الريــم
07-12-2023, 09:50 PM
Cuando el martes Ticketmaster en Francia se vio forzada a suspender la venta de entradas para los conciertos en el pa?s de ‘The Eras Tour’ de Taylor Swift, la sensaci?n de ‘déjà vu’ fue inevitable. En noviembre del a?o pasado lo mismo sucedi? en Estados Unidos, donde tras vender 2,4 millones de entradas para la gira que devolv?a por primera vez en cinco a?os a la artista a los escenarios la plataforma colaps?. Seg?n argumentaron sus responsables, lo hizo bajo el peso de una demanda inigualada y ante el asalto de 'bots' empleados por revendedores para acumular los preciados pases.
Aquel fiasco, y el peso pol?tico que arrastra una figura como Swift, que ha superado la esfera de lo musical para convertirse en un fen?meno cultural, econ?mico y social, fue el protagonista de una vista en enero en el Senado. All?, en una sesi?n donde varios senadores lograron sus momentos virales referenciando letras y t?tulos de Swift, se cuestionaron las pr?cticas monopol?sticas de Ticketmaster y su empresa matriz, Live Nation, dos gigantes que se fusionaron en 2010 para crear un mastodonte.
No solo se oper? algo parecido a un milagro, al unir a republicanos y dem?cratas a la hora de intentar determinar qué sucedi?, tratar de evitar que vuelva a ocurrir y reforzar las protecciones a los consumidores. También cobr? impulso una ola de legislaci?n, tanto a nivel federal como estatal, que puede cambiar algunas cosas.
Ola de legislaci?n
En cada una de las dos C?maras del Congreso se han presentado al menos dos propuestas de ley que tienen en la diana el funcionamiento del mercado de la venta y reventa de entradas. La legislaci?n también tiene como objetivo mejorar la transparencia de las compa??as, oblig?ndoles a informar de antemano al comprador del coste de comisiones y otros cargos asociados a la entrada, sobrecargas que pueden representar hasta el 27% del precio final seg?n un informe de 2018 de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental.
A nivel estatal, en Texas ya se ha convertido en ley ‘Save our Swifties’, una norma bautizada en honor a los seguidores de la artista, que impondr? multas a los revendedores que usen bots para acumular entradas. Y hay otras propuestas en California, Massachusetts o Minnesota, donde la ley que obligar? a detallar de antemano las comisiones en el precio de las entradas est? titulada ‘1989’, como el quinto de los diez discos de estudio de Swift.
Ticketmaster y Live Nation han apoyado algunas de esas propuestas, pero su potente brazo de lobi, que lleva a?os operando, ha intensificado la oposici?n a otras que les afectar?an m?s directamente. La de los senadores dem?cratas Amy Klobuchar y Richard Blumenthal, por ejemplo, limitar?a los contratos de exclusividad a largo plazo que Ticketmaster mantiene con grandes recintos para la venta de entradas. Y en el estado de Washington otra senadora dem?crata acab? retirando frustrada una propuesta que hab?a puesto coto a la pr?ctica del “precio din?mico”, que usan las compa??as para elevar los precios cuando sube la demanda.
En cualquier caso la debacle de las entradas de Swift, que en noviembre expres? su rabia por lo sucedido y no ocult? su “cabreo” por el hecho de que incluso quienes las consiguieron “sintieron que pasaron varios ataques de osos para lograrlo”, ha renovado el foco en el gigante del entretenimiento, que ya fue investigado en 2019 por el Departamento de Justicia por la potencial violaci?n de las condiciones bajo las que se autoriz? la fusi?n.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/debacle-ticketmaster-taylor-swift-impulsa-89811471)
Aquel fiasco, y el peso pol?tico que arrastra una figura como Swift, que ha superado la esfera de lo musical para convertirse en un fen?meno cultural, econ?mico y social, fue el protagonista de una vista en enero en el Senado. All?, en una sesi?n donde varios senadores lograron sus momentos virales referenciando letras y t?tulos de Swift, se cuestionaron las pr?cticas monopol?sticas de Ticketmaster y su empresa matriz, Live Nation, dos gigantes que se fusionaron en 2010 para crear un mastodonte.
No solo se oper? algo parecido a un milagro, al unir a republicanos y dem?cratas a la hora de intentar determinar qué sucedi?, tratar de evitar que vuelva a ocurrir y reforzar las protecciones a los consumidores. También cobr? impulso una ola de legislaci?n, tanto a nivel federal como estatal, que puede cambiar algunas cosas.
Ola de legislaci?n
En cada una de las dos C?maras del Congreso se han presentado al menos dos propuestas de ley que tienen en la diana el funcionamiento del mercado de la venta y reventa de entradas. La legislaci?n también tiene como objetivo mejorar la transparencia de las compa??as, oblig?ndoles a informar de antemano al comprador del coste de comisiones y otros cargos asociados a la entrada, sobrecargas que pueden representar hasta el 27% del precio final seg?n un informe de 2018 de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental.
A nivel estatal, en Texas ya se ha convertido en ley ‘Save our Swifties’, una norma bautizada en honor a los seguidores de la artista, que impondr? multas a los revendedores que usen bots para acumular entradas. Y hay otras propuestas en California, Massachusetts o Minnesota, donde la ley que obligar? a detallar de antemano las comisiones en el precio de las entradas est? titulada ‘1989’, como el quinto de los diez discos de estudio de Swift.
Ticketmaster y Live Nation han apoyado algunas de esas propuestas, pero su potente brazo de lobi, que lleva a?os operando, ha intensificado la oposici?n a otras que les afectar?an m?s directamente. La de los senadores dem?cratas Amy Klobuchar y Richard Blumenthal, por ejemplo, limitar?a los contratos de exclusividad a largo plazo que Ticketmaster mantiene con grandes recintos para la venta de entradas. Y en el estado de Washington otra senadora dem?crata acab? retirando frustrada una propuesta que hab?a puesto coto a la pr?ctica del “precio din?mico”, que usan las compa??as para elevar los precios cuando sube la demanda.
En cualquier caso la debacle de las entradas de Swift, que en noviembre expres? su rabia por lo sucedido y no ocult? su “cabreo” por el hecho de que incluso quienes las consiguieron “sintieron que pasaron varios ataques de osos para lograrlo”, ha renovado el foco en el gigante del entretenimiento, que ya fue investigado en 2019 por el Departamento de Justicia por la potencial violaci?n de las condiciones bajo las que se autoriz? la fusi?n.
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