الريــم
07-05-2023, 04:20 PM
?En qué momento est?is como compa??a? “Ahora mismo estamos en una crisis total. No hay bolos. O s? que hay bolos, pero no todos los necesarios como para sostener nuestras vidas”.
?C?mo explic?is eso? ?Qué sucede? “La pieza es cara y somos una compa??a joven con 10 personas viajando en ruta. La respuesta de los programadores es que este a?o les est?n recortando y no pueden apostar por cosas de riesgo. Y nosotros somos un riesgo porque somos j?venes y porque no nos conoce mucha gente. Y porque el teatro que hacemos quiz?s no gusta a sus abonados”.
Las respuestas son de Gemma Polo y Gl?ria Ribera, integrantes de la compa??a teatral José y sus hermanas, un colectivo que debut? en 2017 con la obra Los bancos regalan sandwicheras y chorizos, galardonada entonces con dos Premios de la Cr?tica de Barcelona. Acaban de pasar hace unos d?as por los Teatros del Canal de Madrid con su cuarto trabajo, Concurso de malos talentos, en el ?nico bolo que han firmado desde que estrenaran el montaje en el Teatre Lliure en noviembre de 2022. José y sus hermanas sigue siendo una compa??a joven cuyos cinco miembros tienen entre 28 y 38 a?os, entre la Generaci?n Z y Millennial, pero empiezan ya a ser veteranos porque en estos a?os se han pateado muchos festivales, han buscado coproductores debajo de las piedras, han enviado muchos dosieres y cientos de mails y empiezan a tener claro ya de qué va esa falta de riesgo.
https://www.uc-4u.com/clip/db30b721-3fbc-4294-b546-7c63447600b7_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg 'Picnic on the moon'. |
“No creemos que esa falta de riesgo sea porque esta gente vea peligrar realmente la econom?a de su teatro, esto va m?s all? de los programadores y de quienes gestionan los aparatos culturales”, explican Polo y Ribera, “lo que no hay es un compromiso pol?tico porque en este pa?s no hay unas pr?cticas de implicaci?n en el cambio, en las nuevas perspectivas, en tener nuevos puntos de vista que normalmente traemos los j?venes. Es una cuesti?n estructural porque no hay pol?ticas culturales estatales que nos protejan como trabajadores y como gente joven y no se entiende que tener este tipo de productos en las carteleras, tanto p?blicas como privadas, har? que la sociedad sea mejor, que sea m?s rica”.
En su ?ltima pieza, José y sus hermanas reflejan la frustraci?n de los j?venes frente a las promesas no cumplidas, la (falsa) cultura del esfuerzo y la productividad 24/7 en una obra que conecta con la situaci?n actual de una generaci?n de creadores que no ha cumplido los 30 y que, después de formarse en escuelas de arte dram?tico, apenas tienen oportunidades de ser programados en los teatros p?blicos y privados. Creadores que encadenan becas y residencias, que levantan producciones con su propio dinero, que compatibilizan el teatro o la danza con un trabajo a media jornada y a los que apenas han ense?ado c?mo se contacta con programadores, distribuidores y periodistas, c?mo se monta y gestiona administrativamente una compa??a o c?mo se justifica una subvenci?n. En ese territorio plagado de carencias naci? hace tres a?os el Festival Z de Girona.
https://www.uc-4u.com/clip/16ce1445-4b60-46bf-934b-5ba391227c0f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg 'Nunc stars'. |
Unicornios a la vista
“Empezamos a detectar que a las compa??as les costaba mucho acceder al mercado laboral, que hab?a mucha puerta fr?a”, explica el director del Festival Z, Jordi Duran, sobre los inicios del certamen, adscrito a la Escuela Universitaria de Las Artes de Girona (ERAM), de la Fundaci?n Joan Bosch, que celebr? su primera edici?n en 2021, en plena pandemia: “Hicimos un estudio de mercado en Girona sobre las tres ?ltimas temporadas y vimos que en los festivales y en los teatros solo un 4% de los cerca de 400 espect?culos programados estaban dirigidos, escritos o coreografiados por personas de menos de 30 a?os. Esto nos pareci? una se?al de alerta y decidimos montar un espacio en el que poder programar, poder cobrar y poder promocionar el trabajo en un ambiente c?modo”.
El Festival Z, que celebra su tercera edici?n del 6 al 9 de julio con el lema ?Unicornios a la vista!, acoger? en distintas salas de Girona y Salt 17 espect?culos preseleccionados por un jurado también menor de 30 a?os y ratificado por uno senior, integrado por profesionales del sector. El certamen acoge tres categor?as: espect?culos ya terminados, con un caché que va de los 3.500 a los 1.500 euros, dependiendo del tama?o de la compa??a; una segunda modalidad con ensayos abiertos de trabajos en proceso de compa??as residentes, dotadas con 3.000 euros y una tercera, que programa “embriones escénicos” de compa??as que presentan su proyecto durante 10 minutos a programadores y distribuidores.
https://www.uc-4u.com/clip/053594e0-70e4-44ad-abe2-4eeb2847c12d_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg 'Ells i jo o aquella sensaci? que els arbres et miren'. |
“Lo que nos importa es que, m?s all? de que las compa??as tengan un bolo en el festival, también puedan contactar con profesionales a los que normalmente no tienen acceso”, explica Duran, que cree que “al sistema teatral espa?ol, o al menos catal?n, le cuesta mucho asumir que el riesgo tiene un gran potencial, que arriesgar en creaci?n joven es un valor seguro, pero los programadores buscan piezas de consenso y que gusten, piezas que no contemplen un margen de error”. Y a ese sistema teatral alérgico al riesgo se enfrentan estos creadores cuya realidad, seg?n Eva Ferré, coordinadora de las actividades profesionales del certamen, est? marcada por una “necesidad de espacios dignos donde mostrar su trabajo, donde sean remunerados de manera justa y donde puedan probar y equivocarse”.
?Quién nos representa?
“?Crees que tu realidad est? presente en los escenarios? ?El sector te devuelve un espejo inc?modo donde no te ves reflejada? Si no nos representa nadie, ?debemos (re)presentarnos nosotras?”. Son algunas de las preguntas que plantear? en una asamblea dentro de la programaci?n del festival el Colectivo La ?ltima Mierda, del que forma parte Elaine Grayling, que admite que “cuando veo obras que buscan estar conectadas con la generaci?n Z, lo que veo es que las dirigen boomers que usan a intérpretes Z para reproducir discursos antiguos”. Grayling, de 26 a?os y formada en la ERAM, compagina sus proyectos escénicos con un trabajo a media jornada como auxiliar administrativa con el que paga el alquiler, mientras dedica gran parte de sus energ?as a buscar espacios y centros c?vicos donde ensayar, adem?s de becas y residencias. Dice que le “gusta pensar que algo pueda cambiar haciendo fuerza desde lo colectivo y desde las relaciones no mercantiles: yo veo a gente de mi generaci?n que est? empezando a trabajar desde otras ?reas, que ha dicho que no a precarizaciones y est? empezando a poner l?mites”. Pero a ese optimismo moderado Grayling a?ade la reivindicaci?n de espacios de representaci?n de creaci?n juvenil “igualitarios, que no sean guetos”.
Gerard Franch tiene 27 a?os y abre el festival con Norma, una pieza de teatro musical “muy petarda, muy marica” de su compa??a Massapà Bedbé sobre tres personajes -Petra, Gina y Mina- que llevan 40 d?as atrincheradas y de rave en un antiguo local que fue un prost?bulo y en el que se quiere instalar una pe?a del Real Madrid. “Escribimos la pieza durante dos meses de residencia en un centro c?vico de Barcelona”, explica, “y en ella rendimos homenaje a toda esa disidencia de la Barcelona de los a?os 80 y artistas como Oca?a, y a la cantante de ?pera Manuela Trasovares, que es nuestra musa”.
https://www.uc-4u.com/clip/6ad0c3cc-e047-4521-b952-bed73b764550_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg 'Calla, Judit, calla'. |
Franch llega al festival después de poner en pie media docena de proyectos desde que sali? del Institut del Teatre en 2019 y explica a este diario que también vive “de los malabares que hago con becas, residencias y ayudas”. En ese universo teatral en el que intenta sobrevivir, Franch identifica un “tap?n generacional”, heredero de la Transici?n, en la gesti?n y programaci?n de los espacios, y eso se traduce en que “estemos habituados a ver siempre las mismas caras, los mismos textos, las mismas formas de hacer y no se invierta en crear nuevos p?blicos que no solo consuman un cartel teatral con un actor o una actriz muy conocida”.
Y a todo eso se suma también el cansancio, que explica Julia Godino, que participa en el festival con dos espect?culos de danza de calle junto a Alexa Moya, Tan a prop y Picnic On The Moon: “Lo que pasa es que la creadora también es la productora, la distribuidora, el técnico y lo es todo. Se pierde mucho tiempo de creaci?n y a Alexa y a m? nos pasa a veces que tenemos que enviar un mont?n de mails y cuando llega el momento de ensayar ya no tenemos ganas porque est?s haciendo treinta trabajos en uno, pero al no haber dinero no hay otra opci?n. Lo haces t? y punto”. ?Compensa tanto agotamiento? “Tengo ambici?n y ganas de seguir, nosotras estamos todo el tiempo picando piedra y eso nos ha ido dando resultados”, dice Julia.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/generacion-z-teatro-estrene-89502672)
?C?mo explic?is eso? ?Qué sucede? “La pieza es cara y somos una compa??a joven con 10 personas viajando en ruta. La respuesta de los programadores es que este a?o les est?n recortando y no pueden apostar por cosas de riesgo. Y nosotros somos un riesgo porque somos j?venes y porque no nos conoce mucha gente. Y porque el teatro que hacemos quiz?s no gusta a sus abonados”.
Las respuestas son de Gemma Polo y Gl?ria Ribera, integrantes de la compa??a teatral José y sus hermanas, un colectivo que debut? en 2017 con la obra Los bancos regalan sandwicheras y chorizos, galardonada entonces con dos Premios de la Cr?tica de Barcelona. Acaban de pasar hace unos d?as por los Teatros del Canal de Madrid con su cuarto trabajo, Concurso de malos talentos, en el ?nico bolo que han firmado desde que estrenaran el montaje en el Teatre Lliure en noviembre de 2022. José y sus hermanas sigue siendo una compa??a joven cuyos cinco miembros tienen entre 28 y 38 a?os, entre la Generaci?n Z y Millennial, pero empiezan ya a ser veteranos porque en estos a?os se han pateado muchos festivales, han buscado coproductores debajo de las piedras, han enviado muchos dosieres y cientos de mails y empiezan a tener claro ya de qué va esa falta de riesgo.
https://www.uc-4u.com/clip/db30b721-3fbc-4294-b546-7c63447600b7_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg 'Picnic on the moon'. |
“No creemos que esa falta de riesgo sea porque esta gente vea peligrar realmente la econom?a de su teatro, esto va m?s all? de los programadores y de quienes gestionan los aparatos culturales”, explican Polo y Ribera, “lo que no hay es un compromiso pol?tico porque en este pa?s no hay unas pr?cticas de implicaci?n en el cambio, en las nuevas perspectivas, en tener nuevos puntos de vista que normalmente traemos los j?venes. Es una cuesti?n estructural porque no hay pol?ticas culturales estatales que nos protejan como trabajadores y como gente joven y no se entiende que tener este tipo de productos en las carteleras, tanto p?blicas como privadas, har? que la sociedad sea mejor, que sea m?s rica”.
En su ?ltima pieza, José y sus hermanas reflejan la frustraci?n de los j?venes frente a las promesas no cumplidas, la (falsa) cultura del esfuerzo y la productividad 24/7 en una obra que conecta con la situaci?n actual de una generaci?n de creadores que no ha cumplido los 30 y que, después de formarse en escuelas de arte dram?tico, apenas tienen oportunidades de ser programados en los teatros p?blicos y privados. Creadores que encadenan becas y residencias, que levantan producciones con su propio dinero, que compatibilizan el teatro o la danza con un trabajo a media jornada y a los que apenas han ense?ado c?mo se contacta con programadores, distribuidores y periodistas, c?mo se monta y gestiona administrativamente una compa??a o c?mo se justifica una subvenci?n. En ese territorio plagado de carencias naci? hace tres a?os el Festival Z de Girona.
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Unicornios a la vista
“Empezamos a detectar que a las compa??as les costaba mucho acceder al mercado laboral, que hab?a mucha puerta fr?a”, explica el director del Festival Z, Jordi Duran, sobre los inicios del certamen, adscrito a la Escuela Universitaria de Las Artes de Girona (ERAM), de la Fundaci?n Joan Bosch, que celebr? su primera edici?n en 2021, en plena pandemia: “Hicimos un estudio de mercado en Girona sobre las tres ?ltimas temporadas y vimos que en los festivales y en los teatros solo un 4% de los cerca de 400 espect?culos programados estaban dirigidos, escritos o coreografiados por personas de menos de 30 a?os. Esto nos pareci? una se?al de alerta y decidimos montar un espacio en el que poder programar, poder cobrar y poder promocionar el trabajo en un ambiente c?modo”.
El Festival Z, que celebra su tercera edici?n del 6 al 9 de julio con el lema ?Unicornios a la vista!, acoger? en distintas salas de Girona y Salt 17 espect?culos preseleccionados por un jurado también menor de 30 a?os y ratificado por uno senior, integrado por profesionales del sector. El certamen acoge tres categor?as: espect?culos ya terminados, con un caché que va de los 3.500 a los 1.500 euros, dependiendo del tama?o de la compa??a; una segunda modalidad con ensayos abiertos de trabajos en proceso de compa??as residentes, dotadas con 3.000 euros y una tercera, que programa “embriones escénicos” de compa??as que presentan su proyecto durante 10 minutos a programadores y distribuidores.
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“Lo que nos importa es que, m?s all? de que las compa??as tengan un bolo en el festival, también puedan contactar con profesionales a los que normalmente no tienen acceso”, explica Duran, que cree que “al sistema teatral espa?ol, o al menos catal?n, le cuesta mucho asumir que el riesgo tiene un gran potencial, que arriesgar en creaci?n joven es un valor seguro, pero los programadores buscan piezas de consenso y que gusten, piezas que no contemplen un margen de error”. Y a ese sistema teatral alérgico al riesgo se enfrentan estos creadores cuya realidad, seg?n Eva Ferré, coordinadora de las actividades profesionales del certamen, est? marcada por una “necesidad de espacios dignos donde mostrar su trabajo, donde sean remunerados de manera justa y donde puedan probar y equivocarse”.
?Quién nos representa?
“?Crees que tu realidad est? presente en los escenarios? ?El sector te devuelve un espejo inc?modo donde no te ves reflejada? Si no nos representa nadie, ?debemos (re)presentarnos nosotras?”. Son algunas de las preguntas que plantear? en una asamblea dentro de la programaci?n del festival el Colectivo La ?ltima Mierda, del que forma parte Elaine Grayling, que admite que “cuando veo obras que buscan estar conectadas con la generaci?n Z, lo que veo es que las dirigen boomers que usan a intérpretes Z para reproducir discursos antiguos”. Grayling, de 26 a?os y formada en la ERAM, compagina sus proyectos escénicos con un trabajo a media jornada como auxiliar administrativa con el que paga el alquiler, mientras dedica gran parte de sus energ?as a buscar espacios y centros c?vicos donde ensayar, adem?s de becas y residencias. Dice que le “gusta pensar que algo pueda cambiar haciendo fuerza desde lo colectivo y desde las relaciones no mercantiles: yo veo a gente de mi generaci?n que est? empezando a trabajar desde otras ?reas, que ha dicho que no a precarizaciones y est? empezando a poner l?mites”. Pero a ese optimismo moderado Grayling a?ade la reivindicaci?n de espacios de representaci?n de creaci?n juvenil “igualitarios, que no sean guetos”.
Gerard Franch tiene 27 a?os y abre el festival con Norma, una pieza de teatro musical “muy petarda, muy marica” de su compa??a Massapà Bedbé sobre tres personajes -Petra, Gina y Mina- que llevan 40 d?as atrincheradas y de rave en un antiguo local que fue un prost?bulo y en el que se quiere instalar una pe?a del Real Madrid. “Escribimos la pieza durante dos meses de residencia en un centro c?vico de Barcelona”, explica, “y en ella rendimos homenaje a toda esa disidencia de la Barcelona de los a?os 80 y artistas como Oca?a, y a la cantante de ?pera Manuela Trasovares, que es nuestra musa”.
https://www.uc-4u.com/clip/6ad0c3cc-e047-4521-b952-bed73b764550_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg 'Calla, Judit, calla'. |
Franch llega al festival después de poner en pie media docena de proyectos desde que sali? del Institut del Teatre en 2019 y explica a este diario que también vive “de los malabares que hago con becas, residencias y ayudas”. En ese universo teatral en el que intenta sobrevivir, Franch identifica un “tap?n generacional”, heredero de la Transici?n, en la gesti?n y programaci?n de los espacios, y eso se traduce en que “estemos habituados a ver siempre las mismas caras, los mismos textos, las mismas formas de hacer y no se invierta en crear nuevos p?blicos que no solo consuman un cartel teatral con un actor o una actriz muy conocida”.
Y a todo eso se suma también el cansancio, que explica Julia Godino, que participa en el festival con dos espect?culos de danza de calle junto a Alexa Moya, Tan a prop y Picnic On The Moon: “Lo que pasa es que la creadora también es la productora, la distribuidora, el técnico y lo es todo. Se pierde mucho tiempo de creaci?n y a Alexa y a m? nos pasa a veces que tenemos que enviar un mont?n de mails y cuando llega el momento de ensayar ya no tenemos ganas porque est?s haciendo treinta trabajos en uno, pero al no haber dinero no hay otra opci?n. Lo haces t? y punto”. ?Compensa tanto agotamiento? “Tengo ambici?n y ganas de seguir, nosotras estamos todo el tiempo picando piedra y eso nos ha ido dando resultados”, dice Julia.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/generacion-z-teatro-estrene-89502672)