الريــم
06-23-2023, 08:32 PM
Seis meses de investigaci?n de la fiscal?a espa?ola acabaron con el archivo de las diligencias por la tragedia registrada en la valla de Melillael 24 de junio de 2022, uno de los sucesos m?s negros vividos en la frontera africana con Espa?a.
La fiscal?a no apreci? delitos cometidos en territorio espa?ol, pero su instrucci?n carece de informaci?n marroqu? suficientemente contrastada sobre lo que pas? al otro lado, como la propia fiscal investigadora, Beatriz S?nchez, reconoce en su decreto de archivo. Numerosas dudas sobrevuelan el relato oficial de los hechos. Estas son las tres m?s fundamentadas.
El n?mero de muertos
Como si se tratara de un frente de guerra, el dato m?s desconocido y manipulado de la tragedia del 24-J es el n?mero de bajas. Y la duda cobra nuevo relieve con la consideraci?n avalada por Amnist?a Internacional, con ocasi?n de este aniversario, de que el n?mero real de migrantes muertos fue de al menos 37 y hay adem?s 76 personas desaparecidas. Si todas hubieran fallecido, el saldo de fallecimientos de aquella jornada superar?a el centenar.
Pero la cifra oficial sigue siendo 23. Oficial, aunque sin contraste. Es el recuento de muertos del que inform? Rabat, y el que fij? en un documento enviado a la ONU como respuesta a una pregunta de la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos. Ese guarismo mana de una sola fuente oficial, el gobierno de Marruecos, sin participaci?n espa?ola en el recuento, ni tampoco de oenegés u otro tipo de organizaciones, pues a nadie se permiti? acceso a la morgue de Nador, custodiada por un piquete de gendarmes.
El cierre informativo en torno a la cifra oficial -como también sobre un supuesto y nunca confirmado n?mero de gendarmes también muertos en el choque con los migrantes- ha abonado versiones ap?crifas y sin ratificaci?n. Un grupo de oenegés con presencia a ambos lados de la frontera elev? el n?mero de muertos a 37 pasadas 72 horas de la tragedia. Un grupo de menor influencia difundi? esa semana que eran 70 los muertos, pero lo hac?an en base a lo que se pod?a ver en los v?deos.
Las im?genes de v?deo son indicio, pero no prueba de fallecimiento. Este principio est? m?s que acu?ado en la Justicia. Aquellos terribles fotogramas de la ma?ana del 24 de junio provocan una interpretaci?n medi?tica, e incluso un uso pol?tico, pero no han servido para sostener una denuncia de fiscal?a o argumentar un fallo judicial. El repaso de los v?deos que circularon en chats de Whatsapp ese 24-J acredita que hay numerosos migrantes (todos los que se ven en las distintas escenas) tumbados en el suelo. Muchos presentan signos de estar inertes. “Pero no se puede ir m?s all? -argumenta una fuente policial melillense-. Los antidisturbios marroqu?es, cuando detienen a un grupo de individuos, siempre los tumban. Los mantienen en el suelo a la espera de que lleguen furgones o autobuses para evacuarlos. Cuando llegan, los levantan de 50 en 50 o de 12 en 12, seg?n la capacidad del veh?culo”.
De qué murieron
“Asfixia mec?nica compatible con una presi?n tor?cica externa” es la raz?n que, como resultado de 23 autopsias, repite Marruecos en sus informaciones remitidas al exterior; no oficialmente a Espa?a, sino a Naciones Unidas. Tal y como interpret? la fiscal?a espa?ola, esa raz?n del fallecimiento es compatible con “la estampida y el aglutinamiento de un n?mero importante de personas en un espacio reducido”.
Las autopsias fueron realizadas por los forenses marroqu?s sin observadores internacionales. No hay pues fuentes alternativas de informaci?n. Al final de su investigaci?n sobre el suceso, la fiscal de sala coordinadora de la Unidad de Trata de Personas y Extranjer?a de la Fiscal?a General del Estado, Beatriz S?nchez, renuncia a esclarecer m?s detalles sobre las v?ctimas mortales por el bloqueo: “Ning?n otro dato distinto se iba a obtener por parte de las autoridades del pa?s vecino con independencia de la herramienta de cooperaci?n judicial internacional que se empleara”, dice en su informe final.
Los fallecidos fueron enterrados con prontitud, “conforme a la costumbre musulmana, que presiona para acortar el plazo m?nimo legal”, explica una fuente policial melillense. Fue sin oposici?n de autoridad judicial local y después de que se realizaran unas necropsias cuyo contenido completo no ha sido tampoco comunicado, solo el resultado general: muertes, pues, por asfixia y aplastamiento.
No obstante s? hay un punto de vista adicional, aunque interno, sobre esas muertes. “El médico de la Misi?n Informativa creada en Marruecos para el esclarecimiento de los hechos, indic? que de la exploraci?n de los cad?veres resultaba que no hab?a trazas de equimosis o hemorragias externas en ellos”, relata el informe de la fiscal. Esta versi?n, dif?cil de creer para el caso de personas que hab?an corrido, chocado con fuerzas policiales, ca?do y rozado contra elementos duros, saldr?a al paso de las dudas creadas en torno a cu?ntos migrantes pudieron perder la vida no en la avalancha, sino en el fort?simo choque previo con polic?as y militares marroqu?s en las proximidades del Barrio Chino de Nador.
Qué sab?a Marruecos antes del asalto a la verja
A finales de junio, y desde la primavera, las fuerzas de seguridad espa?olas esperaban que de un momento a otro se produjera un asalto a la valla. Melilla ya hab?a vivido dos muy duros en el mes de marzo. La Guardia Civil y la Polic?a Nacional constataron en aquellas dos ocasiones dos detalles clave: uno, que la nacionalidad de los migrantes subsaharianos hab?a cambiado, de malienses, cameruneses o marfile?os a sudaneses y chadianos; otro, que ahora llegaban a la valla con redoblada violencia y m?s organizaci?n en las embestidas.
Durante las semanas previas al ataque, por Nador y diversas pedan?as alrededor de Melilla deambulaban cientos de migrantes que, al atardecer, se replegaban a sus chamizos en el monte Gurug?. Seg?n informaci?n policial sin contrastar en documentos oficiales, en varios d?as del mes de junio hab?an sido vistos observadores recorriendo la valla, con la supuesta misi?n de detectar puntos débiles.
En las 48 horas anteriores, fuerzas marroqu?s cargaron contra los migrantes acampados en diversos n?cleos de caba?as en el Gurug? y los dispersaron, pero ten?an informaci?n de que, después de los ataques, volv?an a juntarse, y de que ninguna cantidad significativa de ellos abandon? los alrededores de Melilla. Las cargas de dispersi?n contra los acampados se realizaron sin evacuaciones posteriores, por lo que solo sirvieron para precipitar la bajada de cerca de 2.000 hombres hacia Melilla el d?a 24 de junio.
Cuando la masa compacta de migrantes, organizada en cuadros o escuadrones, baja del Gurug?, las fuerzas policiales marroqu?s -que recibieron apoyo de auxiliares y de efectivos militares propios- les hacen frente de una forma muy contundente, pero renuncian a emplear medios clave que quiz? podr?an haber impedido la llegada del centenares de personas al patio del puesto fronterizo. Entre esos medios no utilizados en medio de una aparente desorganizaci?n, tres camiones con manguera para contenci?n de multitudes.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/masacre-melilla-incognitas-resolver-89069056)
La fiscal?a no apreci? delitos cometidos en territorio espa?ol, pero su instrucci?n carece de informaci?n marroqu? suficientemente contrastada sobre lo que pas? al otro lado, como la propia fiscal investigadora, Beatriz S?nchez, reconoce en su decreto de archivo. Numerosas dudas sobrevuelan el relato oficial de los hechos. Estas son las tres m?s fundamentadas.
El n?mero de muertos
Como si se tratara de un frente de guerra, el dato m?s desconocido y manipulado de la tragedia del 24-J es el n?mero de bajas. Y la duda cobra nuevo relieve con la consideraci?n avalada por Amnist?a Internacional, con ocasi?n de este aniversario, de que el n?mero real de migrantes muertos fue de al menos 37 y hay adem?s 76 personas desaparecidas. Si todas hubieran fallecido, el saldo de fallecimientos de aquella jornada superar?a el centenar.
Pero la cifra oficial sigue siendo 23. Oficial, aunque sin contraste. Es el recuento de muertos del que inform? Rabat, y el que fij? en un documento enviado a la ONU como respuesta a una pregunta de la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos. Ese guarismo mana de una sola fuente oficial, el gobierno de Marruecos, sin participaci?n espa?ola en el recuento, ni tampoco de oenegés u otro tipo de organizaciones, pues a nadie se permiti? acceso a la morgue de Nador, custodiada por un piquete de gendarmes.
El cierre informativo en torno a la cifra oficial -como también sobre un supuesto y nunca confirmado n?mero de gendarmes también muertos en el choque con los migrantes- ha abonado versiones ap?crifas y sin ratificaci?n. Un grupo de oenegés con presencia a ambos lados de la frontera elev? el n?mero de muertos a 37 pasadas 72 horas de la tragedia. Un grupo de menor influencia difundi? esa semana que eran 70 los muertos, pero lo hac?an en base a lo que se pod?a ver en los v?deos.
Las im?genes de v?deo son indicio, pero no prueba de fallecimiento. Este principio est? m?s que acu?ado en la Justicia. Aquellos terribles fotogramas de la ma?ana del 24 de junio provocan una interpretaci?n medi?tica, e incluso un uso pol?tico, pero no han servido para sostener una denuncia de fiscal?a o argumentar un fallo judicial. El repaso de los v?deos que circularon en chats de Whatsapp ese 24-J acredita que hay numerosos migrantes (todos los que se ven en las distintas escenas) tumbados en el suelo. Muchos presentan signos de estar inertes. “Pero no se puede ir m?s all? -argumenta una fuente policial melillense-. Los antidisturbios marroqu?es, cuando detienen a un grupo de individuos, siempre los tumban. Los mantienen en el suelo a la espera de que lleguen furgones o autobuses para evacuarlos. Cuando llegan, los levantan de 50 en 50 o de 12 en 12, seg?n la capacidad del veh?culo”.
De qué murieron
“Asfixia mec?nica compatible con una presi?n tor?cica externa” es la raz?n que, como resultado de 23 autopsias, repite Marruecos en sus informaciones remitidas al exterior; no oficialmente a Espa?a, sino a Naciones Unidas. Tal y como interpret? la fiscal?a espa?ola, esa raz?n del fallecimiento es compatible con “la estampida y el aglutinamiento de un n?mero importante de personas en un espacio reducido”.
Las autopsias fueron realizadas por los forenses marroqu?s sin observadores internacionales. No hay pues fuentes alternativas de informaci?n. Al final de su investigaci?n sobre el suceso, la fiscal de sala coordinadora de la Unidad de Trata de Personas y Extranjer?a de la Fiscal?a General del Estado, Beatriz S?nchez, renuncia a esclarecer m?s detalles sobre las v?ctimas mortales por el bloqueo: “Ning?n otro dato distinto se iba a obtener por parte de las autoridades del pa?s vecino con independencia de la herramienta de cooperaci?n judicial internacional que se empleara”, dice en su informe final.
Los fallecidos fueron enterrados con prontitud, “conforme a la costumbre musulmana, que presiona para acortar el plazo m?nimo legal”, explica una fuente policial melillense. Fue sin oposici?n de autoridad judicial local y después de que se realizaran unas necropsias cuyo contenido completo no ha sido tampoco comunicado, solo el resultado general: muertes, pues, por asfixia y aplastamiento.
No obstante s? hay un punto de vista adicional, aunque interno, sobre esas muertes. “El médico de la Misi?n Informativa creada en Marruecos para el esclarecimiento de los hechos, indic? que de la exploraci?n de los cad?veres resultaba que no hab?a trazas de equimosis o hemorragias externas en ellos”, relata el informe de la fiscal. Esta versi?n, dif?cil de creer para el caso de personas que hab?an corrido, chocado con fuerzas policiales, ca?do y rozado contra elementos duros, saldr?a al paso de las dudas creadas en torno a cu?ntos migrantes pudieron perder la vida no en la avalancha, sino en el fort?simo choque previo con polic?as y militares marroqu?s en las proximidades del Barrio Chino de Nador.
Qué sab?a Marruecos antes del asalto a la verja
A finales de junio, y desde la primavera, las fuerzas de seguridad espa?olas esperaban que de un momento a otro se produjera un asalto a la valla. Melilla ya hab?a vivido dos muy duros en el mes de marzo. La Guardia Civil y la Polic?a Nacional constataron en aquellas dos ocasiones dos detalles clave: uno, que la nacionalidad de los migrantes subsaharianos hab?a cambiado, de malienses, cameruneses o marfile?os a sudaneses y chadianos; otro, que ahora llegaban a la valla con redoblada violencia y m?s organizaci?n en las embestidas.
Durante las semanas previas al ataque, por Nador y diversas pedan?as alrededor de Melilla deambulaban cientos de migrantes que, al atardecer, se replegaban a sus chamizos en el monte Gurug?. Seg?n informaci?n policial sin contrastar en documentos oficiales, en varios d?as del mes de junio hab?an sido vistos observadores recorriendo la valla, con la supuesta misi?n de detectar puntos débiles.
En las 48 horas anteriores, fuerzas marroqu?s cargaron contra los migrantes acampados en diversos n?cleos de caba?as en el Gurug? y los dispersaron, pero ten?an informaci?n de que, después de los ataques, volv?an a juntarse, y de que ninguna cantidad significativa de ellos abandon? los alrededores de Melilla. Las cargas de dispersi?n contra los acampados se realizaron sin evacuaciones posteriores, por lo que solo sirvieron para precipitar la bajada de cerca de 2.000 hombres hacia Melilla el d?a 24 de junio.
Cuando la masa compacta de migrantes, organizada en cuadros o escuadrones, baja del Gurug?, las fuerzas policiales marroqu?s -que recibieron apoyo de auxiliares y de efectivos militares propios- les hacen frente de una forma muy contundente, pero renuncian a emplear medios clave que quiz? podr?an haber impedido la llegada del centenares de personas al patio del puesto fronterizo. Entre esos medios no utilizados en medio de una aparente desorganizaci?n, tres camiones con manguera para contenci?n de multitudes.
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