hable mucho m?s de su producci?n literaria.**
Curiosidad y naturaleza
No quiere ponerse cursi al sostener que un poeta observa de un modo distinto pero lanza: “Vemos cosas que los dem?s no ven”. En su caso define la visi?n poética como*“cient?fica, casi filatélica”. Y asegura salir al campo a saciar su curiosidad natural: “Solo un poeta que sea a la vez ornit?logo puede satisfacerla. Saber, por ejemplo, que un milano real, por ejemplo, se ha posado en la rama de un olmo. Si se a?ade memoria visual, unida a la capacidad para reconocer el canto de los p?jaros, eso hace que mi poes?a, que no quiere ser diferente, a veces lo sea”.
No ser? poes?a por supuesto, o quiz? un poco s?. Desde alg?n tiempo*prepara Ferrer Ler?n un libro de narrativa*al que no le importa calificar como el resultado de mucho material de desecho: “Son retales de mis aventuras de escritura, con*elementos autobiogr?ficos, mis*peripecias naturalistas, la recuperaci?n de un*diario inédito*y la invenci?n de una asociaci?n destructora y maléfica a la que acude la gente para resolver sus problemas”. Probablemente, dice sin tristeza, ser? su ?ltimo libro.*
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