الريــم
07-21-2023, 07:00 PM
Volver al Hungaroring siempre es interesante, sobre todo porque nos evoca aquella primera victoria en la F1 para Fernando Alonso en un t?rrido d?a de agosto de hace 20 a?os.
Ahora, a punto de cumplir 42 a?os, el piloto asturiano llega a este sitio casi con la misma energ?a de entonces, si no m?s, y convencido que aqu? podr?a llegar la esperada trigésimo tercera victoria de su palmarés. Lo hace siendo a?n mejor piloto de lo que ya era cuando se puso al volante de aquel Renault, y creo que con la misma ilusi?n con la que debut? aqu? con un Minardi en su primera carrera en la F1 dos a?os antes de aquel primer éxito.
El circuito h?ngaro siempre ha sido un lugar de “primeras veces”; lo fue para Alonso, s?, pero también para Jaime Alguersuari que debut? en la F1 aqu? con Toro Rosso en 2009 (con 19 a?os y 125 d?as, el m?s joven en conseguirlo en aquel momento). Y, lo que son las cosas, lo ser? también este fin de semana para Daniel Ricciardo en su retorno a la categor?a, ahora con la versi?n actual del coche de Faenza que llevara entonces el barcelonés, el monoplaza de la escuder?a Alpha Tauri.
La vida est? llena de paradojas. Alguersuari vivi? su tiempo de estancia en la F1 torturado por la creencia que el volante del Red Bull que pilot? el australiano desde 2014 hasta 2018 ten?a que haber sido para él; y ahora Daniel vuelve a la F1 de la mano de un equipo en el que ya estuvo dos temporadas: precisamente Toro Rosso, o lo que es lo mismo: AT.
Este es un circuito ratonero donde adelantar no es f?cil, que pone a prueba la mec?nica por la temperatura extrema que suele acompa?ar la carrera, con un asfalto bastante deslizante que castiga mucho a los neum?ticos, donde la tracci?n es fundamental y en el que la gesti?n de la degradaci?n de las gomas en el tramo final de la carrera es la madre del cordero. Y sin curvas r?pidas, el principal tal?n de Aquiles del Aston Martin.
Los del equipo de Silverstone han trabajado a fondo para esta carrera, sabedores que en la pr?xima -en Spa- tal vez vuelvan a sufrir como lo hicieron en Silverstone o Catalunya. La de Budapest es, junto con Singapur -y como lo debiera haber sido M?naco- una de las grandes oportunidades del a?o para el equipo verde.
Pero en la F1 no siempre dos y dos son cuatro. Este es un asunto tan complejo como el juguete m?s vendido en la historia, aquel cubo multicolor y cabroncete que invent? en 1974 un profesor de arquitectura y gran aficionado a la escultura llamado Erno Rubik… en Budapest.
Las ?ltimas evoluciones del AM23 est?n preparadas, cierto, pero las del resto de la competencia también. Aqu? no hay quien pierda comba, aunque es verdad que “los de arriba” ya est?n trabajando en el coche del 2024 y puede que para ellos el tiempo de introducci?n de grandes actualizaciones ya haya pasado.
Este s?bado el circuito magyar estrena el nuevo sistema de distribuci?n de los neum?ticos para los tres tramos de la sesi?n de calificaci?n. Cualquier novedad significa un nuevo reto para los pilotos; y en este sentido, los m?s intuitivos, los que son menos producto de laboratorio como los pertenecientes a la “generaci?n Play Station”, los que por sus habilidades innatas saben sacar mejor provecho de situaciones novedosas tienen ventaja por su habilidad en la improvisaci?n. Como el astuto Fernando Alonso, capaz de realizar una conducci?n camale?nica, poliforme, adaptable a cada circunstancia. Y puede que su experiencia en el Dakar o en la resistencia le hayan hecho a?n mejor en este aspecto.
En la F1 no hay un “guion” prestablecido; y menos ahora que los de Hollywood est?n de huelga… Y aunque esta sea un deporte absolutamente cient?fico, aqu? “el cubo” no se acaba de construir, como el de Rubik, en base a movimientos matem?ticos. Pero hay argumentos para creer que el domingo Alonso puede volver a brindar como lo hizo hace dos décadas en ese mismo podio.
Aunque, cuenta la historia que Hungr?a sufri? un severo correctivo en la revoluci?n que pusieron en marcha contra los Habsburgo en 1948. En aquel momento, los austr?acos -que hab?an sofocado la rebeli?n magyar- hicieron popular el acto de chocar sus jarras de cerveza para celebrar algo; en este caso, el sofocamiento del alzamiento h?ngaro.
La humillaci?n fue de tal magnitud, que los h?ngaros acordaron prohibir a partir de aquel momento cualquier tipo de brindis en p?blico… Pero de eso ya no se acuerda nadie, y el veto ha pasado a la historia del mismo modo que los Pente o los Mag ya hace a?os que no circulan por las calles de la capital del pa?s donde en 1893 los ingenieros locales J?nos Csonka y Don?t B?nki inventaron el primer carburador de gasolina para un motor estacionario de la historia.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/opinion/prohibido-brindar-casa-cubo-rubik-90169776)
Ahora, a punto de cumplir 42 a?os, el piloto asturiano llega a este sitio casi con la misma energ?a de entonces, si no m?s, y convencido que aqu? podr?a llegar la esperada trigésimo tercera victoria de su palmarés. Lo hace siendo a?n mejor piloto de lo que ya era cuando se puso al volante de aquel Renault, y creo que con la misma ilusi?n con la que debut? aqu? con un Minardi en su primera carrera en la F1 dos a?os antes de aquel primer éxito.
El circuito h?ngaro siempre ha sido un lugar de “primeras veces”; lo fue para Alonso, s?, pero también para Jaime Alguersuari que debut? en la F1 aqu? con Toro Rosso en 2009 (con 19 a?os y 125 d?as, el m?s joven en conseguirlo en aquel momento). Y, lo que son las cosas, lo ser? también este fin de semana para Daniel Ricciardo en su retorno a la categor?a, ahora con la versi?n actual del coche de Faenza que llevara entonces el barcelonés, el monoplaza de la escuder?a Alpha Tauri.
La vida est? llena de paradojas. Alguersuari vivi? su tiempo de estancia en la F1 torturado por la creencia que el volante del Red Bull que pilot? el australiano desde 2014 hasta 2018 ten?a que haber sido para él; y ahora Daniel vuelve a la F1 de la mano de un equipo en el que ya estuvo dos temporadas: precisamente Toro Rosso, o lo que es lo mismo: AT.
Este es un circuito ratonero donde adelantar no es f?cil, que pone a prueba la mec?nica por la temperatura extrema que suele acompa?ar la carrera, con un asfalto bastante deslizante que castiga mucho a los neum?ticos, donde la tracci?n es fundamental y en el que la gesti?n de la degradaci?n de las gomas en el tramo final de la carrera es la madre del cordero. Y sin curvas r?pidas, el principal tal?n de Aquiles del Aston Martin.
Los del equipo de Silverstone han trabajado a fondo para esta carrera, sabedores que en la pr?xima -en Spa- tal vez vuelvan a sufrir como lo hicieron en Silverstone o Catalunya. La de Budapest es, junto con Singapur -y como lo debiera haber sido M?naco- una de las grandes oportunidades del a?o para el equipo verde.
Pero en la F1 no siempre dos y dos son cuatro. Este es un asunto tan complejo como el juguete m?s vendido en la historia, aquel cubo multicolor y cabroncete que invent? en 1974 un profesor de arquitectura y gran aficionado a la escultura llamado Erno Rubik… en Budapest.
Las ?ltimas evoluciones del AM23 est?n preparadas, cierto, pero las del resto de la competencia también. Aqu? no hay quien pierda comba, aunque es verdad que “los de arriba” ya est?n trabajando en el coche del 2024 y puede que para ellos el tiempo de introducci?n de grandes actualizaciones ya haya pasado.
Este s?bado el circuito magyar estrena el nuevo sistema de distribuci?n de los neum?ticos para los tres tramos de la sesi?n de calificaci?n. Cualquier novedad significa un nuevo reto para los pilotos; y en este sentido, los m?s intuitivos, los que son menos producto de laboratorio como los pertenecientes a la “generaci?n Play Station”, los que por sus habilidades innatas saben sacar mejor provecho de situaciones novedosas tienen ventaja por su habilidad en la improvisaci?n. Como el astuto Fernando Alonso, capaz de realizar una conducci?n camale?nica, poliforme, adaptable a cada circunstancia. Y puede que su experiencia en el Dakar o en la resistencia le hayan hecho a?n mejor en este aspecto.
En la F1 no hay un “guion” prestablecido; y menos ahora que los de Hollywood est?n de huelga… Y aunque esta sea un deporte absolutamente cient?fico, aqu? “el cubo” no se acaba de construir, como el de Rubik, en base a movimientos matem?ticos. Pero hay argumentos para creer que el domingo Alonso puede volver a brindar como lo hizo hace dos décadas en ese mismo podio.
Aunque, cuenta la historia que Hungr?a sufri? un severo correctivo en la revoluci?n que pusieron en marcha contra los Habsburgo en 1948. En aquel momento, los austr?acos -que hab?an sofocado la rebeli?n magyar- hicieron popular el acto de chocar sus jarras de cerveza para celebrar algo; en este caso, el sofocamiento del alzamiento h?ngaro.
La humillaci?n fue de tal magnitud, que los h?ngaros acordaron prohibir a partir de aquel momento cualquier tipo de brindis en p?blico… Pero de eso ya no se acuerda nadie, y el veto ha pasado a la historia del mismo modo que los Pente o los Mag ya hace a?os que no circulan por las calles de la capital del pa?s donde en 1893 los ingenieros locales J?nos Csonka y Don?t B?nki inventaron el primer carburador de gasolina para un motor estacionario de la historia.
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