الريــم
05-23-2023, 05:50 PM
V?ctor Erice ha viajado finalmente al sur, aquel territorio m?tico al que no pudo llegar en su d?a porque su segundo largometraje, ‘El sur’ (1983), qued? inconcluso por problemas presupuestarios; ha incorporado a su universo cinematogr?fico ‘La muerte y la br?jula’, el cuento de Jorge Luis Borges que iba a adaptar para la televisi?n antes de que la tarea fuera a parar a Carlos Saura; y ha hecho realidad -al menos en parte- su versi?n de ‘El embrujo de Shangai’, aquel proyecto que le fue arrebatado de las manos a finales de los 90 por el productor Andrés Vicente G?mez.‘Cerrar los ojos’, que es el cuarto largometraje de su carrera y el primero que dirige en m?s de tres décadas, y su regreso al Festival de Cannes desde que que ‘El sol del membrillo’ (1992) le proporcion? el premio del jurado, es para el director vizca?no no solo su obra m?s personal sino algo parecido a un exorcismo, una forma de saldar cuentas con su propia carrera y, quiz?, quedar en paz consigo mismo.
Dada esa conexi?n extraordinariamente ?ntima que la pel?cula mantiene con su autor, y la claridad con la que la pone de manifiesto, hacen que resulte particularmente triste la decisi?n de Erice de no viajar al certamen para presentarla. La tom? en base a razones muy concretas y tal vez un d?a las exponga, pero mientras tanto resulta inevitable suponer que est?n relacionadas con la forma que la organizaci?n del certamen ha tenido de estrenar mundialmente la pel?cula -incomprensiblemente, no figura entre las aspirantes a la Palma de Oro-; su ausencia le ha impedido comprobar de primera mano las ext?ticas reacciones que ha causado.
Es esa dimensi?n autobiogr?fica y metatextual lo que en mayor medida otorga su poder hipn?tico y arrebatador a una pel?cula que, pese a mantener conexiones ?ntimas con las anteriores de su director, difiere de ellas en un aspecto crucial. Parte de lo que permiti? a Erice ser reconocido como uno de los m?s elocuentes poetas visuales tras el estreno de las que siguen siendo sus dos obras maestras, ‘El esp?ritu de la colmena’ (1973) y ‘El sur’, es la precisi?n con la que us? el celuloide para explorar su fascinaci?n por las cualidades pict?ricas de la luz, su talento ?nico para la composici?n de los planos, su capacidad para crear im?genes que emanaran tactilidad y temperatura. ‘Cerrar los ojos’ carece de esas cualidades.
La pel?cula cuenta la historia de un cineasta (Manolo Solo) que tiempo atr?s dej? inacabada una pel?cula a causa de la inexplicable desaparici?n de su actor protagonista (José Coronado), y que como consecuencia de ello decidi? retirarse del cine -como casi hizo Erice- para trasladarse a Andaluc?a -como, decimos, no pudo hacer Erice-; dos décadas después, el misterio vuelve a cobrar fuerza cuando un programa de televisi?n se interesa por el caso, y cuya emisi?n deriva en una investigaci?n que nada tiene que ver con una intriga detectivesca sobre lo que pas?, c?mo y por qué.
Y, mientras reaviva recuerdos sobre su amigo, se va enfrentando paulatinamente a los suyos propios. Su regreso al pasado, pues, es un proceso de reconciliaci?n, como el que llev? a cabo la ni?a de ‘El esp?ritu de la colmena’ mientras buscaba al monstruo de Frankenstein o el que emprendi? la protagonista ‘El sur’ en su empe?o por hallar al padre. Como de sus pel?culas previas, el laberinto de la memoria es uno de los temas esenciales de ‘Cerrar los ojos’.
El otro, de forma mucho m?s directa y abrumadora que nunca antes en la obra de Erice, es el poder del cine. Sus 170 minutos incluyen lamentos sobre el proceso de obsolescencia que el medio est? viviendo, alusiones visuales al celuloide, las salas y los gigantescos proyectores, referencias musicales a t?tulos cl?sicos -la versi?n que Solo canta de ‘My Rifle, My Pony and Me’, la melod?a m?s ic?nica de ‘R?o Bravo’ (1959)-, y sucesivos argumentos en defensa de la capacidad que las ficciones proyectadas sobre una pantalla grande tienen para organizar la realidad y mitigar el caos consustancial a ella; para hacérnoslo entender todo y congelar el tiempo. Y todo eso queda demostrado con especial contundencia en una escena final que para Erice, adem?s, es una bella forma de cerrar el c?rculo.
Si, en ‘El esp?ritu de la colmena’, la ni?a Ana mantiene sus ojos totalmente abiertos al descubrir al monstruo sentada en la butaca del cine, ahora esa imagen recibe una réplica sublime cuando, devastado frente a la pantalla, Coronado cierra los suyos.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/victor-erice-pone-cannes-pies-87773444)
Dada esa conexi?n extraordinariamente ?ntima que la pel?cula mantiene con su autor, y la claridad con la que la pone de manifiesto, hacen que resulte particularmente triste la decisi?n de Erice de no viajar al certamen para presentarla. La tom? en base a razones muy concretas y tal vez un d?a las exponga, pero mientras tanto resulta inevitable suponer que est?n relacionadas con la forma que la organizaci?n del certamen ha tenido de estrenar mundialmente la pel?cula -incomprensiblemente, no figura entre las aspirantes a la Palma de Oro-; su ausencia le ha impedido comprobar de primera mano las ext?ticas reacciones que ha causado.
Es esa dimensi?n autobiogr?fica y metatextual lo que en mayor medida otorga su poder hipn?tico y arrebatador a una pel?cula que, pese a mantener conexiones ?ntimas con las anteriores de su director, difiere de ellas en un aspecto crucial. Parte de lo que permiti? a Erice ser reconocido como uno de los m?s elocuentes poetas visuales tras el estreno de las que siguen siendo sus dos obras maestras, ‘El esp?ritu de la colmena’ (1973) y ‘El sur’, es la precisi?n con la que us? el celuloide para explorar su fascinaci?n por las cualidades pict?ricas de la luz, su talento ?nico para la composici?n de los planos, su capacidad para crear im?genes que emanaran tactilidad y temperatura. ‘Cerrar los ojos’ carece de esas cualidades.
La pel?cula cuenta la historia de un cineasta (Manolo Solo) que tiempo atr?s dej? inacabada una pel?cula a causa de la inexplicable desaparici?n de su actor protagonista (José Coronado), y que como consecuencia de ello decidi? retirarse del cine -como casi hizo Erice- para trasladarse a Andaluc?a -como, decimos, no pudo hacer Erice-; dos décadas después, el misterio vuelve a cobrar fuerza cuando un programa de televisi?n se interesa por el caso, y cuya emisi?n deriva en una investigaci?n que nada tiene que ver con una intriga detectivesca sobre lo que pas?, c?mo y por qué.
Y, mientras reaviva recuerdos sobre su amigo, se va enfrentando paulatinamente a los suyos propios. Su regreso al pasado, pues, es un proceso de reconciliaci?n, como el que llev? a cabo la ni?a de ‘El esp?ritu de la colmena’ mientras buscaba al monstruo de Frankenstein o el que emprendi? la protagonista ‘El sur’ en su empe?o por hallar al padre. Como de sus pel?culas previas, el laberinto de la memoria es uno de los temas esenciales de ‘Cerrar los ojos’.
El otro, de forma mucho m?s directa y abrumadora que nunca antes en la obra de Erice, es el poder del cine. Sus 170 minutos incluyen lamentos sobre el proceso de obsolescencia que el medio est? viviendo, alusiones visuales al celuloide, las salas y los gigantescos proyectores, referencias musicales a t?tulos cl?sicos -la versi?n que Solo canta de ‘My Rifle, My Pony and Me’, la melod?a m?s ic?nica de ‘R?o Bravo’ (1959)-, y sucesivos argumentos en defensa de la capacidad que las ficciones proyectadas sobre una pantalla grande tienen para organizar la realidad y mitigar el caos consustancial a ella; para hacérnoslo entender todo y congelar el tiempo. Y todo eso queda demostrado con especial contundencia en una escena final que para Erice, adem?s, es una bella forma de cerrar el c?rculo.
Si, en ‘El esp?ritu de la colmena’, la ni?a Ana mantiene sus ojos totalmente abiertos al descubrir al monstruo sentada en la butaca del cine, ahora esa imagen recibe una réplica sublime cuando, devastado frente a la pantalla, Coronado cierra los suyos.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/victor-erice-pone-cannes-pies-87773444)