الريــم
06-22-2023, 01:00 PM
Una de las reglas no escritas de los conciertos de Bob Dylan es que la estrella no interact?a con los espectadores. Nunca. Nada de “hola, Barcelona”. Nada de “sois un p?blico estupendo”. Nada de presentar las canciones. Hasta hace unos a?os, el cantautor de Minnesota a?n se tomaba de vez en cuando la molestia de mencionar los nombres de los m?sicos que lo acompa?aban sobre el escenario, pero también eso dej? de hacerlo. Los fans de Dylan que acuden a sus actuaciones ya dan por hecho que no habr? parlamentos y, de hecho, casi prefieren que no los haya, porque saben que si el artista habla es que algo va horriblemente mal.
La ?ltima vez que Bob Dylan se dirigi? al p?blico en medio de un concierto fue el 16 de abril de 2019, en la Konzerthaus de Viena. Acababa de empezar a cantar ‘Blowin’ in the wind’ (apenas iba por la primera estrofa, as? que buena parte del auditorio todav?a no hab?a reconocido la canci?n) cuando interrumpi? la actuaci?n después de ver a un espectador filmando con su teléfono m?vil. El cantante dio unos pasos hacia atr?s y a punto estuvo de caerse al tropezar con uno de los monitores. Luego volvi? al micr?fono y habl?: “Haced fotos o no hag?is fotos. Nosotros podemos tocar o podemos posar. ?De acuerdo?”. A continuaci?n escupi? una versi?n de ‘It takes a lot to laugh, it takes a train to cry’’ y abandon? el escenario para no volver.
La escena es hoy recordada como uno de los episodios m?s agrios de la larga cruzada que Bob Dylan mantiene contra la presencia de teléfonos m?viles en los conciertos. Una cruzada que ha alcanzado el nivel m?s alto de beligerancia en la gira que el viernes y el s?bado trae al cantautor de 82 a?os al Gran Teatre del Liceu de Barcelona, en la que los espectadores est?n obligados a guardar sus dispositivos en unas fundas especiales antes de acceder a sus localidades. Pese a la controversia que ha generado la medida, parece una mejora respecto a la estrategia antim?viles desplegada en la anterior visita de Dylan al Liceu, en 2018, cuando unos guardias se dedicaban a enfocar con una luz bastante molesta a los espectadores que desafiaban la prohibici?n de hacer uso de los teléfonos.
Microchip de bloqueo
En esta ocasi?n, el autor de ‘Stuck inside of Mobile with the Memphis blues again’ se ha asociado con una empresa llamada Yondr, que fabrica unas fundas de neopreno en las que los espectadores deben colocar sus teléfonos en modo vibraci?n o silencio. Las fundas est?n equipadas con un microchip que impide abrirlas a menos que se desbloqueen con una m?quina. En el Liceu, el personal de Yondr se encargar? de activar los estuches en los accesos y de desbloquearlos a la salida. También se habilitar?, fuera de la zona del concierto, un ?rea de uso de teléfonos m?viles para quien lo necesite.
El ‘método Yondr’ se empez? a utilizar en 2014 en espect?culos de cabaret er?tico con el prop?sito de evitar que alguien compartiera en internet im?genes del ‘show’. R?pidamente lo adoptaron c?micos como Chris Rock, David Chapelle, John Mulaney, Kevin Hart y Amy Schumer, hartos de ver grabaciones de sus mon?logos en las redes sociales. Y fue Jack White, declarado enemigo de la tecnolog?a moderna y militante feroz de la causa antim?viles, quien lo introdujo en el mundo de la m?sica en su gira de 2018.
Ahora es Bob Dylan el que sigue sus pasos. A favor del éxito de la iniciativa juega el hecho de que buena parte de su p?blico creci? viendo conciertos en una época en la que el teléfono m?vil era un ingenio de ciencia ficci?n. Y, adem?s, nadie quiere ver a Dylan enfadado. Cualquier cosa antes de que el viejo bardo se vea obligado a hablar.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/o-tocamos-o-posamos-bob-89006693)
La ?ltima vez que Bob Dylan se dirigi? al p?blico en medio de un concierto fue el 16 de abril de 2019, en la Konzerthaus de Viena. Acababa de empezar a cantar ‘Blowin’ in the wind’ (apenas iba por la primera estrofa, as? que buena parte del auditorio todav?a no hab?a reconocido la canci?n) cuando interrumpi? la actuaci?n después de ver a un espectador filmando con su teléfono m?vil. El cantante dio unos pasos hacia atr?s y a punto estuvo de caerse al tropezar con uno de los monitores. Luego volvi? al micr?fono y habl?: “Haced fotos o no hag?is fotos. Nosotros podemos tocar o podemos posar. ?De acuerdo?”. A continuaci?n escupi? una versi?n de ‘It takes a lot to laugh, it takes a train to cry’’ y abandon? el escenario para no volver.
La escena es hoy recordada como uno de los episodios m?s agrios de la larga cruzada que Bob Dylan mantiene contra la presencia de teléfonos m?viles en los conciertos. Una cruzada que ha alcanzado el nivel m?s alto de beligerancia en la gira que el viernes y el s?bado trae al cantautor de 82 a?os al Gran Teatre del Liceu de Barcelona, en la que los espectadores est?n obligados a guardar sus dispositivos en unas fundas especiales antes de acceder a sus localidades. Pese a la controversia que ha generado la medida, parece una mejora respecto a la estrategia antim?viles desplegada en la anterior visita de Dylan al Liceu, en 2018, cuando unos guardias se dedicaban a enfocar con una luz bastante molesta a los espectadores que desafiaban la prohibici?n de hacer uso de los teléfonos.
Microchip de bloqueo
En esta ocasi?n, el autor de ‘Stuck inside of Mobile with the Memphis blues again’ se ha asociado con una empresa llamada Yondr, que fabrica unas fundas de neopreno en las que los espectadores deben colocar sus teléfonos en modo vibraci?n o silencio. Las fundas est?n equipadas con un microchip que impide abrirlas a menos que se desbloqueen con una m?quina. En el Liceu, el personal de Yondr se encargar? de activar los estuches en los accesos y de desbloquearlos a la salida. También se habilitar?, fuera de la zona del concierto, un ?rea de uso de teléfonos m?viles para quien lo necesite.
El ‘método Yondr’ se empez? a utilizar en 2014 en espect?culos de cabaret er?tico con el prop?sito de evitar que alguien compartiera en internet im?genes del ‘show’. R?pidamente lo adoptaron c?micos como Chris Rock, David Chapelle, John Mulaney, Kevin Hart y Amy Schumer, hartos de ver grabaciones de sus mon?logos en las redes sociales. Y fue Jack White, declarado enemigo de la tecnolog?a moderna y militante feroz de la causa antim?viles, quien lo introdujo en el mundo de la m?sica en su gira de 2018.
Ahora es Bob Dylan el que sigue sus pasos. A favor del éxito de la iniciativa juega el hecho de que buena parte de su p?blico creci? viendo conciertos en una época en la que el teléfono m?vil era un ingenio de ciencia ficci?n. Y, adem?s, nadie quiere ver a Dylan enfadado. Cualquier cosa antes de que el viejo bardo se vea obligado a hablar.
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