الريــم
06-05-2023, 09:10 AM
El PP ha conseguido un nuevo objetivo en Andaluc?a. Ya en las auton?micas del pasado junio logr? que se venciera el miedo a votar a la derecha. De eso ha presumido mucho Juan Manuel Moreno, que repite que muchos andaluces que nunca hab?an cogido una papeleta del PP dieron ese paso el pasado 19 de junio de 2022, fecha de las auton?micas de la mayor?a absoluta al PP. El objetivo del pasado 28 de mayo era ir un paso m?s y aquilatar al PP no como el partido favorito de los andaluces o el que m?s se parec?a a Andaluc?a, el de las clases medias o las grandes ciudades. El salto era para consolidar el voto prestado desde las filas socialistas y penetrar en la zona rural, de interior, en los peque?os municipios, donde el centro derecha nunca hab?a logrado vencer las resistencias. Un éxito que Moreno defiende se ha logrado "desde el centro y sin Vox". "Objetivo cumplido", se?alan desde la direcci?n andaluza. El PP ha obtenido representaci?n en 71 municipios donde nunca hab?a logrado concejales y ha ganado en 171 de los 527 municipios de menos de 5.000 habitantes que eran la cuota 'pata negra' del PSOE. Datos que leen con el mismo entusiasmo que la n?mina de relumbr?n: seis Diputaciones y las ocho capitales de provincia. Al final el 8x8, que parec?a una locura, se ha quedado en 8x6. Un resultado hist?rico. Otro.
Sin Vox y con moderaci?n
Andaluc?a dej? de ser un fort?n electoral del PSOE hace un a?o. La pérdida de apoyos ha sido paulatina desde hace una década pero se ha acelerado de forma definitiva tras perder la Junta andaluza en 2018. Desde entonces, la debacle no para de empeorar. Los resultados del 28 de mayo sellan ese hundimiento. En esta ocasi?n no tanto por la pérdida de votos como por el grave retroceso en poder institucional: se pierden cuatro capitales andaluzas y cuatro diputaciones. El ?nico sostén institucional del PSOE est? en las diputaciones de Sevilla y Huelva. D?as atr?s, en una entrevista en 7TV, Juan Espadas, l?der del PSOE-A, asegur? que "el PP perdi? durante 37 a?os porque la historia no comenz? con Juanma Moreno. Hay que normalizar las victorias y las derrotas". Ese mensaje incendi? algunos grupos de Whatsapp socialistas. Los socialistas parecen asumir que se encaminan a una traves?a del desierto y a un cambio de ciclo pol?tico que puede ser tan largo como el que vivi? casi cuatro décadas el PP. Entonces, eran los populares quienes dec?a que estaban "acostumbrados a perder", como recoge una entrevista al entonces secretario general del PP-A y hoy consejero de Presidencia, Antonio Sanz, en 2003 en El Pa?s. A?n le quedar?an 15 a?os de oposici?n.
Sin querer pasarse de euforia y sin tiempo para haber saboreado la miel del segundo éxito electoral en Andaluc?a en un a?o, el PP sabe que atesora ahora mismo m?s poder en Andaluc?a del que nunca ha tenido un partido. Ni el PSOE en su mejor momento pudo hacer coincidir los gobiernos de las ocho capitales andaluzas con una mayor?a absoluta de 58 diputados en la Junta de Andaluc?a. El cambio de ciclo, dicen en el PP, ha venido para quedarse y Moreno quiere hacer valer su forma de entender la pol?tica, "desde el centro y la moderaci?n", en Madrid. El pasado martes, cuando acudi? a la Junta Directiva del PP en Madrid, el principal mensaje que el bar?n andaluz llev? en la cartera pasaba por pedir que se aplazaran los pactos con Vox.
Su "mili" con Abascal
Moreno presume siempre de tener "una mili" de pactos con el partido de Santiago Abascal y le gusta practicar con ellos una especie de psicolog?a inversa que lleva a que elijan lo que menos les interesa realmente. Lo logr? en 2018, cuando negoci? su investidura. Moreno obtuvo en esas elecciones, que gan? el PSOE, el menor n?mero de votos de su partido en Andaluc?a en la serie hist?rica. Sin embargo, gobern? sin ser la lista m?s votada. Lo hizo en coalici?n con Cs y con Vox fuera del Gobierno, en un acuerdo de investidura que tard? en cerrarse apenas dos semanas. Vox puso sobre un papel todos los asuntos que a Moreno le dan alergia, llevando la negociaci?n al epicentro de la guerra ideol?gica o cultural de la que el bar?n andaluz huye como la peste. Expulsi?n de inmigrantes irregulares, supresi?n de “chiringuitos de género”, negaci?n de la violencia machista, destrucci?n de las autonom?as, “pin parental” en las escuelas, aborto, familia tradicional... El acuerdo de investidura suaviz? muchos de esos puntos y la realidad es que, durante la legislatura, la mayor?a no se cumplieron o se hicieron sin apuesta presupuestaria real y de cara a la galer?a, como ocurri? con el teléfono de la violencia intrafamiliar. S? hubo concesiones como las ayudas a asociaciones antiabortistas (https://www.epe.es/es/politica/20221119/pp-mantiene-andalucia-conquistas-ayudas-antiabortistas-violencia-intrafamiliar-78764056), que hoy siguen en el Presupuesto del PP con mayor?a absoluta.
El PP andaluz sell? dos presupuestos m?s con Vox, aparte de esa investidura, y el partido de Santiago Abascal fue ‘tragando’ con el Gobierno del cambio, d?ndole algunos sustos a Moreno hasta conducirlo a la convocatoria urgente de elecciones el pasado junio. Fue otra jugada maestra. Durante toda la campa?a andaluza, que se produjo después de que en Castilla y Le?n PP y Vox sellaran un acuerdo de coalici?n, Moreno logr? convencer a los votantes socialistas de que solo d?ndole su apoyo podr?an evitar a Macarena Olona como vicepresidenta en la Junta. As? mientras el dirigente andaluz ped?a “una mayor?a suficiente”, el PSOE y la izquierda azuzaban el miedo a la extrema derecha metiendo, si saberlo, puntos en la canasta de Moreno. Es lo que el presidente andaluz ha practicado y receta: ignorar la guerra cultural, no entrar al choque con Vox, tratar de “normalizar” este partido y achicarle el espacio sin darles poder. “Vox est? normalizado y pactar con este partido no pasa factura”, defienden desde la mayor?a absoluta andaluza quienes cuatro a?os antes hab?an negociado con los de Abascal la investidura del primer gobierno no socialista de la historia de Andaluc?a.
Vox, aprendido
Moreno aconseja a los barones de otros territorios que no se precipiten en los pactos con Vox. Que cojan aire y se den tiempo. La extreme?a Mar?a Guardiola estar?a en una tesitura similar a la que el andaluz tuvo en 2018, con la diferencia de que ahora Vox est? aprendido. Aquello de apoyar a los gobiernos desde fuera sin cuotas de poder pas? a la historia en Castilla y Le?n y los de Abascal quieren tocar poder, al menos, en la Comunidad Valenciana y Baleares. El presidente andaluz narra su experiencia a quien quiere o?rlo dentro de su partido. A Vox se le gana, dice, sin enfrentarse a ellos y d?ndole capotazos. ?l nunca ha negado la violencia de género, se define andalucista frente a un partido que reh?ye las autonom?as como la peste, lleva el pin de la agenda 2030 que a los de Abascal les da sarpullidos, no niega el cambio clim?tico ni abraza el argumentario de la derecha extrema, como hace Isabel D?az Ayuso. Moreno logr? consolidarse como un l?der de centro moderado ante los votantes andaluces pese a que lleg? a la Junta gracias a Vox. Logr? que eso se borrara esgrimiendo que el deseo de cambio tras 37 a?os ininterrumpidos de gobiernos socialistas bien val?a un acuerdo con Abascal. Ese pacto no le ha pasado factura hasta la fecha. En esta f?rmula de relaci?n con Vox se mira Alberto N??ez Feij?o en su carrera hacia la Moncloa. No se sabe si el resto de barones populares le har?n caso y se fiar?n de “su mili” con la extrema derecha. ?l desde luego est? intentado que en las estructuras territoriales del partido cale su partitura.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/moreno-gana-maniobra-frenar-pactos-88308798)
Sin Vox y con moderaci?n
Andaluc?a dej? de ser un fort?n electoral del PSOE hace un a?o. La pérdida de apoyos ha sido paulatina desde hace una década pero se ha acelerado de forma definitiva tras perder la Junta andaluza en 2018. Desde entonces, la debacle no para de empeorar. Los resultados del 28 de mayo sellan ese hundimiento. En esta ocasi?n no tanto por la pérdida de votos como por el grave retroceso en poder institucional: se pierden cuatro capitales andaluzas y cuatro diputaciones. El ?nico sostén institucional del PSOE est? en las diputaciones de Sevilla y Huelva. D?as atr?s, en una entrevista en 7TV, Juan Espadas, l?der del PSOE-A, asegur? que "el PP perdi? durante 37 a?os porque la historia no comenz? con Juanma Moreno. Hay que normalizar las victorias y las derrotas". Ese mensaje incendi? algunos grupos de Whatsapp socialistas. Los socialistas parecen asumir que se encaminan a una traves?a del desierto y a un cambio de ciclo pol?tico que puede ser tan largo como el que vivi? casi cuatro décadas el PP. Entonces, eran los populares quienes dec?a que estaban "acostumbrados a perder", como recoge una entrevista al entonces secretario general del PP-A y hoy consejero de Presidencia, Antonio Sanz, en 2003 en El Pa?s. A?n le quedar?an 15 a?os de oposici?n.
Sin querer pasarse de euforia y sin tiempo para haber saboreado la miel del segundo éxito electoral en Andaluc?a en un a?o, el PP sabe que atesora ahora mismo m?s poder en Andaluc?a del que nunca ha tenido un partido. Ni el PSOE en su mejor momento pudo hacer coincidir los gobiernos de las ocho capitales andaluzas con una mayor?a absoluta de 58 diputados en la Junta de Andaluc?a. El cambio de ciclo, dicen en el PP, ha venido para quedarse y Moreno quiere hacer valer su forma de entender la pol?tica, "desde el centro y la moderaci?n", en Madrid. El pasado martes, cuando acudi? a la Junta Directiva del PP en Madrid, el principal mensaje que el bar?n andaluz llev? en la cartera pasaba por pedir que se aplazaran los pactos con Vox.
Su "mili" con Abascal
Moreno presume siempre de tener "una mili" de pactos con el partido de Santiago Abascal y le gusta practicar con ellos una especie de psicolog?a inversa que lleva a que elijan lo que menos les interesa realmente. Lo logr? en 2018, cuando negoci? su investidura. Moreno obtuvo en esas elecciones, que gan? el PSOE, el menor n?mero de votos de su partido en Andaluc?a en la serie hist?rica. Sin embargo, gobern? sin ser la lista m?s votada. Lo hizo en coalici?n con Cs y con Vox fuera del Gobierno, en un acuerdo de investidura que tard? en cerrarse apenas dos semanas. Vox puso sobre un papel todos los asuntos que a Moreno le dan alergia, llevando la negociaci?n al epicentro de la guerra ideol?gica o cultural de la que el bar?n andaluz huye como la peste. Expulsi?n de inmigrantes irregulares, supresi?n de “chiringuitos de género”, negaci?n de la violencia machista, destrucci?n de las autonom?as, “pin parental” en las escuelas, aborto, familia tradicional... El acuerdo de investidura suaviz? muchos de esos puntos y la realidad es que, durante la legislatura, la mayor?a no se cumplieron o se hicieron sin apuesta presupuestaria real y de cara a la galer?a, como ocurri? con el teléfono de la violencia intrafamiliar. S? hubo concesiones como las ayudas a asociaciones antiabortistas (https://www.epe.es/es/politica/20221119/pp-mantiene-andalucia-conquistas-ayudas-antiabortistas-violencia-intrafamiliar-78764056), que hoy siguen en el Presupuesto del PP con mayor?a absoluta.
El PP andaluz sell? dos presupuestos m?s con Vox, aparte de esa investidura, y el partido de Santiago Abascal fue ‘tragando’ con el Gobierno del cambio, d?ndole algunos sustos a Moreno hasta conducirlo a la convocatoria urgente de elecciones el pasado junio. Fue otra jugada maestra. Durante toda la campa?a andaluza, que se produjo después de que en Castilla y Le?n PP y Vox sellaran un acuerdo de coalici?n, Moreno logr? convencer a los votantes socialistas de que solo d?ndole su apoyo podr?an evitar a Macarena Olona como vicepresidenta en la Junta. As? mientras el dirigente andaluz ped?a “una mayor?a suficiente”, el PSOE y la izquierda azuzaban el miedo a la extrema derecha metiendo, si saberlo, puntos en la canasta de Moreno. Es lo que el presidente andaluz ha practicado y receta: ignorar la guerra cultural, no entrar al choque con Vox, tratar de “normalizar” este partido y achicarle el espacio sin darles poder. “Vox est? normalizado y pactar con este partido no pasa factura”, defienden desde la mayor?a absoluta andaluza quienes cuatro a?os antes hab?an negociado con los de Abascal la investidura del primer gobierno no socialista de la historia de Andaluc?a.
Vox, aprendido
Moreno aconseja a los barones de otros territorios que no se precipiten en los pactos con Vox. Que cojan aire y se den tiempo. La extreme?a Mar?a Guardiola estar?a en una tesitura similar a la que el andaluz tuvo en 2018, con la diferencia de que ahora Vox est? aprendido. Aquello de apoyar a los gobiernos desde fuera sin cuotas de poder pas? a la historia en Castilla y Le?n y los de Abascal quieren tocar poder, al menos, en la Comunidad Valenciana y Baleares. El presidente andaluz narra su experiencia a quien quiere o?rlo dentro de su partido. A Vox se le gana, dice, sin enfrentarse a ellos y d?ndole capotazos. ?l nunca ha negado la violencia de género, se define andalucista frente a un partido que reh?ye las autonom?as como la peste, lleva el pin de la agenda 2030 que a los de Abascal les da sarpullidos, no niega el cambio clim?tico ni abraza el argumentario de la derecha extrema, como hace Isabel D?az Ayuso. Moreno logr? consolidarse como un l?der de centro moderado ante los votantes andaluces pese a que lleg? a la Junta gracias a Vox. Logr? que eso se borrara esgrimiendo que el deseo de cambio tras 37 a?os ininterrumpidos de gobiernos socialistas bien val?a un acuerdo con Abascal. Ese pacto no le ha pasado factura hasta la fecha. En esta f?rmula de relaci?n con Vox se mira Alberto N??ez Feij?o en su carrera hacia la Moncloa. No se sabe si el resto de barones populares le har?n caso y se fiar?n de “su mili” con la extrema derecha. ?l desde luego est? intentado que en las estructuras territoriales del partido cale su partitura.
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