الريــم
06-16-2023, 12:10 AM
Mar?a del Carmen Mart?nez-Villase?or Barrasa naci? en Cuenca (Castilla -La Mancha) el 4 de mayo de 1943 y con apenas 16 a?os busc? trabajo en Madrid en un teatro de gui?oles. Cuando se pas? a la ventriloqu?a, su chispa y su capacidad para conectar con el p?blico la convirtieron en una gran estrella. Junto a sus inseparables marionetas de mano: el pato N?col, Daisy, Rodolfo y, sobre todo, Do?a Rogelia, Mari Carmen alcanz? el estrellato a finales de los a?os 60 del siglo XX y se mantuvo como un referente en el mundo del humor hasta entrados los a?os 90. Mari Carmen y sus mu?ecos son historia viva del espect?culo y la televisi?n en habla hispana. En una entrevista a EL D?A, del grupo Prensa Ibérica, antes de su fallecimiento, Mari Carmen explic? que mudarse a la ciudad del norte de Tenerife "ha sido como retornar al para?so perdido".
?Por qué decidi? mudarse a la isla de Tenerife?
En su d?a tuve en Tenerife una propiedad, casualmente muy cerquita de donde vivo ahora. Era un chalé, como una casita de cuento. Decid? volver porque me encanta el Puerto de la Cruz, me encanta Tenerife y me encanta Canarias. Esto es un para?so. Por el clima, por la gente encantadora y porque simplemente estoy feliz. A estas alturas de mi vida, ya he decidido hacerme residente, compré otra propiedad y aqu? estoy muy feliz.
?Cu?ntos a?os lleva afincada en el Puerto de la Cruz?
En esta segunda etapa llevo ya tres a?os. Cuando me mudé fue un foll?n venir con el coche y todas las cosas en el barco. Me acompa?? mi hijo. La traves?a fue terrible y al principio me alojé en el hotel Bot?nico. Cuando encontré esta casita, bautizamos esta aventura de mudarme al Puerto de la Cruz como el retorno al para?so perdido.
?C?mo lleva la pandemia?
Ahora Tenerife parece que vuelve a estar con m?s contagios, pero aqu? en el Puerto de la Cruz pr?cticamente no hay casos ni muertos ni nada. Esto es como el Edén, incluso en estas circunstancias. A?n as?, soy precavida y me he vacunado. Estoy mucho en casa y, como aqu? no hay mucho peligro, pues cuando tengo que ir al supermercado o al banco, voy sin problema.
?Qué es para usted lo mejor y lo peor de vivir en Tenerife?
Pues tendr?a que pensarlo mucho porque no se me ocurre nada que no me guste (risas). Por decir alguna cosa, dir?a que hay muchos baches en algunas calles del Puerto de la Cruz. Y sobre eso tengo una historia. El d?a que ya me iba a mi nueva casa en un taxi le ped? al taxista que por favor parara en la calle Bélgica, una que est?n arreglando ahora. Me bajé, me puse de rodillas, me besé la mano y saludé a un bache gord?simo que conoc?a casi de toda la vida. Le dije al taxista: «Es que yo adoro este bache, lo conozco desde que mi hijo ten?a ocho a?os. Me da pena hasta que lo quiten» (risas). Yo soy una loca maravillosa, no soy una persona al uso, me invento la vida cada d?a.
?Disfruta ahora m?s de la vida en casa?
S?, ahora mismo estoy en el jard?n de mi casa y aqu? tengo de todo: piscina de agua salada, un jacuzzi, un cerezo, una platanera, muchas flores, lechugas, cebollitas, pimientos, tomates... Tengo de todo. Cuando tengo que cocinar y necesito, por ejemplo, perejil, pues me voy a mi jard?n con unas tijeras especiales y lo cojo. Nunca arranco nada para que no sufran las plantas, que est?n vivas. Y adem?s les pido permiso. Hablo mucho con ellas. Les digo: «Oye cari?o, voy a coger un poco de tus hojitas y muchas gracias por d?rmelo». Todos los d?as me paseo por este jard?n y saludo a mis plantitas.
?Se trajo a sus mu?ecos?
S?, claro son mis ni?os, son mi vida. Yo nunca los llamo mu?ecos, para m? ellos son mis ni?os.
?Para analizar la situaci?n de Espa?a a cu?l le preguntar?a?
Uy, pues creo que los cuatro opinar?n lo mismo que t? y que yo. Me parece que es obvio. Algo tremendo. Do?a Rogelia seguro que nos dir?a hoy que cualquier tiempo pasado fue mejor.
?Tiene nuevos proyectos?
S?. Yo cuando me retire ser? porque me llegue el jubileo, el j?bilo final de los que tenemos fe, o m?s que fe, porque lo m?o es certeza y certidumbre. Hasta que me llegue la hora de vivir otro tipo de experiencias, yo sigo con proyectos como escribir mi cuarto libro. Ahora he parado un poco porque no dejo de hacer otras cosas, estoy muy activa. He dado conferencias, entrevistas y ahora estoy pendiente de Televisi?n Espa?ola para hacer un repaso a mi trayectoria en un futuro no muy lejano. La pena es que ahora no hay ninguna cadena que dé la oportunidad a grandes humoristas como Moncho Borrajo, Pedro Ruiz, ?ngel Gar?... gente que parece que ya no existe. Son grandes artistas olvidados. Es tremendo. Mantengo contacto con Moncho y con ?ngel Gar?, que es un ser encantador que tiene el nombre de lo que es, porque él es un ?ngel, que me ha defendido much?simo cuando se han metido conmigo en ese programa tan cultural de la tele (risas). Moncho también vive en Tenerife, as? que nos vemos constantemente. El otro d?a fui a su casa a comerme un conejo en salmorejo que aquello fue de muerte violenta. Me traje las sobras en una bolsa, as? que no te digo m?s.
?Escribe sus memorias?
Es un libro muy curioso porque en un momento dado decid? hablar de m?. Los ni?os siempre me roban c?mara y son los protagonistas. Aunque yo mueva la boca, la gente ni se fija. Solo existen ellos y a m? me borran. As? que ha llegado un momento en el que he decidido que voy a ser yo. Hace m?s de tres a?os, una noche me puse a escribir y me pas? una cosa muy curiosa, que es absolutamente cierta. Empecé a recordar desde el principio de mi carrera, escribiendo en el ordenador, con mi culito de whisky con mi poquito de hielo. Porque siempre escribo con un poquito de whisky y un poquito de hielo, y sin saber la hora, porque empiezo a trabajar y no me doy ni cuenta. Y de repente, ah? escribiendo, en mi gabinete se me aparece el pato (Mary Carmen comienza un di?logo con las voces de sus personajes).
Pato N?col: Hola Mar?a, ?qué haces?
Mary Carmen: ?C?mo que qué hago? ?Qué haces t? aqu??
Pato N?col: Nada, que he o?do que estabas trasteando.
Mary Carmen: Anda, sal, que estoy escribiendo.
Y entonces, entra la vieja...
Do?a Rogelia: Hermosa, ?t? sabes escribir?
Mary Carmen: ?Pero qué es lo que hacéis aqu? todos ahora?
Do?a Rogelia: Si quieres te ayudo, que yo sé escribir.
Mary Carmen: Si usted no sabe escribir...
Do?a Rogelia: S? que sé. Hablar mucho no, pero también sé idiomas.
Mary Carmen: ?Qué idiomas habla usted?
Do?a Rogelia: Hablo catal?n, hablo ruso y estoy con el chino. Y con el alem?n también.
Mary Carmen: ?Que se vayan !
Y aparece Rodolfo.
Rodolfo: Si vas a contar tu vida, por favor, cuenta como soy de maravilloso. Y como estoy de divino de la muerte, guapo y precioso.
Mary Carmen: Ay, por favor, que estoy escribiendo. Os tiro un zapato a la cabeza.
Y llega Daisy, que me llama Mar?a de los C?rmenes, Mar?a de los Guardias, todas las Mar?as, hasta Mar?a Estuardo. Porque cada uno me llama de una manera. Rodolfo me llama Carmilosky. N?col me llama simplemente Mar?a. Cada uno me llama como quiere. Pero ya cansada, les dije que se ten?an que marchar y me contesta el pato.
Pato N?col: Vale Mar?a... vale mil por cabeza.
Mary Carmen: ?C?mo que vale mil?
Pato N?col: Que si nos vamos, que yo me ocupo, vas a pagar mil por cabeza. Y la vieja vale el doble porque como est? sorda no oye nada.
O sea que me quer?an cobrar por irse del libro (risas). Y al final se han metido. No puedo evitarlo. Si en un cap?tulo cuento que en Marbella en los a?os 70 un jeque ?rabe con un yate espectacular en Puerto Ban?s se enamor? de m?, me interrumpe el pato.
Pato N?col: Para Mar?a, para, para, para... para nada.
Mary Carmen: ?C?mo que para nada?
Pato N?col: Pues que fue un pescador con una barquita de madera de remos que te llev? a Gibraltar a comprar tabaco.
As? desmontan mis mentiras o lo que exagero. Y lo he escrito as? porque las memorias son un co?azo, as? que yo salpico mis intervenciones con las de mis ni?os y es mucho m?s ameno, m?s divertido y encima cuenta la verdad. Porque en ese libro, que espero acabar antes de Navidad, hay sonrisas y l?grimas. Lo cuento todo. También hay cosas duras en mi vida. Ser?n dos vol?menes. El primero se llamar? De los jardines de El Retiro al retiro de mi jard?n, y el segundo, Autobiograf?a de una marioneta, porque son ellos los que me manejan.
?Qué dir?a que ha sido lo mejor y lo peor de su vida?
Lo mejor fue el nacimiento de mi hijo. No me pod?a creer que moviera las manos solo, sin yo hacerle nada. Lloraba, mov?a la boca y nadie ten?a que hacer nada. En el hospital, recién nacido, mientras yo me sujetaba la tripa, me asomaba a la cunita y lo miraba pensando: «Pero si tiene de todo, est? completo». Eso no se puede comparar a nada. Y lo peor, pues la marcha de tantos seres tan queridos.
?Le ha sorprendido la reciente detenci?n de José Luis Moreno?
De una manera impresionante. No me lo esperaba para nada. Le he intentado defender porque para m? siempre ha sido un caballero y un se?or. Esa ha sido mi experiencia. Yo lo conoc? cuando ten?a 14 a?os. ?l fue el que me abri? la puerta en la casa de su padre cuando fui a hacer el casting para los gui?oles que ten?a en El Retiro. Yo no ten?a ni idea, pero con 16 a?os era muy descarada. Hice la prueba con su padre y me contrat? de inmediato. Me ha sorprendido mucho, me da mucha pena y estoy muy preocupada porque creo que no lo tiene f?cil.
Alguna vez ha contado que usted y José Luis Moreno incluso llegaron a ser “novietes”...
S?, estuvimos tonteando un tiempo muy divertido. Nos re?mos mucho. Fue una cosa de besitos y todo este rollo, pero divertido. Nunca hab?a ido a un concierto del Teatro Real y me llev? él, y me llevaba a cenar a la pista de hielo del Real Madrid... He tenido con él unas experiencias muy bonitas. Luego ya de adultos me ha dado programas de televisi?n y he ganado mucho dinero con él. También es verdad que le sub?a la audiencia. Un d?a su hermana me dijo que me pusiera una cama en el estudio porque no quer?an que me fuera ni con agua caliente. Tuvimos mucho éxito juntos. Luego él ya fue por otros derroteros, como grandes producciones. Revivi? la ?pera en Madrid y produjo unas zarzuelas incre?bles con una puesta de escena distinta. Cosas incre?bles. Me mandaba su ch?fer a buscarme, cen?bamos en su casa y ah? est?bamos hasta las seis de la ma?ana, hablando de todo. Conmigo ha sido un encanto. Yo s?lo puedo contar como me ha ido a m?, lo de los dem?s no lo sé. Esa ha sido mi experiencia con José Luis Moreno y tengo que contarla porque es la verdad.
?Ha podido hablar con él?
Hablo con su familia, pero preferir?a dejar este tema y hablar de otras cosas.
?Si alguien se lo pidiera, volver?a a subirse a un escenario con sus ni?os (mu?ecos)?
Por supuesto, me subir?a inmediatamente. Estoy en vigor y en activo. ?Pero qué pregunta es esa? Estoy mejor que nunca, m?s preparada, domino mucho m?s el escenario, llevo much?simos m?s a?os trabajando y he perdido finalmente el terror escénico, que lo he tenido, y ahora ya no me importa.
?De qué se siente m?s orgullosa de toda su trayectoria?
Hay tantas cosas en mi vida... pero una de las cosas m?s entra?ables que recuerdo sucedi? un d?a que sal?a corriendo de la Cope, del programa de Luis del Olmo, donde estuve ocho a?os con Do?a Rogelia mon amour, y ten?a que llegar a Televisi?n Espa?ola para grabar el ?Ay, vida m?a!. Ese d?a creo que estuvo José Bono, cuando a?n era presidente, y una se?ora muy maja se acerc? al coche. Le dije que no pod?a darle fotos ni nada porque iba con prisa. Ella me dijo que s?lo quer?a contarme que su marido, que hab?a muerto hac?a una semana, sent?a por m? auténtica pasi?n, m?s que admiraci?n. Me cont? que estaba muy enfermo y que ella quiso acostarlo porque ya era tarde, pero él le pidi? por favor que lo dejara en el sill?n, que no lo acostara porque ese d?a sal?a Mary Carmen. Ella desde la cama escuchaba las carcajadas de su marido y pensaba «qué bien se lo estaba pasando con su Mary Carmen». A la ma?ana siguiente, se lo encontr? muerto en el sill?n, pero con una sonrisa de oreja a oreja. Eso es lo m?s bonito que me ha pasado. Conseguir eso me emociona. Que Dios me haya dado la gracia de hacer feliz a tanta gente es algo inolvidable, eso es lo m?s importante de mi carrera.
De las personas que ha conocido, ?quién le sorprendi? m?s?
En el programa ?Ay, vida m?a! alcancé un 42% de audiencia, le gané hasta al Telediario. Por all? pasaron Lina Morgan, Montserrat Caballé, Joan Manuel Serrat, José Luis Perales, Carrillo, Rodrigo Rato, ?lvarez del Manzano... Y la verdad es que no me impresion? nadie. Creo que es dif?cil impresionarme porque yo valoro todo. Siempre espero que la gente saque su lado genial, que todos lo tenemos. Los talentos sirven para devolver a los dem?s el triple de lo que nos ha dado el Se?or. Cada uno hace lo que debe y puede. Mi admiraci?n y respeto es para todos y ninguno en particular. Quiz?s sienta debilidad por los poetas, como Rudyard Kipling, Rainer Mar?a Rilke, Miguel Hern?ndez... para m? son intocables. Aunque creo que los seres humanos de andar por casa son todos admirables.
?C?mo lleg? a ser ventr?locua?
Yo empecé con 16 a?os haciendo gui?oles en el parque de El Retiro, en Madrid, con el padre de José Luis Moreno, que se llamaba Natalio. Fue un gran hombre y mi maestro. All? ten?a un teatro de gui?ol muy mono, de piedra y con sus butaquitas. All? hac?amos gui?ol todos los fines de semana. Estuve m?s de tres a?os. Luego me dijo que pod?a ser una estrella de la ventriloqu?a y la m?s joven. Me hizo los primeros mu?ecos, aproveché la escuela del gui?ol y de todos los mu?ecos que hab?an pasado por mis manos, con sus voces, y me atrev?. Me lancé a la piscina.
?D?nde encontr? la inspiraci?n de sus personajes?
La inspiraci?n est? en la calle. Cada personaje m?o representa a un sector de la sociedad. El pato son los chavales j?venes, pasotas, que est?n en la calle; Rodolfos hay muchos, muchos gais maravillosos muy amigos m?os; viejas como Do?a Rogelia a?n hay muchas en toda Espa?a, y ni?as resabiadas como Daisy, pues también. Son réplicas de la sociedad en la que vivimos. S?lo hay que fijarse en la calle.
Usted ha montado sus espect?culos desde cero, ?cree que la han valorado como artista?
Estoy orgullosa de haberle dado la vuelta al mundo de la ventriloqu?a como un calcet?n. Yo he sacado la ventriloqu?a del serr?n del circo a los escenarios m?s importantes de salas de fiesta y programas de televisi?n de habla hispana. He trabajado en un escenario en México y después de m? se ha subido Julio Iglesias. He elevado la ventriloqu?a a otro nivel. Ya no la practico, ya muevo la boca y hago lo que sea porque nadie me mira. Me he inventado otra forma de hacer re?r. He usado lo que aprend? con Natalio. Las voces han sido siempre algo tan importante como estar actualizada, tratar de ser una cr?nica del tiempo que hemos vivido en cada momento. Cada ni?o se ha dedicado a criticar lo que ha pasado en Espa?a o en el mundo y eso es lo divertido. También he improvisado mucho porque si no, me aburro. Nunca he podido repetir un gui?n como un loro. Soy una persona muy creativa y me he divertido mucho en el escenario. Eso es lo fundamental: pas?rtelo bien. Lo primero que tiene que hacer un artista es divertirse. Esa energ?a es autom?tica y m?gica, y pasa inmediatamente al p?blico. Como t? te lo crees, ellos se lo creen. Todos se suben al carro de tu imaginaci?n.
?ngel Gar? sali? en su defensa por unas cr?ticas en Telecinco, ?se ha sentido maltratada?
Creo que eso deben juzgarlo todas las personas que lo han visto. No es nada nuevo. Es lo habitual en esa cadena.
?Se ha perdido el respeto a los artistas en Espa?a?
Si te dejas s?. En la tumba de Elvis Presley, que ya hace a?os que muri?, ning?n d?a faltan rosas blancas. En Francia, Edith Piaf y otros grandes artistas son dioses. A Johnny Hallyday le hicieron casi un funeral de estado. As? tratan a los artistas en otros pa?ses. No tengo nada m?s que a?adir a mi silencio. La respuesta a esa pregunta est? en los hechos. Espa?a, tristemente, tiene un gran problema. Un problema que se refleja muy bien en la pel?cula Excalibur, en un di?logo en el que Merl?n mira a Arturo dormir con su espada apoyado en un ?rbol y dice, y ahora hablo de Espa?a, que «el gran pecado del hombre es el olvido». Eso es aplicable a todos los ninguneados. No se ha vuelto a hablar de Valerio Lazarov, Nati Mistral, Paco de Luc?a... una noticia un d?a y al d?a siguiente, nada. Es muy triste. Pero eso no ocurre con el pueblo. El p?blico jam?s te olvida, te olvidan los que manejan los hilos. Y los que manejan los hilos son, con todo el respeto que se merecen, gente m?s joven que desprecia ol?mpicamente a personas que tienen experiencia de a?os en grandes producciones. No saben ni quiénes somos. Y somos v?ctimas de eso. El pueblo s? nos recuerda.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/mary-carmen-mudarme-puerto-cruz-88757660)
?Por qué decidi? mudarse a la isla de Tenerife?
En su d?a tuve en Tenerife una propiedad, casualmente muy cerquita de donde vivo ahora. Era un chalé, como una casita de cuento. Decid? volver porque me encanta el Puerto de la Cruz, me encanta Tenerife y me encanta Canarias. Esto es un para?so. Por el clima, por la gente encantadora y porque simplemente estoy feliz. A estas alturas de mi vida, ya he decidido hacerme residente, compré otra propiedad y aqu? estoy muy feliz.
?Cu?ntos a?os lleva afincada en el Puerto de la Cruz?
En esta segunda etapa llevo ya tres a?os. Cuando me mudé fue un foll?n venir con el coche y todas las cosas en el barco. Me acompa?? mi hijo. La traves?a fue terrible y al principio me alojé en el hotel Bot?nico. Cuando encontré esta casita, bautizamos esta aventura de mudarme al Puerto de la Cruz como el retorno al para?so perdido.
?C?mo lleva la pandemia?
Ahora Tenerife parece que vuelve a estar con m?s contagios, pero aqu? en el Puerto de la Cruz pr?cticamente no hay casos ni muertos ni nada. Esto es como el Edén, incluso en estas circunstancias. A?n as?, soy precavida y me he vacunado. Estoy mucho en casa y, como aqu? no hay mucho peligro, pues cuando tengo que ir al supermercado o al banco, voy sin problema.
?Qué es para usted lo mejor y lo peor de vivir en Tenerife?
Pues tendr?a que pensarlo mucho porque no se me ocurre nada que no me guste (risas). Por decir alguna cosa, dir?a que hay muchos baches en algunas calles del Puerto de la Cruz. Y sobre eso tengo una historia. El d?a que ya me iba a mi nueva casa en un taxi le ped? al taxista que por favor parara en la calle Bélgica, una que est?n arreglando ahora. Me bajé, me puse de rodillas, me besé la mano y saludé a un bache gord?simo que conoc?a casi de toda la vida. Le dije al taxista: «Es que yo adoro este bache, lo conozco desde que mi hijo ten?a ocho a?os. Me da pena hasta que lo quiten» (risas). Yo soy una loca maravillosa, no soy una persona al uso, me invento la vida cada d?a.
?Disfruta ahora m?s de la vida en casa?
S?, ahora mismo estoy en el jard?n de mi casa y aqu? tengo de todo: piscina de agua salada, un jacuzzi, un cerezo, una platanera, muchas flores, lechugas, cebollitas, pimientos, tomates... Tengo de todo. Cuando tengo que cocinar y necesito, por ejemplo, perejil, pues me voy a mi jard?n con unas tijeras especiales y lo cojo. Nunca arranco nada para que no sufran las plantas, que est?n vivas. Y adem?s les pido permiso. Hablo mucho con ellas. Les digo: «Oye cari?o, voy a coger un poco de tus hojitas y muchas gracias por d?rmelo». Todos los d?as me paseo por este jard?n y saludo a mis plantitas.
?Se trajo a sus mu?ecos?
S?, claro son mis ni?os, son mi vida. Yo nunca los llamo mu?ecos, para m? ellos son mis ni?os.
?Para analizar la situaci?n de Espa?a a cu?l le preguntar?a?
Uy, pues creo que los cuatro opinar?n lo mismo que t? y que yo. Me parece que es obvio. Algo tremendo. Do?a Rogelia seguro que nos dir?a hoy que cualquier tiempo pasado fue mejor.
?Tiene nuevos proyectos?
S?. Yo cuando me retire ser? porque me llegue el jubileo, el j?bilo final de los que tenemos fe, o m?s que fe, porque lo m?o es certeza y certidumbre. Hasta que me llegue la hora de vivir otro tipo de experiencias, yo sigo con proyectos como escribir mi cuarto libro. Ahora he parado un poco porque no dejo de hacer otras cosas, estoy muy activa. He dado conferencias, entrevistas y ahora estoy pendiente de Televisi?n Espa?ola para hacer un repaso a mi trayectoria en un futuro no muy lejano. La pena es que ahora no hay ninguna cadena que dé la oportunidad a grandes humoristas como Moncho Borrajo, Pedro Ruiz, ?ngel Gar?... gente que parece que ya no existe. Son grandes artistas olvidados. Es tremendo. Mantengo contacto con Moncho y con ?ngel Gar?, que es un ser encantador que tiene el nombre de lo que es, porque él es un ?ngel, que me ha defendido much?simo cuando se han metido conmigo en ese programa tan cultural de la tele (risas). Moncho también vive en Tenerife, as? que nos vemos constantemente. El otro d?a fui a su casa a comerme un conejo en salmorejo que aquello fue de muerte violenta. Me traje las sobras en una bolsa, as? que no te digo m?s.
?Escribe sus memorias?
Es un libro muy curioso porque en un momento dado decid? hablar de m?. Los ni?os siempre me roban c?mara y son los protagonistas. Aunque yo mueva la boca, la gente ni se fija. Solo existen ellos y a m? me borran. As? que ha llegado un momento en el que he decidido que voy a ser yo. Hace m?s de tres a?os, una noche me puse a escribir y me pas? una cosa muy curiosa, que es absolutamente cierta. Empecé a recordar desde el principio de mi carrera, escribiendo en el ordenador, con mi culito de whisky con mi poquito de hielo. Porque siempre escribo con un poquito de whisky y un poquito de hielo, y sin saber la hora, porque empiezo a trabajar y no me doy ni cuenta. Y de repente, ah? escribiendo, en mi gabinete se me aparece el pato (Mary Carmen comienza un di?logo con las voces de sus personajes).
Pato N?col: Hola Mar?a, ?qué haces?
Mary Carmen: ?C?mo que qué hago? ?Qué haces t? aqu??
Pato N?col: Nada, que he o?do que estabas trasteando.
Mary Carmen: Anda, sal, que estoy escribiendo.
Y entonces, entra la vieja...
Do?a Rogelia: Hermosa, ?t? sabes escribir?
Mary Carmen: ?Pero qué es lo que hacéis aqu? todos ahora?
Do?a Rogelia: Si quieres te ayudo, que yo sé escribir.
Mary Carmen: Si usted no sabe escribir...
Do?a Rogelia: S? que sé. Hablar mucho no, pero también sé idiomas.
Mary Carmen: ?Qué idiomas habla usted?
Do?a Rogelia: Hablo catal?n, hablo ruso y estoy con el chino. Y con el alem?n también.
Mary Carmen: ?Que se vayan !
Y aparece Rodolfo.
Rodolfo: Si vas a contar tu vida, por favor, cuenta como soy de maravilloso. Y como estoy de divino de la muerte, guapo y precioso.
Mary Carmen: Ay, por favor, que estoy escribiendo. Os tiro un zapato a la cabeza.
Y llega Daisy, que me llama Mar?a de los C?rmenes, Mar?a de los Guardias, todas las Mar?as, hasta Mar?a Estuardo. Porque cada uno me llama de una manera. Rodolfo me llama Carmilosky. N?col me llama simplemente Mar?a. Cada uno me llama como quiere. Pero ya cansada, les dije que se ten?an que marchar y me contesta el pato.
Pato N?col: Vale Mar?a... vale mil por cabeza.
Mary Carmen: ?C?mo que vale mil?
Pato N?col: Que si nos vamos, que yo me ocupo, vas a pagar mil por cabeza. Y la vieja vale el doble porque como est? sorda no oye nada.
O sea que me quer?an cobrar por irse del libro (risas). Y al final se han metido. No puedo evitarlo. Si en un cap?tulo cuento que en Marbella en los a?os 70 un jeque ?rabe con un yate espectacular en Puerto Ban?s se enamor? de m?, me interrumpe el pato.
Pato N?col: Para Mar?a, para, para, para... para nada.
Mary Carmen: ?C?mo que para nada?
Pato N?col: Pues que fue un pescador con una barquita de madera de remos que te llev? a Gibraltar a comprar tabaco.
As? desmontan mis mentiras o lo que exagero. Y lo he escrito as? porque las memorias son un co?azo, as? que yo salpico mis intervenciones con las de mis ni?os y es mucho m?s ameno, m?s divertido y encima cuenta la verdad. Porque en ese libro, que espero acabar antes de Navidad, hay sonrisas y l?grimas. Lo cuento todo. También hay cosas duras en mi vida. Ser?n dos vol?menes. El primero se llamar? De los jardines de El Retiro al retiro de mi jard?n, y el segundo, Autobiograf?a de una marioneta, porque son ellos los que me manejan.
?Qué dir?a que ha sido lo mejor y lo peor de su vida?
Lo mejor fue el nacimiento de mi hijo. No me pod?a creer que moviera las manos solo, sin yo hacerle nada. Lloraba, mov?a la boca y nadie ten?a que hacer nada. En el hospital, recién nacido, mientras yo me sujetaba la tripa, me asomaba a la cunita y lo miraba pensando: «Pero si tiene de todo, est? completo». Eso no se puede comparar a nada. Y lo peor, pues la marcha de tantos seres tan queridos.
?Le ha sorprendido la reciente detenci?n de José Luis Moreno?
De una manera impresionante. No me lo esperaba para nada. Le he intentado defender porque para m? siempre ha sido un caballero y un se?or. Esa ha sido mi experiencia. Yo lo conoc? cuando ten?a 14 a?os. ?l fue el que me abri? la puerta en la casa de su padre cuando fui a hacer el casting para los gui?oles que ten?a en El Retiro. Yo no ten?a ni idea, pero con 16 a?os era muy descarada. Hice la prueba con su padre y me contrat? de inmediato. Me ha sorprendido mucho, me da mucha pena y estoy muy preocupada porque creo que no lo tiene f?cil.
Alguna vez ha contado que usted y José Luis Moreno incluso llegaron a ser “novietes”...
S?, estuvimos tonteando un tiempo muy divertido. Nos re?mos mucho. Fue una cosa de besitos y todo este rollo, pero divertido. Nunca hab?a ido a un concierto del Teatro Real y me llev? él, y me llevaba a cenar a la pista de hielo del Real Madrid... He tenido con él unas experiencias muy bonitas. Luego ya de adultos me ha dado programas de televisi?n y he ganado mucho dinero con él. También es verdad que le sub?a la audiencia. Un d?a su hermana me dijo que me pusiera una cama en el estudio porque no quer?an que me fuera ni con agua caliente. Tuvimos mucho éxito juntos. Luego él ya fue por otros derroteros, como grandes producciones. Revivi? la ?pera en Madrid y produjo unas zarzuelas incre?bles con una puesta de escena distinta. Cosas incre?bles. Me mandaba su ch?fer a buscarme, cen?bamos en su casa y ah? est?bamos hasta las seis de la ma?ana, hablando de todo. Conmigo ha sido un encanto. Yo s?lo puedo contar como me ha ido a m?, lo de los dem?s no lo sé. Esa ha sido mi experiencia con José Luis Moreno y tengo que contarla porque es la verdad.
?Ha podido hablar con él?
Hablo con su familia, pero preferir?a dejar este tema y hablar de otras cosas.
?Si alguien se lo pidiera, volver?a a subirse a un escenario con sus ni?os (mu?ecos)?
Por supuesto, me subir?a inmediatamente. Estoy en vigor y en activo. ?Pero qué pregunta es esa? Estoy mejor que nunca, m?s preparada, domino mucho m?s el escenario, llevo much?simos m?s a?os trabajando y he perdido finalmente el terror escénico, que lo he tenido, y ahora ya no me importa.
?De qué se siente m?s orgullosa de toda su trayectoria?
Hay tantas cosas en mi vida... pero una de las cosas m?s entra?ables que recuerdo sucedi? un d?a que sal?a corriendo de la Cope, del programa de Luis del Olmo, donde estuve ocho a?os con Do?a Rogelia mon amour, y ten?a que llegar a Televisi?n Espa?ola para grabar el ?Ay, vida m?a!. Ese d?a creo que estuvo José Bono, cuando a?n era presidente, y una se?ora muy maja se acerc? al coche. Le dije que no pod?a darle fotos ni nada porque iba con prisa. Ella me dijo que s?lo quer?a contarme que su marido, que hab?a muerto hac?a una semana, sent?a por m? auténtica pasi?n, m?s que admiraci?n. Me cont? que estaba muy enfermo y que ella quiso acostarlo porque ya era tarde, pero él le pidi? por favor que lo dejara en el sill?n, que no lo acostara porque ese d?a sal?a Mary Carmen. Ella desde la cama escuchaba las carcajadas de su marido y pensaba «qué bien se lo estaba pasando con su Mary Carmen». A la ma?ana siguiente, se lo encontr? muerto en el sill?n, pero con una sonrisa de oreja a oreja. Eso es lo m?s bonito que me ha pasado. Conseguir eso me emociona. Que Dios me haya dado la gracia de hacer feliz a tanta gente es algo inolvidable, eso es lo m?s importante de mi carrera.
De las personas que ha conocido, ?quién le sorprendi? m?s?
En el programa ?Ay, vida m?a! alcancé un 42% de audiencia, le gané hasta al Telediario. Por all? pasaron Lina Morgan, Montserrat Caballé, Joan Manuel Serrat, José Luis Perales, Carrillo, Rodrigo Rato, ?lvarez del Manzano... Y la verdad es que no me impresion? nadie. Creo que es dif?cil impresionarme porque yo valoro todo. Siempre espero que la gente saque su lado genial, que todos lo tenemos. Los talentos sirven para devolver a los dem?s el triple de lo que nos ha dado el Se?or. Cada uno hace lo que debe y puede. Mi admiraci?n y respeto es para todos y ninguno en particular. Quiz?s sienta debilidad por los poetas, como Rudyard Kipling, Rainer Mar?a Rilke, Miguel Hern?ndez... para m? son intocables. Aunque creo que los seres humanos de andar por casa son todos admirables.
?C?mo lleg? a ser ventr?locua?
Yo empecé con 16 a?os haciendo gui?oles en el parque de El Retiro, en Madrid, con el padre de José Luis Moreno, que se llamaba Natalio. Fue un gran hombre y mi maestro. All? ten?a un teatro de gui?ol muy mono, de piedra y con sus butaquitas. All? hac?amos gui?ol todos los fines de semana. Estuve m?s de tres a?os. Luego me dijo que pod?a ser una estrella de la ventriloqu?a y la m?s joven. Me hizo los primeros mu?ecos, aproveché la escuela del gui?ol y de todos los mu?ecos que hab?an pasado por mis manos, con sus voces, y me atrev?. Me lancé a la piscina.
?D?nde encontr? la inspiraci?n de sus personajes?
La inspiraci?n est? en la calle. Cada personaje m?o representa a un sector de la sociedad. El pato son los chavales j?venes, pasotas, que est?n en la calle; Rodolfos hay muchos, muchos gais maravillosos muy amigos m?os; viejas como Do?a Rogelia a?n hay muchas en toda Espa?a, y ni?as resabiadas como Daisy, pues también. Son réplicas de la sociedad en la que vivimos. S?lo hay que fijarse en la calle.
Usted ha montado sus espect?culos desde cero, ?cree que la han valorado como artista?
Estoy orgullosa de haberle dado la vuelta al mundo de la ventriloqu?a como un calcet?n. Yo he sacado la ventriloqu?a del serr?n del circo a los escenarios m?s importantes de salas de fiesta y programas de televisi?n de habla hispana. He trabajado en un escenario en México y después de m? se ha subido Julio Iglesias. He elevado la ventriloqu?a a otro nivel. Ya no la practico, ya muevo la boca y hago lo que sea porque nadie me mira. Me he inventado otra forma de hacer re?r. He usado lo que aprend? con Natalio. Las voces han sido siempre algo tan importante como estar actualizada, tratar de ser una cr?nica del tiempo que hemos vivido en cada momento. Cada ni?o se ha dedicado a criticar lo que ha pasado en Espa?a o en el mundo y eso es lo divertido. También he improvisado mucho porque si no, me aburro. Nunca he podido repetir un gui?n como un loro. Soy una persona muy creativa y me he divertido mucho en el escenario. Eso es lo fundamental: pas?rtelo bien. Lo primero que tiene que hacer un artista es divertirse. Esa energ?a es autom?tica y m?gica, y pasa inmediatamente al p?blico. Como t? te lo crees, ellos se lo creen. Todos se suben al carro de tu imaginaci?n.
?ngel Gar? sali? en su defensa por unas cr?ticas en Telecinco, ?se ha sentido maltratada?
Creo que eso deben juzgarlo todas las personas que lo han visto. No es nada nuevo. Es lo habitual en esa cadena.
?Se ha perdido el respeto a los artistas en Espa?a?
Si te dejas s?. En la tumba de Elvis Presley, que ya hace a?os que muri?, ning?n d?a faltan rosas blancas. En Francia, Edith Piaf y otros grandes artistas son dioses. A Johnny Hallyday le hicieron casi un funeral de estado. As? tratan a los artistas en otros pa?ses. No tengo nada m?s que a?adir a mi silencio. La respuesta a esa pregunta est? en los hechos. Espa?a, tristemente, tiene un gran problema. Un problema que se refleja muy bien en la pel?cula Excalibur, en un di?logo en el que Merl?n mira a Arturo dormir con su espada apoyado en un ?rbol y dice, y ahora hablo de Espa?a, que «el gran pecado del hombre es el olvido». Eso es aplicable a todos los ninguneados. No se ha vuelto a hablar de Valerio Lazarov, Nati Mistral, Paco de Luc?a... una noticia un d?a y al d?a siguiente, nada. Es muy triste. Pero eso no ocurre con el pueblo. El p?blico jam?s te olvida, te olvidan los que manejan los hilos. Y los que manejan los hilos son, con todo el respeto que se merecen, gente m?s joven que desprecia ol?mpicamente a personas que tienen experiencia de a?os en grandes producciones. No saben ni quiénes somos. Y somos v?ctimas de eso. El pueblo s? nos recuerda.
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