الريــم
06-02-2023, 09:30 AM
La posteridad tiene raros derroteros. Y si no que se lo digan a Winifred Watson, una escritora brit?nica ca?da en el olvido, que en tan solo diez a?os, los que van de 1934 a 1945, desarroll? una trayectoria de ef?mero éxito. Después, el silencio. El cénit hab?a llegado con ‘El gran d?a de la se?orita Pettigrew’, una deliciosa comedia er?tico-sentimental que le?da hoy es una c?ndida reedici?n del cuento de la Cenicienta pero que en el momento en que apareci? (1938) su editor consider? en un primer momento excesivamente atrevida para los c?nones morales ingleses (hay que recordar que ‘El amante de Lady Chatterley’ aparecida en 1928 no se pudo publicar en Gran Breta?a hasta 1960). Por suerte, la realidad no le dio la raz?n y la novela con su viveza, sus agudos y maliciosos di?logos y su disparatada alegr?a alumbr? como una hermosa bengala los inciertos d?as previos al estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Luego lleg? la contienda y ya nadie estaba para historias de evasi?n sobre mujeres que se empoderan a base de sexo, alcohol y clubes nocturnos, por mucha intenci?n ‘mainstream’ que tuvieran. Hollywood lleg? a comprar los derechos de la novela pero el esp?ritu cenizo del momento pudo m?s y la pel?cula no se hizo. Tuvieron que pasar siete décadas para que el proyecto cristalizara en una adaptaci?n con Frances McDormand y Amy Adams en el 2008, propiciada por el feliz redescubrimiento de la obra en el 2000, éxito que la propia Watson lleg? a disfrutar a sus 94 a?os, dos antes de su muerte. También hay que recordar que la pel?cula de marras, ‘Un gran d?a para ellas’, fue un p?lido reflejo de este chispeante relato.
Watson marca con ritmo frenético -desde las 9,15 de la ma?ana hasta las bien pasadas las 3,47 de la madrugada en cap?tulos que se desarrollan sin darle al lector la posibilidad de relajarse- en el arco temporal de un d?a, el d?a D en la existencia de la protagonista, la se?orita Pettigrew titular, una mujer de 40 a?os –edad entonces considerada mucho m?s provecta que en la actualidad- institutriz e hija de p?rroco. La suya ha sido una vida gris, volcada a los dem?s sin que haya recibido por ello ninguna recompensa afectiva.
Una buena equivocaci?n, digna del mejor vodevil, hace que Pettigrew acabe como empleada de Delysia LaFosse, una joven cantante sin nada en la cabeza, que hace equilibrios para que ninguno de sus tres amantes sepa la existencia de los otros, al tiempo que se entona con champagne y rayas de coca?na. No es un tipo de vida edificante, pero para la institutriz es una ventana a la vida glamourosa que ha podido entrever en las pel?culas (y aqu? se podr?a establecer un paralelismo entre ella y la Mia Farrow de ‘La rosa p?rpura de El Cairo’) y que al fin le reporta mucha m?s felicidad que en los ambientes virtuosos y ‘decentes’ en los que ha vivido hasta el momento sin encontrar en ellos el menor rastro de comprensi?n y cari?o. Su recompensa es ser apreciada y reconocida en ese mundo inmoral.
Imposible escandalizarse por ello. Eso es lo que debieron interpretar en los a?os 30 los lectores de esta obra, hija de su tiempo. Hoy algunos comentarios declaradamente xen?fobos de la obra -no muy distintos de los que podamos leer en una obra de Agatha Christie- podr?an chocarnos y es de agradecer que nadie haya intentado depurarlos porque est?n dando informaci?n valiosa de una manera de vivir que poco tiene que ver con nuestros c?nones actuales. La edici?n de Alba recoge las ilustraciones originales de Mary Thompson que en combinaci?n con el texto llevan a no abandonar la sonrisa en ning?n momento durante la lectura. Un placer.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/critica-gran-dia-senorita-pettigrew-88204203)
Luego lleg? la contienda y ya nadie estaba para historias de evasi?n sobre mujeres que se empoderan a base de sexo, alcohol y clubes nocturnos, por mucha intenci?n ‘mainstream’ que tuvieran. Hollywood lleg? a comprar los derechos de la novela pero el esp?ritu cenizo del momento pudo m?s y la pel?cula no se hizo. Tuvieron que pasar siete décadas para que el proyecto cristalizara en una adaptaci?n con Frances McDormand y Amy Adams en el 2008, propiciada por el feliz redescubrimiento de la obra en el 2000, éxito que la propia Watson lleg? a disfrutar a sus 94 a?os, dos antes de su muerte. También hay que recordar que la pel?cula de marras, ‘Un gran d?a para ellas’, fue un p?lido reflejo de este chispeante relato.
Watson marca con ritmo frenético -desde las 9,15 de la ma?ana hasta las bien pasadas las 3,47 de la madrugada en cap?tulos que se desarrollan sin darle al lector la posibilidad de relajarse- en el arco temporal de un d?a, el d?a D en la existencia de la protagonista, la se?orita Pettigrew titular, una mujer de 40 a?os –edad entonces considerada mucho m?s provecta que en la actualidad- institutriz e hija de p?rroco. La suya ha sido una vida gris, volcada a los dem?s sin que haya recibido por ello ninguna recompensa afectiva.
Una buena equivocaci?n, digna del mejor vodevil, hace que Pettigrew acabe como empleada de Delysia LaFosse, una joven cantante sin nada en la cabeza, que hace equilibrios para que ninguno de sus tres amantes sepa la existencia de los otros, al tiempo que se entona con champagne y rayas de coca?na. No es un tipo de vida edificante, pero para la institutriz es una ventana a la vida glamourosa que ha podido entrever en las pel?culas (y aqu? se podr?a establecer un paralelismo entre ella y la Mia Farrow de ‘La rosa p?rpura de El Cairo’) y que al fin le reporta mucha m?s felicidad que en los ambientes virtuosos y ‘decentes’ en los que ha vivido hasta el momento sin encontrar en ellos el menor rastro de comprensi?n y cari?o. Su recompensa es ser apreciada y reconocida en ese mundo inmoral.
Imposible escandalizarse por ello. Eso es lo que debieron interpretar en los a?os 30 los lectores de esta obra, hija de su tiempo. Hoy algunos comentarios declaradamente xen?fobos de la obra -no muy distintos de los que podamos leer en una obra de Agatha Christie- podr?an chocarnos y es de agradecer que nadie haya intentado depurarlos porque est?n dando informaci?n valiosa de una manera de vivir que poco tiene que ver con nuestros c?nones actuales. La edici?n de Alba recoge las ilustraciones originales de Mary Thompson que en combinaci?n con el texto llevan a no abandonar la sonrisa en ning?n momento durante la lectura. Un placer.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/critica-gran-dia-senorita-pettigrew-88204203)