الريــم
07-06-2023, 08:18 AM
?Qué puede llevar a alguien a enamorarse de un desconocido por internet y acabar depositando en él toda su confianza? La mayor parte de las veces, la soledad. Y, en muchas de estas ocasiones, el romance acaba*revel?ndose como una estafa.
?Qué puede llevar a alguien a viajar a Nigeria para intentar descubrir quién es la persona que ha intentado estafarle? Si eres periodista, encontrar una buena historia y, de paso,*al tipo que enga?? a tu propia madre.
Es el caso de*Carlos Barrag?n*(Madrid, 1996). Un reportero (ex El Confidencial, actualmente en la Universidad de Columbia, EEUU) que ha sido a su vez cronista y protagonista de esta historia. En 2015, su madre, Silvia, conoci? a un hombre por Tinder y enseguida prendi? la chispa. Dec?a ser un soldado norteamericano que estaba de reservista en la guerra de Siria. Y que quer?a empezar una nueva vida en Europa con ella. Dec?a ser...
A pesar de todas las advertencias y*red flags*que sus tres hijos le iban insinuando, ella se ilusion?. Un hombre atento y con sentido del humor con el que hablaba a diario y al que incluso una vez lleg? a referirse como "mi novio".*Silvia lleg? a comprar dos anillos*para cuando Brian llegase por fin a Espa?a. Pero eso nunca sucedi?.
Como suele suceder en este tipo de estafas, procedentes la mayor parte de Nigeria, el siguiente paso es pedir dinero a la v?ctima (o cliente, como llaman los timadores a los incautos a los que despluman).*Brian iba a enviarle a la mujer unos misteriosos lingotes de oro que dec?a haberle incautado a unos terroristas.*Con ellos podr?an vivir el resto de sus vidas. Ella s?lo ten?a que hacerse cargo de pagar los 5.000 euros de aduanas y... vida resuelta.
Ah? intervinieron sus hijos. Le demostraron que todo aquello era*scam*(una estafa)*y que Brian no exist?a.*Ella comprendi? entonces que la hab?an enga?ado. Y aunque el estafador no lleg? a sacarle un solo céntimo de euro, hay heridas m?s dolorosas que las que deja el dinero. Una mujer divorciada, reservada y so?adora, d?ndose de bruces contra la realidad: se hab?a enamorado de alguien que no existe y s?lo quer?a aprovecharse de ella.
El efecto del desenga?o nunca acab? de irse. Al contrario, se manifest? con m?s fuerza cinco a?os después, durante la soledad del confinamiento pandémico de 2020. Carlos Barrag?n, el menor de sus tres hijos, se saltaba las restricciones de movilidad para ir a verla. Y de aquellas conversaciones acab? naciendo la idea de Carlos: se ir?a a Lagos (Nigeria)*para intentar descubrir quién era aquel falso Brian y c?mo trabajan los estafadores nigerianos.
Son los denominados Yahoo Boys.*Personas que se dedican a jornada completa a intentar estafar a gente por internet con diversos métodos. Desde estrategias sentimentales (suplantar a otra persona y enamorar a una v?ctima por redes sociales) hasta la cl?sica del pr?ncipe derrocado que necesita ayuda para sacar su ingente fortuna del pa?s. Previo pago, eso s?, de una cantidad (irrisoria si uno se cree la recompensa final) de la que debe hacerse cargo el incauto. O el del tipo que vende un cochazo por cuatro duros porque se va a vivir a Inglaterra y all? el volante est? al otro lado. Tras recibir el dinero, el novio/pr?ncipe/vendedor de coches desaparece para siempre.*Porque nunca existi?.
Coraz?n vulnerable
"Mi madre, divorciada, siempre se centr? en cuidar de sus tres hijos. Pero nunca tuvo mucho éxito en el amor. Se sent?a frustrada en ese sentido. De hecho fui yo, su hijo peque?o, quien le ense?? la aplicaci?n Tinder y le anim? a instal?rsela en el m?vil para conocer a gente", le cuenta ahora Carlos Barrag?n a*EL PERI?DICO DE ESPA?A, del grupo Prensa Ibérica,*desde un modesto apartamento en Lagos. Porque Carlos ha recogido aquella experiencia y la est? plasmando en un libro. Acaba de publicar un largo extracto en la revista estadounidense*Atavist.
"Fue en 2015 cuando mis hermanos y yo nos dimos cuenta de que se le iluminaba la cara. Hab?a conocido a alguien por internet y se estaba ilusionando. Nos mostr? un perfil muy trabajado,*un militar estadounidense muy atractivo.*Muchas fotos, que roban de otros perfiles", recuerda ahora. Sus hijos desconfiaron desde el primer momento y eso provoc? algunas discusiones familiares. Pero ella sigui? adelante.
https://uc-4u.com/clip/34c0b2fd-7c14-4313-9857-a6798a294ce1_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg El periodista Carlos Barrag?n junto a Bukky Omoseni, su 'fixer' en Nigeria. | CEDIDA
"Estos estafadores enseguida te sacan de Tinder, porque all? no se pueden mandar fotos. Te llevan a*Whatsapp, al email, a Hangouts de Google, a chat de Facebook*o a cualquier otra forma de comunicaci?n m?s ?ntima en la que se puede compartir m?s material. Un material que es cre?ble, porque estos estafadores llevan a?os*curr?ndose*esos perfiles".
La relaci?n a distancia se mantuvo hasta 2016, cuando el falso militar dio el paso definitivo para la estafa. Le comunic? que le iba a enviar lingotes de oro confiscados en Siria a unos terroristas. Ella se lo explic? a sus hijos: "Mi madre es una persona inteligente, formada, lectora. Tiene una cl?nica dental. Yo creo que en el fondo siempre tuvo la duda y por eso nos iba informando a sus hijos. Ella misma lleg? a decirnos en alguna ocasi?n que Brian iba muy r?pido". Cuando cont? lo de los lingotes, su hijo Jaime (hermano mayor de Carlos) se lo dijo claro:*"Mam?, lo siento, pero no va a haber oro. Fin de la historia". Fue el principio del fin del falso romance.
"Yo descubr? una aplicaci?n de rastreo de correos electr?nicos, para saber su procedencia. Lo probé con un email de mi padre, que viv?a en China. Y esa noche senté a mi madre en el sof? y con toda la delicadeza posible le demostré que*los mails que le enviaba el tal Brian no ven?an de Siria, sino de Nigeria.*Recuerdo que dijo 'madre m?a, soy est?pida' y se dio cuenta de todo enseguida", recuerda ahora Carlos, en una videoconferencia que se cae a menudo por la calidad de la red de internet nigeriana. ?l sigue all? investigando para escribir su libro.
Yahoo boys
A priori no hubo m?s dramas y aquel episodio acab? formando parte del folclore familiar. Silvia se lo acab? tomando con humor y le quitaba importancia. A?n se r?e cuando recuerda el tema. Pero lleg? la pandemia de 2020 y fue Carlos el que repar? en la soledad de su madre. Sus tres hijos se hab?an ido a vivir fuera: "Yo me saltaba las restricciones para ir a visitarla.*Y cuando yo la ve?a sola, pensaba en el nigeriano", confiesa el periodista madrile?o.
Carlos, que en aquel tiempo ya se preparaba para irse a la*Universidad de Columbia*con una beca de escritura creativa de la Fundaci?n La Caixa, vio que era el momento de implicarse al 100%. Decidi? que iba a viajar a Nigeria para intentar encontrar a Brian o, en su defecto, a los estafadores profesionales que viven de estos timos. Por puro interés profesional y por su implicaci?n emocional.
"?C?mo surge lo de irme hasta all?? Porque desde el principio vi que era una historia que ten?a muchos ?ngulos y muy compleja. Todo lo que se ha publicado de los Yahoo Boys son historias muy unidimensionales. Te lo pintan muy caricaturizados. Que lo hacen por la pobreza o porque sus abuelos eran esclavos y ahora ellos les quitan a los blancos lo que les quitaron a sus ancestros. Pero yo quer?a meterme en la habitaci?n de estos t?os,*ver c?mo son, c?mo lo hacen, c?mo viven, c?mo se r?en.*Y vi una historia muy potente haciendo una primera persona", explica Carlos Barrag?n.
Meterse donde nadie se ha metido: en la guarida de los Yahoo Boys. Es como se conoce a este tipo de ciberestafadores que abundan en Nigeria. "Es gente que vive de estafar a otros por internet.*No solamente con estafas de amor.*Hay multitud de sistemas. Y yo quer?a saber c?mo trabajaban desde dentro". El nombre de Yahoo viene de la empresa tecnol?gica que tiene una aplicaci?n de mensajer?a instant?nea usada por estos estafadores para cazar incautos.
"Yo conoc?a a un periodista del New York Times que me recomend? a un fixer (persona que contrata un reportero parta que le haga de gu?a en los destinos m?s conflictivos) fiable. En ese sentido me fui tranquilo. Luego, en noviembre de 2021, decid? dec?rselo a mi madre. Que me iba a ir a por esa historia. No desde el despecho ni la venganza, sino desde la pura curiosidad period?stica. Yo ya estaba tan convencido, que pensaba*"ojal? le guste a mi madre". Se lo expliqué y por suerte para m? le pareci? bien", rememora el periodista, mientras un nigeriano llama a la puerta de su habitaci?n para recordarle que tiene una entrevista en pocos minutos.
En la boca del lobo
Carlos lleg? a Nigeria en 2022, habiendo invertido en el proyecto casi todos sus ahorros. Ya hab?a visitado Nigeria tres a?os antes, pero como turista. Esta vez ven?a a meterse en la boca del lobo. Lleg? al aeropuerto de Lagos a medianoche y all?, entre taxistas clandestinos y locales que se peleaban por transportarle, estaba*Bukky Omoseni, el fixer que le hab?an recomendado. Le acompa?aba Biggy, un amigo que trabajaba de ciberestafador. Un Yahoo Boy que le iba a contar sus experiencias.
La casualidad hizo que Bukky, el fixer oficial, enfermase a los pocos d?as de malaria y fiebre tifoidea. Acab? ingresado en el hospital.*Y Biggy, el Yahoo Boy que ven?a s?lo a ser testimonio, acab? ocupando su lugar.*"El hecho de que fuese un chaval de mi edad hizo que entabl?semos una relaci?n estrecha. No sé si decirte que nos hicimos amigos, pero para m? lo fue. Dorm?a en mi apartamento, com?amos juntos, beb?amos juntos, fum?bamos porros juntos, jug?bamos a la play, me llevaba de fiesta a discotecas de afrobeat o a jugar a billar...".
https://uc-4u.com/clip/8c306c14-8f40-4d2e-b731-29697c80c3e2_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Bukky, a la derecha, le present? a Carlos Barrag?n a un Yahoo Boy nigeriano. | Cedida
Aquella relaci?n hizo que Biggy le acabase presentando a m?s Yahoo Boys. Ellos le ense?aron sus métodos de trabajo, le mostraron las conversaciones con sus v?ctimas:*"Viv? durante 11 d?as con ellos y les humanicé.*Les vi actuar y desplumar a gente, pero también les vi preocup?ndose por m? y cont?ndome sus vidas. Biggy se pasaba el d?a fumando porros y me dec?a "tengo que estafar", como una obligaci?n, como el que no quiere ir a trabajar", relata Carlos.
"Lo bueno de que mi fixer enfermase fue que Biggy me dejaba ver su m?vil y me ense?aba las conversaciones con sus*clientes, que es como ellos llaman a sus v?ctimas. Eso es algo inaccesible por completo y tiene un gran valor para mi historia", apunta, recordando que los Yahoo Boys son*"gente que viene de un entorno de mucha pobreza y muy pocas oportunidades; por eso se dedican a esto".
"Biggy, por ejemplo, estaba estafando a una mujer de Estados Unidos cuya hija se muri? en un accidente. Suelen ser personas que vienen de un trauma sentimental, gente que se ha quedado sola. Una vez, Biggy estaba a mi lado jugando al Fifa de la Playstation. Yo le? una de las conversaciones de meses atr?s y ella le dec?a*"me quiero suicidar". Yo recuerdo que en ese momento me pregunté "Con quién estoy"".
Sin noticias de Brian
"Hay algunos que trabajan por libre y otros que pertenecen a una especie de empresa; que trabajan para otra gente. Yo sé que el que intent? enga?ar a mi madre era de estos ?ltimos porque con esa estafa de los lingotes*pretend?a sacar unos 5.000 euros.*Los que trabajan por su cuenta muchas veces son chavales que se conforman con*conseguir 100 o 200 euros", ilustra Carlos.
El periodista jam?s encontr? a Brian. Ya le avisaron a su llegada que iba a ser como encontrar una aguja en un pajar. La cantidad de gente que se dedica a estafar por internet en Nigeria es incalculable. Este tipo de estafas se conocen como*419, que es el n?mero del art?culo del C?digo Penal de Nigeria*que sanciona estas pr?cticas. Pero son casi indetectables.
Carlos trabaja actualmente en el libro y ha vuelto a viajar a Lagos (donde se encuentra a la publicaci?n de este reportaje) para completar la informaci?n. "Estar viviendo con ellos me ha hecho humanizarlos, pero también me di cuenta de que hablaban con una frialdad tremenda de la gente a la que estafaban. Si tienes que ganar pasta, no puedes pensar que tus*clientes*tienen sentimientos".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/periodista-infiltrado-yahoo-boys-nigeria-89529360)
?Qué puede llevar a alguien a viajar a Nigeria para intentar descubrir quién es la persona que ha intentado estafarle? Si eres periodista, encontrar una buena historia y, de paso,*al tipo que enga?? a tu propia madre.
Es el caso de*Carlos Barrag?n*(Madrid, 1996). Un reportero (ex El Confidencial, actualmente en la Universidad de Columbia, EEUU) que ha sido a su vez cronista y protagonista de esta historia. En 2015, su madre, Silvia, conoci? a un hombre por Tinder y enseguida prendi? la chispa. Dec?a ser un soldado norteamericano que estaba de reservista en la guerra de Siria. Y que quer?a empezar una nueva vida en Europa con ella. Dec?a ser...
A pesar de todas las advertencias y*red flags*que sus tres hijos le iban insinuando, ella se ilusion?. Un hombre atento y con sentido del humor con el que hablaba a diario y al que incluso una vez lleg? a referirse como "mi novio".*Silvia lleg? a comprar dos anillos*para cuando Brian llegase por fin a Espa?a. Pero eso nunca sucedi?.
Como suele suceder en este tipo de estafas, procedentes la mayor parte de Nigeria, el siguiente paso es pedir dinero a la v?ctima (o cliente, como llaman los timadores a los incautos a los que despluman).*Brian iba a enviarle a la mujer unos misteriosos lingotes de oro que dec?a haberle incautado a unos terroristas.*Con ellos podr?an vivir el resto de sus vidas. Ella s?lo ten?a que hacerse cargo de pagar los 5.000 euros de aduanas y... vida resuelta.
Ah? intervinieron sus hijos. Le demostraron que todo aquello era*scam*(una estafa)*y que Brian no exist?a.*Ella comprendi? entonces que la hab?an enga?ado. Y aunque el estafador no lleg? a sacarle un solo céntimo de euro, hay heridas m?s dolorosas que las que deja el dinero. Una mujer divorciada, reservada y so?adora, d?ndose de bruces contra la realidad: se hab?a enamorado de alguien que no existe y s?lo quer?a aprovecharse de ella.
El efecto del desenga?o nunca acab? de irse. Al contrario, se manifest? con m?s fuerza cinco a?os después, durante la soledad del confinamiento pandémico de 2020. Carlos Barrag?n, el menor de sus tres hijos, se saltaba las restricciones de movilidad para ir a verla. Y de aquellas conversaciones acab? naciendo la idea de Carlos: se ir?a a Lagos (Nigeria)*para intentar descubrir quién era aquel falso Brian y c?mo trabajan los estafadores nigerianos.
Son los denominados Yahoo Boys.*Personas que se dedican a jornada completa a intentar estafar a gente por internet con diversos métodos. Desde estrategias sentimentales (suplantar a otra persona y enamorar a una v?ctima por redes sociales) hasta la cl?sica del pr?ncipe derrocado que necesita ayuda para sacar su ingente fortuna del pa?s. Previo pago, eso s?, de una cantidad (irrisoria si uno se cree la recompensa final) de la que debe hacerse cargo el incauto. O el del tipo que vende un cochazo por cuatro duros porque se va a vivir a Inglaterra y all? el volante est? al otro lado. Tras recibir el dinero, el novio/pr?ncipe/vendedor de coches desaparece para siempre.*Porque nunca existi?.
Coraz?n vulnerable
"Mi madre, divorciada, siempre se centr? en cuidar de sus tres hijos. Pero nunca tuvo mucho éxito en el amor. Se sent?a frustrada en ese sentido. De hecho fui yo, su hijo peque?o, quien le ense?? la aplicaci?n Tinder y le anim? a instal?rsela en el m?vil para conocer a gente", le cuenta ahora Carlos Barrag?n a*EL PERI?DICO DE ESPA?A, del grupo Prensa Ibérica,*desde un modesto apartamento en Lagos. Porque Carlos ha recogido aquella experiencia y la est? plasmando en un libro. Acaba de publicar un largo extracto en la revista estadounidense*Atavist.
"Fue en 2015 cuando mis hermanos y yo nos dimos cuenta de que se le iluminaba la cara. Hab?a conocido a alguien por internet y se estaba ilusionando. Nos mostr? un perfil muy trabajado,*un militar estadounidense muy atractivo.*Muchas fotos, que roban de otros perfiles", recuerda ahora. Sus hijos desconfiaron desde el primer momento y eso provoc? algunas discusiones familiares. Pero ella sigui? adelante.
https://uc-4u.com/clip/34c0b2fd-7c14-4313-9857-a6798a294ce1_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg El periodista Carlos Barrag?n junto a Bukky Omoseni, su 'fixer' en Nigeria. | CEDIDA
"Estos estafadores enseguida te sacan de Tinder, porque all? no se pueden mandar fotos. Te llevan a*Whatsapp, al email, a Hangouts de Google, a chat de Facebook*o a cualquier otra forma de comunicaci?n m?s ?ntima en la que se puede compartir m?s material. Un material que es cre?ble, porque estos estafadores llevan a?os*curr?ndose*esos perfiles".
La relaci?n a distancia se mantuvo hasta 2016, cuando el falso militar dio el paso definitivo para la estafa. Le comunic? que le iba a enviar lingotes de oro confiscados en Siria a unos terroristas. Ella se lo explic? a sus hijos: "Mi madre es una persona inteligente, formada, lectora. Tiene una cl?nica dental. Yo creo que en el fondo siempre tuvo la duda y por eso nos iba informando a sus hijos. Ella misma lleg? a decirnos en alguna ocasi?n que Brian iba muy r?pido". Cuando cont? lo de los lingotes, su hijo Jaime (hermano mayor de Carlos) se lo dijo claro:*"Mam?, lo siento, pero no va a haber oro. Fin de la historia". Fue el principio del fin del falso romance.
"Yo descubr? una aplicaci?n de rastreo de correos electr?nicos, para saber su procedencia. Lo probé con un email de mi padre, que viv?a en China. Y esa noche senté a mi madre en el sof? y con toda la delicadeza posible le demostré que*los mails que le enviaba el tal Brian no ven?an de Siria, sino de Nigeria.*Recuerdo que dijo 'madre m?a, soy est?pida' y se dio cuenta de todo enseguida", recuerda ahora Carlos, en una videoconferencia que se cae a menudo por la calidad de la red de internet nigeriana. ?l sigue all? investigando para escribir su libro.
Yahoo boys
A priori no hubo m?s dramas y aquel episodio acab? formando parte del folclore familiar. Silvia se lo acab? tomando con humor y le quitaba importancia. A?n se r?e cuando recuerda el tema. Pero lleg? la pandemia de 2020 y fue Carlos el que repar? en la soledad de su madre. Sus tres hijos se hab?an ido a vivir fuera: "Yo me saltaba las restricciones para ir a visitarla.*Y cuando yo la ve?a sola, pensaba en el nigeriano", confiesa el periodista madrile?o.
Carlos, que en aquel tiempo ya se preparaba para irse a la*Universidad de Columbia*con una beca de escritura creativa de la Fundaci?n La Caixa, vio que era el momento de implicarse al 100%. Decidi? que iba a viajar a Nigeria para intentar encontrar a Brian o, en su defecto, a los estafadores profesionales que viven de estos timos. Por puro interés profesional y por su implicaci?n emocional.
"?C?mo surge lo de irme hasta all?? Porque desde el principio vi que era una historia que ten?a muchos ?ngulos y muy compleja. Todo lo que se ha publicado de los Yahoo Boys son historias muy unidimensionales. Te lo pintan muy caricaturizados. Que lo hacen por la pobreza o porque sus abuelos eran esclavos y ahora ellos les quitan a los blancos lo que les quitaron a sus ancestros. Pero yo quer?a meterme en la habitaci?n de estos t?os,*ver c?mo son, c?mo lo hacen, c?mo viven, c?mo se r?en.*Y vi una historia muy potente haciendo una primera persona", explica Carlos Barrag?n.
Meterse donde nadie se ha metido: en la guarida de los Yahoo Boys. Es como se conoce a este tipo de ciberestafadores que abundan en Nigeria. "Es gente que vive de estafar a otros por internet.*No solamente con estafas de amor.*Hay multitud de sistemas. Y yo quer?a saber c?mo trabajaban desde dentro". El nombre de Yahoo viene de la empresa tecnol?gica que tiene una aplicaci?n de mensajer?a instant?nea usada por estos estafadores para cazar incautos.
"Yo conoc?a a un periodista del New York Times que me recomend? a un fixer (persona que contrata un reportero parta que le haga de gu?a en los destinos m?s conflictivos) fiable. En ese sentido me fui tranquilo. Luego, en noviembre de 2021, decid? dec?rselo a mi madre. Que me iba a ir a por esa historia. No desde el despecho ni la venganza, sino desde la pura curiosidad period?stica. Yo ya estaba tan convencido, que pensaba*"ojal? le guste a mi madre". Se lo expliqué y por suerte para m? le pareci? bien", rememora el periodista, mientras un nigeriano llama a la puerta de su habitaci?n para recordarle que tiene una entrevista en pocos minutos.
En la boca del lobo
Carlos lleg? a Nigeria en 2022, habiendo invertido en el proyecto casi todos sus ahorros. Ya hab?a visitado Nigeria tres a?os antes, pero como turista. Esta vez ven?a a meterse en la boca del lobo. Lleg? al aeropuerto de Lagos a medianoche y all?, entre taxistas clandestinos y locales que se peleaban por transportarle, estaba*Bukky Omoseni, el fixer que le hab?an recomendado. Le acompa?aba Biggy, un amigo que trabajaba de ciberestafador. Un Yahoo Boy que le iba a contar sus experiencias.
La casualidad hizo que Bukky, el fixer oficial, enfermase a los pocos d?as de malaria y fiebre tifoidea. Acab? ingresado en el hospital.*Y Biggy, el Yahoo Boy que ven?a s?lo a ser testimonio, acab? ocupando su lugar.*"El hecho de que fuese un chaval de mi edad hizo que entabl?semos una relaci?n estrecha. No sé si decirte que nos hicimos amigos, pero para m? lo fue. Dorm?a en mi apartamento, com?amos juntos, beb?amos juntos, fum?bamos porros juntos, jug?bamos a la play, me llevaba de fiesta a discotecas de afrobeat o a jugar a billar...".
https://uc-4u.com/clip/8c306c14-8f40-4d2e-b731-29697c80c3e2_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Bukky, a la derecha, le present? a Carlos Barrag?n a un Yahoo Boy nigeriano. | Cedida
Aquella relaci?n hizo que Biggy le acabase presentando a m?s Yahoo Boys. Ellos le ense?aron sus métodos de trabajo, le mostraron las conversaciones con sus v?ctimas:*"Viv? durante 11 d?as con ellos y les humanicé.*Les vi actuar y desplumar a gente, pero también les vi preocup?ndose por m? y cont?ndome sus vidas. Biggy se pasaba el d?a fumando porros y me dec?a "tengo que estafar", como una obligaci?n, como el que no quiere ir a trabajar", relata Carlos.
"Lo bueno de que mi fixer enfermase fue que Biggy me dejaba ver su m?vil y me ense?aba las conversaciones con sus*clientes, que es como ellos llaman a sus v?ctimas. Eso es algo inaccesible por completo y tiene un gran valor para mi historia", apunta, recordando que los Yahoo Boys son*"gente que viene de un entorno de mucha pobreza y muy pocas oportunidades; por eso se dedican a esto".
"Biggy, por ejemplo, estaba estafando a una mujer de Estados Unidos cuya hija se muri? en un accidente. Suelen ser personas que vienen de un trauma sentimental, gente que se ha quedado sola. Una vez, Biggy estaba a mi lado jugando al Fifa de la Playstation. Yo le? una de las conversaciones de meses atr?s y ella le dec?a*"me quiero suicidar". Yo recuerdo que en ese momento me pregunté "Con quién estoy"".
Sin noticias de Brian
"Hay algunos que trabajan por libre y otros que pertenecen a una especie de empresa; que trabajan para otra gente. Yo sé que el que intent? enga?ar a mi madre era de estos ?ltimos porque con esa estafa de los lingotes*pretend?a sacar unos 5.000 euros.*Los que trabajan por su cuenta muchas veces son chavales que se conforman con*conseguir 100 o 200 euros", ilustra Carlos.
El periodista jam?s encontr? a Brian. Ya le avisaron a su llegada que iba a ser como encontrar una aguja en un pajar. La cantidad de gente que se dedica a estafar por internet en Nigeria es incalculable. Este tipo de estafas se conocen como*419, que es el n?mero del art?culo del C?digo Penal de Nigeria*que sanciona estas pr?cticas. Pero son casi indetectables.
Carlos trabaja actualmente en el libro y ha vuelto a viajar a Lagos (donde se encuentra a la publicaci?n de este reportaje) para completar la informaci?n. "Estar viviendo con ellos me ha hecho humanizarlos, pero también me di cuenta de que hablaban con una frialdad tremenda de la gente a la que estafaban. Si tienes que ganar pasta, no puedes pensar que tus*clientes*tienen sentimientos".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/periodista-infiltrado-yahoo-boys-nigeria-89529360)