الريــم
06-12-2023, 12:31 PM
Silvio Berlusconi ha muerto. Y con él, que uni? como pocos la pol?tica y la persona, se cierra una época hist?rica de la pol?tica italiana iniciada en la ?ltima década del siglo pasado, cuando por primera vez el multimillonario magnate decidi? ‘bajar a la pol?tica’ y se dio un giro que pocos vieron venir. Han sido tres décadas en las que el cuatro veces primer ministro y fundador de Mediaset domin? la escena p?blica de su pa?s no solo como el mandam?s del partido que hab?a fundado en 1994 y del que todav?a era el l?der, Forza Italia (FI), sino también como el protagonista de conflictos de intereses, leyes aprobadas para su beneficio personal (para evitar enfrentarse a la justicia), y una serie infinita de esc?ndalos de corrupci?n y sexuales que se resumieron en el tristemente célebre caso del 'bunga bunga'. Y que, pese a todo ello, influy? m?s que cualquier otro pol?tico italiano no solo en su pa?s, sino también en c?rculos europeos e internacionales, llegando a ser incluso una especie de figura precursora del también controvertido Donald Trump.
El final de la vida de Berlusconi ha llegado en Mil?n, su ciudad natal.
Lo ?ltimo fueron sus cr?ticas al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y sus palabras de apoyo al presidente ruso, Vladimir Putin, lo que provoc? un peque?o terremoto dentro del Gobierno de su socia de ultraderecha y primera ministra, la atlantista Giorgia Meloni. Y también las enésimas revelaciones por el también enésimo juicio por el caso de 'Ruby Robacorazones', una marroqu? con la que hab?a mantenido relaciones siendo ella menor de edad, y por la que el exCavaliere también fue acusado de comprar el silencio de testigos para acallarlos. Hechos por los que qued? absuelto por un error de procedimiento, como también ocurri? —de forma parecida— en los tantos otros casos por los que fue enjuiciado por la justicia italiana y sus “jueces rojos”, como él los llamaba, con el fin de despreciarles, por supuesto.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Ellos fueron sus ‘enemigos’, pero no los ?nicos. Berlusconi también fue quien en 2008 apunt? con el dedo, haciendo el gesto de disparar una pistola, a una periodista rusa que se interesaba por la vida personal de su amigo Putin. El que en 2003 llam? 'kapo' (guardi?n de los campos de concentraci?n) al entonces jefe alem?n de los eurodiputados socialistas, Martin Schulz. El que le grit? “cuc?” y luego ofendi? en 2011 a la excancillera Angela Merkel, insult?ndola con un improperio de car?cter sexual. El que, de acuerdo con una sentencia definitiva de la justicia, subvencion? a la mafia siciliana durante a?os. El que, seg?n las cr?nicas de la época, lleg? a enviar un ministro a Madrid para que cesaran a un periodista inc?modo.
El caim?n
En estos m?s de 30 a?os, Berlusconi ha sido objeto de reflexiones y ensayos de polit?logos, soci?logos y psic?logos, adem?s de economistas e historiadores. Pero ninguno de ellos ha logrado comprender integralmente el ‘fen?meno Berlusconi’ y sus éxitos electorales entre los italianos. Estos, seducidos por su ret?rica (una mezcla de populismo, neoliberismo econ?mico y promesas de modernizaci?n) de bajar los impuestos, disminuir el paro a la mitad, ser ricos como él, e incluso, unir Sicilia a Italia con un puente, algo que, por cierto, ahora quiere hacer Matteo Salvini, el l?der de la Liga.
A?os de excesos se siguieron de esta forma, mientras también se escrib?an miles de cr?nicas y aparec?an decenas motes: Nanni Moretti le llam? ‘el Caim?n’ y Ver?nica Lario, su exesposa, ‘el Drag?n’ (por las j?venes con las que se acostaba). El pre?mbulo de su vida p?blica quiz? podr?a haber sido un indicio. Su padre era empleado de banca, de peque?o hac?a los deberes a sus compa?eros de clase y, de joven, no titube? en apuntarse como cantante en cruceros del Mediterr?neo. Con esto como punto de partida, el imperio medi?tico de Berlusconi empez? a forjarse en 1976, al calor de los jugosos beneficios que le reportaban sus negocios inmobiliarios. Un imperio cuyo capital inicial no ha sido nunca aclarado del todo y que promovi? como pocos a la mujer-objeto. As?, en los a?os ochenta, puso en marcha tres canales de televisi?n m?s: Canale 5, Italia 1 y Rete 4, todav?a hoy puntas de lanza del conglomerado Mediaset, que en Espa?a controla Telecinco.
El moderado
Berlusconi entr? en la pol?tica por sus empresas. ?l mismo nunca lo ha negado y hasta se lo confes? en una entrevista al periodista Indro Montanelli. De esta manera se mantuvo en la lista de los m?s ricos del mundo, aunque en 1993, también recuerdan los reportajes de la época, sus compa??as llegaron a estar a punto de declararse en quiebra. Lo ayudaron toda una serie de personajes, elites econ?micas y logias mas?nicas no excluidas. ?La explicaci?n? "Todos llevamos dentro algo de Berlusconi”, ha dicho m?s de uno. De esta manera él, una vez en el tim?n de Italia, hizo aprobar, desde 1994, hasta una veintena de leyes que impidieron condenarle por evasi?n fiscal, corrupci?n, falso testimonio, falsificaci?n de balances y otros delitos.
Alejado del primer plano pol?tico en 2011 en medio de una tormenta financiera que azotaba Italia (y por la que tuvo que dimitir del cargo de primer ministro), no se resign? y a?os después, como buen animal pol?tico, reapareci? en la escena p?blica. Eso s?, con la nueva faceta que intent? construirse en los ?ltimos a?os de su vida: la de veterano moderado y centrista. No siempre tuvo éxito, pero cuando esta versi?n del Berlusconi maduro triunf?, pudo escuchar frases como la del entonces presidente de la Comisi?n Europea, Jean-Claude Juncker, antiguo enemigo acérrimo del millonario milanés, que en una ocasi?n incluso le recibi? como una vieja gloria de la pol?tica europea: “Silvio, ?qué placer! Aqu? est?s en tu casa”. A?n as?, en los ?ltimos tiempos, se hab?a conjurado contra los grillitos de Movimiento 5 Estrellas, hijos de una antipol?tica que él mismo ayud? a cultivar en un pa?s que ya se hab?a acostumbrado a su eterna sonrisa.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/muere-silvio-berlusconi-italia-88590493)
El final de la vida de Berlusconi ha llegado en Mil?n, su ciudad natal.
Lo ?ltimo fueron sus cr?ticas al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y sus palabras de apoyo al presidente ruso, Vladimir Putin, lo que provoc? un peque?o terremoto dentro del Gobierno de su socia de ultraderecha y primera ministra, la atlantista Giorgia Meloni. Y también las enésimas revelaciones por el también enésimo juicio por el caso de 'Ruby Robacorazones', una marroqu? con la que hab?a mantenido relaciones siendo ella menor de edad, y por la que el exCavaliere también fue acusado de comprar el silencio de testigos para acallarlos. Hechos por los que qued? absuelto por un error de procedimiento, como también ocurri? —de forma parecida— en los tantos otros casos por los que fue enjuiciado por la justicia italiana y sus “jueces rojos”, como él los llamaba, con el fin de despreciarles, por supuesto.
M?s informaci?n (Auto)
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Ellos fueron sus ‘enemigos’, pero no los ?nicos. Berlusconi también fue quien en 2008 apunt? con el dedo, haciendo el gesto de disparar una pistola, a una periodista rusa que se interesaba por la vida personal de su amigo Putin. El que en 2003 llam? 'kapo' (guardi?n de los campos de concentraci?n) al entonces jefe alem?n de los eurodiputados socialistas, Martin Schulz. El que le grit? “cuc?” y luego ofendi? en 2011 a la excancillera Angela Merkel, insult?ndola con un improperio de car?cter sexual. El que, de acuerdo con una sentencia definitiva de la justicia, subvencion? a la mafia siciliana durante a?os. El que, seg?n las cr?nicas de la época, lleg? a enviar un ministro a Madrid para que cesaran a un periodista inc?modo.
El caim?n
En estos m?s de 30 a?os, Berlusconi ha sido objeto de reflexiones y ensayos de polit?logos, soci?logos y psic?logos, adem?s de economistas e historiadores. Pero ninguno de ellos ha logrado comprender integralmente el ‘fen?meno Berlusconi’ y sus éxitos electorales entre los italianos. Estos, seducidos por su ret?rica (una mezcla de populismo, neoliberismo econ?mico y promesas de modernizaci?n) de bajar los impuestos, disminuir el paro a la mitad, ser ricos como él, e incluso, unir Sicilia a Italia con un puente, algo que, por cierto, ahora quiere hacer Matteo Salvini, el l?der de la Liga.
A?os de excesos se siguieron de esta forma, mientras también se escrib?an miles de cr?nicas y aparec?an decenas motes: Nanni Moretti le llam? ‘el Caim?n’ y Ver?nica Lario, su exesposa, ‘el Drag?n’ (por las j?venes con las que se acostaba). El pre?mbulo de su vida p?blica quiz? podr?a haber sido un indicio. Su padre era empleado de banca, de peque?o hac?a los deberes a sus compa?eros de clase y, de joven, no titube? en apuntarse como cantante en cruceros del Mediterr?neo. Con esto como punto de partida, el imperio medi?tico de Berlusconi empez? a forjarse en 1976, al calor de los jugosos beneficios que le reportaban sus negocios inmobiliarios. Un imperio cuyo capital inicial no ha sido nunca aclarado del todo y que promovi? como pocos a la mujer-objeto. As?, en los a?os ochenta, puso en marcha tres canales de televisi?n m?s: Canale 5, Italia 1 y Rete 4, todav?a hoy puntas de lanza del conglomerado Mediaset, que en Espa?a controla Telecinco.
El moderado
Berlusconi entr? en la pol?tica por sus empresas. ?l mismo nunca lo ha negado y hasta se lo confes? en una entrevista al periodista Indro Montanelli. De esta manera se mantuvo en la lista de los m?s ricos del mundo, aunque en 1993, también recuerdan los reportajes de la época, sus compa??as llegaron a estar a punto de declararse en quiebra. Lo ayudaron toda una serie de personajes, elites econ?micas y logias mas?nicas no excluidas. ?La explicaci?n? "Todos llevamos dentro algo de Berlusconi”, ha dicho m?s de uno. De esta manera él, una vez en el tim?n de Italia, hizo aprobar, desde 1994, hasta una veintena de leyes que impidieron condenarle por evasi?n fiscal, corrupci?n, falso testimonio, falsificaci?n de balances y otros delitos.
Alejado del primer plano pol?tico en 2011 en medio de una tormenta financiera que azotaba Italia (y por la que tuvo que dimitir del cargo de primer ministro), no se resign? y a?os después, como buen animal pol?tico, reapareci? en la escena p?blica. Eso s?, con la nueva faceta que intent? construirse en los ?ltimos a?os de su vida: la de veterano moderado y centrista. No siempre tuvo éxito, pero cuando esta versi?n del Berlusconi maduro triunf?, pudo escuchar frases como la del entonces presidente de la Comisi?n Europea, Jean-Claude Juncker, antiguo enemigo acérrimo del millonario milanés, que en una ocasi?n incluso le recibi? como una vieja gloria de la pol?tica europea: “Silvio, ?qué placer! Aqu? est?s en tu casa”. A?n as?, en los ?ltimos tiempos, se hab?a conjurado contra los grillitos de Movimiento 5 Estrellas, hijos de una antipol?tica que él mismo ayud? a cultivar en un pa?s que ya se hab?a acostumbrado a su eterna sonrisa.
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