الريــم
07-15-2023, 10:00 AM
‘Stage 14’ se lee en el cartel. El chaval que lo muestra va con pantal?n de deporte y camiseta. Sonr?e a todos los coches que se le cruzan. Busca el milagro, porque sabe que es un pionero. Cuando uno cre?a que lo hab?a visto todo, el Tour lo vuelve a sorprender. Han llegado los autoestopistas, los que se mueven en coche de una etapa a otra, buscan un asiento libre en un veh?culo, sin utilizar el Blablacar, disfrutan de los corredores y de los calurosos Alpes, que debutan este s?bado como anticipo de la traca final de la prueba, larga y duradera, algo m?s de una semana a plena actividad, porque la etapa de Par?s, aunque sea en plan paseo hasta la ?ltima vuelta por los Campos El?seos, también cuenta.
Ojo, que todos los ciclistas dicen que los adoquines de la famosa avenida de Par?s no son f?ciles de superar. No es que sean los de la Par?s-Roubaix, ni mucho menos, pero hacen cosquillas a las piernas. Y m?s después de 20 etapas precedentes.
Por supuesto, en inglés
El chaval autoestopista no escribe ‘étape’, que es como deber?a hacerlo en una carretera francesa, pero es que parece que los franceses, cada vez m?s, han olvidado que tienen una lengua rom?nica preciosa. El Tour ya parece que se corra m?s en tierras brit?nicas que francesas.
Hace unos a?os el francés era la lengua oficial de la Uni?n Ciclista Internacional, la UCI, la federaci?n que controla el ciclismo a nivel mundial. ?Vamos! no le hablaras a un dirigente del Tour en otra lengua que no fuera la suya. Ahora, primero es en inglés y casi parece que les cueste traducirlo al francés. Pero ocurre igual cuando uno se sienta en la mesa de un restaurante, sobre todo si el establecimiento est? en una ciudad m?s o menos grande o busca un toque internacional. Hasta da la impresi?n de que les cuesta hablar su lengua con un extranjero.
La Francia rural
En la Francia rural mantienen su estilo propio y si encuentras al due?o de un restaurante o una ‘chambre d’hôtes’ habl?ndote en otra lengua que no sea el francés es que pasa algo raro. Por lo menos a las ‘chambres d’hôtes’ todav?a no les han cambiado el nombre y las han bautizado como ‘Bed and breakfast’, que viene a ser lo mismo, cama y desayuno, esencia de un viejo turismo que todav?a pervive en Francia ante al azote de las cadenas hoteleras y de los apartamentos tur?sticos, la salvaci?n para poder dormir cerca de las salidas o llegadas del Tour. Los equipos y toda la columna vertebral de la carrera pernocta en establecimientos mayores y con grandes superficies de aparcamiento para que cada equipo tenga sitio de sobras para dejar los coches con un parque automovil?stico que cuenta con m?s veh?culos que el doble de ciclistas apuntados a la Grande Boucle.
En el pelot?n sucede igual; antes se hablaba una especie de esperanto, un idioma ciclista formado por palabras cortas y que proced?an de tres lenguas, el castellano, el francés y el italiano. El inglés, ni estaba ni se le esperaba. Todo empez? a cambiar con Lance Armstrong, que existi? y gan? siete Tours, aunque s?lo figuren en los cuadros donde cuelgan los siete jerséis amarillos en el sal?n de su rancho de Texas. Los éxitos de Miguel Indur?in casi parecen la prehistoria de una carrera cada vez m?s globalizada y con clientes nuevos luchando por la victoria. Los franceses han desaparecido en combate, no hay italianos que luzcan, con Wout van Aert y Mathieu van der Poel vendiendo los muebles belgas y holandeses. Al menos los espa?oles respiran en puestos de honor de la general y hasta ganan etapas… impresionante. A ver si el autoestopista se lleva este s?bado una alegr?a, porque no hay duda de que alguien lo habr? recogido y conducido hasta las faldas de la Joux Plaine.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/tour-francia/tour-autostop-89908250)
Ojo, que todos los ciclistas dicen que los adoquines de la famosa avenida de Par?s no son f?ciles de superar. No es que sean los de la Par?s-Roubaix, ni mucho menos, pero hacen cosquillas a las piernas. Y m?s después de 20 etapas precedentes.
Por supuesto, en inglés
El chaval autoestopista no escribe ‘étape’, que es como deber?a hacerlo en una carretera francesa, pero es que parece que los franceses, cada vez m?s, han olvidado que tienen una lengua rom?nica preciosa. El Tour ya parece que se corra m?s en tierras brit?nicas que francesas.
Hace unos a?os el francés era la lengua oficial de la Uni?n Ciclista Internacional, la UCI, la federaci?n que controla el ciclismo a nivel mundial. ?Vamos! no le hablaras a un dirigente del Tour en otra lengua que no fuera la suya. Ahora, primero es en inglés y casi parece que les cueste traducirlo al francés. Pero ocurre igual cuando uno se sienta en la mesa de un restaurante, sobre todo si el establecimiento est? en una ciudad m?s o menos grande o busca un toque internacional. Hasta da la impresi?n de que les cuesta hablar su lengua con un extranjero.
La Francia rural
En la Francia rural mantienen su estilo propio y si encuentras al due?o de un restaurante o una ‘chambre d’hôtes’ habl?ndote en otra lengua que no sea el francés es que pasa algo raro. Por lo menos a las ‘chambres d’hôtes’ todav?a no les han cambiado el nombre y las han bautizado como ‘Bed and breakfast’, que viene a ser lo mismo, cama y desayuno, esencia de un viejo turismo que todav?a pervive en Francia ante al azote de las cadenas hoteleras y de los apartamentos tur?sticos, la salvaci?n para poder dormir cerca de las salidas o llegadas del Tour. Los equipos y toda la columna vertebral de la carrera pernocta en establecimientos mayores y con grandes superficies de aparcamiento para que cada equipo tenga sitio de sobras para dejar los coches con un parque automovil?stico que cuenta con m?s veh?culos que el doble de ciclistas apuntados a la Grande Boucle.
En el pelot?n sucede igual; antes se hablaba una especie de esperanto, un idioma ciclista formado por palabras cortas y que proced?an de tres lenguas, el castellano, el francés y el italiano. El inglés, ni estaba ni se le esperaba. Todo empez? a cambiar con Lance Armstrong, que existi? y gan? siete Tours, aunque s?lo figuren en los cuadros donde cuelgan los siete jerséis amarillos en el sal?n de su rancho de Texas. Los éxitos de Miguel Indur?in casi parecen la prehistoria de una carrera cada vez m?s globalizada y con clientes nuevos luchando por la victoria. Los franceses han desaparecido en combate, no hay italianos que luzcan, con Wout van Aert y Mathieu van der Poel vendiendo los muebles belgas y holandeses. Al menos los espa?oles respiran en puestos de honor de la general y hasta ganan etapas… impresionante. A ver si el autoestopista se lleva este s?bado una alegr?a, porque no hay duda de que alguien lo habr? recogido y conducido hasta las faldas de la Joux Plaine.
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