الريــم
05-25-2023, 09:53 AM
Hubo un tiempo en Espa?a en que incluso votaban los muertos. Las papeletas se compraban y vend?an, los pol?ticos “encasillaban” a los suyos asegur?ndoles el puesto de formas que poco o nada ten?an que ver con la democracia y hasta los fallecidos engrosaban los censos. M?s de un siglo después, términos como “caciquismo” o “pucherazo”, propios de aquellos tiempos, siguen resonando en todos los procesos electorales, pero m?s all? de anécdotas puntuales y discursos conspiracionistas, su impacto siempre hab?a sido relativo. Hasta ahora.
A pocos d?as de las elecciones municipales y auton?micas, los presuntos casos de fraude electoral en Melilla y Moj?car han dado un giro inesperado a la campa?a: lo que comenz? como un esc?ndalo puntual y nada novedoso —en la ciudad aut?noma ya hubo condenas por manipulaci?n del voto por correo— amenaza con golpear de lleno la credibilidad del propio sistema democr?tico.
M?s informaci?n (Auto)
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Las sospechas comenzaron en Melilla tras varios asaltos a los carteros para robar documentaci?n del voto por correo y un aumento desmesurado de las solicitudes para votar por esta v?a. Para los melillenses, sin embargo, las noticias no parec?an tan sorprendentes. En 2008, fueron condenados por la compra de votos el presidente de Coalici?n por Melilla y el l?der del PSOE en la ciudad. En 1989, tuvieron que repetirse los comicios generales por fraude. Un melillense lo resume con iron?a: “Aqu? los votos valen lo que los caciques estén dispuestos a pagar”. El esc?ndalo fue creciendo hasta alcanzar tintes nacionales: la Polic?a Nacional abri? una investigaci?n contra posibles ama?os que ha acabado con diez detenidos, entre ellos un consejero del Gobierno aut?nomo y n?mero tres de la lista de Coalici?n por Melilla, que ya han sido puestos en libertad.
Ahora se ha sumado una nueva operaci?n policial, a?n abierta, contra la compra de votos en el municipio almeriense de Moj?car por un supuesto delito de fraude electoral. La Guardia Civil ha detenido a siete personas; dos de ellas iban en las listas del PSOE.
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Las fallas del voto por correo
La legislaci?n electoral exige que el votante muestre su documento de identidad hasta dos veces a lo largo del proceso de voto por correo: primero, cuando lo solicita —ya sea completando el impreso en una oficina o haciéndolo a través de internet—, y después, cuando el cartero le hace entrega de la documentaci?n en su domicilio. Pero el sistema deja una grieta al fraude: puede dejar su voto en un buz?n o entregarlo en la oficina de Correos sin necesidad de identificarse. Por esta raz?n, el Tribunal Supremo consider? en 2021 que el sistema era “f?cilmente manipulable”.
La decisi?n extraordinaria de la Junta Electoral d?as después de que se destaparan los primeros casos de presunto fraude en Melilla fue precisamente obligar a que se presente el DNI (https://www.epe.es/es/politica/20230524/jec-avala-700-votos-correo-aceptados-malilla-dni-87834314) al entregar las papeletas, pero solo para los votantes de la ciudad aut?noma. Algunas de las propuestas que se oyen en los mentideros pol?ticos van en esa l?nea, pero los hay también que advierten de que podr?a suponer poner trabas al ejercicio de un derecho fundamental.
“Tolerancia cero”... y electoralismo
Las campa?as electorales son imprevisibles, pero los casos de presunto fraude electoral han obligado a los partidos a reaccionar casi en tiempo de descuento. Y en plena batalla electoral, tampoco desaprovechan la oportunidad de sacarle rédito a los ?ltimos esc?ndalos. PP y PSOE se afanan en recordar que el sistema funciona, mientras que Vox ha puesto el foco en Marruecos —“parece estar detr?s de este fraude electoral”, dice— y ha lanzado una iniciativa en el Congreso para “garantizar la ausencia de cualquier interferencia extranjera en el desarrollo de procesos electorales en Espa?a”.
El PSOE apunta a que “estas pr?cticas deben tener tolerancia cero”, pero rechaza que sea necesario cambiar la legislaci?n sobre el voto por correo porque —aseguran en la direcci?n socialista— “el final de la mafia de compra de votos en Melilla tiene nombre y apellidos: la delegada del Gobierno, Sabrina Moh”, que adem?s es miembro del partido. Ella es, se?alan, quien “ha trabajado durante meses para acabar con esto, mientras el resto de partidos miraban a otro lado”. Que se haya conseguido “demuestra que existen las herramientas necesarias en la legislaci?n y en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que se act?e con contundencia”. Y defienden que lo mismo ha sucedido en Moj?car, “con una trama mucho m?s peque?a”. También las autoridades han actuado, y adem?s el PSOE “ha tomado medidas de inmediato”, informa Marisol Hern?ndez.
El PP también evita hablar de cambios legales, aunque se muestra favorable a mejorar “las garant?as” del voto por correo y en el exterior tras los ?ltimos esc?ndalos. El equipo jur?dico popular est? analizando algunos supuestos, sobre todo lo que tiene que ver con el voto en las oficinas de Correos sin volver a presentar el DNI. “Esto no puede pasar”, insisten en Génova, pero el foco ahora debe estar “en lo pol?tico”, informa Paloma Esteban.
En las pr?ximas 24 horas, el PP prevé endurecer su discurso contra el PSOE, especialmente por el caso de Moj?car. En Génova creen que el esc?ndalo “puede tener variables en otros territorios” y se mantienen a la espera al respecto. “Ahora toca saber qué implicaci?n tiene en el PSOE. Luego veremos reformas, pero no nos vamos a oponer a un sistema m?s garantista”, zanjan.
Al otro lado est? Vox, que ya ha puesto sobre la mesa cambios legales que incluyen incluso reformar el C?digo Penal. El partido de ultraderecha también aprovecha para atacar al Gobierno por sus “sucesivas concesiones a Marruecos”.
El antecedente de 1989
No es la primera vez que se pone en duda la validez del proceso electoral, y los antecedentes en Melilla son un buen ejemplo de ello. Pero si hay un precedente llamativo son las elecciones generales de 1989. La administraci?n electoral mostr? ciertas fallas, especialmente en lo relativo a los censos, que provocaron que, al d?a siguiente de los comicios, las acusaciones de irregularidades se extendieran por varias zonas de Espa?a. Hubo denuncias en Murcia, Pontevedra y, por supuesto, Melilla. Los Tribunales Superiores de Murcia, Galicia y Andaluc?a ordenaron repetir las elecciones por “indicios vehementes” de errores en el escrutinio.
Cuando el asunto lleg? al Tribunal Constitucional, este revoc? las decisiones de dos de los tres ?rganos y solo anul? la votaci?n en Melilla, donde toc? volver a las urnas. El Tribunal Constitucional arguy? entonces que si las irregularidades detectadas afectaban al reparto de esca?os se hac?a necesario repetir los comicios. Este caso de repetici?n electoral por irregularidades ahora podr?a no ser el ?ltimo: la decisi?n de la Junta Electoral de validar los 761 votos ya emitidos por correo en Melilla sin el DNI ya ha sido recurrida.
De la anécdota a la credibilidad del sistema
Lo que ocurri? en 1989 tuvo que ver con irregularidades, m?s que con un delito de fraude electoral. Pero cualquier cuesti?n que suponga poner en duda el sistema sirve para hacer ruido. Dentro de las habituales campa?as de desinformaci?n alrededor de cualquier proceso pol?tico, son especialmente peligrosas las que tratan de introducir el virus de la duda y debilitar la legitimidad del propio sistema. Y el voto por correo suele estar en el centro.
En las ?ltimas elecciones, las auton?micas andaluzas de junio del a?o pasado, se sucedieron los mensajes que alertaban de supuestos pucherazos. En los comicios a la Comunidad de Madrid de 2021 fue Santiago Abascal quien sembr? sospechas sobre esta forma de voto: “Para todos aquellos que hayan votado por correo y desconf?en de qué puede ocurrir con el voto por correo, les animamos a que hagan un voto presencial, porque el voto presencial anula el voto por correo”. Este ?ltimo punto es falso y tuvo que rectificarlo, no sin a?adir a su mensaje: “Esperamos de Correos una explicaci?n transparente sobre las irregularidades vistas, para que los madrile?os puedan tener toda la confianza en el proceso”.
La estrategia ha llegado a sus cotas m?s altas al otro lado del océano, en lugares como Brasil y EE.UU. Jair Bolsonario convirti? en foco de sus cr?ticas al sistema de votaci?n brasile?o, emitiendo sospechas infundadas y acusaciones sin pruebas, especialmente sobre el voto electr?nico. Y Donald Trump se present? a la reelecci?n en 2020 con lemas como “mail ballots, they cheat” (los votos por correo hacen trampas). Tras perder en los comicios, Trump habl? abiertamente de un “fraude electoral” que no fue demostrado.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/dudas-voto-correo-cuelan-plena-87854222)
A pocos d?as de las elecciones municipales y auton?micas, los presuntos casos de fraude electoral en Melilla y Moj?car han dado un giro inesperado a la campa?a: lo que comenz? como un esc?ndalo puntual y nada novedoso —en la ciudad aut?noma ya hubo condenas por manipulaci?n del voto por correo— amenaza con golpear de lleno la credibilidad del propio sistema democr?tico.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Las sospechas comenzaron en Melilla tras varios asaltos a los carteros para robar documentaci?n del voto por correo y un aumento desmesurado de las solicitudes para votar por esta v?a. Para los melillenses, sin embargo, las noticias no parec?an tan sorprendentes. En 2008, fueron condenados por la compra de votos el presidente de Coalici?n por Melilla y el l?der del PSOE en la ciudad. En 1989, tuvieron que repetirse los comicios generales por fraude. Un melillense lo resume con iron?a: “Aqu? los votos valen lo que los caciques estén dispuestos a pagar”. El esc?ndalo fue creciendo hasta alcanzar tintes nacionales: la Polic?a Nacional abri? una investigaci?n contra posibles ama?os que ha acabado con diez detenidos, entre ellos un consejero del Gobierno aut?nomo y n?mero tres de la lista de Coalici?n por Melilla, que ya han sido puestos en libertad.
Ahora se ha sumado una nueva operaci?n policial, a?n abierta, contra la compra de votos en el municipio almeriense de Moj?car por un supuesto delito de fraude electoral. La Guardia Civil ha detenido a siete personas; dos de ellas iban en las listas del PSOE.
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Las fallas del voto por correo
La legislaci?n electoral exige que el votante muestre su documento de identidad hasta dos veces a lo largo del proceso de voto por correo: primero, cuando lo solicita —ya sea completando el impreso en una oficina o haciéndolo a través de internet—, y después, cuando el cartero le hace entrega de la documentaci?n en su domicilio. Pero el sistema deja una grieta al fraude: puede dejar su voto en un buz?n o entregarlo en la oficina de Correos sin necesidad de identificarse. Por esta raz?n, el Tribunal Supremo consider? en 2021 que el sistema era “f?cilmente manipulable”.
La decisi?n extraordinaria de la Junta Electoral d?as después de que se destaparan los primeros casos de presunto fraude en Melilla fue precisamente obligar a que se presente el DNI (https://www.epe.es/es/politica/20230524/jec-avala-700-votos-correo-aceptados-malilla-dni-87834314) al entregar las papeletas, pero solo para los votantes de la ciudad aut?noma. Algunas de las propuestas que se oyen en los mentideros pol?ticos van en esa l?nea, pero los hay también que advierten de que podr?a suponer poner trabas al ejercicio de un derecho fundamental.
“Tolerancia cero”... y electoralismo
Las campa?as electorales son imprevisibles, pero los casos de presunto fraude electoral han obligado a los partidos a reaccionar casi en tiempo de descuento. Y en plena batalla electoral, tampoco desaprovechan la oportunidad de sacarle rédito a los ?ltimos esc?ndalos. PP y PSOE se afanan en recordar que el sistema funciona, mientras que Vox ha puesto el foco en Marruecos —“parece estar detr?s de este fraude electoral”, dice— y ha lanzado una iniciativa en el Congreso para “garantizar la ausencia de cualquier interferencia extranjera en el desarrollo de procesos electorales en Espa?a”.
El PSOE apunta a que “estas pr?cticas deben tener tolerancia cero”, pero rechaza que sea necesario cambiar la legislaci?n sobre el voto por correo porque —aseguran en la direcci?n socialista— “el final de la mafia de compra de votos en Melilla tiene nombre y apellidos: la delegada del Gobierno, Sabrina Moh”, que adem?s es miembro del partido. Ella es, se?alan, quien “ha trabajado durante meses para acabar con esto, mientras el resto de partidos miraban a otro lado”. Que se haya conseguido “demuestra que existen las herramientas necesarias en la legislaci?n y en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que se act?e con contundencia”. Y defienden que lo mismo ha sucedido en Moj?car, “con una trama mucho m?s peque?a”. También las autoridades han actuado, y adem?s el PSOE “ha tomado medidas de inmediato”, informa Marisol Hern?ndez.
El PP también evita hablar de cambios legales, aunque se muestra favorable a mejorar “las garant?as” del voto por correo y en el exterior tras los ?ltimos esc?ndalos. El equipo jur?dico popular est? analizando algunos supuestos, sobre todo lo que tiene que ver con el voto en las oficinas de Correos sin volver a presentar el DNI. “Esto no puede pasar”, insisten en Génova, pero el foco ahora debe estar “en lo pol?tico”, informa Paloma Esteban.
En las pr?ximas 24 horas, el PP prevé endurecer su discurso contra el PSOE, especialmente por el caso de Moj?car. En Génova creen que el esc?ndalo “puede tener variables en otros territorios” y se mantienen a la espera al respecto. “Ahora toca saber qué implicaci?n tiene en el PSOE. Luego veremos reformas, pero no nos vamos a oponer a un sistema m?s garantista”, zanjan.
Al otro lado est? Vox, que ya ha puesto sobre la mesa cambios legales que incluyen incluso reformar el C?digo Penal. El partido de ultraderecha también aprovecha para atacar al Gobierno por sus “sucesivas concesiones a Marruecos”.
El antecedente de 1989
No es la primera vez que se pone en duda la validez del proceso electoral, y los antecedentes en Melilla son un buen ejemplo de ello. Pero si hay un precedente llamativo son las elecciones generales de 1989. La administraci?n electoral mostr? ciertas fallas, especialmente en lo relativo a los censos, que provocaron que, al d?a siguiente de los comicios, las acusaciones de irregularidades se extendieran por varias zonas de Espa?a. Hubo denuncias en Murcia, Pontevedra y, por supuesto, Melilla. Los Tribunales Superiores de Murcia, Galicia y Andaluc?a ordenaron repetir las elecciones por “indicios vehementes” de errores en el escrutinio.
Cuando el asunto lleg? al Tribunal Constitucional, este revoc? las decisiones de dos de los tres ?rganos y solo anul? la votaci?n en Melilla, donde toc? volver a las urnas. El Tribunal Constitucional arguy? entonces que si las irregularidades detectadas afectaban al reparto de esca?os se hac?a necesario repetir los comicios. Este caso de repetici?n electoral por irregularidades ahora podr?a no ser el ?ltimo: la decisi?n de la Junta Electoral de validar los 761 votos ya emitidos por correo en Melilla sin el DNI ya ha sido recurrida.
De la anécdota a la credibilidad del sistema
Lo que ocurri? en 1989 tuvo que ver con irregularidades, m?s que con un delito de fraude electoral. Pero cualquier cuesti?n que suponga poner en duda el sistema sirve para hacer ruido. Dentro de las habituales campa?as de desinformaci?n alrededor de cualquier proceso pol?tico, son especialmente peligrosas las que tratan de introducir el virus de la duda y debilitar la legitimidad del propio sistema. Y el voto por correo suele estar en el centro.
En las ?ltimas elecciones, las auton?micas andaluzas de junio del a?o pasado, se sucedieron los mensajes que alertaban de supuestos pucherazos. En los comicios a la Comunidad de Madrid de 2021 fue Santiago Abascal quien sembr? sospechas sobre esta forma de voto: “Para todos aquellos que hayan votado por correo y desconf?en de qué puede ocurrir con el voto por correo, les animamos a que hagan un voto presencial, porque el voto presencial anula el voto por correo”. Este ?ltimo punto es falso y tuvo que rectificarlo, no sin a?adir a su mensaje: “Esperamos de Correos una explicaci?n transparente sobre las irregularidades vistas, para que los madrile?os puedan tener toda la confianza en el proceso”.
La estrategia ha llegado a sus cotas m?s altas al otro lado del océano, en lugares como Brasil y EE.UU. Jair Bolsonario convirti? en foco de sus cr?ticas al sistema de votaci?n brasile?o, emitiendo sospechas infundadas y acusaciones sin pruebas, especialmente sobre el voto electr?nico. Y Donald Trump se present? a la reelecci?n en 2020 con lemas como “mail ballots, they cheat” (los votos por correo hacen trampas). Tras perder en los comicios, Trump habl? abiertamente de un “fraude electoral” que no fue demostrado.
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