الريــم
07-16-2023, 09:09 PM
No es que Jane Birkin no habr?a ganado nunca ‘La Voz’, ‘OT’ o ‘Euf?ria’, es que ni siquiera habr?a pasado la primera preselecci?n. ?Qué pretende esta se?orita manejando ese hilo de voz!, se habr?an horrorizado los jurados, atentos a ruise?ores afectados y a imitadores. Pero, sin abrumar con el canto, Birkin nos conquist? valiéndose de recursos tan o m?s importantes: una tierna pulcritud ejecutiva, esa identificaci?n cre?ble con cada estrofa, la aparente incapacidad de fingir.
Tampoco era compositora (s? letrista, en dos de sus ?ltimos ?lbumes), pero aun con esas carencias, dio forma a una obra discogr?fica perfectamente disfrutable. Hay artistas as?, que son creadores sin serlo de un modo literal: ah? est? su amiga Marianne Faithfull. Y bien, flotan en torno al personaje claves fascinantes, y resuena todav?a el eco del esc?ndalo, pero no hay que olvidarse de sus grabaciones, que merecen atenci?n m?s all? de la rese?a de Jane Birkin en clave de vida social.
Es cierto que su discograf?a ha sido, en buena medida, un reflejo de las fantas?as de Serge Gainsbourg, que compuso para ella sus canciones m?s reconocibles, no ya solo del inici?tico ‘Jane Birkin – Serge Gainsbourg’ (1969), sino del cat?logo que despleg? ya en solitario, con piezas deliciosas como ‘Ex fan des sixties’ (1978) y ‘Baby alone in Babylon’ (1983). Nadie mejor que ella para cantar al genio. Después de abandonarlo, por mero sentido de la supervivencia, cuando ya se hab?a convertido en el decadente ‘Gainsbarre’, trat? de asociarse con otros autores, y de ah? salieron otros discos hermosos. Pero no dej? de volver a Serge (el m?gico ‘Arabesque’, 2002), si bien ?ltimamente era prometedora su alianza con ?tienne Daho.
Después de todo, a ella le gustaba dar un aire casual a su peripecia. As? me lo contaba quince a?os atr?s, cuando la entrevisté en su casa de Par?s, en la ‘rue de Jacob’, en el coraz?n de la ‘rive gauche’. Estancias repletas de libros y con papel pintado negro, muebles antiguos y sensaci?n de peso, todo ello en contraste con su eterna sonrisa liviana. Se reconoci? como una ingenua porque hab?a ido a hablar con Sarkozy para que Francia no invirtiera en la Birmania de la dictadura militar, que ten?a bajo arresto domiciliario a su amiga Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz, y tach? de “accidental” su salto al mundo de las artes. “Yo empecé haciendo las cosas porque alguien me eleg?a y me las propon?a”. Y no pod?as evitar pensar que claro que s?, porque fijarte en ella era lo m?s natural del mundo.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/jane-birkin-cantante-habria-ganado-89960615)
Tampoco era compositora (s? letrista, en dos de sus ?ltimos ?lbumes), pero aun con esas carencias, dio forma a una obra discogr?fica perfectamente disfrutable. Hay artistas as?, que son creadores sin serlo de un modo literal: ah? est? su amiga Marianne Faithfull. Y bien, flotan en torno al personaje claves fascinantes, y resuena todav?a el eco del esc?ndalo, pero no hay que olvidarse de sus grabaciones, que merecen atenci?n m?s all? de la rese?a de Jane Birkin en clave de vida social.
Es cierto que su discograf?a ha sido, en buena medida, un reflejo de las fantas?as de Serge Gainsbourg, que compuso para ella sus canciones m?s reconocibles, no ya solo del inici?tico ‘Jane Birkin – Serge Gainsbourg’ (1969), sino del cat?logo que despleg? ya en solitario, con piezas deliciosas como ‘Ex fan des sixties’ (1978) y ‘Baby alone in Babylon’ (1983). Nadie mejor que ella para cantar al genio. Después de abandonarlo, por mero sentido de la supervivencia, cuando ya se hab?a convertido en el decadente ‘Gainsbarre’, trat? de asociarse con otros autores, y de ah? salieron otros discos hermosos. Pero no dej? de volver a Serge (el m?gico ‘Arabesque’, 2002), si bien ?ltimamente era prometedora su alianza con ?tienne Daho.
Después de todo, a ella le gustaba dar un aire casual a su peripecia. As? me lo contaba quince a?os atr?s, cuando la entrevisté en su casa de Par?s, en la ‘rue de Jacob’, en el coraz?n de la ‘rive gauche’. Estancias repletas de libros y con papel pintado negro, muebles antiguos y sensaci?n de peso, todo ello en contraste con su eterna sonrisa liviana. Se reconoci? como una ingenua porque hab?a ido a hablar con Sarkozy para que Francia no invirtiera en la Birmania de la dictadura militar, que ten?a bajo arresto domiciliario a su amiga Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz, y tach? de “accidental” su salto al mundo de las artes. “Yo empecé haciendo las cosas porque alguien me eleg?a y me las propon?a”. Y no pod?as evitar pensar que claro que s?, porque fijarte en ella era lo m?s natural del mundo.
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