الريــم
05-30-2023, 10:33 PM
Cuando las murallas de Barcino se quedaron peque?as, un potentado romano construy? hacia los siglos II o III, justo fuera de ellas, su casa, una 'domus', en la actual plaza de Antoni Maura, en Barcelona. Sus descendientes se convirtieron al cristianismo y acabar?an don?ndola para convertirla en un monumento funerario que alberg? las tumbas de personajes prominentes all? por el siglo V (especulaciones, unas l?neas m?s abajo) y un mosaico de 25 metros cuadrados conservado pero actualmente no visitable (para novedades inminentes, seguir leyendo). En el exterior de ese monumento creci? un cementerio ya cristiano del que acaban de salir a la luz, durante las obras de reforma de la Via Laietana, siete tumbas de periodo tardorromano (siglos IV a V) y dos tumbas tardoantiguas (del periodo visig?tico, entre los siglos VI y VII), que se suman a dos halladas hace unos meses al otro lado de la Via Laietana.Durante las obras de Via Laietana se han excavado arqueol?gicamente las ?reas donde el subsuelo deb?a ser removido o ocupado por elementos que habr?an imposibilitado el acceso en el futuro. Si en esta esquina (frente al antiguo consulado americano, para los 'boomers') se hubiese decidido plantar plantas de romero o petunias, la excavaci?n habr?a quedado para tiempos mejores. Pero afortunadamente para los arque?logos, que sab?an que ese era un punto prometedor, justo all? se hab?a decidido plantar un ?rbol. Con sus ra?ces. As? que hubo permiso para excavar m?s hondo. Y bajo los restos de muros medievales y modernos (con pavimentos, un pozo cubierto por una rueda de molino rota, algunos silos) aparecieron las tumbas.
https://www.uc-4u.com/clip/9610c6a5-8d2e-4c62-8869-23862b60d0b4_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Necr?polis de los siglos IV a VII en la plaza Antoni Maura, excavada durante las obras de reforma de Via Laietana. En la fotograf?a, dos esqueletos de los siglos V a VI d. C. | Manu Mitru
Ese ?rea sepulcral en torno a ese monumento funerario, que se extend?a hacia la plaza Ramon Berenguer y Santa Caterina, merec?a alg?n respeto especial: durante varios siglos no se superpon?an una tumba sobre otra sino que se respetaban las inhumaciones previas. La cercan?a con el conjunto episcopal desarrollado desde la cristianizaci?n hasta la alta edad media (el palacio del obispo en la plaza de Sant Iu, el baptisterio frente a la catedral, el aula episcopal bajo el Museu Marès) ha hecho especular que se tratara del lugar de entierro de los primeros obispos de Barcelona (se hall? un anillo que apuntalaba esta hip?tesis). Y con menos fundamento, incluso, que podr?a haber sido el mausoleo del peque?o Teodosio, fallecido en Barcelona, hijo del visigodo Ata?lfo y la hija de emperador Gal.la Placidia que podr?a haber tenido un destino prometedor. Un lugar de lujo a la vera del cual ser enterrado.
Dos letras de una inscripci?n en m?rmol
Joan Garriga, director arqueol?gico de la excavaci?n, explica que lo hallado ayudar? a entender c?mo funcionaba ese espacio. Las siete tumbas tardorromanas, trinchadas por los muros medievales y con fragmentos de sus respectivos difuntos (uno tiene la cabeza a un lado de una pared y las piernas al otro), tienen suelo y paredes de teja y ladrillo rebozado y seguramente estaban coronadas por tejas a dos vertientes o peque?os monumentos funerarios. Las visig?ticas estaban excavadas directamente en el suelo sin m?s. No ha aparecido ajuar funerario pero si un trozo del fuste de una columna acanalada, dos fragmentos de una inscripci?n de m?rmol (con una I y una N) y restos de estuco con pintura de colores. Estos restos podr?an corresponden a las tumbas o al derribo parcial de la 'domus': Garriga recuerda que la excavaci?n a?n est? en curso, por lo que no solo pueden aparecer m?s hallazgos sino que, de momento, todas las dataciones y conclusiones son provisional?simas.
La 'domus' (no villa: aunque extramuros era un edificio urbano, en el suburbio, no rural) y su mosaico, accesibles a través de una escalera tapiada desde hace a?os, se esperaba que fuesen visitables el pasado mes de marzo, tras restaurar el mosaico y con motivo del 80? aniversario del Museu d'Hist?ria de Barcelona, titular del espacio. Las filtraciones de agua y una restauraci?n discutible en los a?os 70, con una base de mortero, lo hab?an da?ado. Pero cuando empezaron las excavaciones en esta parcela anexa, la losa de hormig?n que lo cubre empez? a temblar. Momentos de p?nico. Se protegi? el mosaico con tablones para evitar que cayeran cascotes pero, pese a la alarma, se ha llegado a la conclusi?n de que el hormig?n, con algunos apa?os para consolidar los fragmentos ca?dos, tras impermeabilizar las filtraciones de agua y eliminar un ventilador que hac?a m?s mal que bien, resistir?. Y en oto?o, cuando acaben las obras, estar? en condiciones de ser visitable de nuevo.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/nueve-tumbas-romanas-visigoticas-salen-88105602)
https://www.uc-4u.com/clip/9610c6a5-8d2e-4c62-8869-23862b60d0b4_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Necr?polis de los siglos IV a VII en la plaza Antoni Maura, excavada durante las obras de reforma de Via Laietana. En la fotograf?a, dos esqueletos de los siglos V a VI d. C. | Manu Mitru
Ese ?rea sepulcral en torno a ese monumento funerario, que se extend?a hacia la plaza Ramon Berenguer y Santa Caterina, merec?a alg?n respeto especial: durante varios siglos no se superpon?an una tumba sobre otra sino que se respetaban las inhumaciones previas. La cercan?a con el conjunto episcopal desarrollado desde la cristianizaci?n hasta la alta edad media (el palacio del obispo en la plaza de Sant Iu, el baptisterio frente a la catedral, el aula episcopal bajo el Museu Marès) ha hecho especular que se tratara del lugar de entierro de los primeros obispos de Barcelona (se hall? un anillo que apuntalaba esta hip?tesis). Y con menos fundamento, incluso, que podr?a haber sido el mausoleo del peque?o Teodosio, fallecido en Barcelona, hijo del visigodo Ata?lfo y la hija de emperador Gal.la Placidia que podr?a haber tenido un destino prometedor. Un lugar de lujo a la vera del cual ser enterrado.
Dos letras de una inscripci?n en m?rmol
Joan Garriga, director arqueol?gico de la excavaci?n, explica que lo hallado ayudar? a entender c?mo funcionaba ese espacio. Las siete tumbas tardorromanas, trinchadas por los muros medievales y con fragmentos de sus respectivos difuntos (uno tiene la cabeza a un lado de una pared y las piernas al otro), tienen suelo y paredes de teja y ladrillo rebozado y seguramente estaban coronadas por tejas a dos vertientes o peque?os monumentos funerarios. Las visig?ticas estaban excavadas directamente en el suelo sin m?s. No ha aparecido ajuar funerario pero si un trozo del fuste de una columna acanalada, dos fragmentos de una inscripci?n de m?rmol (con una I y una N) y restos de estuco con pintura de colores. Estos restos podr?an corresponden a las tumbas o al derribo parcial de la 'domus': Garriga recuerda que la excavaci?n a?n est? en curso, por lo que no solo pueden aparecer m?s hallazgos sino que, de momento, todas las dataciones y conclusiones son provisional?simas.
La 'domus' (no villa: aunque extramuros era un edificio urbano, en el suburbio, no rural) y su mosaico, accesibles a través de una escalera tapiada desde hace a?os, se esperaba que fuesen visitables el pasado mes de marzo, tras restaurar el mosaico y con motivo del 80? aniversario del Museu d'Hist?ria de Barcelona, titular del espacio. Las filtraciones de agua y una restauraci?n discutible en los a?os 70, con una base de mortero, lo hab?an da?ado. Pero cuando empezaron las excavaciones en esta parcela anexa, la losa de hormig?n que lo cubre empez? a temblar. Momentos de p?nico. Se protegi? el mosaico con tablones para evitar que cayeran cascotes pero, pese a la alarma, se ha llegado a la conclusi?n de que el hormig?n, con algunos apa?os para consolidar los fragmentos ca?dos, tras impermeabilizar las filtraciones de agua y eliminar un ventilador que hac?a m?s mal que bien, resistir?. Y en oto?o, cuando acaben las obras, estar? en condiciones de ser visitable de nuevo.
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