الريــم
05-28-2023, 01:55 PM
Autor polifacético,Antonio Gala (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/muere-antonio-gala-92-anos-87991884) cubri? con su literatura buena parte del panorama literario del pasado siglo XX, desarroll? su mejor teatro en una etapa importante de la escena espa?ola en los dif?ciles a?os de la dictadura y de la transici?n, fue narrador y, seg?n manifestaci?n propia, poeta por encima de todo. Su obra se caracteriza por un lenguaje deliberadamente literario, que tiende a un sentimiento l?rico que iba desarrollando en cuantas facetas ensay? a lo largo de su existencia, completada por sus colaboraciones period?sticas donde sus sentencias, o microtextos, somet?an la actualidad a una aguda y permanente visi?n de su talante personal.
Antonio Gala re?ne los suficientes requisitos de popularidad y de complacencia de sus lectores para que cada nueva obra suya se convierta en un éxito. Desde su primera entrega, El manuscrito carmes? (1990), su controvertida La pasi?n turca (1993) o el retrato de la incontenible dama de M?s all? del jard?n (1995), su prosa muestra la expresi?n de una voz engalanada, preciosista, y se caracteriza por contar historias tan efusivas como eruditas, que nos envuelven en un pasado ex?tico y atrayente, o nos aproximan a un presente veros?mil y reconocible, caracter?sticas delimitadas por un lirismo sensual de fuerte contenido sexual, cuando describe las pasiones de sus protagonistas. Quiz? porque el coraz?n no aprende, y el amor no se repite nunca, Gala insiste en presentar personajes de una inveros?mil e incalculable psicolog?a femenina que detentan una amplia actitud de miras.
Primera novela
Antonio Gala recrea la luminosidad de los recuerdos infantiles de Boabdil, que pronto se oscurecer?n al desplom?rsele sobre los hombros la responsabilidad de un reino desahuciado. Su formaci?n como un pr?ncipe refinado y culto no le servir? para las duras tareas de gobierno que pasan por las rencillas de sus padres al afecto profundo de Moraima o Farax; desde la pasi?n sentida por Jalib a la ambigua ternura por Am?n y Amina; incluso el abandono de los amigos de su ni?ez o la desconfianza en sus asesores pol?ticos; desde la veneraci?n por su t?o el Zagal o Gonzalo Fern?ndez de C?rdoba al aborrecimiento de los Reyes Cat?licos que piensan culminar su obra expuls?ndolo. Una larga galer?a de personajes dibuja el escenario en que se mueve a tientas Boabdil el Zogoibi, el Desventuradillo.
Los papeles carmes?es que emple? la Canciller?a de la Alhambra ofrecen el testimonio de Boabdil -el ?ltimo sult?n-, de su vida a la vez que la gozara o la sufriera. Siempre muy simplificadora, la historia acumular?a sobre el personaje acusaciones injustas a lo largo de su relato, tan sincero como reflexivo. La culminaci?n de la reconquista -con sus fanatismos, crueldades, sus traiciones y sus injusticias- sacude la cr?nica escrita por Gala como un viento destructor. El cordobés emplea un lenguaje ?ntimo y exquisito a la par que armonioso: un padre que se explica ante sus hijos, o un hombre a la deriva que habla consigo mismo hasta encontrar su ?ltimo refugio. El manuscrito carmes? obtuvo el Premio Planeta en 1990. Un texto que, sin duda, marcar?a el destino narrativo de un Gala que se estrenaba en la ficci?n narrativa.
Su siguiente novela, tres a?os después, La pasi?n turca, se convirti? en uno de sus m?s sonados éxitos, adem?s de la posterior polémica adaptaci?n cinematogr?fica. Cuenta, en primera persona, y a través de una serie de diarios, la vida de Desideria Oliv?n, una mujer de provincias con una existencia sin sobresaltos y bastante aburrida: casada con un tipo que le produce pocas sensaciones amorosas, y repuntes religiosos ligeramente enfermizos. No se siente nada feliz, y ser? ella quien empiece a ofrecerle alg?n aliciente a su vida viajando por lugares ex?ticos: Egipto, Persia y, por ?ltimo, Turqu?a, donde conocer? a Yamam, su gu?a tur?stico, del que se sentir? perdidamente enamorada desde el primer instante. As?, tras el viaje, nada volver? a ser igual y comienza a efectuar frecuentes escapadas a Turqu?a; incluso abrir? un negocio de alfombras en su ciudad, que se convierte en una tapadera para volver, una y otra vez, junto a Yamam. Dejar? su matrimonio, rompe con su mon?tona vida de provincias y se marcha a vivir su pasi?n, d?ndose totalmente a un desenfreno sexual y recibiendo a cambio apenas nada.
Parece que Gala quisiera alertar a quienes pasionalmente se han dado al amor hasta llegar a las ?ltimas consecuencias, y los peligros que encierra una actitud semejante, aunque habr?a que subrayar la degradaci?n de su personaje principal, Desideria, que se convierte en esclava de su propia pasi?n, una degradaci?n que se acent?a a medida que transcurre la novela, y observamos c?mo la protagonista se derrumba, aunque como suceder? en el resto de personajes de Gala sobresale la delicada feminidad sobre cualquier aspecto pasional, amoroso o de entrega total.
Replantearse la vida
Es una de sus m?s voluminosas historias M?s all? del jard?n (1995) y Gala insiste en formalizar sus entregas cuestionando siempre el concepto de feminidad a toda costa, y ahora cuenta c?mo Palmira, una mujer de la clase alta sevillana, al llegar a la menopausia empieza a plantearse su forma de vida que, hasta el momento, consist?a en cuidar su jard?n, organizar fiestas e invitar a amigos. Un d?a descubre que su marido la enga?a, su hija est? embarazada y se plantea vivir su propia vida junto a un joven de clase baja, y su hijo ?lex se confiesa homosexual y est? enamorado de Hugo, un buen amigo de la madre. Aunque Gala dar? un paso m?s all? y, lejos de ofrecer un follet?n con estos ingredientes, encuentra una raz?n para su personaje y la convierte en voluntaria en un pa?s africano, en Ruanda, a donde viaja para ayudar a los m?s desfavorecidos. La guerra le pillar? en medio y sobrevive a una devastaci?n total que explica su entrega y la felicidad a que el personaje llega lejos de la sociedad en que hab?a vivido. El narrador intenta con su novela evocar los temas de adulterio, esc?ndalo y discreci?n en la alta sociedad, la homosexualidad, la Iglesia y el falso cristianismo, o los horrores de la guerra.
El escritor cordobés acentuaba su ritmo de publicaci?n a medida que sus lectoras le demandaban nuevas entregas, y un a?o después publicaba La regla de tres (1996), en la que el novelista Octavio Lerma, bisexual, se retira a una isla para escribir un libro que puede titularse La enfermedad mortal, y en el que pretende contar c?mo todas las personas que lo amaron sucesivamente han muerto. Sobre esa amenaza mort?fera se propone reflexionar con la mayor serenidad posible. Sin embargo, nada m?s llegar a la isla, se enamorar? de una mujer fascinante, Aspasia Martel, y paralelamente caer? en brazos de Leonardo, un hombre bastante m?s joven, al que trata de seducir contradictoriamente. Esta es la regla de tres que acaso pretende resolver los interrogantes de Octavio, o acaso le plantee un problema aun m?s grave.
El novelista escribe, pasado alg?n tiempo, el relato de su peripecia amorosa en la isla y en otros lugares donde los tres amantes coincidieron en el tiempo, e intercala fragmentos del libro inacabado que entonces escrib?a, fragmentos que informan a los lectores sobre el erotismo sufriente y complicado del escritor, aunque él mismo no se dar? cuenta de su autodestrucci?n; quiz? porque, como asegura el propio Gala, el coraz?n no aprende y, aunque lo hiciese, el amor no se repite nunca en igual proporci?n o manera.
En su siguiente novela, Las afueras de Dios (1999), Gala traza el itinerario f?sico y espiritual de una mujer que vive y ama hasta la muerte y aun m?s all?. El amor es el alimento ?nico de su cuerpo y de su alma, puesto que ambos van inseparablemente en ella. El narrador escribe sobre el amor en muchas de sus manifestaciones: el divino, con su noche oscura, y el humano; el que asciende a las cumbres m?s altas y el que se entrega al cuerpo; el amor franciscano a todas las criaturas, sobre los dem?s; y el amor a los ancianos, que configura su vida entera.
La experiencia de la hermana Nazaret, de Clara Ribalta, en el convento y fuera de él, le ha permitido comprender que es imposible amar a los hombres en Dios: hay que amar a Dios en los hombres; y solo as? entender? que los otros no son el infierno: los otros son precisamente Dios. Y le ha permitido llegar a la conclusi?n de que la ciencia a?ade a?os a la vida humana, pero no a?ade vida tales a?os, y esa es la empresa en la que todos, por propio interés, hemos de participar. Dos voces se alternan para contar el relato, en la primera parte lo har? el capell?n del asilo cordobés; en la segunda, pasados casi treinta a?os, un voluntario que trabaja en la residencia donde Clara es ya una anciana muy poco com?n.
Minaya Guzm?n era capaz de turbar a hombres y mujeres, enamoraba a ni?os y perros; en realidad, era todo un misterio, como todo lo que atrae sin remisi?n al ser humano. "No soy de aqu?", confesar? en una ocasi?n. Parec?a un hombre, pero su perfecci?n, su belleza y la sonrisa de sus ojos debieron alertar sobre su diferencia. Era m?s justo y m?s pac?fico, m?s respetuoso, sobre todo, m?s sereno, parec?a estar iluminado por dentro. ?Era un sue?o o era algo m?s que la vida? Antonio Gala nos conduce, de la mano de un narrador que supo como nadie quién era Minaya Guzm?n, m?s all? de la vida, m?s all? de la muerte, hacia la luz m?s esperanzadora. No se trata de una novela de misterio, sino del misterio transformado en novela. Una nueva entrega, El imposible olvido (2001), con la convicci?n de que, seg?n el propio escritor, ser?a muy diferente de las dem?s. Ins?lita por el tema, por el modo de tratarlo y porque su protagonista, curiosamente, es masculino.
Antonio Gala vuelve a ese género en que se encuentra m?s c?modo, la novela hist?rica, con personajes reconocibles y reconocidos en El pedestal de las estatuas (2007), donde nos cuenta c?mo el descubrimiento de unos cuadernos desconocidos de Antonio Pérez, el secretario de Felipe II, permiten desvelar la historia oculta de aquellos a?os en la Espa?a del XVI. El propio secretario reconoce, en sus ?ltimos d?as, que contin?a con vida gracias al arc?n donde guarda copia de documentos, legajos, cartas y toda clase de pruebas que implican en asesinatos y siniestras estrategias a la monarqu?a, a la Iglesia y a casi toda la nobleza, desde los Reyes Cat?licos hasta Carlos V y su enigm?tico heredero Carlos que hab?a sido arrestado por una presunta conjura contra Felipe. Es la confesi?n de Antonio Pérez, el m?s temido verdugo del poder, que termin? siendo v?ctima de su propia ambici?n, acusado de corrupci?n. Gala muestra, una vez m?s, en esta historia novelada, tan descarnada como apasionante, la otra cara de los poderosos de una corte con resabios medievales implicados en sucias tramas casi inimaginables.
Su interés por lo breve dio lugar a las colecciones Siete cuentos (1993), Los invitados al jard?n (2002) y El due?o de la herida (2003), cuentos que adoptaban una forma basada en referir un suceso entero, aunque sintetizado, con sus antecedentes, desarrollo y consecuencias; en realidad, relatos fuertemente argumentales que practican el an?lisis psicol?gico para explicar los comportamientos humanos, y entre los motivos en los que Gala se detiene, los celos, el amor a primera vista, el desamor inevitable, la falsedad, el c?lculo interesado, la enso?aci?n, la locura, la crueldad, la obsesi?n por la muerte, el incesto o la misteriosa conjunci?n de muerte, azar y destino.
Recuento narrativo
Con una nueva entrega extensa y en la que, de alguna manera, el escritor cordobés culminaba su obra narrativa, Los papeles de agua (2008), resume el car?cter, y as? habr?a que entenderlo, de cada una de las protagonistas femeninas de sus anteriores novelas, alternando los recuerdos de una pobre Asun, descrita en sus rasgos autobiogr?ficos m?s elementales, "soy una pobre mujer, redicha pero imbécil", llegar? a afirmar de s? misma; o la insuperable caracterizaci?n de una ?spera, estricta y hasta puritana Deyanira Alarc?n, escritora de éxito, retirada tras un fracaso personal y matrimonial. Sin embargo, emborrona unos cuadernos secretos, un tipo de espejo, en realidad, que le ayudan a pensar, tras una primera y extensa disertaci?n, acerca de su vida pasada, mientras se pierde o se encuentra, en una enigm?tica ciudad, Venecia.
La primera parte, el mejor Gala, resulta inclasificable, como especifica el seudopr?logo de la editorial, porque el texto oscila entre un dietario, una reflexi?n ?ntima, un elevado ejercicio literario que atesora citas y referencias de corte dantesiano, y en ocasiones ofrece una escritura fragmentaria, cuando memoria y evocaci?n est?n presentes. Pero ser? en Venecia, mientras se decide a sobrevivir aun renunciando a su literatura, calificada como un invento para jugar, cuando salga de su decadencia al tiempo que nos descubre la cara oculta de una ciudad descrita como llena de oportunidades, de callejas silenciosas, plazuelas aisladas donde nadie te ve ni te roza, ni te compadece, y donde conocer? a dos j?venes, Bianca y Nadia y, sobre todo, a Aldo. Con ellos explorar? nuevas sensaciones y otros caminos en el amor, incluido el lésbico con ambas adolescentes y otro m?s sensual, no tan destructivo como en su vida anterior, en el joven veneciano.
Deyanira descubrir? c?mo nada de lo escrito hasta el momento hab?a sido cierto, y su existencia, trocada en imaginaria, esnob, duplicada, so?ada y a?orada: falsa en definitiva. La realidad era muy diferente, porque en los ojos y en el cuerpo de Aldo le sorprender? la verdadera vida y ambos encontrar?n en s? mismos y en el otro lo que buscaban sin saberlo. Ser? en una segunda y definitiva parte, m?s imaginativa, donde la fuerza de su pasi?n y la extra?a desaparici?n de su amor le hagan implicarse a?n m?s en una historia de ficci?n auténtica hasta sentirse una mujer confundida y enga?ada por aquellos a quienes desconoce y considera enemigos, pero v?ctima, en definitiva, de su desconocimiento y de la ignorada atm?sfera asfixiante de una ciudad en la que todo el mundo, como se relata en Los papeles de agua, es de la mafia o protagonista de su propia mafia y, por a?adidura, amo de la destrucci?n de la existencia de muchas personas, incluida la narradora que, como ep?logo a su vida supo, mejor que nadie, escribir sobre su propia muerte.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/antonio-gala-escritor-preciosista-erudito-87992577)
Antonio Gala re?ne los suficientes requisitos de popularidad y de complacencia de sus lectores para que cada nueva obra suya se convierta en un éxito. Desde su primera entrega, El manuscrito carmes? (1990), su controvertida La pasi?n turca (1993) o el retrato de la incontenible dama de M?s all? del jard?n (1995), su prosa muestra la expresi?n de una voz engalanada, preciosista, y se caracteriza por contar historias tan efusivas como eruditas, que nos envuelven en un pasado ex?tico y atrayente, o nos aproximan a un presente veros?mil y reconocible, caracter?sticas delimitadas por un lirismo sensual de fuerte contenido sexual, cuando describe las pasiones de sus protagonistas. Quiz? porque el coraz?n no aprende, y el amor no se repite nunca, Gala insiste en presentar personajes de una inveros?mil e incalculable psicolog?a femenina que detentan una amplia actitud de miras.
Primera novela
Antonio Gala recrea la luminosidad de los recuerdos infantiles de Boabdil, que pronto se oscurecer?n al desplom?rsele sobre los hombros la responsabilidad de un reino desahuciado. Su formaci?n como un pr?ncipe refinado y culto no le servir? para las duras tareas de gobierno que pasan por las rencillas de sus padres al afecto profundo de Moraima o Farax; desde la pasi?n sentida por Jalib a la ambigua ternura por Am?n y Amina; incluso el abandono de los amigos de su ni?ez o la desconfianza en sus asesores pol?ticos; desde la veneraci?n por su t?o el Zagal o Gonzalo Fern?ndez de C?rdoba al aborrecimiento de los Reyes Cat?licos que piensan culminar su obra expuls?ndolo. Una larga galer?a de personajes dibuja el escenario en que se mueve a tientas Boabdil el Zogoibi, el Desventuradillo.
Los papeles carmes?es que emple? la Canciller?a de la Alhambra ofrecen el testimonio de Boabdil -el ?ltimo sult?n-, de su vida a la vez que la gozara o la sufriera. Siempre muy simplificadora, la historia acumular?a sobre el personaje acusaciones injustas a lo largo de su relato, tan sincero como reflexivo. La culminaci?n de la reconquista -con sus fanatismos, crueldades, sus traiciones y sus injusticias- sacude la cr?nica escrita por Gala como un viento destructor. El cordobés emplea un lenguaje ?ntimo y exquisito a la par que armonioso: un padre que se explica ante sus hijos, o un hombre a la deriva que habla consigo mismo hasta encontrar su ?ltimo refugio. El manuscrito carmes? obtuvo el Premio Planeta en 1990. Un texto que, sin duda, marcar?a el destino narrativo de un Gala que se estrenaba en la ficci?n narrativa.
Su siguiente novela, tres a?os después, La pasi?n turca, se convirti? en uno de sus m?s sonados éxitos, adem?s de la posterior polémica adaptaci?n cinematogr?fica. Cuenta, en primera persona, y a través de una serie de diarios, la vida de Desideria Oliv?n, una mujer de provincias con una existencia sin sobresaltos y bastante aburrida: casada con un tipo que le produce pocas sensaciones amorosas, y repuntes religiosos ligeramente enfermizos. No se siente nada feliz, y ser? ella quien empiece a ofrecerle alg?n aliciente a su vida viajando por lugares ex?ticos: Egipto, Persia y, por ?ltimo, Turqu?a, donde conocer? a Yamam, su gu?a tur?stico, del que se sentir? perdidamente enamorada desde el primer instante. As?, tras el viaje, nada volver? a ser igual y comienza a efectuar frecuentes escapadas a Turqu?a; incluso abrir? un negocio de alfombras en su ciudad, que se convierte en una tapadera para volver, una y otra vez, junto a Yamam. Dejar? su matrimonio, rompe con su mon?tona vida de provincias y se marcha a vivir su pasi?n, d?ndose totalmente a un desenfreno sexual y recibiendo a cambio apenas nada.
Parece que Gala quisiera alertar a quienes pasionalmente se han dado al amor hasta llegar a las ?ltimas consecuencias, y los peligros que encierra una actitud semejante, aunque habr?a que subrayar la degradaci?n de su personaje principal, Desideria, que se convierte en esclava de su propia pasi?n, una degradaci?n que se acent?a a medida que transcurre la novela, y observamos c?mo la protagonista se derrumba, aunque como suceder? en el resto de personajes de Gala sobresale la delicada feminidad sobre cualquier aspecto pasional, amoroso o de entrega total.
Replantearse la vida
Es una de sus m?s voluminosas historias M?s all? del jard?n (1995) y Gala insiste en formalizar sus entregas cuestionando siempre el concepto de feminidad a toda costa, y ahora cuenta c?mo Palmira, una mujer de la clase alta sevillana, al llegar a la menopausia empieza a plantearse su forma de vida que, hasta el momento, consist?a en cuidar su jard?n, organizar fiestas e invitar a amigos. Un d?a descubre que su marido la enga?a, su hija est? embarazada y se plantea vivir su propia vida junto a un joven de clase baja, y su hijo ?lex se confiesa homosexual y est? enamorado de Hugo, un buen amigo de la madre. Aunque Gala dar? un paso m?s all? y, lejos de ofrecer un follet?n con estos ingredientes, encuentra una raz?n para su personaje y la convierte en voluntaria en un pa?s africano, en Ruanda, a donde viaja para ayudar a los m?s desfavorecidos. La guerra le pillar? en medio y sobrevive a una devastaci?n total que explica su entrega y la felicidad a que el personaje llega lejos de la sociedad en que hab?a vivido. El narrador intenta con su novela evocar los temas de adulterio, esc?ndalo y discreci?n en la alta sociedad, la homosexualidad, la Iglesia y el falso cristianismo, o los horrores de la guerra.
El escritor cordobés acentuaba su ritmo de publicaci?n a medida que sus lectoras le demandaban nuevas entregas, y un a?o después publicaba La regla de tres (1996), en la que el novelista Octavio Lerma, bisexual, se retira a una isla para escribir un libro que puede titularse La enfermedad mortal, y en el que pretende contar c?mo todas las personas que lo amaron sucesivamente han muerto. Sobre esa amenaza mort?fera se propone reflexionar con la mayor serenidad posible. Sin embargo, nada m?s llegar a la isla, se enamorar? de una mujer fascinante, Aspasia Martel, y paralelamente caer? en brazos de Leonardo, un hombre bastante m?s joven, al que trata de seducir contradictoriamente. Esta es la regla de tres que acaso pretende resolver los interrogantes de Octavio, o acaso le plantee un problema aun m?s grave.
El novelista escribe, pasado alg?n tiempo, el relato de su peripecia amorosa en la isla y en otros lugares donde los tres amantes coincidieron en el tiempo, e intercala fragmentos del libro inacabado que entonces escrib?a, fragmentos que informan a los lectores sobre el erotismo sufriente y complicado del escritor, aunque él mismo no se dar? cuenta de su autodestrucci?n; quiz? porque, como asegura el propio Gala, el coraz?n no aprende y, aunque lo hiciese, el amor no se repite nunca en igual proporci?n o manera.
En su siguiente novela, Las afueras de Dios (1999), Gala traza el itinerario f?sico y espiritual de una mujer que vive y ama hasta la muerte y aun m?s all?. El amor es el alimento ?nico de su cuerpo y de su alma, puesto que ambos van inseparablemente en ella. El narrador escribe sobre el amor en muchas de sus manifestaciones: el divino, con su noche oscura, y el humano; el que asciende a las cumbres m?s altas y el que se entrega al cuerpo; el amor franciscano a todas las criaturas, sobre los dem?s; y el amor a los ancianos, que configura su vida entera.
La experiencia de la hermana Nazaret, de Clara Ribalta, en el convento y fuera de él, le ha permitido comprender que es imposible amar a los hombres en Dios: hay que amar a Dios en los hombres; y solo as? entender? que los otros no son el infierno: los otros son precisamente Dios. Y le ha permitido llegar a la conclusi?n de que la ciencia a?ade a?os a la vida humana, pero no a?ade vida tales a?os, y esa es la empresa en la que todos, por propio interés, hemos de participar. Dos voces se alternan para contar el relato, en la primera parte lo har? el capell?n del asilo cordobés; en la segunda, pasados casi treinta a?os, un voluntario que trabaja en la residencia donde Clara es ya una anciana muy poco com?n.
Minaya Guzm?n era capaz de turbar a hombres y mujeres, enamoraba a ni?os y perros; en realidad, era todo un misterio, como todo lo que atrae sin remisi?n al ser humano. "No soy de aqu?", confesar? en una ocasi?n. Parec?a un hombre, pero su perfecci?n, su belleza y la sonrisa de sus ojos debieron alertar sobre su diferencia. Era m?s justo y m?s pac?fico, m?s respetuoso, sobre todo, m?s sereno, parec?a estar iluminado por dentro. ?Era un sue?o o era algo m?s que la vida? Antonio Gala nos conduce, de la mano de un narrador que supo como nadie quién era Minaya Guzm?n, m?s all? de la vida, m?s all? de la muerte, hacia la luz m?s esperanzadora. No se trata de una novela de misterio, sino del misterio transformado en novela. Una nueva entrega, El imposible olvido (2001), con la convicci?n de que, seg?n el propio escritor, ser?a muy diferente de las dem?s. Ins?lita por el tema, por el modo de tratarlo y porque su protagonista, curiosamente, es masculino.
Antonio Gala vuelve a ese género en que se encuentra m?s c?modo, la novela hist?rica, con personajes reconocibles y reconocidos en El pedestal de las estatuas (2007), donde nos cuenta c?mo el descubrimiento de unos cuadernos desconocidos de Antonio Pérez, el secretario de Felipe II, permiten desvelar la historia oculta de aquellos a?os en la Espa?a del XVI. El propio secretario reconoce, en sus ?ltimos d?as, que contin?a con vida gracias al arc?n donde guarda copia de documentos, legajos, cartas y toda clase de pruebas que implican en asesinatos y siniestras estrategias a la monarqu?a, a la Iglesia y a casi toda la nobleza, desde los Reyes Cat?licos hasta Carlos V y su enigm?tico heredero Carlos que hab?a sido arrestado por una presunta conjura contra Felipe. Es la confesi?n de Antonio Pérez, el m?s temido verdugo del poder, que termin? siendo v?ctima de su propia ambici?n, acusado de corrupci?n. Gala muestra, una vez m?s, en esta historia novelada, tan descarnada como apasionante, la otra cara de los poderosos de una corte con resabios medievales implicados en sucias tramas casi inimaginables.
Su interés por lo breve dio lugar a las colecciones Siete cuentos (1993), Los invitados al jard?n (2002) y El due?o de la herida (2003), cuentos que adoptaban una forma basada en referir un suceso entero, aunque sintetizado, con sus antecedentes, desarrollo y consecuencias; en realidad, relatos fuertemente argumentales que practican el an?lisis psicol?gico para explicar los comportamientos humanos, y entre los motivos en los que Gala se detiene, los celos, el amor a primera vista, el desamor inevitable, la falsedad, el c?lculo interesado, la enso?aci?n, la locura, la crueldad, la obsesi?n por la muerte, el incesto o la misteriosa conjunci?n de muerte, azar y destino.
Recuento narrativo
Con una nueva entrega extensa y en la que, de alguna manera, el escritor cordobés culminaba su obra narrativa, Los papeles de agua (2008), resume el car?cter, y as? habr?a que entenderlo, de cada una de las protagonistas femeninas de sus anteriores novelas, alternando los recuerdos de una pobre Asun, descrita en sus rasgos autobiogr?ficos m?s elementales, "soy una pobre mujer, redicha pero imbécil", llegar? a afirmar de s? misma; o la insuperable caracterizaci?n de una ?spera, estricta y hasta puritana Deyanira Alarc?n, escritora de éxito, retirada tras un fracaso personal y matrimonial. Sin embargo, emborrona unos cuadernos secretos, un tipo de espejo, en realidad, que le ayudan a pensar, tras una primera y extensa disertaci?n, acerca de su vida pasada, mientras se pierde o se encuentra, en una enigm?tica ciudad, Venecia.
La primera parte, el mejor Gala, resulta inclasificable, como especifica el seudopr?logo de la editorial, porque el texto oscila entre un dietario, una reflexi?n ?ntima, un elevado ejercicio literario que atesora citas y referencias de corte dantesiano, y en ocasiones ofrece una escritura fragmentaria, cuando memoria y evocaci?n est?n presentes. Pero ser? en Venecia, mientras se decide a sobrevivir aun renunciando a su literatura, calificada como un invento para jugar, cuando salga de su decadencia al tiempo que nos descubre la cara oculta de una ciudad descrita como llena de oportunidades, de callejas silenciosas, plazuelas aisladas donde nadie te ve ni te roza, ni te compadece, y donde conocer? a dos j?venes, Bianca y Nadia y, sobre todo, a Aldo. Con ellos explorar? nuevas sensaciones y otros caminos en el amor, incluido el lésbico con ambas adolescentes y otro m?s sensual, no tan destructivo como en su vida anterior, en el joven veneciano.
Deyanira descubrir? c?mo nada de lo escrito hasta el momento hab?a sido cierto, y su existencia, trocada en imaginaria, esnob, duplicada, so?ada y a?orada: falsa en definitiva. La realidad era muy diferente, porque en los ojos y en el cuerpo de Aldo le sorprender? la verdadera vida y ambos encontrar?n en s? mismos y en el otro lo que buscaban sin saberlo. Ser? en una segunda y definitiva parte, m?s imaginativa, donde la fuerza de su pasi?n y la extra?a desaparici?n de su amor le hagan implicarse a?n m?s en una historia de ficci?n auténtica hasta sentirse una mujer confundida y enga?ada por aquellos a quienes desconoce y considera enemigos, pero v?ctima, en definitiva, de su desconocimiento y de la ignorada atm?sfera asfixiante de una ciudad en la que todo el mundo, como se relata en Los papeles de agua, es de la mafia o protagonista de su propia mafia y, por a?adidura, amo de la destrucci?n de la existencia de muchas personas, incluida la narradora que, como ep?logo a su vida supo, mejor que nadie, escribir sobre su propia muerte.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/antonio-gala-escritor-preciosista-erudito-87992577)