الريــم
06-21-2023, 08:50 AM
Los ?dolos infantiles deInés Mart?n Rodrigo (Madrid, 1983) eran Superman y Michael Knight, el de El coche fant?stico. Jugaba al f?tbol y ped?a a los Reyes un Scalextric que nunca le trajeron (por caro), y odiaba los vestidos y el pelo largo. En el patio de recreo, en clase, la hoy escritora y periodista era una de esas ni?as que se parec?an m?s a lo que se entend?a como un ni?o, con todo lo que eso tra?a consigo de miradas maliciosas e insultos velados.
No sab?a entonces que la diferencia con sus compa?eros en aquel colegio de un pueblo extreme?o era todav?a m?s profunda, y que con los a?os se manifestar?a en su forma de querer, fuera de la norma. Su casa siempre fue un refugio confortable para esa diferencia, pero un suceso sacudi? su vida irremediablemente: la muerte de su madre cuando era apenas una adolescente. Aquella tragedia la conden? a una enfermedad, la anorexia, que también estuvo a punto de costarle la vida a ella.
Décadas después, la autora que se hizo con el Premio Nadal en 2022 por Las formas del querer, una novela de ficci?n pero en la que ya aparec?an temas personales y familiares como la muerte, la enfermedad y la herencia de la Guerra Civil, ha sentido que ha llegado el momento de presentarse p?blicamente como lo que es: una mujer que ama y desea a otras mujeres. Una lesbiana. La raz?n: que estaba cansada de una cierta "invisibilidad" que la envolv?a, pero también que el panorama pol?tico apunta a tiempos oscuros en los que, quienes son como ella, pueden ver amenazados sus derechos.
"Este no es un texto activista. No hay un elemento de denuncia. S? de significarse", dice ella para explicar Una homosexualidad propia, un libro breve y testimonial que no quiere definir como ensayo, pero en el que el repaso a su evoluci?n personal hacia la plena asunci?n de su orientaci?n sexual se complementa con las lecturas, las pel?culas o las canciones que la acompa?aron, producidas por un pu?ado de mujeres que también fueron 'diferentes' antes que ella.
As?, en el texto nos encontramos con sus impresiones sobre Patricia Highsmith, Susan Sontag, Annemarie Schwarzenbach, Jodie Foster, Gabriela Mistral, Elena Fort?n o K.D. Lang, entre otras. Una genealog?a cultural a la que ahora se suma ella misma con la intenci?n principal de que las que vengan detr?s puedan contar con esos referentes que a ella le cost? tanto encontrar.
P. Empecemos por la ?ltima frase del libro: “La literatura también es un compromiso”. ?Ese compromiso, aqu?, ha sido m?s personal o m?s pol?tico?
R. Todo lo personal es pol?tico. Este un libro personal y, por tanto, pol?tico. Empez? siendo un texto reivindicativo, que yo necesitaba escribir por mi propio compromiso, no solo social, sino literario, y termin? convertido en un texto de autoconocimiento. La escritura siempre te descubre cosas sobre ti que no sab?as. A m? ya me hab?a pasado con la ficci?n, pero nunca hab?a escrito no ficci?n, y he comprobado que incluso te descubre m?s cosas que la ficci?n.
P. ?En qué momento tuvo claro que ten?a que escribir un libro como este?
R. Siempre terminas escribiendo el libro que necesitabas escribir. Es m?s, son los propios libros los que se te van presentando. Si me hubieras preguntado hace un a?o, yo no te habr?a dicho: “Este es el libro que tengo en mente”. Es un libro que surge de una necesidad. También he terminado haciéndolo en el momento en el que estaba preparada, hace diez o cinco a?os no podr?a haberlo escrito.
Vivimos un momento especialmente cr?tico y creo que no somos conscientes de lo fr?giles que son esos derechos. Hay que defenderlos a diario. Y, para m?, la escritura es una herramienta muy ?til en su defensa"
P. ?Que salga ahora quiere decir que todav?a es necesario hablar de algo tan aparentemente superado como que cada cual pueda querer o se pueda acostar con quien quiera?
R. Yo creo que la clave la has dado t? en la pregunta: "aparentemente superado". Por fortuna, este es un pa?s en el que los derechos de los homosexuales est?n garantizados. De hecho, Espa?a es un referente en ese ?mbito. Pero vivimos un momento especialmente cr?tico y creo que no somos conscientes de lo fr?giles que son esos derechos. Hay que defenderlos a diario. Y, para m?, la escritura es una herramienta muy ?til en la defensa de esos derechos.
P. A lo largo del libro hay peque?os comentarios pol?ticos, apuntes sutiles. Dice, por ejemplo: “Fue libre cuando el término libertad a?n no se hab?a corrompido pol?ticamente”. ?Cu?nto le preocupa la pol?tica?
R. Me preocupa en tanto que la pol?tica nos define, aunque no nos demos cuenta de ello en nuestro d?a a d?a. En los ?ltimos a?os, estamos viendo c?mo, ya no solo a nivel europeo, sino a nivel mundial, est? habiendo un auge de la extrema derecha. Y eso nos tiene que preocupar, l?gicamente. Yo tengo una conciencia social muy desarrollada, y creo que es importante tenerla. Me han educado as?. Y considero que quienes tenemos un altavoz p?blico, por peque?o que sea, debemos usarlo para dar un paso al frente y significarnos. Porque nos jugamos mucho.
https://www.uc-4u.com/clip/3a87ebb6-eaa1-4e99-a718-db159f82dc31_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Inés Mart?n Rodrigo publica 'Una homosexualidad propia'. | Alba Vigaray
P. De hecho, menciona también en el libro el aumento de las agresiones hom?fobas. ?Ese clima ha sido un elemento catalizador a la hora de escribirlo?
R. Creo que no fui consciente de eso cuando me puse a escribirlo, porque el libro surge de una manera muy org?nica. Es fruto de una conversaci?n con mi editora en la que s? tocamos temas como el aumento de las agresiones hom?fobas, y donde hablamos de c?mo yo quer?a dejar de ser invisible. Es verdad que este horizonte preocupante que se dibuja delante de nosotros quiz? no act?e como catalizador, pero s? es un contexto que influye en el libro.
P. Habla mucho en el libro de la literatura como refugio, también como espejo. De hecho ya en su novela ganadora del Nadal utilizaba de alguna manera la ficci?n para tratar heridas de su pasado. Este aborda de manera expl?cita ese otro gran elemento ‘problem?tico’ que ha marcado su vida, su homosexualidad. ?Culmina as? un proceso de sanaci?n, o al menos de comprenderse a s? misma?
R. Ojal?. Yo creo que eso nunca termina, igual que nunca terminamos de saber quiénes somos realmente. A m? la literatura me sirve para conocerme. Lo que s? espero es que, como me pasé toda la promoci?n de Las formas del querer respondiendo a la pregunta de si yo era la protagonista de la novela, ahora quede claro que no lo era [risas], que era ficci?n. Este libro s? soy yo. Este libro s? es un ejercicio de honestidad brutal, sin la que yo no me reconozco.
En la cultura, las mujeres homosexuales hemos sido muy mal representadas"
P. Cuenta c?mo en el descubrir su orientaci?n sexual han tenido un papel fundamental los referentes culturales: series, pel?culas, m?sica, libros sobre todo. Pero también del deporte. ?Qué hubiera sido de usted sin todos esos referentes?
R. Referentes que yo tuve que buscar, ojo. Todos esos referentes culturales, sociales, deportivos -creo que lo ?nico que no hay son referentes pol?ticos, curiosamente-, no eran f?cilmente visibles. Pero tuve la suerte de conocer a personas maravillosas que me los fueron descubriendo. Es muy triste que una mujer joven que intenta verse reflejada en los productos culturales, en la cultura mayoritaria, no encuentre esos reflejos. Y cuando los encuentra, los pocos que hay son unos referentes, en mi opini?n, muy perversos y muy t?picos. Porque no hay un solo modelo de mujer homosexual. Igual que no hay un solo modelo de mujer heterosexual. Y, en la cultura, las mujeres homosexuales hemos sido muy mal representadas.
P. En el libro dice que ama las palabras, pero arranca con una que le hizo mucho da?o de ni?a: 'marimacho'. ?Las palabras también pueden herir como cuchillos?
R. Claro que las palabras pueden herir. Igual que las palabras pueden enamorarte. Por eso tenemos que tener tant?simo cuidado a la hora de elegir las que empleamos, que van a formar parte de una entrevista o van a construir un libro. Pero también a la hora de relacionarnos a diario. Y cuando, sin darnos cuenta, empleamos el término 'marimacho', probablemente no estemos siendo conscientes del da?o que esa palabra puede provocar en una ni?a de diez a?os. Cuidemos las palabras para que podamos cuidarnos.
La mujer homosexual sufre una doble discriminaci?n: por ser mujer y por ser homosexual. Desde mi punto de vista, y por lo que yo he vivido, los hombres homosexuales tienen, pese a la discriminaci?n, un lugar m?s reconocido y reconocible en la sociedad"
P. Como cuenta, ‘marimacho’ no es definida por la RAE como una palabra despectiva, en cambio 'marica' s?. ?Persiste mucha desigualdad de género en el lenguaje?
R. En el lenguaje, en la sociedad, en todo. Y en el caso concreto del que estamos hablando, la mujer homosexual sufre una doble discriminaci?n: por ser mujer y por ser homosexual. Desde mi punto de vista, y por lo que yo he vivido, los hombres homosexuales tienen, pese a la discriminaci?n, un lugar m?s reconocido y reconocible en la sociedad. La mujer homosexual todav?a es invisible.
P. Esa desigualdad en el lenguaje, ?se empieza a solucionar con una mayor diversidad en la RAE o son necesarios cambios m?s profundos?
R. Yo creo que es una cuesti?n de educaci?n, no de instituciones. La educaci?n es un aspecto sumamente descuidado en esta sociedad. Y me refiero ya no solo a la que se imparte en los centros educativos, sino a la que los ni?os y las ni?as reciben en sus casas, a las palabras que escuchan, incluso.
P. Ahora hay toda una generaci?n de escritoras muy j?venes que est?n expresando sus sexualidades no normativas con m?s libertad. ?Dir?a que la situaci?n ha cambiado en los ?ltimos a?os?
R. S?, afortunadamente. Veo los discursos y leo los libros de esas autoras con orgullo y con envidia, porque ellas est?n siendo capaces de expresarse con una libertad que yo no tuve. Ojal? yo hubiera tenido esa libertad hace diez, hace 20 a?os. Y ojal? eso siga avanzando. Que no se tope con esa peligrosa regresi?n que podemos empezar a sufrir.
https://www.uc-4u.com/clip/d5361faf-2102-49f0-bb85-0e1bd5560cca_source-aspect-ratio_default_0.jpg
P. Dice en el libro que el sexo entre mujeres siempre ha aparecido velado en las ficciones. Hay alguna excepci?n: menciona ‘Carol’ de Patricia Highsmith. Pero me pregunto si hay alguna obra expl?citamente er?tica, de sexo lésbico, que le haya marcado, o que recomendar?a.
R. El erotismo yo lo entiendo de una manera sensual. Yo no asocio el erotismo con lo pornogr?fico. Lo asocio con una sensibilidad, también expl?cita. Y tal vez yo empecé a descubrir ese erotismo homosexual en novelas como El lustre de la perla, con ese t?tulo tan expl?cito y sin embargo velado [risas]. Pero creo que s?, que esa fue, digamos, mi novela de iniciaci?n.
P. Escribe que cuando se dio cuenta de que le gustaban las mujeres, por fin se sinti? c?moda habitando su cuerpo. Conecta ah? con ese otro trauma que fue la muerte de su madre y la anorexia que sufri? en consecuencia. ?C?mo es la relaci?n entre ambas heridas?
R. La relaci?n que yo mantengo con mi cuerpo es muy complicada. Es cierto que al querer a otra persona, adem?s del componente emocional est? el componente f?sico, estético. Y a m? me ha costado mucho quererme desde ese punto de vista. ?C?mo iba a ser yo capaz de entregarle mi cuerpo a otra persona si ni siquiera yo le quer?a? Pero la enfermedad act?a como catalizador. Cuando recibo el alta médica, yo me quiero comer la vida, disfrutar de esa segunda oportunidad que tengo. Y esas dos circunstancias convergen, llegan en el mismo momento: ese instante en el que soy capaz de quererme a m? misma, y de querer a otra mujer. No es una coincidencia.
P. Y aun as? dice que todav?a no le gusta mirarse en un espejo.
R. No me miro de cuerpo entero. Pero de la misma manera que no me peso desde... la ?ltima vez que me pesaron en el hospital. Son comportamientos que interiorizas, se te quedan y te ayudan a sobrevivir. De la misma manera que sé que tengo que tener una disciplina muy férrea a la hora de no saltarme ninguna comida, simplemente no me miro al espejo. Tampoco pasa nada.
Me sigue sorprendiendo que en el a?o 2023 una persona que decide manifestar p?blicamente su orientaci?n sexual sea considerada alguien valiente. Valientes son las mujeres que se manifiestan en Afganist?n"
P. Cierra el libro diciendo que no es valiente, pero en realidad parece lo contrario.
R. Es que yo me resisto a creer que lo soy. Pero empiezo a pensar que s?. Y eso me preocupa. En los ?ltimos d?as, desde que sali? la noticia del libro, la palabra que m?s veces he escuchado y le?do es valiente. Y eso dice mucho de esta sociedad. A m? me sigue sorprendiendo que en el a?o 2023 una persona que decide manifestar p?blicamente su orientaci?n sexual sea considerada alguien valiente. Valientes son las mujeres que se manifiestan en Afganist?n.
P. Pero el mero hecho de publicar este libro quiere decir que era necesario.
R. Sin duda. Pero yo nunca lo he vivido como un acto de valent?a.
P. ?Se ha preparado para la exposici?n que se le viene encima?
R. Desgraciadamente, mi vida est? marcada por el dolor, por el sufrimiento, por la enfermedad, y eso te da herramientas para enfrentarte a los malos momentos. Por otro lado, es cierto que por eso también tiendo a la introspecci?n, a la negatividad m?s que a la luminosidad. Pero tengo una vida maravillosa. Estoy muy orgullosa de ser la mujer que soy. Y no te puedes imaginar la cantidad de gente que [tras la noticia de la aparici?n del libro] me ha dado las gracias. Much?sima. Solo por eso merece la pena.
P. También habla del miedo a que la encasillen.
R. S?, ese miedo est? ah?. Y creo que es un temor comprensible, porque tenemos tendencia, también desde los medios, a etiquetarlo todo, a encasillarlo todo. Lo hablaba el otro d?a con una amiga: "?Qué pasa si a partir de ahora todos los libros que publiques van con esa etiqueta ‘LGTBI’?”. Se equivocar?n quienes pongan esa etiqueta. A m? las etiquetas no me sirven para nada. Me limitan, me constri?en, no me definen. Yo soy una escritora. Punto.
https://www.uc-4u.com/clip/04e096d1-d70c-4f2d-8490-4fffedadd115_source-aspect-ratio_default_0.jpg
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/ines-martin-rodrigo-escritora-periodista-88957822)
No sab?a entonces que la diferencia con sus compa?eros en aquel colegio de un pueblo extreme?o era todav?a m?s profunda, y que con los a?os se manifestar?a en su forma de querer, fuera de la norma. Su casa siempre fue un refugio confortable para esa diferencia, pero un suceso sacudi? su vida irremediablemente: la muerte de su madre cuando era apenas una adolescente. Aquella tragedia la conden? a una enfermedad, la anorexia, que también estuvo a punto de costarle la vida a ella.
Décadas después, la autora que se hizo con el Premio Nadal en 2022 por Las formas del querer, una novela de ficci?n pero en la que ya aparec?an temas personales y familiares como la muerte, la enfermedad y la herencia de la Guerra Civil, ha sentido que ha llegado el momento de presentarse p?blicamente como lo que es: una mujer que ama y desea a otras mujeres. Una lesbiana. La raz?n: que estaba cansada de una cierta "invisibilidad" que la envolv?a, pero también que el panorama pol?tico apunta a tiempos oscuros en los que, quienes son como ella, pueden ver amenazados sus derechos.
"Este no es un texto activista. No hay un elemento de denuncia. S? de significarse", dice ella para explicar Una homosexualidad propia, un libro breve y testimonial que no quiere definir como ensayo, pero en el que el repaso a su evoluci?n personal hacia la plena asunci?n de su orientaci?n sexual se complementa con las lecturas, las pel?culas o las canciones que la acompa?aron, producidas por un pu?ado de mujeres que también fueron 'diferentes' antes que ella.
As?, en el texto nos encontramos con sus impresiones sobre Patricia Highsmith, Susan Sontag, Annemarie Schwarzenbach, Jodie Foster, Gabriela Mistral, Elena Fort?n o K.D. Lang, entre otras. Una genealog?a cultural a la que ahora se suma ella misma con la intenci?n principal de que las que vengan detr?s puedan contar con esos referentes que a ella le cost? tanto encontrar.
P. Empecemos por la ?ltima frase del libro: “La literatura también es un compromiso”. ?Ese compromiso, aqu?, ha sido m?s personal o m?s pol?tico?
R. Todo lo personal es pol?tico. Este un libro personal y, por tanto, pol?tico. Empez? siendo un texto reivindicativo, que yo necesitaba escribir por mi propio compromiso, no solo social, sino literario, y termin? convertido en un texto de autoconocimiento. La escritura siempre te descubre cosas sobre ti que no sab?as. A m? ya me hab?a pasado con la ficci?n, pero nunca hab?a escrito no ficci?n, y he comprobado que incluso te descubre m?s cosas que la ficci?n.
P. ?En qué momento tuvo claro que ten?a que escribir un libro como este?
R. Siempre terminas escribiendo el libro que necesitabas escribir. Es m?s, son los propios libros los que se te van presentando. Si me hubieras preguntado hace un a?o, yo no te habr?a dicho: “Este es el libro que tengo en mente”. Es un libro que surge de una necesidad. También he terminado haciéndolo en el momento en el que estaba preparada, hace diez o cinco a?os no podr?a haberlo escrito.
Vivimos un momento especialmente cr?tico y creo que no somos conscientes de lo fr?giles que son esos derechos. Hay que defenderlos a diario. Y, para m?, la escritura es una herramienta muy ?til en su defensa"
P. ?Que salga ahora quiere decir que todav?a es necesario hablar de algo tan aparentemente superado como que cada cual pueda querer o se pueda acostar con quien quiera?
R. Yo creo que la clave la has dado t? en la pregunta: "aparentemente superado". Por fortuna, este es un pa?s en el que los derechos de los homosexuales est?n garantizados. De hecho, Espa?a es un referente en ese ?mbito. Pero vivimos un momento especialmente cr?tico y creo que no somos conscientes de lo fr?giles que son esos derechos. Hay que defenderlos a diario. Y, para m?, la escritura es una herramienta muy ?til en la defensa de esos derechos.
P. A lo largo del libro hay peque?os comentarios pol?ticos, apuntes sutiles. Dice, por ejemplo: “Fue libre cuando el término libertad a?n no se hab?a corrompido pol?ticamente”. ?Cu?nto le preocupa la pol?tica?
R. Me preocupa en tanto que la pol?tica nos define, aunque no nos demos cuenta de ello en nuestro d?a a d?a. En los ?ltimos a?os, estamos viendo c?mo, ya no solo a nivel europeo, sino a nivel mundial, est? habiendo un auge de la extrema derecha. Y eso nos tiene que preocupar, l?gicamente. Yo tengo una conciencia social muy desarrollada, y creo que es importante tenerla. Me han educado as?. Y considero que quienes tenemos un altavoz p?blico, por peque?o que sea, debemos usarlo para dar un paso al frente y significarnos. Porque nos jugamos mucho.
https://www.uc-4u.com/clip/3a87ebb6-eaa1-4e99-a718-db159f82dc31_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Inés Mart?n Rodrigo publica 'Una homosexualidad propia'. | Alba Vigaray
P. De hecho, menciona también en el libro el aumento de las agresiones hom?fobas. ?Ese clima ha sido un elemento catalizador a la hora de escribirlo?
R. Creo que no fui consciente de eso cuando me puse a escribirlo, porque el libro surge de una manera muy org?nica. Es fruto de una conversaci?n con mi editora en la que s? tocamos temas como el aumento de las agresiones hom?fobas, y donde hablamos de c?mo yo quer?a dejar de ser invisible. Es verdad que este horizonte preocupante que se dibuja delante de nosotros quiz? no act?e como catalizador, pero s? es un contexto que influye en el libro.
P. Habla mucho en el libro de la literatura como refugio, también como espejo. De hecho ya en su novela ganadora del Nadal utilizaba de alguna manera la ficci?n para tratar heridas de su pasado. Este aborda de manera expl?cita ese otro gran elemento ‘problem?tico’ que ha marcado su vida, su homosexualidad. ?Culmina as? un proceso de sanaci?n, o al menos de comprenderse a s? misma?
R. Ojal?. Yo creo que eso nunca termina, igual que nunca terminamos de saber quiénes somos realmente. A m? la literatura me sirve para conocerme. Lo que s? espero es que, como me pasé toda la promoci?n de Las formas del querer respondiendo a la pregunta de si yo era la protagonista de la novela, ahora quede claro que no lo era [risas], que era ficci?n. Este libro s? soy yo. Este libro s? es un ejercicio de honestidad brutal, sin la que yo no me reconozco.
En la cultura, las mujeres homosexuales hemos sido muy mal representadas"
P. Cuenta c?mo en el descubrir su orientaci?n sexual han tenido un papel fundamental los referentes culturales: series, pel?culas, m?sica, libros sobre todo. Pero también del deporte. ?Qué hubiera sido de usted sin todos esos referentes?
R. Referentes que yo tuve que buscar, ojo. Todos esos referentes culturales, sociales, deportivos -creo que lo ?nico que no hay son referentes pol?ticos, curiosamente-, no eran f?cilmente visibles. Pero tuve la suerte de conocer a personas maravillosas que me los fueron descubriendo. Es muy triste que una mujer joven que intenta verse reflejada en los productos culturales, en la cultura mayoritaria, no encuentre esos reflejos. Y cuando los encuentra, los pocos que hay son unos referentes, en mi opini?n, muy perversos y muy t?picos. Porque no hay un solo modelo de mujer homosexual. Igual que no hay un solo modelo de mujer heterosexual. Y, en la cultura, las mujeres homosexuales hemos sido muy mal representadas.
P. En el libro dice que ama las palabras, pero arranca con una que le hizo mucho da?o de ni?a: 'marimacho'. ?Las palabras también pueden herir como cuchillos?
R. Claro que las palabras pueden herir. Igual que las palabras pueden enamorarte. Por eso tenemos que tener tant?simo cuidado a la hora de elegir las que empleamos, que van a formar parte de una entrevista o van a construir un libro. Pero también a la hora de relacionarnos a diario. Y cuando, sin darnos cuenta, empleamos el término 'marimacho', probablemente no estemos siendo conscientes del da?o que esa palabra puede provocar en una ni?a de diez a?os. Cuidemos las palabras para que podamos cuidarnos.
La mujer homosexual sufre una doble discriminaci?n: por ser mujer y por ser homosexual. Desde mi punto de vista, y por lo que yo he vivido, los hombres homosexuales tienen, pese a la discriminaci?n, un lugar m?s reconocido y reconocible en la sociedad"
P. Como cuenta, ‘marimacho’ no es definida por la RAE como una palabra despectiva, en cambio 'marica' s?. ?Persiste mucha desigualdad de género en el lenguaje?
R. En el lenguaje, en la sociedad, en todo. Y en el caso concreto del que estamos hablando, la mujer homosexual sufre una doble discriminaci?n: por ser mujer y por ser homosexual. Desde mi punto de vista, y por lo que yo he vivido, los hombres homosexuales tienen, pese a la discriminaci?n, un lugar m?s reconocido y reconocible en la sociedad. La mujer homosexual todav?a es invisible.
P. Esa desigualdad en el lenguaje, ?se empieza a solucionar con una mayor diversidad en la RAE o son necesarios cambios m?s profundos?
R. Yo creo que es una cuesti?n de educaci?n, no de instituciones. La educaci?n es un aspecto sumamente descuidado en esta sociedad. Y me refiero ya no solo a la que se imparte en los centros educativos, sino a la que los ni?os y las ni?as reciben en sus casas, a las palabras que escuchan, incluso.
P. Ahora hay toda una generaci?n de escritoras muy j?venes que est?n expresando sus sexualidades no normativas con m?s libertad. ?Dir?a que la situaci?n ha cambiado en los ?ltimos a?os?
R. S?, afortunadamente. Veo los discursos y leo los libros de esas autoras con orgullo y con envidia, porque ellas est?n siendo capaces de expresarse con una libertad que yo no tuve. Ojal? yo hubiera tenido esa libertad hace diez, hace 20 a?os. Y ojal? eso siga avanzando. Que no se tope con esa peligrosa regresi?n que podemos empezar a sufrir.
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P. Dice en el libro que el sexo entre mujeres siempre ha aparecido velado en las ficciones. Hay alguna excepci?n: menciona ‘Carol’ de Patricia Highsmith. Pero me pregunto si hay alguna obra expl?citamente er?tica, de sexo lésbico, que le haya marcado, o que recomendar?a.
R. El erotismo yo lo entiendo de una manera sensual. Yo no asocio el erotismo con lo pornogr?fico. Lo asocio con una sensibilidad, también expl?cita. Y tal vez yo empecé a descubrir ese erotismo homosexual en novelas como El lustre de la perla, con ese t?tulo tan expl?cito y sin embargo velado [risas]. Pero creo que s?, que esa fue, digamos, mi novela de iniciaci?n.
P. Escribe que cuando se dio cuenta de que le gustaban las mujeres, por fin se sinti? c?moda habitando su cuerpo. Conecta ah? con ese otro trauma que fue la muerte de su madre y la anorexia que sufri? en consecuencia. ?C?mo es la relaci?n entre ambas heridas?
R. La relaci?n que yo mantengo con mi cuerpo es muy complicada. Es cierto que al querer a otra persona, adem?s del componente emocional est? el componente f?sico, estético. Y a m? me ha costado mucho quererme desde ese punto de vista. ?C?mo iba a ser yo capaz de entregarle mi cuerpo a otra persona si ni siquiera yo le quer?a? Pero la enfermedad act?a como catalizador. Cuando recibo el alta médica, yo me quiero comer la vida, disfrutar de esa segunda oportunidad que tengo. Y esas dos circunstancias convergen, llegan en el mismo momento: ese instante en el que soy capaz de quererme a m? misma, y de querer a otra mujer. No es una coincidencia.
P. Y aun as? dice que todav?a no le gusta mirarse en un espejo.
R. No me miro de cuerpo entero. Pero de la misma manera que no me peso desde... la ?ltima vez que me pesaron en el hospital. Son comportamientos que interiorizas, se te quedan y te ayudan a sobrevivir. De la misma manera que sé que tengo que tener una disciplina muy férrea a la hora de no saltarme ninguna comida, simplemente no me miro al espejo. Tampoco pasa nada.
Me sigue sorprendiendo que en el a?o 2023 una persona que decide manifestar p?blicamente su orientaci?n sexual sea considerada alguien valiente. Valientes son las mujeres que se manifiestan en Afganist?n"
P. Cierra el libro diciendo que no es valiente, pero en realidad parece lo contrario.
R. Es que yo me resisto a creer que lo soy. Pero empiezo a pensar que s?. Y eso me preocupa. En los ?ltimos d?as, desde que sali? la noticia del libro, la palabra que m?s veces he escuchado y le?do es valiente. Y eso dice mucho de esta sociedad. A m? me sigue sorprendiendo que en el a?o 2023 una persona que decide manifestar p?blicamente su orientaci?n sexual sea considerada alguien valiente. Valientes son las mujeres que se manifiestan en Afganist?n.
P. Pero el mero hecho de publicar este libro quiere decir que era necesario.
R. Sin duda. Pero yo nunca lo he vivido como un acto de valent?a.
P. ?Se ha preparado para la exposici?n que se le viene encima?
R. Desgraciadamente, mi vida est? marcada por el dolor, por el sufrimiento, por la enfermedad, y eso te da herramientas para enfrentarte a los malos momentos. Por otro lado, es cierto que por eso también tiendo a la introspecci?n, a la negatividad m?s que a la luminosidad. Pero tengo una vida maravillosa. Estoy muy orgullosa de ser la mujer que soy. Y no te puedes imaginar la cantidad de gente que [tras la noticia de la aparici?n del libro] me ha dado las gracias. Much?sima. Solo por eso merece la pena.
P. También habla del miedo a que la encasillen.
R. S?, ese miedo est? ah?. Y creo que es un temor comprensible, porque tenemos tendencia, también desde los medios, a etiquetarlo todo, a encasillarlo todo. Lo hablaba el otro d?a con una amiga: "?Qué pasa si a partir de ahora todos los libros que publiques van con esa etiqueta ‘LGTBI’?”. Se equivocar?n quienes pongan esa etiqueta. A m? las etiquetas no me sirven para nada. Me limitan, me constri?en, no me definen. Yo soy una escritora. Punto.
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