الريــم
06-29-2023, 12:12 AM
Durante mucho tiempo (quiz?s demasiado) las sociedades prehist?ricas se han imaginado como escenarios donde, por un lado, los hombres utilizaban la fuerza bruta para cazar animales y, por otro lado, las mujeres se dedicaban a recoger bayas y a cuidar de la prole. ?Pero qué hay de cierto en esta imagen? Seg?n apuntan cada vez m?s estudios, este tipo de retratos son totalmente falsos. Uno de los estudios m?s exhaustivos elaborados hasta la fecha, de hecho, constata que en al menos el 80% de las sociedades prehist?ricas estudiadas hasta la fecha hay evidencias de mujeres cazadoras.
El trabajo, publicado este mismo miércoles en la revista cient?fica 'Nature', ha analizado los datos arqueol?gicos de un total 63 sociedades de cazadores-recolectores de todo el mundo: desde los yacimientos arqueol?gicos de las Américas hasta los de ?frica, Asia, Australia y Ocean?a. El estudio de todos estos casos ha permitido localizar la presencia de mujeres cazadoras en al menos 50 lugares diferentes del planeta durante todos los periodos analizados. Esto corrobora, una vez m?s, que la caza no era un patrimonio exclusivo de los hombres prehist?ricos y que ellas, contrariamente a lo que se cre?a hasta ahora, siempre han contribu?do a una actividad entonces esencial para la subsistencia.
Seg?n explican las expertas que han liderado este trabajo, todo apunta a que las mujeres eran unas cazadoras muy h?biles en las sociedades prehist?ricas. Los restos arqueol?gicos apuntan a que ellas se dedicaban principalmente a la captura de presas de gran tama?o, que "participaban activamente en la ense?anza de las pr?cticas de caza" a las nuevas generaciones y que, a menudo, "empleaban una mayor variedad de armas y estrategias de caza que los hombres".
"Tenemos pruebas de que las mujeres han participado en actividades de caza de subsistencia en la gran mayor?a de las culturas"
"Tenemos pruebas de que las mujeres han participado en actividades de caza de subsistencia en la gran mayor?a de las culturas", constata el an?lisis, encabezado por las Universidades de Seattle y la de Washington. "Este hallazgo también suma m?s evidencias contra la idea de que en las sociedades recolectoras exist?an roles de género. Hay que desmentir la idea de que los hombres solo eran cazadores y las mujeres solo recolectoras", a?ade el estudio.
Interpretaciones sesgadas
La investigaci?n ha consiguido 'rescatar' la historia de mujeres cazadoras en Punan (Malasia), Wopkaimin (Nueva Guinea), Hiwi (Venezuela), Matses (Amazonia peruana), Tsimane (Bolivia), entre otros. Una de las historias m?s destacadas, publicada hace tan solo unos a?os en 'Science Advances', es la de una joven mujer que vivi? hace unos 9.000 a?os en el territorio andino de Wilamaya Patjxa (Per?) y que, tras una vida dedicada a la caza, fue enterrada junto a su arsenal de armas.
?Entonces por qué, hasta ahora, se hab?a imaginado un pasado en el que ellos eran los ?nicos que cazaban y ellas s?lo recog?an bayas? Para responder a esta inc?gnita, las expertas piden dar un paso atr?s para entender c?mo se ha estudiado el pasado. "Los libros de prehistoria se han escrito desde el presente, as? que gran parte de estas interpretaciones que est?n sesgadas por prejuicios actuales", explic? Marina Lozano, investigadora del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evoluci? Social y la Universitat Rovira i Virgili (IPHES-URV), en una entrevista con EL PERI?DICO, del grupo Prensa Ibérica.
Durante décadas, los trabajos arqueol?gicos han interpretado los objetos hallados al lado de los cuerpos en funci?n del sexo del individuo. Un caso muy claro es el de los ajuares funerarios. Una punta de piedra cortante sepultada junto a un hombre se clasificaba como arma. Mientras que un objeto similar encontrado al lado de una mujer se catalogaba como un cuchillo de cocina o un adorno. Este fen?meno, estudiado en profundidad por la arque?loga catalana Encarna Sanahuja Yll, sugiere que quiz?s las mujeres cazadoras y guerreras siempre han estado ah? aunque hasta ahora no se hayan visto.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/mujeres-cazaban-nuevo-estudio-reafirma-89256124)
El trabajo, publicado este mismo miércoles en la revista cient?fica 'Nature', ha analizado los datos arqueol?gicos de un total 63 sociedades de cazadores-recolectores de todo el mundo: desde los yacimientos arqueol?gicos de las Américas hasta los de ?frica, Asia, Australia y Ocean?a. El estudio de todos estos casos ha permitido localizar la presencia de mujeres cazadoras en al menos 50 lugares diferentes del planeta durante todos los periodos analizados. Esto corrobora, una vez m?s, que la caza no era un patrimonio exclusivo de los hombres prehist?ricos y que ellas, contrariamente a lo que se cre?a hasta ahora, siempre han contribu?do a una actividad entonces esencial para la subsistencia.
Seg?n explican las expertas que han liderado este trabajo, todo apunta a que las mujeres eran unas cazadoras muy h?biles en las sociedades prehist?ricas. Los restos arqueol?gicos apuntan a que ellas se dedicaban principalmente a la captura de presas de gran tama?o, que "participaban activamente en la ense?anza de las pr?cticas de caza" a las nuevas generaciones y que, a menudo, "empleaban una mayor variedad de armas y estrategias de caza que los hombres".
"Tenemos pruebas de que las mujeres han participado en actividades de caza de subsistencia en la gran mayor?a de las culturas"
"Tenemos pruebas de que las mujeres han participado en actividades de caza de subsistencia en la gran mayor?a de las culturas", constata el an?lisis, encabezado por las Universidades de Seattle y la de Washington. "Este hallazgo también suma m?s evidencias contra la idea de que en las sociedades recolectoras exist?an roles de género. Hay que desmentir la idea de que los hombres solo eran cazadores y las mujeres solo recolectoras", a?ade el estudio.
Interpretaciones sesgadas
La investigaci?n ha consiguido 'rescatar' la historia de mujeres cazadoras en Punan (Malasia), Wopkaimin (Nueva Guinea), Hiwi (Venezuela), Matses (Amazonia peruana), Tsimane (Bolivia), entre otros. Una de las historias m?s destacadas, publicada hace tan solo unos a?os en 'Science Advances', es la de una joven mujer que vivi? hace unos 9.000 a?os en el territorio andino de Wilamaya Patjxa (Per?) y que, tras una vida dedicada a la caza, fue enterrada junto a su arsenal de armas.
?Entonces por qué, hasta ahora, se hab?a imaginado un pasado en el que ellos eran los ?nicos que cazaban y ellas s?lo recog?an bayas? Para responder a esta inc?gnita, las expertas piden dar un paso atr?s para entender c?mo se ha estudiado el pasado. "Los libros de prehistoria se han escrito desde el presente, as? que gran parte de estas interpretaciones que est?n sesgadas por prejuicios actuales", explic? Marina Lozano, investigadora del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evoluci? Social y la Universitat Rovira i Virgili (IPHES-URV), en una entrevista con EL PERI?DICO, del grupo Prensa Ibérica.
Durante décadas, los trabajos arqueol?gicos han interpretado los objetos hallados al lado de los cuerpos en funci?n del sexo del individuo. Un caso muy claro es el de los ajuares funerarios. Una punta de piedra cortante sepultada junto a un hombre se clasificaba como arma. Mientras que un objeto similar encontrado al lado de una mujer se catalogaba como un cuchillo de cocina o un adorno. Este fen?meno, estudiado en profundidad por la arque?loga catalana Encarna Sanahuja Yll, sugiere que quiz?s las mujeres cazadoras y guerreras siempre han estado ah? aunque hasta ahora no se hayan visto.
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