الريــم
06-10-2023, 09:40 AM
Esta noche, en Estambul, el equipo de Inzaghi disputar? la final de la Champions League. No, no estamos en mayo del 2005. Tampoco se trata de Filippo Inzaghi, el goleador que precisamente se perdi? por lesi?n la inolvidable remontada del Liverpool al Milan (de 3-0 a 3-3) en la final disputada en el Ol?mpico Atatürk hace 18 a?os. Quien estar? hoy en ese mismo estadio ser? su hermano Simone, convertido en el entrenador de moda en Italia, reciente campe?n de la Coppa y un hombre que ha conseguido llevar a la final de la Liga de Campeones a un Inter que a punto estuvo de cesarle dos veces: en febrero del a?o pasado y en marzo de este curso. Tan distintos y tan exitosos, cada uno en lo suyo.
M?s informaci?n (Auto)
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Los hermanos Inzaghi se intercambiaron los papeles. Hasta su retirada como futbolistas, quien copaba las portadas y llenaba los telediarios con sus goles y trofeos era Filippo. Un chico introvertido que explotaba cada vez que pisaba un terreno de juego. Un terremoto. Un volc?n que entraba en erupci?n cuando sus botas alcanzaban el ?rea. Un jugador al que no le hizo falta poseer la finura técnica de otros compa?eros para consagrarse como uno de los grandes goleadores del siglo XXI y llevar al Milan a conquistar dos Champions Leagueen los a?os 2000. Los met?a de todas las maneras, incluso peg?ndole mal al bal?n o de rebote, como en la final de Atenas ante el Liverpool, en 2007, en la que desvi? con la espalda un lanzamiento de falta de Andrea Pirlo. Ese primer gol lo celebr? como si lo hubiera marcado de chilena. De hecho, as? los celebraba todos: carrera r?pida, brazos descontrolados y gritos de alegr?a. Ese era Filippo Inzaghi.
Su hermano no fue tan prol?fico. Simone también fue delantero centro, pero ni de lejos lleg? a la cifra de goles de Filippo. Tampoco tuvo un éxito remarcable a nivel de t?tulos, pese a estar nueve a?os y medio en un club con aspiraciones como la Lazio. Ni siquiera sus carreras tuvieron la misma duraci?n. Filippo se retir? tras 18 a?os en la élite. Simone tuvo suficiente con 13 a?os como profesional y decidi? dejarlo en 2010, dos a?os antes que su hermano, pese a ser incluso m?s joven. Filippo y Simone no tienen la misma edad –Pippo es tres a?os mayor–, aunque parezcan mellizos.
Acostumbrado a ser suplente y a disputar pocos minutos, Simone acab? marcando 70 goles en 253 partidos oficiales. La mayor?a de ellos con la Lazio, club que lo fich? en 1999 tras un primer a?o excepcional en el Piacenza, el club de su ciudad natal y en el que también debut? y destac? varias temporadas antes su hermano. Sus 15 goles en 31 partidos le valieron para que el conjunto romano se fijara en él y lo sacara de su zona de confort a los 23 a?os. En su primera temporada marc? 19 goles. Sin embargo, ese fue su mejor a?o. Nunca m?s alcanz? esas cifras y fue de m?s a menos de manera progresiva, perdiendo la titularidad hasta desaparecer de las convocatorias por una lesi?n cr?nica de espalda. Pero viendo la mayor?a de partidos desde la banda, se mantuvo fiel al club de su vida. La Lazio consider? no solamente que era un buen delantero suplente, sino también un hombre de valores y de respeto. “Es muy buena persona y fue un muy buen compa?ero”, nos cuenta un exjugador del Barça que comparti? vestuario con Simone en el conjunto ‘laziale’. Sin llegar a ser una leyenda, en el Ol?mpico dej? una huella imborrable.
https://www.uc-4u.com/clip/0f658351-1ca6-4be2-bf5d-89b6b6f25582_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Simone Inzaghi ha llevado al Inter a la final de la Champions en su segunda temporada
| AFP
Lo de Filippo fue otra historia. Se pas? la vida goleando. Con el Piacenza, con el Atalanta, con la Juventus y con el Milan. All? donde estuvo lo bord?, exceptuando un ?nico a?o en el Parma en el que solamente anot? dos goles, aunque alguien le vio potencial para firmarlo para el Atalanta, donde explot? marcando 24 tantos antes de fichar por la Juve en 1997. En Tur?n sum? 89 goles en cinco temporadas, hasta que Silvio Berlusconi se obsesion? con regalarle a Carlo Ancelotti un equipo para conquistar la Champions. Inzaghi lleg? a Mil?n por una cifra cercana a los 20 millones de euros para completar un t?ndem inolvidable con Andriy Shevchenko. El resto es historia. 126 goles en 300 partidos como ‘rossonero’, dos Scudetti, dos Champions, una copa, dos supercopas y un Mundial de Clubes.
Simone busca desde el banquillo del Inter la Champions que su hermano logr? en el césped con el Milan
Direcciones opuestas
Los caminos de los Inzaghi no se parecen en nada, aunque ambos acaban en éxito. Filippo transit? por una autopista sin peajes durante media vida y Simone est? cogiendo velocidad de crucero a los 47 a?os y desde una posici?n m?s cerebral que intuitiva. Todo lo contrario que su hermano, al que le dieron demasiado pronto el caramelo de entrenar al Milan y quien seguir? luchando con la Reggina para conseguir el ascenso a la Serie Ala pr?xima temporada.
https://www.uc-4u.com/clip/65ae959f-873d-4669-b8aa-01573ed87541_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Filippo celebra el primer gol del Milan en la final de Atenas de 2007
| EFE
El caso de los Inzaghi es paradigm?tico. A Filippo no le ha ido demasiado bien. Berlusconi quem? a tres hist?ricos de un plumazo sin que ninguno de ellos tuviera experiencia previa en los banquillos. ‘Il Cavaliere’ puso, en cuatro a?os, a Clarence Seedorf, Pippo Inzaghi y Gennaro Gattuso al frente del peor proyecto de su etapa como presidente del club. Evidentemente no funcionaron. Tras un a?o en el Milan, el Inzaghi mayor decidi? rebajar el list?n. Cogi? al Venecia en la Lega Pro y lo subi? a la Serie B, en la que consigui? acabar en zona de promoci?n de ascenso, sin llegar a conseguirlo. Pero su buen papel le vali? para volver a la Serie A con el Bolonia: dos victorias en 21 partidos y destituido a media temporada. En la Serie B no le va mal a Pippo. Ascenso a la m?xima categor?a con el Benevento (aunque ca?da en el primer a?o en pen?ltima posici?n); promoci?n con el Brescia (acab? cesado por no conseguir el ascenso) y séptima posici?n esta temporada con la Reggina, con la que tiene dos a?os m?s de contrato.
La estela de Conte
La trayectoria de Simone en los banquillos pinta mucho mejor. En abril de 2016, y tras haber entrenado en las categor?as inferiores, Claudio Lotito le dio el mando del primer equipo de la Lazio como sustituto –inicialmente temporal– de Stefano Pioli, el actual técnico del Milan. Simone Inzaghi deb?a dirigir al equipo durante dos meses, hasta final de temporada, pero se qued? cinco a?os y medio al frente de los ‘biancocelesti’. El peque?o de los hermanos hizo evolucionar su juego y equilibr? a un equipo falto de alegr?as. En cada una de las cinco temporadas disput? competici?n europea y se plant? dos veces en la final de Coppa: una la perdi? ante la Juventus y otra la gan? frente al Atalanta. De hecho, Simone Inzaghi ha levantado tres copas italianas en las ?ltimas cinco temporadas. Las ?ltimas dos, con el Inter, que le dobl? el salario tras la dimisi?n de Antonio Conte.
El Inter de Simone Inzaghi no es tan distinto al Inter de Conte. Se organiza con tres defensas y dos carrileros, tres centrocampistas y dos delanteros goleadores y complementarios. Lo ?nico que ha cambiado en los ?ltimos tiempos es la titularidad en la medular de Calhanoglu en lugar de Brozovic, una decisi?n que ha dotado a los ‘nerazzurri’ de m?s pegada. Hoy, en el Atatürk, Simone busca la coronaci?n. Quiere una Champions, como su hermano. Filippo logr? un par a base de goles. ?l puede conquistarla dando instrucciones desde el banquillo. Dos caminos, el mismo objetivo.
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M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Los hermanos Inzaghi se intercambiaron los papeles. Hasta su retirada como futbolistas, quien copaba las portadas y llenaba los telediarios con sus goles y trofeos era Filippo. Un chico introvertido que explotaba cada vez que pisaba un terreno de juego. Un terremoto. Un volc?n que entraba en erupci?n cuando sus botas alcanzaban el ?rea. Un jugador al que no le hizo falta poseer la finura técnica de otros compa?eros para consagrarse como uno de los grandes goleadores del siglo XXI y llevar al Milan a conquistar dos Champions Leagueen los a?os 2000. Los met?a de todas las maneras, incluso peg?ndole mal al bal?n o de rebote, como en la final de Atenas ante el Liverpool, en 2007, en la que desvi? con la espalda un lanzamiento de falta de Andrea Pirlo. Ese primer gol lo celebr? como si lo hubiera marcado de chilena. De hecho, as? los celebraba todos: carrera r?pida, brazos descontrolados y gritos de alegr?a. Ese era Filippo Inzaghi.
Su hermano no fue tan prol?fico. Simone también fue delantero centro, pero ni de lejos lleg? a la cifra de goles de Filippo. Tampoco tuvo un éxito remarcable a nivel de t?tulos, pese a estar nueve a?os y medio en un club con aspiraciones como la Lazio. Ni siquiera sus carreras tuvieron la misma duraci?n. Filippo se retir? tras 18 a?os en la élite. Simone tuvo suficiente con 13 a?os como profesional y decidi? dejarlo en 2010, dos a?os antes que su hermano, pese a ser incluso m?s joven. Filippo y Simone no tienen la misma edad –Pippo es tres a?os mayor–, aunque parezcan mellizos.
Acostumbrado a ser suplente y a disputar pocos minutos, Simone acab? marcando 70 goles en 253 partidos oficiales. La mayor?a de ellos con la Lazio, club que lo fich? en 1999 tras un primer a?o excepcional en el Piacenza, el club de su ciudad natal y en el que también debut? y destac? varias temporadas antes su hermano. Sus 15 goles en 31 partidos le valieron para que el conjunto romano se fijara en él y lo sacara de su zona de confort a los 23 a?os. En su primera temporada marc? 19 goles. Sin embargo, ese fue su mejor a?o. Nunca m?s alcanz? esas cifras y fue de m?s a menos de manera progresiva, perdiendo la titularidad hasta desaparecer de las convocatorias por una lesi?n cr?nica de espalda. Pero viendo la mayor?a de partidos desde la banda, se mantuvo fiel al club de su vida. La Lazio consider? no solamente que era un buen delantero suplente, sino también un hombre de valores y de respeto. “Es muy buena persona y fue un muy buen compa?ero”, nos cuenta un exjugador del Barça que comparti? vestuario con Simone en el conjunto ‘laziale’. Sin llegar a ser una leyenda, en el Ol?mpico dej? una huella imborrable.
https://www.uc-4u.com/clip/0f658351-1ca6-4be2-bf5d-89b6b6f25582_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Simone Inzaghi ha llevado al Inter a la final de la Champions en su segunda temporada
| AFP
Lo de Filippo fue otra historia. Se pas? la vida goleando. Con el Piacenza, con el Atalanta, con la Juventus y con el Milan. All? donde estuvo lo bord?, exceptuando un ?nico a?o en el Parma en el que solamente anot? dos goles, aunque alguien le vio potencial para firmarlo para el Atalanta, donde explot? marcando 24 tantos antes de fichar por la Juve en 1997. En Tur?n sum? 89 goles en cinco temporadas, hasta que Silvio Berlusconi se obsesion? con regalarle a Carlo Ancelotti un equipo para conquistar la Champions. Inzaghi lleg? a Mil?n por una cifra cercana a los 20 millones de euros para completar un t?ndem inolvidable con Andriy Shevchenko. El resto es historia. 126 goles en 300 partidos como ‘rossonero’, dos Scudetti, dos Champions, una copa, dos supercopas y un Mundial de Clubes.
Simone busca desde el banquillo del Inter la Champions que su hermano logr? en el césped con el Milan
Direcciones opuestas
Los caminos de los Inzaghi no se parecen en nada, aunque ambos acaban en éxito. Filippo transit? por una autopista sin peajes durante media vida y Simone est? cogiendo velocidad de crucero a los 47 a?os y desde una posici?n m?s cerebral que intuitiva. Todo lo contrario que su hermano, al que le dieron demasiado pronto el caramelo de entrenar al Milan y quien seguir? luchando con la Reggina para conseguir el ascenso a la Serie Ala pr?xima temporada.
https://www.uc-4u.com/clip/65ae959f-873d-4669-b8aa-01573ed87541_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Filippo celebra el primer gol del Milan en la final de Atenas de 2007
| EFE
El caso de los Inzaghi es paradigm?tico. A Filippo no le ha ido demasiado bien. Berlusconi quem? a tres hist?ricos de un plumazo sin que ninguno de ellos tuviera experiencia previa en los banquillos. ‘Il Cavaliere’ puso, en cuatro a?os, a Clarence Seedorf, Pippo Inzaghi y Gennaro Gattuso al frente del peor proyecto de su etapa como presidente del club. Evidentemente no funcionaron. Tras un a?o en el Milan, el Inzaghi mayor decidi? rebajar el list?n. Cogi? al Venecia en la Lega Pro y lo subi? a la Serie B, en la que consigui? acabar en zona de promoci?n de ascenso, sin llegar a conseguirlo. Pero su buen papel le vali? para volver a la Serie A con el Bolonia: dos victorias en 21 partidos y destituido a media temporada. En la Serie B no le va mal a Pippo. Ascenso a la m?xima categor?a con el Benevento (aunque ca?da en el primer a?o en pen?ltima posici?n); promoci?n con el Brescia (acab? cesado por no conseguir el ascenso) y séptima posici?n esta temporada con la Reggina, con la que tiene dos a?os m?s de contrato.
La estela de Conte
La trayectoria de Simone en los banquillos pinta mucho mejor. En abril de 2016, y tras haber entrenado en las categor?as inferiores, Claudio Lotito le dio el mando del primer equipo de la Lazio como sustituto –inicialmente temporal– de Stefano Pioli, el actual técnico del Milan. Simone Inzaghi deb?a dirigir al equipo durante dos meses, hasta final de temporada, pero se qued? cinco a?os y medio al frente de los ‘biancocelesti’. El peque?o de los hermanos hizo evolucionar su juego y equilibr? a un equipo falto de alegr?as. En cada una de las cinco temporadas disput? competici?n europea y se plant? dos veces en la final de Coppa: una la perdi? ante la Juventus y otra la gan? frente al Atalanta. De hecho, Simone Inzaghi ha levantado tres copas italianas en las ?ltimas cinco temporadas. Las ?ltimas dos, con el Inter, que le dobl? el salario tras la dimisi?n de Antonio Conte.
El Inter de Simone Inzaghi no es tan distinto al Inter de Conte. Se organiza con tres defensas y dos carrileros, tres centrocampistas y dos delanteros goleadores y complementarios. Lo ?nico que ha cambiado en los ?ltimos tiempos es la titularidad en la medular de Calhanoglu en lugar de Brozovic, una decisi?n que ha dotado a los ‘nerazzurri’ de m?s pegada. Hoy, en el Atatürk, Simone busca la coronaci?n. Quiere una Champions, como su hermano. Filippo logr? un par a base de goles. ?l puede conquistarla dando instrucciones desde el banquillo. Dos caminos, el mismo objetivo.
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