الريــم
06-26-2023, 12:20 PM
Conoc? de cerca a Inés Mart?n Rodrigo (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/ines-martin-rodrigo-escritora-periodista-88957822) hace algo m?s de un a?o, cuando se estaba fraguando en la cabeza de algunos de nosotros el suplemento Abril que dirige ?lex Salmon y en el que ella tiene un destacad?simo trabajo como entrevistadora de lujo, como editora impar y como articulista, igual que hace en El Peri?dico de Espa?a, del grupo Prensa Ibérica, que dirige Gemma Robles.
Gemma y Albert S?ez, el director de El Peri?dico de Catalu?a, le dieron alas a este suplemento que hace unas semanas celebr? en Madrid el primer aniversario. Y all? estaba Inés, con compa?eros como Jacobo de Arce, Leticia Blanco y Elena Hevia, brindando con Javier Moll y con Aranxa Sarasola, presidente y vicepresidenta de Prensa Ibérica, brindando por la salud de una apuesta que parec?a lejana cuando aquella vez, en el Hotel de las Letras (?d?nde si no?), conoc? de veras a Inés Mart?n Rodrigo.
Entonces ella ya hab?a ganado el premio Nadal de novela, con Las formas del querer. En aquel momento aun no ten?a cuarenta a?os, que son los que denuncia ahora (Madrid, 1983) la parte de biograf?a que tiene su nuevo libro, Una homosexualidad propia. Una reivindicaci?n lésbica a través de sus referentes culturales (Destino, colecci?n Referentes).
Por las fotograf?as y otros datos que pod?an colegirse de su ya merecida fama literaria, ganada también con su excelente trabajo en las p?ginas de Cultura de Abc, de donde ven?a, parec?a una mujer decidida, con una cultura (period?stica, literaria) m?s que sobresaliente.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Su conversaci?n, lejos de mostrar a una joven t?mida, explicaba una s?lida sensaci?n de madurez. Decidida, culta, enseguida le gan? al veterano que la ten?a delante en audacia y en cercan?a, y después ya no s?lo ha sido compa?era sino maestra.
Sencilla y disponible, sabe mezclar las tareas para las que est? tan dotada, la entrevista, la escritura, el trabajo para mejorar en edici?n lo que los colaboradores dejan inacabado, y es un referente dentro y fuera del ?mbito en el que nosotros nos movemos.
M?s que una periodista, sin duda, ten?a dentro de s? un libro, casi un poema, de reivindicaci?n de su personalidad m?s ?ntima. Ese libro, que acabo de leer, es un mensaje dentro de una botella limpia, su declaraci?n de mujer que, llegando a los cuarenta, ya puede decir al viento, y a la vida, que es lesbiana.
Aqu?, en Una homosexualidad propia, lanza una botella al mar de otras mujeres que, teniendo la misma relaci?n que ella con la sexualidad, a?n no han roto las amarras que la sociedad impone, en Espa?a, y en todas partes, con su aviesa costumbre de cortar la libertad personal de los seres humanos. Hombres y mujeres, homosexuales de uno u otro sexo que, aherrojados por la mala costumbre de las prohibiciones, nunca han podido ser felices con la lecci?n venturosa que les ha deparado la vida.
El libro no es una sorpresa en ella, seguramente, pues ella iba escribiéndolo de una manera u otra, y eso dice, durante a?os, desde que comprob? que no hab?a otra atracci?n mayor en su caso que la que le produc?an las personas de su propio sexo.
El modo en que ella va contando sus descubrimientos, y su miedo a decirlo, incluso entre los m?s queridos o los m?s pr?ximos, es una lecci?n que va convirtiéndose, en cada una de las 134 p?ginas de las que consta, en una combinaci?n gloriosa de pasi?n y de alegr?a.
Aquella muchacha a la que hab?a conocido un a?o antes en el Hotel de las Letras, tan marcada por la literatura, es aqu? un ejemplo humano de la valent?a que hay que tener para descubrirnos lo obvio, lo que lati? en su coraz?n desde que tuvo uso de esta raz?n: cuando dijo, cuando se dijo a s? misma, “soy lesbiana”.
El orgullo con el que abunda en esa afirmaci?n, “soy lesbiana”, dura todo el libro, sin desmayo alguno, sin duda alguna. Es la consecuencia no s?lo de la convicci?n personal, de la decisi?n a la que la llev? la naturaleza, sino que es el resultado de una pasi?n cultural para explicarse, también, de d?nde viene su amor y de donde vienen amores de otras personas, mujeres, en este caso, que en el pasado tomaron el mismo camino hacia el placer y la alegr?a que ella siente desde que se decidi? a dejar a un lado las dudas, y la maldad, que contagia aun la sociedad contempor?nea.
Esa explicaci?n de lo que sucedi? con otros casos, en el mundo de la literatura, que es el suyo, en el del cine, otra de sus pasiones, en la vida com?n, alienta en estas 134 p?ginas con su densidad de pasi?n y compromiso. No hay desmayo en la redacci?n, pues siempre hay en el texto, y en el contexto, ejemplos de c?mo ella se fue haciendo cargo de los mensajes de la naturaleza.
La escritura se acompasa, con humor y gallard?a, como una explicaci?n perpetua, pero también con enorme precisi?n. Su amor por las palabras (las definiciones a las que recurre son siempre pertinentes, nos llevan a entender el pasado de la impostura contra el lesbianismo) dominan las p?ginas con subrayados que llevan al lector a navegar por un mundo que, de pronto, resulta mucho m?s que el que puede generar un libro.
Este Una homosexualidad propia constituye, pues, una peque?a enciclopedia de amor y pedagog?a. Después de esta lectura, nadie puede alegar ignorancia para comprender esta pasi?n que ella describe desde la vivencia m?s dif?cil y luego desde la experiencia m?s decidida que la acompa?a desde que un d?a, por ejemplo, avisa en la casa natal de que dentro de nada pasar? las Navidades con la mujer a la que ama.
El libro es un abrazo a quienes quiere, pero es también, o sobre todo, la reivindicaci?n de un apasionamiento sobre el que nadie tendr?a que objetar nada. En la suma de melancol?as que también presenta este libro de Inés Mart?n Rodrigo también est? una denuncia que hoy adquiere una actualidad ins?lita y triste: esa conquista, el triunfo de la homosexualidad como signo de la libertad contempor?nea, est? hoy de nuevo en peligro, pues la sociedad se apresta a dejar que libertades as?, tan naturales, tan consabidas, tan preciosas, sean puestas en peligro por los burlones contempor?neos.
Quiz? Inés Mart?n Rodrigo no escribi? el libro para que fuera le?do ahora como una denuncia de este momento tan oscurecido, pero lo cierto es que aqu? est?, escrito para deletrear la palabra libertad unida a sexo y a pasi?n y a alegr?a, y es en s? mismo un dique que deja pasar, adem?s, el agua fresca de la gran literatura. Contra el tiempo oscuro que se cierne, este libro es un remanso de alegr?a por el que brindo igual que brindamos por el mes de abril este mismo mes de junio en que aparece esta declaraci?n de homosexualidad propia.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/134-paginas-pasion-alegria-89141238)
Gemma y Albert S?ez, el director de El Peri?dico de Catalu?a, le dieron alas a este suplemento que hace unas semanas celebr? en Madrid el primer aniversario. Y all? estaba Inés, con compa?eros como Jacobo de Arce, Leticia Blanco y Elena Hevia, brindando con Javier Moll y con Aranxa Sarasola, presidente y vicepresidenta de Prensa Ibérica, brindando por la salud de una apuesta que parec?a lejana cuando aquella vez, en el Hotel de las Letras (?d?nde si no?), conoc? de veras a Inés Mart?n Rodrigo.
Entonces ella ya hab?a ganado el premio Nadal de novela, con Las formas del querer. En aquel momento aun no ten?a cuarenta a?os, que son los que denuncia ahora (Madrid, 1983) la parte de biograf?a que tiene su nuevo libro, Una homosexualidad propia. Una reivindicaci?n lésbica a través de sus referentes culturales (Destino, colecci?n Referentes).
Por las fotograf?as y otros datos que pod?an colegirse de su ya merecida fama literaria, ganada también con su excelente trabajo en las p?ginas de Cultura de Abc, de donde ven?a, parec?a una mujer decidida, con una cultura (period?stica, literaria) m?s que sobresaliente.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Su conversaci?n, lejos de mostrar a una joven t?mida, explicaba una s?lida sensaci?n de madurez. Decidida, culta, enseguida le gan? al veterano que la ten?a delante en audacia y en cercan?a, y después ya no s?lo ha sido compa?era sino maestra.
Sencilla y disponible, sabe mezclar las tareas para las que est? tan dotada, la entrevista, la escritura, el trabajo para mejorar en edici?n lo que los colaboradores dejan inacabado, y es un referente dentro y fuera del ?mbito en el que nosotros nos movemos.
M?s que una periodista, sin duda, ten?a dentro de s? un libro, casi un poema, de reivindicaci?n de su personalidad m?s ?ntima. Ese libro, que acabo de leer, es un mensaje dentro de una botella limpia, su declaraci?n de mujer que, llegando a los cuarenta, ya puede decir al viento, y a la vida, que es lesbiana.
Aqu?, en Una homosexualidad propia, lanza una botella al mar de otras mujeres que, teniendo la misma relaci?n que ella con la sexualidad, a?n no han roto las amarras que la sociedad impone, en Espa?a, y en todas partes, con su aviesa costumbre de cortar la libertad personal de los seres humanos. Hombres y mujeres, homosexuales de uno u otro sexo que, aherrojados por la mala costumbre de las prohibiciones, nunca han podido ser felices con la lecci?n venturosa que les ha deparado la vida.
El libro no es una sorpresa en ella, seguramente, pues ella iba escribiéndolo de una manera u otra, y eso dice, durante a?os, desde que comprob? que no hab?a otra atracci?n mayor en su caso que la que le produc?an las personas de su propio sexo.
El modo en que ella va contando sus descubrimientos, y su miedo a decirlo, incluso entre los m?s queridos o los m?s pr?ximos, es una lecci?n que va convirtiéndose, en cada una de las 134 p?ginas de las que consta, en una combinaci?n gloriosa de pasi?n y de alegr?a.
Aquella muchacha a la que hab?a conocido un a?o antes en el Hotel de las Letras, tan marcada por la literatura, es aqu? un ejemplo humano de la valent?a que hay que tener para descubrirnos lo obvio, lo que lati? en su coraz?n desde que tuvo uso de esta raz?n: cuando dijo, cuando se dijo a s? misma, “soy lesbiana”.
El orgullo con el que abunda en esa afirmaci?n, “soy lesbiana”, dura todo el libro, sin desmayo alguno, sin duda alguna. Es la consecuencia no s?lo de la convicci?n personal, de la decisi?n a la que la llev? la naturaleza, sino que es el resultado de una pasi?n cultural para explicarse, también, de d?nde viene su amor y de donde vienen amores de otras personas, mujeres, en este caso, que en el pasado tomaron el mismo camino hacia el placer y la alegr?a que ella siente desde que se decidi? a dejar a un lado las dudas, y la maldad, que contagia aun la sociedad contempor?nea.
Esa explicaci?n de lo que sucedi? con otros casos, en el mundo de la literatura, que es el suyo, en el del cine, otra de sus pasiones, en la vida com?n, alienta en estas 134 p?ginas con su densidad de pasi?n y compromiso. No hay desmayo en la redacci?n, pues siempre hay en el texto, y en el contexto, ejemplos de c?mo ella se fue haciendo cargo de los mensajes de la naturaleza.
La escritura se acompasa, con humor y gallard?a, como una explicaci?n perpetua, pero también con enorme precisi?n. Su amor por las palabras (las definiciones a las que recurre son siempre pertinentes, nos llevan a entender el pasado de la impostura contra el lesbianismo) dominan las p?ginas con subrayados que llevan al lector a navegar por un mundo que, de pronto, resulta mucho m?s que el que puede generar un libro.
Este Una homosexualidad propia constituye, pues, una peque?a enciclopedia de amor y pedagog?a. Después de esta lectura, nadie puede alegar ignorancia para comprender esta pasi?n que ella describe desde la vivencia m?s dif?cil y luego desde la experiencia m?s decidida que la acompa?a desde que un d?a, por ejemplo, avisa en la casa natal de que dentro de nada pasar? las Navidades con la mujer a la que ama.
El libro es un abrazo a quienes quiere, pero es también, o sobre todo, la reivindicaci?n de un apasionamiento sobre el que nadie tendr?a que objetar nada. En la suma de melancol?as que también presenta este libro de Inés Mart?n Rodrigo también est? una denuncia que hoy adquiere una actualidad ins?lita y triste: esa conquista, el triunfo de la homosexualidad como signo de la libertad contempor?nea, est? hoy de nuevo en peligro, pues la sociedad se apresta a dejar que libertades as?, tan naturales, tan consabidas, tan preciosas, sean puestas en peligro por los burlones contempor?neos.
Quiz? Inés Mart?n Rodrigo no escribi? el libro para que fuera le?do ahora como una denuncia de este momento tan oscurecido, pero lo cierto es que aqu? est?, escrito para deletrear la palabra libertad unida a sexo y a pasi?n y a alegr?a, y es en s? mismo un dique que deja pasar, adem?s, el agua fresca de la gran literatura. Contra el tiempo oscuro que se cierne, este libro es un remanso de alegr?a por el que brindo igual que brindamos por el mes de abril este mismo mes de junio en que aparece esta declaraci?n de homosexualidad propia.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/134-paginas-pasion-alegria-89141238)