الريــم
06-09-2023, 01:32 PM
Miquel Barcel?, un gigante del arte internacional, lleg? ayer a Asturias desde su Mallorca natal y lo primero que quiso hacer fue degustar un "bodeg?n" muy de aqu?: b?garos, sidra, queso de Cabrales y jam?n asado. El motivo de su visita no es gastron?mico: invitado de lujo en la III Semana Profesional del Arte de Oviedo, ma?ana dar? una conferencia en el teatro Filarm?nica a las 12.30 horas. No faltar?n citas con el Prerrom?nico o el Museo de Bellas Artes. Y con una buena fabada. La Nueva Espa?a, del grupo Prensa Ibérica, comparti? mesa y mantel con el premio "Pr?ncipe de Asturias" de las Artes en 2003 y entre bocado y bocado y cul?n y cul?n, Barcel? (Felanitx, 1957) habl? largo y tendido de arte, recuerdos, buceo, desaf?os, inquietudes. De vida. A su lado, su pareja, la artista australiana Tamar.
–Siempre es m?s divertido vivir con alguien que comparte tu visi?n del mundo. La vida del pintor es especial. Viene a nadar cada d?a conmigo. En Australia son muy f?sicos.
El mar ba?a la conversaci?n desde el principio: "Bucear es lo que m?s me gusta hacer fuera del arte. Es lo m?s parecido a pintar. Y leer. Son tres actividades en las que est?s concentrado en otra cosa. Como en una burbuja. No pienso al bucear. Veo lo que hay alrededor. En Mallorca buceamos desde ni?os. Pescaba much?simos pulpos. Y meros. A diario, con mi arp?n. Luego empecé a leer sobre pecios y arqueolog?a, y a entender m?s la ecolog?a y tenerlo en cuenta al pescar".
El cambio clim?tico se percibe antes debajo del agua: "El desequilibrio es m?s radical. Vas a Grecia y encuentras especies tropicales en sitios donde no deber?a haber. Los buzos somos como un club, nos gusta visitar aguas de todo el mundo, o donde se pueda. Nunca he buceado en el Cant?brico, y debe estar bien. Me gustar?a".
Volvemos a tierra firme. Quien acuda ma?ana al Filarm?nica no debe esperar mensajes: "No he preparado nada. Los artistas no tenemos ideas que lanzar. Hacemos nuestro trabajo y a veces no somos capaces de describirlo".
Le pegan etiquetas desde hace mucho tiempo. Icono del arte mundial, por ejemplo: "He tenido tantas que unas se me caen y otras nuevas se me van pegando. Cuando empezaba me llamaban ‘joven salvaje’, Caray, pensaba, yo salvaje no soy, m?s bien soy muy le?do. Lo mejor es no protestar. Total, no decides t?. Es incluso gracioso. No influye ni en mi trabajo ni en la mirada del espectador sobre él. Es pasajero".
Hablemos de su ?ltimo desaf?o: "Una cer?mica muy grande en Mallorca. Es como una cueva y de un solo pedazo, ya sabes que en cer?mica es muy dif?cil hacer cosas tan grandes, de seis o siete mil kilos. Y puedes entrar en ella. Una cueva port?til. Me gusta mucho porque es como llevar el Paleol?tico al siglo XXI. Siempre hab?amos pensado que el inicio de la pintura era la renacentista, pero yo intento dialogar con los pintores de antes. Me gusta mucho ensanchar la mirada al pasado. Es una obra técnicamente compleja y con el covid me he retrasado bastante, pero estoy a punto de acabar. En eso estoy".
Casi nunca hace encargos, "media docena quiz?. Lo que me gusta es no saber qué voy a hacer. Mi situaci?n preferida es decidir cada d?a. Experimentar, probar... Y fracasar". Si las paredes de su estudio hablasen... "Me dar?an patadas en el culo, me insultar?an... A menudo los fracasos, con el paso del tiempo, son lo que m?s me interesa. Es un poco ir?nico".
Llega un plato de jam?n asado y Barcel? promete probar "todo lo que me deis". No est? acostumbrado a hacer entrevistas "mientras nos damos un fest?n. Aqu? a la gente la sabéis tratar muy bien. Cuando vine por el premio estaba mi foto por toda la ciudad. Me sent?a como un Rey Mago. Hice muy buenos amigos: Susan Sontag, Ryszard Kapuscinski..."
"La sidra en Francia es m?s dulce", paladea, antes de volver a asuntos art?sticos: "Mantener la fidelidad a uno mismo no me cuesta. Soy muy cabezota. Mis prioridades son claras. El trabajo es la principal. En momentos que tuve dudas, lo mandé todo al cuerno para concentrarme. Por eso me fui a ?frica, para poder pintar y no estar haciendo el tonto en los salones".
No le preocupa su "cotizaci?n" en la Bolsa del mercado art?stico: "Siempre lo acabas sabiendo pero no tiene mucha importancia que lo sepa porque no cambia nada. No lo decido yo. Y, francamente, no me interesa mucho. Nunca ha sido mi objetivo". Cuando era bastante joven, recuerda, "viajaba mucho y pinté muchos sitios distintos. Durante 40 a?os estuve pintando entre ?frica, Par?s y Mallorca. No fui n?mada porque eso significa ir a lugares donde nunca has estado. Yo practicaba la trashumancia, haciendo el mismo circuito".
Sus ra?ces de pueblo pescador marcan: "Uno intenta aprovechar lo que tiene. Conozco todos los nombres de los peces y las plantas, de los ?rboles y de los p?jaros. Lo intento transmitir pero a la gente joven no le interesa o no lo ve ?til. Distinguir un abedul de un abeto es conocimiento. Sabidur?a. Como la pintura. Un trabajo intelectual. Todo eso sirve. Con 15 a?os pensaba: no se puede ser un artista famoso siendo de Mallorca, es como si eres de Disneylandia. Luego pensé: eres lo que eres. Pensaba que una ensaimada no es algo que uno pudiera pintar, que solo la gente de mi pueblo sabr?n lo que es. En cambio, he pintado muchas veces formas en espiral y si funciona pl?sticamente el resto da igual. De lo local puedes hacer algo universal".
Leer todos los d?as es irrenunciable: "Siempre pensé que la pintura y la lectura son como vasos comunicantes. Un exceso de pintura lo compensas leyendo. Porque no es visual, leer me equilibra, no sé explicarlo muy bien. Lo que leo no tiene nada que ver con lo que estoy haciendo, es como ir a nadar o correr. No puedo hacerlo mirando pel?culas".
Inteligencia Artificial: "Ya nos afecta a todos. Ves una noticia en el telediario y te preguntas si es verdad o no. Sistem?ticamente. Ese descrédito de lo real empez? con Trump. Realidad y ficci?n se solapan. Eso me da miedo. Y que los gobiernos intenten regularlo me da m?s miedo a?n. En arte, los falsificadores copiaban lo que exist?a, pero la IA crea im?genes que no existen. El arte tiene que ir m?s all?. Es un reto interesante".
Memorias de ?frica: "Aprend? all? las pocas cosas que sigo usando y desaprend? las que no. Te cambia los esquemas. Viv?a en la ?frica m?s dura, con gente con problemas muy graves de subsistencia. Vi llegar el islamismo. Les ense?aba lo que pintaba. Los ni?os de mis vecinos son ahora se?ores. Cuarenta a?os all? ?eh?"
"Cosa de viejos"
Pintar es cosas de viejo, dijo en cierta ocasi?n, y es que "se aprende muy despacio, al menos en la pintura que me gusta, compleja. Para eso hay que empezar muy joven, también". Dibujar es una forma de mirar el mundo "de entenderlo. Voy a los museos con un l?piz". Ha introducido en su obra el tema taurino, "muy pol?tico ahora porque es un mundo que va a desaparecer. Me gusta la historia de la pintura de tauromaquia, aunque casi toda es mala. El bodeg?n es una mesa llena de cosas, y una plaza de toros es un poco eso, un espacio cerrado con luz, muy ordenado, sombra, reloj, vida, dolor, sangre, muerte... Como el gran teatro barroco. Cuando hago una exposici?n sobre ello recibo cr?ticas de que hago apolog?a de la tortura animal. Qué curioso. Yo no pinto toros, pinto cuadros de toros, algo puramente intelectual. Cézanne pintaba manzanas por el color, la forma, pero no se las com?a, le gustaban las naranjas". ?Lo que m?s le irrita del mundo del arte? "La tonter?a, pero en general. Vivimos un mundo muy decadente". El ruido pol?tico le afecta poco, "soy muy escéptico".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/miquel-barcelo-gusta-experimentar-fracasar-88491966)
–Siempre es m?s divertido vivir con alguien que comparte tu visi?n del mundo. La vida del pintor es especial. Viene a nadar cada d?a conmigo. En Australia son muy f?sicos.
El mar ba?a la conversaci?n desde el principio: "Bucear es lo que m?s me gusta hacer fuera del arte. Es lo m?s parecido a pintar. Y leer. Son tres actividades en las que est?s concentrado en otra cosa. Como en una burbuja. No pienso al bucear. Veo lo que hay alrededor. En Mallorca buceamos desde ni?os. Pescaba much?simos pulpos. Y meros. A diario, con mi arp?n. Luego empecé a leer sobre pecios y arqueolog?a, y a entender m?s la ecolog?a y tenerlo en cuenta al pescar".
El cambio clim?tico se percibe antes debajo del agua: "El desequilibrio es m?s radical. Vas a Grecia y encuentras especies tropicales en sitios donde no deber?a haber. Los buzos somos como un club, nos gusta visitar aguas de todo el mundo, o donde se pueda. Nunca he buceado en el Cant?brico, y debe estar bien. Me gustar?a".
Volvemos a tierra firme. Quien acuda ma?ana al Filarm?nica no debe esperar mensajes: "No he preparado nada. Los artistas no tenemos ideas que lanzar. Hacemos nuestro trabajo y a veces no somos capaces de describirlo".
Le pegan etiquetas desde hace mucho tiempo. Icono del arte mundial, por ejemplo: "He tenido tantas que unas se me caen y otras nuevas se me van pegando. Cuando empezaba me llamaban ‘joven salvaje’, Caray, pensaba, yo salvaje no soy, m?s bien soy muy le?do. Lo mejor es no protestar. Total, no decides t?. Es incluso gracioso. No influye ni en mi trabajo ni en la mirada del espectador sobre él. Es pasajero".
Hablemos de su ?ltimo desaf?o: "Una cer?mica muy grande en Mallorca. Es como una cueva y de un solo pedazo, ya sabes que en cer?mica es muy dif?cil hacer cosas tan grandes, de seis o siete mil kilos. Y puedes entrar en ella. Una cueva port?til. Me gusta mucho porque es como llevar el Paleol?tico al siglo XXI. Siempre hab?amos pensado que el inicio de la pintura era la renacentista, pero yo intento dialogar con los pintores de antes. Me gusta mucho ensanchar la mirada al pasado. Es una obra técnicamente compleja y con el covid me he retrasado bastante, pero estoy a punto de acabar. En eso estoy".
Casi nunca hace encargos, "media docena quiz?. Lo que me gusta es no saber qué voy a hacer. Mi situaci?n preferida es decidir cada d?a. Experimentar, probar... Y fracasar". Si las paredes de su estudio hablasen... "Me dar?an patadas en el culo, me insultar?an... A menudo los fracasos, con el paso del tiempo, son lo que m?s me interesa. Es un poco ir?nico".
Llega un plato de jam?n asado y Barcel? promete probar "todo lo que me deis". No est? acostumbrado a hacer entrevistas "mientras nos damos un fest?n. Aqu? a la gente la sabéis tratar muy bien. Cuando vine por el premio estaba mi foto por toda la ciudad. Me sent?a como un Rey Mago. Hice muy buenos amigos: Susan Sontag, Ryszard Kapuscinski..."
"La sidra en Francia es m?s dulce", paladea, antes de volver a asuntos art?sticos: "Mantener la fidelidad a uno mismo no me cuesta. Soy muy cabezota. Mis prioridades son claras. El trabajo es la principal. En momentos que tuve dudas, lo mandé todo al cuerno para concentrarme. Por eso me fui a ?frica, para poder pintar y no estar haciendo el tonto en los salones".
No le preocupa su "cotizaci?n" en la Bolsa del mercado art?stico: "Siempre lo acabas sabiendo pero no tiene mucha importancia que lo sepa porque no cambia nada. No lo decido yo. Y, francamente, no me interesa mucho. Nunca ha sido mi objetivo". Cuando era bastante joven, recuerda, "viajaba mucho y pinté muchos sitios distintos. Durante 40 a?os estuve pintando entre ?frica, Par?s y Mallorca. No fui n?mada porque eso significa ir a lugares donde nunca has estado. Yo practicaba la trashumancia, haciendo el mismo circuito".
Sus ra?ces de pueblo pescador marcan: "Uno intenta aprovechar lo que tiene. Conozco todos los nombres de los peces y las plantas, de los ?rboles y de los p?jaros. Lo intento transmitir pero a la gente joven no le interesa o no lo ve ?til. Distinguir un abedul de un abeto es conocimiento. Sabidur?a. Como la pintura. Un trabajo intelectual. Todo eso sirve. Con 15 a?os pensaba: no se puede ser un artista famoso siendo de Mallorca, es como si eres de Disneylandia. Luego pensé: eres lo que eres. Pensaba que una ensaimada no es algo que uno pudiera pintar, que solo la gente de mi pueblo sabr?n lo que es. En cambio, he pintado muchas veces formas en espiral y si funciona pl?sticamente el resto da igual. De lo local puedes hacer algo universal".
Leer todos los d?as es irrenunciable: "Siempre pensé que la pintura y la lectura son como vasos comunicantes. Un exceso de pintura lo compensas leyendo. Porque no es visual, leer me equilibra, no sé explicarlo muy bien. Lo que leo no tiene nada que ver con lo que estoy haciendo, es como ir a nadar o correr. No puedo hacerlo mirando pel?culas".
Inteligencia Artificial: "Ya nos afecta a todos. Ves una noticia en el telediario y te preguntas si es verdad o no. Sistem?ticamente. Ese descrédito de lo real empez? con Trump. Realidad y ficci?n se solapan. Eso me da miedo. Y que los gobiernos intenten regularlo me da m?s miedo a?n. En arte, los falsificadores copiaban lo que exist?a, pero la IA crea im?genes que no existen. El arte tiene que ir m?s all?. Es un reto interesante".
Memorias de ?frica: "Aprend? all? las pocas cosas que sigo usando y desaprend? las que no. Te cambia los esquemas. Viv?a en la ?frica m?s dura, con gente con problemas muy graves de subsistencia. Vi llegar el islamismo. Les ense?aba lo que pintaba. Los ni?os de mis vecinos son ahora se?ores. Cuarenta a?os all? ?eh?"
"Cosa de viejos"
Pintar es cosas de viejo, dijo en cierta ocasi?n, y es que "se aprende muy despacio, al menos en la pintura que me gusta, compleja. Para eso hay que empezar muy joven, también". Dibujar es una forma de mirar el mundo "de entenderlo. Voy a los museos con un l?piz". Ha introducido en su obra el tema taurino, "muy pol?tico ahora porque es un mundo que va a desaparecer. Me gusta la historia de la pintura de tauromaquia, aunque casi toda es mala. El bodeg?n es una mesa llena de cosas, y una plaza de toros es un poco eso, un espacio cerrado con luz, muy ordenado, sombra, reloj, vida, dolor, sangre, muerte... Como el gran teatro barroco. Cuando hago una exposici?n sobre ello recibo cr?ticas de que hago apolog?a de la tortura animal. Qué curioso. Yo no pinto toros, pinto cuadros de toros, algo puramente intelectual. Cézanne pintaba manzanas por el color, la forma, pero no se las com?a, le gustaban las naranjas". ?Lo que m?s le irrita del mundo del arte? "La tonter?a, pero en general. Vivimos un mundo muy decadente". El ruido pol?tico le afecta poco, "soy muy escéptico".
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