الريــم
07-05-2023, 07:10 PM
10 a?os de prisi?n, ocho de libertad vigilada y una indemnizaci?n para la v?ctima de 20.000 euros. Esta es la petici?n del de la Fiscal?a de Barcelona para V?ctor G. P., el profesor de La Salle Bonanova y entrenador de f?tbol que presuntamente agredi? sexualmente de forma continuada a un menor entre 2010 y 2012, cuando este ten?a de 12 a 14 a?os de edad, seg?n el escrito de acusaci?n al que ha tenido acceso El Peri?dico, de Prensa Ibérica. El procesado, seg?n relata la acusacion p?blica, se fue acercando poco a poco al ni?o, al que conoci? porque este jugaba al f?tbol, gan?ndose su confianza. Hasta tal punto que, "en ejecuci?n de un elaborado plan", mantuvo una relaci?n sentimental con la madre, intal?ndose en el domicilio familiar.
V?ctor G. P, que dej? escrito en un dietario las relaciones con los menores, tiene otra causa pendiente en otro juzgado por otra presunta agresi?n sexual a otro menor ocurrida a?os antes, cuando el procesado trabajaba de profesor en el colegio Viaro Global School de Sant Cugat del Vallès y, adem?s, dirig?a el Club Esportiu Bonanova, entidad de La Salle Bonanova. Esta causa no est? todav?a calificada por el fiscal, pero si las presuntas agresiones ocurridas entre 2010 y 2012 en La Salle. En este ?ltimo caso, conoci? a la v?ctima en el 2006, cuando era el coordinador del equipo de ese fubtol y, desde el inicio, mostr? interés por él, lo que se "tradujo en atenciones personales, en protecci?n y en su cuidado personal". Se aprovech?, incide el fiscal, de que sus padres acababan de tramitar la separaci?n y que el menor estaba afectado por ello, "necesitando de atenci?n especial". Al detectar esa "vulnerabulidad" del ni?o intensific? su relaci?n con él.
Esos contactos se acrecentaron cuando en el curso 2007-2008, el procesado, adem?s de coordinar el equipo de f?tbol, pas? a trabajar como profesor del centro. Esa conexi?n era tal que convenci? al menor de que su padre biol?gico no le quer?a, ni se procupaba por él, dic?éndole que él actuiar?a como progenitor, le cuidar?a y le proteger?a. Con esas palabras, Victor G. P. logr? que el ni?o "sintiera verdadera pas? por el procesado y se negara a ver a su padre biol?gico". "Una vez constatada la dependencia emocional del ni?o" al acusado, le propuso viajar con él para ense?arle un campo de f?tbol. La madre acept?, pero puso como condici?n que también ir?a ella. Tras ese viaje, el acuado empez? una relaci?n sentimental con la mujer y se trasalad? a vivir con ella y con sus hijos, entre ellos la v?ctima.
Control y aislamiento
A partir de ese momento, Victo G. P. controlaba todas las actividades del ni?o, tanto las académicas, como las personales, resgringiéndole las salidas de ocio con sus amigos de la infancia. Consigui?, siempre seg?n el fiscal, aislarle de sus compa?eros del colegio, al obligarle a estar con él. En el supuesto de que el menor no quisiera obedecerle, este profesor se "mostraba enfadado", le lanz?ba miradas "agresivas" y le apartaba de los entrenamientos.
Esta actitud logr? que la v?ctima sintiera "temor" ante la posibilidad de ser rechazado por la persona que le dec?a "constantemente que le quer?a y cuidaba", creando en el chico un "estado emocional de dependencia e intimidaci?n" para, al final, "ejecutar sus planes" que ten?a previstos y que no eran otros que agredir sexualmente al menor en el vestuario de club, en su casa o en una excusi?n al Pirineu.
Una tarde, cuando la v?ctima hac?a "obligado" por el procesado los deberes en su despacho del colegio, se origin? una discusi?n entre ambos. El ni?o se lanz? a decirle que estaba harto de sus abusos y que le iba a denunciar a director de colegio y a la p?lic?a. Cuando sal?a del despacho, subraya la acusaci?n, V?ctor G. P. le dio pu?etazos en la cara, lo tir? al suelo y le amenaz? con unas tijeras, diciéndole que lo contara si se atrev?a, que era un fracasado y un mentiroso, que nadie le creer?a y que "le matar?a si le volv?a a faltar al respeto".
Toda esta situaci?n, describe la fiscal?a, produc?a "tal desetabilizaci?n y angustia" que el ni?o intentaba "vanamente" sustraerse a "la autoridad" del procesado, siendo cont?nuas las peleas entre ellos, llegando al acusado a la agresi?n f?sica. Esa tensi?n se trasladaba también a la madre que no sab?a lo que estaba ocurriendo, pero el mismo profesor le convenc?a de que el muchacho andaba con malas compa??as, se drogaba o no estudiaba y él lo ?nico que hac?ia era "reconducirle como un buen padre".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/fiscal-reclama-10-anos-prision-89512858)
V?ctor G. P, que dej? escrito en un dietario las relaciones con los menores, tiene otra causa pendiente en otro juzgado por otra presunta agresi?n sexual a otro menor ocurrida a?os antes, cuando el procesado trabajaba de profesor en el colegio Viaro Global School de Sant Cugat del Vallès y, adem?s, dirig?a el Club Esportiu Bonanova, entidad de La Salle Bonanova. Esta causa no est? todav?a calificada por el fiscal, pero si las presuntas agresiones ocurridas entre 2010 y 2012 en La Salle. En este ?ltimo caso, conoci? a la v?ctima en el 2006, cuando era el coordinador del equipo de ese fubtol y, desde el inicio, mostr? interés por él, lo que se "tradujo en atenciones personales, en protecci?n y en su cuidado personal". Se aprovech?, incide el fiscal, de que sus padres acababan de tramitar la separaci?n y que el menor estaba afectado por ello, "necesitando de atenci?n especial". Al detectar esa "vulnerabulidad" del ni?o intensific? su relaci?n con él.
Esos contactos se acrecentaron cuando en el curso 2007-2008, el procesado, adem?s de coordinar el equipo de f?tbol, pas? a trabajar como profesor del centro. Esa conexi?n era tal que convenci? al menor de que su padre biol?gico no le quer?a, ni se procupaba por él, dic?éndole que él actuiar?a como progenitor, le cuidar?a y le proteger?a. Con esas palabras, Victor G. P. logr? que el ni?o "sintiera verdadera pas? por el procesado y se negara a ver a su padre biol?gico". "Una vez constatada la dependencia emocional del ni?o" al acusado, le propuso viajar con él para ense?arle un campo de f?tbol. La madre acept?, pero puso como condici?n que también ir?a ella. Tras ese viaje, el acuado empez? una relaci?n sentimental con la mujer y se trasalad? a vivir con ella y con sus hijos, entre ellos la v?ctima.
Control y aislamiento
A partir de ese momento, Victo G. P. controlaba todas las actividades del ni?o, tanto las académicas, como las personales, resgringiéndole las salidas de ocio con sus amigos de la infancia. Consigui?, siempre seg?n el fiscal, aislarle de sus compa?eros del colegio, al obligarle a estar con él. En el supuesto de que el menor no quisiera obedecerle, este profesor se "mostraba enfadado", le lanz?ba miradas "agresivas" y le apartaba de los entrenamientos.
Esta actitud logr? que la v?ctima sintiera "temor" ante la posibilidad de ser rechazado por la persona que le dec?a "constantemente que le quer?a y cuidaba", creando en el chico un "estado emocional de dependencia e intimidaci?n" para, al final, "ejecutar sus planes" que ten?a previstos y que no eran otros que agredir sexualmente al menor en el vestuario de club, en su casa o en una excusi?n al Pirineu.
Una tarde, cuando la v?ctima hac?a "obligado" por el procesado los deberes en su despacho del colegio, se origin? una discusi?n entre ambos. El ni?o se lanz? a decirle que estaba harto de sus abusos y que le iba a denunciar a director de colegio y a la p?lic?a. Cuando sal?a del despacho, subraya la acusaci?n, V?ctor G. P. le dio pu?etazos en la cara, lo tir? al suelo y le amenaz? con unas tijeras, diciéndole que lo contara si se atrev?a, que era un fracasado y un mentiroso, que nadie le creer?a y que "le matar?a si le volv?a a faltar al respeto".
Toda esta situaci?n, describe la fiscal?a, produc?a "tal desetabilizaci?n y angustia" que el ni?o intentaba "vanamente" sustraerse a "la autoridad" del procesado, siendo cont?nuas las peleas entre ellos, llegando al acusado a la agresi?n f?sica. Esa tensi?n se trasladaba también a la madre que no sab?a lo que estaba ocurriendo, pero el mismo profesor le convenc?a de que el muchacho andaba con malas compa??as, se drogaba o no estudiaba y él lo ?nico que hac?ia era "reconducirle como un buen padre".
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