الريــم
07-20-2023, 01:28 PM
Su hijo Juan est? con él en la portada de su ?ltimo libro,*Alg?n d?a seré recuerdo*(Anagrama, como muchos de los suyos), jugando, cuando el muchacho, ahora de catorce a?os, era un ni?o. Se lanzan pelotas azules, est?n subidos en una especie de porter?a de parque, y a*Marcos Giralt Torrente, el padre, se le ve tan feliz como al peque?o. Es as?: el ni?o ataca y el padre repele, Marcos r?e.
Cuando en la vida real llevamos ya hecha la mitad de la entrevista llega Juan de la calle; tiene muchos m?s palmos de estatura, es un adolescente que ya se sabe todas las normas de la casa, de modo que abre la puerta al fot?grafo, se pone a estudiar ante el ordenador sus*ejercicios de Matem?ticas, pues por la tarde ha de abordar un examen final, y da la mano como hacemos los mayores.
Ya es casi un adulto, y no queda otro remedio que evocar, por parte del periodista, alguna vez que vio al padre cuando Marcos era de esta edad y su madre,*Marisa Torrente, nos invitaba a escritores o a artistas a esta misma casa, cerca del*Ministerio de Cultura*y de lo que entonces era, por cierto, la*movida madrile?a.
Aquel descendiente del viejo*Torrente Ballester, del que es hija Marisa, era entonces un muchacho m?s t?mido que este Juan que juega con él en la portada, y ha mantenido en cierto modo aquella proximidad asustada de entonces, ahora con 55 a?os. Detr?s de su trayectoria hay*libros importantes, y graves, como el que dedic? a la memoria de su padre (Tiempo de vida,*2010), que es un parteaguas de su literatura.
En todo lo que ha escrito desde entonces (Mudar de piel, El final del amor,*por ejemplo, en los que hay memoria y ficci?n) siempre est? presente el sustrato de esa*novela-memoria, en la que da cuenta de sus relaciones con aquel padre que, siendo artista de renombre, hall? las incertidumbres profesionales y personales, propias de la edad adulta de su generaci?n, en la que*el franquismo y la democracia*se dieron la mano.
Tiempo de vida*tuvo un gran éxito, y no s?lo marc? su propia literatura sino que fue ejemplo para quienes, también por entonces, afrontaron la*literatura autobiogr?fica que tuviera al padre como figura central. Este libro nuevo,*Alg?n d?a seré recuerdo,*por ejemplo, que comprende textos diversos de entre los que ha publicado en medios diferentes, es consecuencia también de*esa manera de abordar la vida como escritor: partiendo de lo que a él mismo le sucede, como memorialista, como lector y como autor, rabiosamente personal, asustado ante el mundo pero sabiéndolo contar como si ya hubiera vivido otras edades diferentes.
Aquella relaci?n con los a?os de la*movida, y su rostro mirando a los adultos que llegaban a casa, es inevitable memoria a partir de la que el periodista le va preguntando. Cuando nos vamos, el hijo Juan sigue con las matem?ticas en su pantalla de muchacho de catorce a?os, cuya existencia (lo dice el padre) tanto ha marcado la*vida adulta de Marcos Giralt Torrente.
En su obra hay una tendencia a la autobiograf?a. ?En qué momento consider? que ya era tiempo de rememorar sus historias y las de tus parientes?
No sé si tengo esa tendencia a la autobiograf?a, pero s? es verdad que mis libros, incluso de los de ficci?n, orbitan alrededor del mundo familiar. Como esa relaci?n es entre gente que se quiere, pues… a veces hay conflictos o duele alguna traici?n. Por otro lado, nunca he sido capaz de escribir sobre cosas alejadas de m?. Y… cuando se muri? mi padre, en el 2007, di el salto con la convicci?n de que nuestra historia merec?a contarse.
*
"Nunca he sido capaz de escribir sobre cosas alejadas de m?"
?Hay algo de su infancia que todav?a no haya contado?
La verdad es que no tengo la sensaci?n de estar callando cosas, pero alguna habr?. Yo viv? una infancia un poco rara para la época. Nac? en el 68, cuando se muri? Franco yo ten?a siete a?os, viv? los primeros a?os de la Transici?n, las fiestas del Partido Comunista… y desde muy pronto tuve la sensaci?n de que mi mundo era estable, pero también de que no ten?a nada asegurado materialmente. Ser hijo ?nico también marca. Ser hijo de padres separados muy pronto, también.
*
?Entonces podr?amos decir que en 2007 naci? otro escritor en usted?
En cierto modo, s?. Estil?sticamente di un salto, dig?moslo as?. Yo antes casi imitaba a Javier Mar?as, pero luego su prosa se fue amanerando y fue tejiendo una especie de selva idiom?tica. En*Par?s*y en*Los seres felices*se nota ese fraseo de subordinadas largas, que viene de Mar?as y de Juan Benet, y luego me despojé de él y empecé a ser m?s auténtico o a sonar menos elaborado. Digamos que mi prosa ya es m?s simplificada. De Javier Mar?as aprend?a muchas cosas: a emplear narradores en primera persona, sin que fueses t?, a narrar con elegancia… Con Javier estuve muy unido y luego, cuando se enfad? con Jorge Herralde, no entendi? que yo siguiese en Anagrama. Creo que él jam?s me lo perdon?. Pero desde entonces seguimos también trat?ndonos con afecto.*
*
"Con Javier (Mar?as) estuve muy unido y, luego, cuando se enfad? con Jorge Herralde, no entendi? que yo siguiese en Anagrama. Creo que él jam?s me lo perdon?"
?Qué otros escritores le han influido?
Benet y Carmen Mart?n Gaite.*La b?squeda de interlocutor*es un libro de Carmen que no es muy famoso pero que me parece fundamental. O también*El cuento de nunca acabar.*Ella me compr? mi primer ordenador para que yo pudiera escribir. En el mundo literario a veces est?s arriba y a veces est?s abajo. A veces necesitas ayuda y hay que dejarse ayudar. Dedicarse al arte siempre es complicado, sobre todo econ?micamente.
*
?Cu?l fue la mayor dificultad de*Tiempo de vida?
Primero, decidirme a contar mi vida. Hoy hablar sobre el padre es m?s com?n, pero entonces no lo era no tanto. Entonces, lo primero que hice fue convencerme de que no iba a ser un disparate. Necesitaba convencerme de que eso era una apuesta literaria. Es que yo iba a contar una cosa conflictiva, no maniquea, pero s? conflictiva. Para eso ten?a que contar mis quejas y desnudar a mi padre y desnudarme yo. La primera dificultad fue encontrar la voz. Quer?a que no fuera una voz llena de reproches, quer?a que fuese una voz comprensiva, que surra a un amigo, que no hiciera a un lado los conflictos… También quer?a que fuera un libro de no m?s de 200 p?ginas y separar los hechos de la reflexi?n.
*
?C?mo le afect? esa indagaci?n tan prolija sobre su padre?
Yo estaba bastante blindado, pero si el libro no hubiera tenido un final feliz… es posible que no lo hubiese escrito nunca. Al final el padre y el hijo se reencuentran, pero no puedes contar el reencuentro sin el desencuentro. Yo ten?a que asegurarme de que no estaba traicionando a mi padre al contar intimidades. Mi padre no era un asesino, pero s? tuvo peque?as faltas. Y yo también ten?a que poner mis errores y mis defectos. No pod?a dejar de contar que*existi? la falta de ayuda econ?mica por parte de mi padre hacia mi madre y hacia a m?. Eso también sab?a que ten?a que hacerlo. Pero quise contarlo de la manera m?s escéptica posible. Mi madre ley? el manuscrito y… la noque?. Supongo que porque yo ve?a las cosas de una manera diferente a la de ella. Constatar eso fue chocante. De hecho, durante dos d?as casi ni me dirigi? la palabra.
*
?Cu?l fue la cr?tica que le hizo?
No hizo una cr?tica muy elaborada. Lo que pasa es que ella es muy pudorosa y no le gustaba que se contaran cosas como que ha estado en el paro o que ha tenido problemas econ?micos, por ejemplo.
*
?Qué m?s le ense?? como escritor*Tiempo de vida?
Me ense?? a ir al grano de forma m?s directa, a ser menos ambiguo y a no disfrazar la realidad. A no ocultar cosas. La vida es dura para todos.
*
"La memoria es un relato que nos contamos a nosotros mismos, es la sustancia sobre la que la imaginaci?n trabaja"
?Cu?l es el l?mite de la memoria contada?
La memoria es un relato que nos contamos a nosotros mismos. La memoria es la sustancia sobre la que la imaginaci?n trabaja. Estamos nosotros y los otros y… no sé cu?l es l?mite. Hay que explorar la memoria y ya est?.
*
Tienes un cuento que se llama*?ltima gota fr?a,*en*El final del amor,*en el que se vislumbran personas que tienen que ver con su autobiograf?a familiar.*?Hasta qué punto ese relato es consecuencia de la pasi?n de contar la propia vida?
Ese relato en concreto podr?a considerarse que es una parte desprendida de*Tiempo de vida.*A veces los escritores mandamos alg?n mensaje para navegantes y yo escrib? ese relato con ganas de que le llegara cierto mensaje al navegante. F?jate que este relato no le molest? a mi madre, eh. Tal vez porque contiene una peque?a dosis de venganza [r?e].
*
"Mi abuelo fue un cobarde –lo asum?a–; no se quiso enfrentar al exilio. Eso me alej? de él. Lo fui leyendo y me di cuenta de que era un gran novelista"
?C?mo se lleva usted con la venganza?
Pues no suelo ser vengativo. Tal vez porque no he sufrido grandes faltas o humillaciones. Y… la vida no me ha dado la oportunidad de vengarme [r?e]. Pero tampoco lo he buscado. Y no pienso vengarme, no.
*
?Y c?mo se lleva con el pasado?
Es que la paternidad me ha cambiado mucho, Juan. Mi manera de ser padre nace de mi manera de ser hijo, claro. Y de c?mo fue mi infancia y de c?mo fueron mis padres conmigo. Por eso ahora ya no pienso tanto en el pasado. Un poco, pero ya no tanto. Ahora pienso mucho en la vida de alguien que est? empezando a vivir. Y también quiero volver a la ficci?n. Aunque estoy con un libro desde hace bastantes a?os.*Tiempo de vida*es sobre mi padre y luego he estado escribiendo sobre mi herencia materna.
*
?C?mo le ha afectado a usted el conflicto familiar en general? [nieto del primer matrimonio de Torrente Ballester].
Me ha tenido que afectar mucho [r?e], porque escribo mucho sobre eso. Somos una familia peque?a y eso algo que me ha permitido tener una visi?n distinta a las familias con muchos hermanos y primos y tal. A m?, en determinado momento, me ha afectado no tener cierto arropo. El suelo en el que estaba no era tan firme porque los personajes que me rodeaban no lo eran. Eso me toc? y eso cuento.
*
?C?mo fue su relaci?n con su abuelo materno?
Muy buena. Primero porque soy hijo de hija y eso es importante. Adem?s, su hija mayor, Marisela, no ten?a hijos. Mi madre estuvo muy unida a él y yo creo que por eso yo también. Mi abuelo siempre era una red segura: si todo sal?a mal, sab?amos que ah? estaba mi abuelo para apoyarnos. José Bergam?n también fue un apoyo importante para m?, fue como otro abuelo. Mi abuelo fue un cobarde (él lo asum?a as?) después de la guerra civil: no se quiso enfrentar al exilio y a perder sus enseres y opt? por estar en el bando de los ganadores, creo que por oportunismo y cobard?a. Eso me alej? de él cuando yo era adolescente. Luego lo fui leyendo y me di cuenta de que era un gran novelista y lo fui admirando cada vez m?s. Creo que hoy est? bastante olvidado, la verdad, pero este pa?s tiene esas cosas.*
*
Dentro de su familia también hubo una especie de guerra.
S?, es verdad. También hubo dos bandos enfrentados. Yo viv? esa guerra con mucha intensidad, sobre todo porque sent? que mi madre result? maltratada. Que mi madre estuviese siendo perjudicada me enervaba y lo viv? con mucha intensidad. Luego te das cuenta de que ni los malos eran tan malos ni los buenos eran tan buenos. Era normal que los que ten?an m?s fuerza la usaran y los que ten?an menos tuvieran derecho al pataleo. Pero, al final, todo son s?lo peque?os pecados humanos.
*
"Podemos tener posturas ideol?gicas distintas, pero como pa?s es necesario tener un relato com?n"
?C?mo comprendi? usted el episodio que condujo a su abuelo a escribir la novela*Javier Mari?o?
?Su posicionamiento con el bando nacional y eso? Pues, en el a?o 83, mi madre y yo nos fuimos a pasar el verano a Fuenterrab?a, para estar cerca de Bergam?n que ya se estaba muriendo. Mi abuelo y él tuvieron una correspondencia, Bergam?n desde su primer exilio, y luego los Bergam?n y los Torrente se conocieron y hubo una buena convivencia. Bergam?n se exilia por segunda vez y vuelve en el a?o 76 o 77 y mi madre me llev? a conocerlo. A partir de entonces se convirti? en otro abuelo para m?. Era capaz de integrar a los ni?os en igualdad de condiciones que los adultos.*Claro, mi abuelo Torrente se dio cuenta de que ten?a una especie de antagonista, jajajaja. Pero él lo entend?a, estoy seguro. Yo admiraba mucho a Bergam?n por su postura ante la guerra civil, pero mi abuelo me dec?a: “No todo el mundo tiene que ser valiente, yo ten?a una mujer, hijos… sent? el peligro y por eso ingresé en la Falange”. Al final eso me pareci? comprensible. Y también me gust? que él era completamente libre en sus libros, ajeno al nacionalcatolicismo que reg?a en Espa?a.
*
?Cree que algo como eso ya est? bien entendido en este pa?s?*?C?mo ve este momento de la vida de la naci?n?
Este momento lo veo tr?gico. La recalcitrante derecha espa?ola est? negando ciertos reconocimientos b?sicos. Han pasado muchos a?os y todav?a hay personas en cunetas y la derecha se limita a decir que no quiere reabrir heridas. Eso quiere decir que tienen una idea distinta del pa?s en el que vivimos. Podemos tener posturas ideol?gicas distintas, pero como pa?s es necesario tener un relato com?n. Sabemos que durante la guerra los*rojos y los nacionales hicieron destrozos, pero… ?quién sigui? haciendo destrozos después de haber ganado la guerra? ?Quién sigui? encarcelando, fusilando, reprimiendo? Yo soy republicano y me duele todo eso. Quien tenga a sus familiares en las cunetas, tiene derecho a sacarlos de ah?.*
*
En*Mudar de piel*hay un texto sobre la culpa. ?La culpa es un asunto que también le interesa?
S?, pero no es el ?nico. Las culpas son m?s agudas cuando no se han cerrado las heridas, ?no?
*
?Y la timidez?
Bueno, es que yo soy t?mido. Eso a veces me ha impedido mostrarme con soltura en sociedad o para pedir trabajo en los peri?dicos. Pero ya tengo 55 a?os y he superado varias fases de la timidez. En la adolescencia s? era muy t?mido, me acuerdo. Ser? porque al ser adolescente asum? una serie de responsabilidades, como convertirme en el apoyo de mi madre, porque no hab?a alguien m?s, y eso te hace crecer muy r?pido.
*
Me gustar?a que desglosara dos frases suyas: “Me seguiré moviendo en lo espinoso” y “Yo siempre fui el raro.”
Haber crecido entre pintores y escritores y en un mundo medio jipi que me hizo proclive a la rareza, digo yo. Pero eso también me hizo m?s vulnerable. Pocas familias ten?an un solo hijo, en pocas familias los padres se separaban. Eso me hizo sentirme en el centro de la diana. Y por eso tuve una conciencia de ser raro, de no encajar en el colegio, por ejemplo.*Un d?a conté que hab?a visto a unos encantadores de serpientes y la profesora llam? a mi madre para decirle que yo me inventaba cosas. Y mi madre explicaba que no, que eso no era as?, que nosotros hab?amos estado en Marruecos ya hab?amos visto a esos encantadores de serpientes.*Y en cuanto a “lo espinoso”, pues s?. Porque yo me muevo siempre en el conflicto porque la literatura nace del conflicto.
https://uc-4u.com/clip/f96cafca-e04a-44e6-afe8-3fae4eb015f4_source-aspect-ratio_default_0.jpg
'Alg?n d?a seré recuerdo'
Marcos Giralt Torrente
Anagrama
288 p?ginas
18,90 euros
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/marcos-giralt-torrente-recalcitrante-derecha-90108222)
Cuando en la vida real llevamos ya hecha la mitad de la entrevista llega Juan de la calle; tiene muchos m?s palmos de estatura, es un adolescente que ya se sabe todas las normas de la casa, de modo que abre la puerta al fot?grafo, se pone a estudiar ante el ordenador sus*ejercicios de Matem?ticas, pues por la tarde ha de abordar un examen final, y da la mano como hacemos los mayores.
Ya es casi un adulto, y no queda otro remedio que evocar, por parte del periodista, alguna vez que vio al padre cuando Marcos era de esta edad y su madre,*Marisa Torrente, nos invitaba a escritores o a artistas a esta misma casa, cerca del*Ministerio de Cultura*y de lo que entonces era, por cierto, la*movida madrile?a.
Aquel descendiente del viejo*Torrente Ballester, del que es hija Marisa, era entonces un muchacho m?s t?mido que este Juan que juega con él en la portada, y ha mantenido en cierto modo aquella proximidad asustada de entonces, ahora con 55 a?os. Detr?s de su trayectoria hay*libros importantes, y graves, como el que dedic? a la memoria de su padre (Tiempo de vida,*2010), que es un parteaguas de su literatura.
En todo lo que ha escrito desde entonces (Mudar de piel, El final del amor,*por ejemplo, en los que hay memoria y ficci?n) siempre est? presente el sustrato de esa*novela-memoria, en la que da cuenta de sus relaciones con aquel padre que, siendo artista de renombre, hall? las incertidumbres profesionales y personales, propias de la edad adulta de su generaci?n, en la que*el franquismo y la democracia*se dieron la mano.
Tiempo de vida*tuvo un gran éxito, y no s?lo marc? su propia literatura sino que fue ejemplo para quienes, también por entonces, afrontaron la*literatura autobiogr?fica que tuviera al padre como figura central. Este libro nuevo,*Alg?n d?a seré recuerdo,*por ejemplo, que comprende textos diversos de entre los que ha publicado en medios diferentes, es consecuencia también de*esa manera de abordar la vida como escritor: partiendo de lo que a él mismo le sucede, como memorialista, como lector y como autor, rabiosamente personal, asustado ante el mundo pero sabiéndolo contar como si ya hubiera vivido otras edades diferentes.
Aquella relaci?n con los a?os de la*movida, y su rostro mirando a los adultos que llegaban a casa, es inevitable memoria a partir de la que el periodista le va preguntando. Cuando nos vamos, el hijo Juan sigue con las matem?ticas en su pantalla de muchacho de catorce a?os, cuya existencia (lo dice el padre) tanto ha marcado la*vida adulta de Marcos Giralt Torrente.
En su obra hay una tendencia a la autobiograf?a. ?En qué momento consider? que ya era tiempo de rememorar sus historias y las de tus parientes?
No sé si tengo esa tendencia a la autobiograf?a, pero s? es verdad que mis libros, incluso de los de ficci?n, orbitan alrededor del mundo familiar. Como esa relaci?n es entre gente que se quiere, pues… a veces hay conflictos o duele alguna traici?n. Por otro lado, nunca he sido capaz de escribir sobre cosas alejadas de m?. Y… cuando se muri? mi padre, en el 2007, di el salto con la convicci?n de que nuestra historia merec?a contarse.
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"Nunca he sido capaz de escribir sobre cosas alejadas de m?"
?Hay algo de su infancia que todav?a no haya contado?
La verdad es que no tengo la sensaci?n de estar callando cosas, pero alguna habr?. Yo viv? una infancia un poco rara para la época. Nac? en el 68, cuando se muri? Franco yo ten?a siete a?os, viv? los primeros a?os de la Transici?n, las fiestas del Partido Comunista… y desde muy pronto tuve la sensaci?n de que mi mundo era estable, pero también de que no ten?a nada asegurado materialmente. Ser hijo ?nico también marca. Ser hijo de padres separados muy pronto, también.
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?Entonces podr?amos decir que en 2007 naci? otro escritor en usted?
En cierto modo, s?. Estil?sticamente di un salto, dig?moslo as?. Yo antes casi imitaba a Javier Mar?as, pero luego su prosa se fue amanerando y fue tejiendo una especie de selva idiom?tica. En*Par?s*y en*Los seres felices*se nota ese fraseo de subordinadas largas, que viene de Mar?as y de Juan Benet, y luego me despojé de él y empecé a ser m?s auténtico o a sonar menos elaborado. Digamos que mi prosa ya es m?s simplificada. De Javier Mar?as aprend?a muchas cosas: a emplear narradores en primera persona, sin que fueses t?, a narrar con elegancia… Con Javier estuve muy unido y luego, cuando se enfad? con Jorge Herralde, no entendi? que yo siguiese en Anagrama. Creo que él jam?s me lo perdon?. Pero desde entonces seguimos también trat?ndonos con afecto.*
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"Con Javier (Mar?as) estuve muy unido y, luego, cuando se enfad? con Jorge Herralde, no entendi? que yo siguiese en Anagrama. Creo que él jam?s me lo perdon?"
?Qué otros escritores le han influido?
Benet y Carmen Mart?n Gaite.*La b?squeda de interlocutor*es un libro de Carmen que no es muy famoso pero que me parece fundamental. O también*El cuento de nunca acabar.*Ella me compr? mi primer ordenador para que yo pudiera escribir. En el mundo literario a veces est?s arriba y a veces est?s abajo. A veces necesitas ayuda y hay que dejarse ayudar. Dedicarse al arte siempre es complicado, sobre todo econ?micamente.
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?Cu?l fue la mayor dificultad de*Tiempo de vida?
Primero, decidirme a contar mi vida. Hoy hablar sobre el padre es m?s com?n, pero entonces no lo era no tanto. Entonces, lo primero que hice fue convencerme de que no iba a ser un disparate. Necesitaba convencerme de que eso era una apuesta literaria. Es que yo iba a contar una cosa conflictiva, no maniquea, pero s? conflictiva. Para eso ten?a que contar mis quejas y desnudar a mi padre y desnudarme yo. La primera dificultad fue encontrar la voz. Quer?a que no fuera una voz llena de reproches, quer?a que fuese una voz comprensiva, que surra a un amigo, que no hiciera a un lado los conflictos… También quer?a que fuera un libro de no m?s de 200 p?ginas y separar los hechos de la reflexi?n.
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?C?mo le afect? esa indagaci?n tan prolija sobre su padre?
Yo estaba bastante blindado, pero si el libro no hubiera tenido un final feliz… es posible que no lo hubiese escrito nunca. Al final el padre y el hijo se reencuentran, pero no puedes contar el reencuentro sin el desencuentro. Yo ten?a que asegurarme de que no estaba traicionando a mi padre al contar intimidades. Mi padre no era un asesino, pero s? tuvo peque?as faltas. Y yo también ten?a que poner mis errores y mis defectos. No pod?a dejar de contar que*existi? la falta de ayuda econ?mica por parte de mi padre hacia mi madre y hacia a m?. Eso también sab?a que ten?a que hacerlo. Pero quise contarlo de la manera m?s escéptica posible. Mi madre ley? el manuscrito y… la noque?. Supongo que porque yo ve?a las cosas de una manera diferente a la de ella. Constatar eso fue chocante. De hecho, durante dos d?as casi ni me dirigi? la palabra.
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?Cu?l fue la cr?tica que le hizo?
No hizo una cr?tica muy elaborada. Lo que pasa es que ella es muy pudorosa y no le gustaba que se contaran cosas como que ha estado en el paro o que ha tenido problemas econ?micos, por ejemplo.
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?Qué m?s le ense?? como escritor*Tiempo de vida?
Me ense?? a ir al grano de forma m?s directa, a ser menos ambiguo y a no disfrazar la realidad. A no ocultar cosas. La vida es dura para todos.
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"La memoria es un relato que nos contamos a nosotros mismos, es la sustancia sobre la que la imaginaci?n trabaja"
?Cu?l es el l?mite de la memoria contada?
La memoria es un relato que nos contamos a nosotros mismos. La memoria es la sustancia sobre la que la imaginaci?n trabaja. Estamos nosotros y los otros y… no sé cu?l es l?mite. Hay que explorar la memoria y ya est?.
*
Tienes un cuento que se llama*?ltima gota fr?a,*en*El final del amor,*en el que se vislumbran personas que tienen que ver con su autobiograf?a familiar.*?Hasta qué punto ese relato es consecuencia de la pasi?n de contar la propia vida?
Ese relato en concreto podr?a considerarse que es una parte desprendida de*Tiempo de vida.*A veces los escritores mandamos alg?n mensaje para navegantes y yo escrib? ese relato con ganas de que le llegara cierto mensaje al navegante. F?jate que este relato no le molest? a mi madre, eh. Tal vez porque contiene una peque?a dosis de venganza [r?e].
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"Mi abuelo fue un cobarde –lo asum?a–; no se quiso enfrentar al exilio. Eso me alej? de él. Lo fui leyendo y me di cuenta de que era un gran novelista"
?C?mo se lleva usted con la venganza?
Pues no suelo ser vengativo. Tal vez porque no he sufrido grandes faltas o humillaciones. Y… la vida no me ha dado la oportunidad de vengarme [r?e]. Pero tampoco lo he buscado. Y no pienso vengarme, no.
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?Y c?mo se lleva con el pasado?
Es que la paternidad me ha cambiado mucho, Juan. Mi manera de ser padre nace de mi manera de ser hijo, claro. Y de c?mo fue mi infancia y de c?mo fueron mis padres conmigo. Por eso ahora ya no pienso tanto en el pasado. Un poco, pero ya no tanto. Ahora pienso mucho en la vida de alguien que est? empezando a vivir. Y también quiero volver a la ficci?n. Aunque estoy con un libro desde hace bastantes a?os.*Tiempo de vida*es sobre mi padre y luego he estado escribiendo sobre mi herencia materna.
*
?C?mo le ha afectado a usted el conflicto familiar en general? [nieto del primer matrimonio de Torrente Ballester].
Me ha tenido que afectar mucho [r?e], porque escribo mucho sobre eso. Somos una familia peque?a y eso algo que me ha permitido tener una visi?n distinta a las familias con muchos hermanos y primos y tal. A m?, en determinado momento, me ha afectado no tener cierto arropo. El suelo en el que estaba no era tan firme porque los personajes que me rodeaban no lo eran. Eso me toc? y eso cuento.
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?C?mo fue su relaci?n con su abuelo materno?
Muy buena. Primero porque soy hijo de hija y eso es importante. Adem?s, su hija mayor, Marisela, no ten?a hijos. Mi madre estuvo muy unida a él y yo creo que por eso yo también. Mi abuelo siempre era una red segura: si todo sal?a mal, sab?amos que ah? estaba mi abuelo para apoyarnos. José Bergam?n también fue un apoyo importante para m?, fue como otro abuelo. Mi abuelo fue un cobarde (él lo asum?a as?) después de la guerra civil: no se quiso enfrentar al exilio y a perder sus enseres y opt? por estar en el bando de los ganadores, creo que por oportunismo y cobard?a. Eso me alej? de él cuando yo era adolescente. Luego lo fui leyendo y me di cuenta de que era un gran novelista y lo fui admirando cada vez m?s. Creo que hoy est? bastante olvidado, la verdad, pero este pa?s tiene esas cosas.*
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Dentro de su familia también hubo una especie de guerra.
S?, es verdad. También hubo dos bandos enfrentados. Yo viv? esa guerra con mucha intensidad, sobre todo porque sent? que mi madre result? maltratada. Que mi madre estuviese siendo perjudicada me enervaba y lo viv? con mucha intensidad. Luego te das cuenta de que ni los malos eran tan malos ni los buenos eran tan buenos. Era normal que los que ten?an m?s fuerza la usaran y los que ten?an menos tuvieran derecho al pataleo. Pero, al final, todo son s?lo peque?os pecados humanos.
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"Podemos tener posturas ideol?gicas distintas, pero como pa?s es necesario tener un relato com?n"
?C?mo comprendi? usted el episodio que condujo a su abuelo a escribir la novela*Javier Mari?o?
?Su posicionamiento con el bando nacional y eso? Pues, en el a?o 83, mi madre y yo nos fuimos a pasar el verano a Fuenterrab?a, para estar cerca de Bergam?n que ya se estaba muriendo. Mi abuelo y él tuvieron una correspondencia, Bergam?n desde su primer exilio, y luego los Bergam?n y los Torrente se conocieron y hubo una buena convivencia. Bergam?n se exilia por segunda vez y vuelve en el a?o 76 o 77 y mi madre me llev? a conocerlo. A partir de entonces se convirti? en otro abuelo para m?. Era capaz de integrar a los ni?os en igualdad de condiciones que los adultos.*Claro, mi abuelo Torrente se dio cuenta de que ten?a una especie de antagonista, jajajaja. Pero él lo entend?a, estoy seguro. Yo admiraba mucho a Bergam?n por su postura ante la guerra civil, pero mi abuelo me dec?a: “No todo el mundo tiene que ser valiente, yo ten?a una mujer, hijos… sent? el peligro y por eso ingresé en la Falange”. Al final eso me pareci? comprensible. Y también me gust? que él era completamente libre en sus libros, ajeno al nacionalcatolicismo que reg?a en Espa?a.
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?Cree que algo como eso ya est? bien entendido en este pa?s?*?C?mo ve este momento de la vida de la naci?n?
Este momento lo veo tr?gico. La recalcitrante derecha espa?ola est? negando ciertos reconocimientos b?sicos. Han pasado muchos a?os y todav?a hay personas en cunetas y la derecha se limita a decir que no quiere reabrir heridas. Eso quiere decir que tienen una idea distinta del pa?s en el que vivimos. Podemos tener posturas ideol?gicas distintas, pero como pa?s es necesario tener un relato com?n. Sabemos que durante la guerra los*rojos y los nacionales hicieron destrozos, pero… ?quién sigui? haciendo destrozos después de haber ganado la guerra? ?Quién sigui? encarcelando, fusilando, reprimiendo? Yo soy republicano y me duele todo eso. Quien tenga a sus familiares en las cunetas, tiene derecho a sacarlos de ah?.*
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En*Mudar de piel*hay un texto sobre la culpa. ?La culpa es un asunto que también le interesa?
S?, pero no es el ?nico. Las culpas son m?s agudas cuando no se han cerrado las heridas, ?no?
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?Y la timidez?
Bueno, es que yo soy t?mido. Eso a veces me ha impedido mostrarme con soltura en sociedad o para pedir trabajo en los peri?dicos. Pero ya tengo 55 a?os y he superado varias fases de la timidez. En la adolescencia s? era muy t?mido, me acuerdo. Ser? porque al ser adolescente asum? una serie de responsabilidades, como convertirme en el apoyo de mi madre, porque no hab?a alguien m?s, y eso te hace crecer muy r?pido.
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Me gustar?a que desglosara dos frases suyas: “Me seguiré moviendo en lo espinoso” y “Yo siempre fui el raro.”
Haber crecido entre pintores y escritores y en un mundo medio jipi que me hizo proclive a la rareza, digo yo. Pero eso también me hizo m?s vulnerable. Pocas familias ten?an un solo hijo, en pocas familias los padres se separaban. Eso me hizo sentirme en el centro de la diana. Y por eso tuve una conciencia de ser raro, de no encajar en el colegio, por ejemplo.*Un d?a conté que hab?a visto a unos encantadores de serpientes y la profesora llam? a mi madre para decirle que yo me inventaba cosas. Y mi madre explicaba que no, que eso no era as?, que nosotros hab?amos estado en Marruecos ya hab?amos visto a esos encantadores de serpientes.*Y en cuanto a “lo espinoso”, pues s?. Porque yo me muevo siempre en el conflicto porque la literatura nace del conflicto.
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'Alg?n d?a seré recuerdo'
Marcos Giralt Torrente
Anagrama
288 p?ginas
18,90 euros
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