الريــم
06-14-2023, 11:21 AM
Muchos somos los adultos de mi generaci?n que a?n recordamos con perfecta nitidez esa imagen en blanco y negro que nos devolv?a la televisi?n de un Carlos Arias Navarro ojeroso, lloroso y triste pronunciando esa famosa frase impregnada de nuevos tiempos y, sobre todo, de libertad. Esa frase fue: "Espa?oles, Franco ha muerto". Hasta llegar ah?, el presidente del Gobierno hab?a sido antes gobernador civil, alcalde de Madrid, director general de Seguridad, ministro, notario y fiscal, pero, por encima de todo, fue un hombre de Franco. Ahora, al cumplirse el 50 aniversario de su nombramiento como presidente del Gobierno, cargo en el que estuvo tres a?os (1973-1976), Alfonso Pinilla Garc?a (Montijo, 1976), profesor titular de Historia Contempor?nea de la Universidad de Extremadura (UEx) y autor, entre otros libros, de ‘La legalizaci?n del PCE. Historia no contada (Alianza, 2017), ‘La Transici?n en Espa?a / Espa?a en transici?n. Historia reciente de nuestra democracia (Alianza, 2021), publica ‘Arias Navarro y la reforma imposible’ (Catarata), que presenta, con pr?logo del historiador, académico y catedr?tico Enrique Moradiellos, como la historia de su fracasado intento por renovar y perdurar el franquismo.
?Fue Carlos Arias Navarro un dem?crata?
No lo fue, desde luego. Fue un franquista convencido de que la dictadura ya no daba para m?s, que eran muchas sus contradicciones internas y considerable su aislamiento con respecto al exterior a principios de los a?os setenta. Precisamente por esas contradicciones, Arias sab?a que la dictadura ten?a que cambiar, amoldarse a los nuevos tiempos, adaptarse, abrirse progresivamente, y eso implicaba adquirir cierta p?tina democr?tica, m?s en la fachada que en el fondo. Arias estaba dispuesto a una "democratizaci?n muy limitada del régimen", pero era un hombre leal a la obra y a la persona de Franco.
?50 a?os son suficientes para revisar al personaje?
Creo que s?. Disponemos de perspectiva y, con todo lo dicho y escrito sobre la Transici?n, disponemos de una contextualizaci?n suficiente como para valorar su gesti?n al frente del gobierno entre 29 de diciembre de 1973 y 1 de julio de 1976.
?Qué quiere contar a los lectores en este libro?
En primer lugar, la crisis por la que atraviesa la dictadura cuando es asesinado el antecesor de Arias, Carrero Blanco, a manos de ETA en diciembre de 1973. Y, a partir de esa crisis, se trata de observar los movimientos que, tanto dentro como fuera del régimen, se dieron para sobrevivir pol?ticamente en tiempos donde el pasado dictatorial se ca?a a pedazos y el futuro democr?tico todav?a no acababa de emerger. En esa encrucijada, nada estaba claro, y por eso estos a?os son tan atractivos para el an?lisis hist?rico.
?Fue el ?nico que hab?a, o fue el ?nico capaz de conducir el tim?n en ese momento y llevar a los espa?oles a la Transici?n?
No el ?nico, desde luego, pero era presidente del gobierno y su responsabilidad y poder eran considerables. Este libro estudia las batallas pol?ticas que se desencadenaron a lo largo de esa lucha por la supervivencia a la que arriba he aludido. Entre los actores que dieron lugar al tr?nsito de la dictadura a la democracia estaban, por supuesto, todos aquellos con altas responsabilidades dentro de la dictadura, pero no debemos olvidar a la oposici?n, a sus movimientos de articulaci?n interna y a la fuerte contestaci?n social que en aquellos a?os se dio en la calle, en la universidad, en las f?bricas… Todas estas variables, todos estos actores, aparecen en este libro, si bien dedico especial atenci?n a los entresijos de la lucha por el poder dentro de un franquismo agonizante.
Dice que este libro es la historia de su fracasado intento por renovar y perdurar el franquismo. Si renovar es cambiar y perdurar mantener, ?no le parece que son dos verbos, dos acciones que chocan entre s? y que por eso fracas? Arias Navarro?
Claro que chocan entre s?, pero estos términos est?n utilizados con toda la intenci?n. De hecho, pensé inicialmente titular el libro ‘Arias Navarro: raz?n aperturista, pasi?n franquista’, pues esa era la verdadera naturaleza del personaje. Sab?a que el régimen ten?a que abrirse a ciertas formas -muy limitadas, eso s?- de representaci?n y participaci?n pol?ticas, pero sus profundas convicciones franquistas, su lealtad inquebrantable a Francisco Franco evitaron siempre que ese ?nimo de apertura llegara a sus ?ltimas consecuencias. A partir de esa contradicci?n, la reforma proyectada por su gobierno result? imposible, porque ‘pasi?n franquista y raz?n aperturista’ siempre convivieron y chocaron en su interior.
"Arias Navarro fue un hombre atrapado entre su lealtad a Franco y la necesidad de reformar un régimen a la deriva"
?C?mo cree que se hubiera sentido Franco al comprobar que Arias Navarro propiciaba con su dimisi?n un paso gigante hacia la democracia plena, la que ahora tenemos?
No le hubiera gustado, evidentemente. Pero hay que poner de manifiesto que Arias no pretendi?, con su dimisi?n, propiciar una democracia plena, como usted dice. Arias dimite porque comprueba que su plan de reforma est? muerto, que ni siquiera muchos de sus ministros lo apoyan. Asqueado, tira la toalla, y aunque probablemente intu?a que vientos democr?ticos volv?an a soplar en Espa?a, ni siquiera los auténticos ‘urdidores’ de ese tr?nsito a la democracia -el Rey, Torcuato Fern?ndez Miranda, Adolfo Su?rez- saben c?mo se producir? ese cambio y, si la transformaci?n dada, se consolidar? finalmente. Tanto el presente como el futuro eran, como siempre, pura interrogaci?n.
?De verdad Arias Navarro fue un reformista?
A su manera, s?. A la manera que he explicado en mis respuestas anteriores y desarrollo en el libro: una reforma contradictoria, pacata, limitad?sima, una especie de democracia restringida que, como mucho, podr?a llegar a integrar a los socialistas, pero ni mucho menos a los comunistas. Fue un ‘reformista imposible’.
Debido a su fracaso pol?tico, ?se puede deducir que Carlos Arias Navarro era un hombre sin car?cter (la reforma que iba a hacer y no hizo, lo poco que aguant? en el cargo tras la muerte del dictador Franco...? o ?fue un hombre al que arroll? el aire de los nuevos tiempos y el cambio pol?tico en ciernes? ?Fue un cobarde incapaz de asumir su responsabilidad o el peso del legado de Franco pudo con él?
Uno de sus ministros, Antonio Carro, lo defini? como «un genio sin car?cter» porque era un hombre vehemente que, sin embargo, acababa pleg?ndose siempre a los dictados de Franco, la ?nica figura pol?tica por la que sent?a respeto y profunda lealtad. Por eso, aunque con aparente firmeza defendiera el 12 de febrero de 1974 una apertura del régimen, enseguida detuvo ese movimiento tras los ataques del b?nker y las advertencias de Franco «para que no fuera demasiado deprisa en esa apertura».
"En este libro, dedico especial atenci?n a los entresijos de la lucha por el poder dentro de un franquismo agonizante"
?Sus enemigos fueron m?s fuertes que él?
Su dimisi?n lo corrobora. Se sinti? superado por las dificultades y se fue sin rechistar, consciente de que no era su tiempo ni su momento.
Que se integrarse en las filas de AP (el germen del PP) e intentase ser senador, ?qué dice de él?
Demuestra su vocaci?n pol?tica. El escenario hab?a cambiado, Espa?a celebraba las primeras elecciones democr?ticas y él se integr? en la formaci?n que consider? m?s af?n a sus ideas en ese momento. No es ninguna sorpresa, pues no debemos olvidar que Manuel Fraga, l?der de AP, hab?a sido uno de sus ‘ministros estrella’ durante el primer gobierno de la monarqu?a que el propio Arias presidi?. De hecho, a aquel ejecutivo se le conoc?a como el ‘gobierno Arias-Fraga’.
Vivi? para ver c?mo el PSOE con Felipe Gonz?lez ganaba por abrumadora mayor?a absoluta, ?C?mo cree que se sinti??
No creo que le gustara mucho la noticia y, probablemente, aquella victoria de Gonz?lez le demostr? que su tiempo pol?tico hab?a pasado.
"Era un hombre vehemente que, sin embargo, acababa pleg?ndose a los dictados de Franco: la ?nica figura pol?tica por la que sent?a respeto y profunda lealtad"
?Qué papel cree que se merece en la historia?
Durante sus a?os al frente del gobierno de Espa?a, Arias fue un hombre atrapado entre su lealtad a Franco y la necesidad de renovar un régimen a la deriva. Desde un punto de vista pol?tico, Carlos Arias fue un ‘quiero y no puedo’, t?mida raz?n reformista aplastada por su pasi?n franquista.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/arias-navarro-dimite-comprobar-plan-88671074)
?Fue Carlos Arias Navarro un dem?crata?
No lo fue, desde luego. Fue un franquista convencido de que la dictadura ya no daba para m?s, que eran muchas sus contradicciones internas y considerable su aislamiento con respecto al exterior a principios de los a?os setenta. Precisamente por esas contradicciones, Arias sab?a que la dictadura ten?a que cambiar, amoldarse a los nuevos tiempos, adaptarse, abrirse progresivamente, y eso implicaba adquirir cierta p?tina democr?tica, m?s en la fachada que en el fondo. Arias estaba dispuesto a una "democratizaci?n muy limitada del régimen", pero era un hombre leal a la obra y a la persona de Franco.
?50 a?os son suficientes para revisar al personaje?
Creo que s?. Disponemos de perspectiva y, con todo lo dicho y escrito sobre la Transici?n, disponemos de una contextualizaci?n suficiente como para valorar su gesti?n al frente del gobierno entre 29 de diciembre de 1973 y 1 de julio de 1976.
?Qué quiere contar a los lectores en este libro?
En primer lugar, la crisis por la que atraviesa la dictadura cuando es asesinado el antecesor de Arias, Carrero Blanco, a manos de ETA en diciembre de 1973. Y, a partir de esa crisis, se trata de observar los movimientos que, tanto dentro como fuera del régimen, se dieron para sobrevivir pol?ticamente en tiempos donde el pasado dictatorial se ca?a a pedazos y el futuro democr?tico todav?a no acababa de emerger. En esa encrucijada, nada estaba claro, y por eso estos a?os son tan atractivos para el an?lisis hist?rico.
?Fue el ?nico que hab?a, o fue el ?nico capaz de conducir el tim?n en ese momento y llevar a los espa?oles a la Transici?n?
No el ?nico, desde luego, pero era presidente del gobierno y su responsabilidad y poder eran considerables. Este libro estudia las batallas pol?ticas que se desencadenaron a lo largo de esa lucha por la supervivencia a la que arriba he aludido. Entre los actores que dieron lugar al tr?nsito de la dictadura a la democracia estaban, por supuesto, todos aquellos con altas responsabilidades dentro de la dictadura, pero no debemos olvidar a la oposici?n, a sus movimientos de articulaci?n interna y a la fuerte contestaci?n social que en aquellos a?os se dio en la calle, en la universidad, en las f?bricas… Todas estas variables, todos estos actores, aparecen en este libro, si bien dedico especial atenci?n a los entresijos de la lucha por el poder dentro de un franquismo agonizante.
Dice que este libro es la historia de su fracasado intento por renovar y perdurar el franquismo. Si renovar es cambiar y perdurar mantener, ?no le parece que son dos verbos, dos acciones que chocan entre s? y que por eso fracas? Arias Navarro?
Claro que chocan entre s?, pero estos términos est?n utilizados con toda la intenci?n. De hecho, pensé inicialmente titular el libro ‘Arias Navarro: raz?n aperturista, pasi?n franquista’, pues esa era la verdadera naturaleza del personaje. Sab?a que el régimen ten?a que abrirse a ciertas formas -muy limitadas, eso s?- de representaci?n y participaci?n pol?ticas, pero sus profundas convicciones franquistas, su lealtad inquebrantable a Francisco Franco evitaron siempre que ese ?nimo de apertura llegara a sus ?ltimas consecuencias. A partir de esa contradicci?n, la reforma proyectada por su gobierno result? imposible, porque ‘pasi?n franquista y raz?n aperturista’ siempre convivieron y chocaron en su interior.
"Arias Navarro fue un hombre atrapado entre su lealtad a Franco y la necesidad de reformar un régimen a la deriva"
?C?mo cree que se hubiera sentido Franco al comprobar que Arias Navarro propiciaba con su dimisi?n un paso gigante hacia la democracia plena, la que ahora tenemos?
No le hubiera gustado, evidentemente. Pero hay que poner de manifiesto que Arias no pretendi?, con su dimisi?n, propiciar una democracia plena, como usted dice. Arias dimite porque comprueba que su plan de reforma est? muerto, que ni siquiera muchos de sus ministros lo apoyan. Asqueado, tira la toalla, y aunque probablemente intu?a que vientos democr?ticos volv?an a soplar en Espa?a, ni siquiera los auténticos ‘urdidores’ de ese tr?nsito a la democracia -el Rey, Torcuato Fern?ndez Miranda, Adolfo Su?rez- saben c?mo se producir? ese cambio y, si la transformaci?n dada, se consolidar? finalmente. Tanto el presente como el futuro eran, como siempre, pura interrogaci?n.
?De verdad Arias Navarro fue un reformista?
A su manera, s?. A la manera que he explicado en mis respuestas anteriores y desarrollo en el libro: una reforma contradictoria, pacata, limitad?sima, una especie de democracia restringida que, como mucho, podr?a llegar a integrar a los socialistas, pero ni mucho menos a los comunistas. Fue un ‘reformista imposible’.
Debido a su fracaso pol?tico, ?se puede deducir que Carlos Arias Navarro era un hombre sin car?cter (la reforma que iba a hacer y no hizo, lo poco que aguant? en el cargo tras la muerte del dictador Franco...? o ?fue un hombre al que arroll? el aire de los nuevos tiempos y el cambio pol?tico en ciernes? ?Fue un cobarde incapaz de asumir su responsabilidad o el peso del legado de Franco pudo con él?
Uno de sus ministros, Antonio Carro, lo defini? como «un genio sin car?cter» porque era un hombre vehemente que, sin embargo, acababa pleg?ndose siempre a los dictados de Franco, la ?nica figura pol?tica por la que sent?a respeto y profunda lealtad. Por eso, aunque con aparente firmeza defendiera el 12 de febrero de 1974 una apertura del régimen, enseguida detuvo ese movimiento tras los ataques del b?nker y las advertencias de Franco «para que no fuera demasiado deprisa en esa apertura».
"En este libro, dedico especial atenci?n a los entresijos de la lucha por el poder dentro de un franquismo agonizante"
?Sus enemigos fueron m?s fuertes que él?
Su dimisi?n lo corrobora. Se sinti? superado por las dificultades y se fue sin rechistar, consciente de que no era su tiempo ni su momento.
Que se integrarse en las filas de AP (el germen del PP) e intentase ser senador, ?qué dice de él?
Demuestra su vocaci?n pol?tica. El escenario hab?a cambiado, Espa?a celebraba las primeras elecciones democr?ticas y él se integr? en la formaci?n que consider? m?s af?n a sus ideas en ese momento. No es ninguna sorpresa, pues no debemos olvidar que Manuel Fraga, l?der de AP, hab?a sido uno de sus ‘ministros estrella’ durante el primer gobierno de la monarqu?a que el propio Arias presidi?. De hecho, a aquel ejecutivo se le conoc?a como el ‘gobierno Arias-Fraga’.
Vivi? para ver c?mo el PSOE con Felipe Gonz?lez ganaba por abrumadora mayor?a absoluta, ?C?mo cree que se sinti??
No creo que le gustara mucho la noticia y, probablemente, aquella victoria de Gonz?lez le demostr? que su tiempo pol?tico hab?a pasado.
"Era un hombre vehemente que, sin embargo, acababa pleg?ndose a los dictados de Franco: la ?nica figura pol?tica por la que sent?a respeto y profunda lealtad"
?Qué papel cree que se merece en la historia?
Durante sus a?os al frente del gobierno de Espa?a, Arias fue un hombre atrapado entre su lealtad a Franco y la necesidad de renovar un régimen a la deriva. Desde un punto de vista pol?tico, Carlos Arias fue un ‘quiero y no puedo’, t?mida raz?n reformista aplastada por su pasi?n franquista.
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