الريــم
05-20-2023, 12:21 PM
Cinco décadas atr?s,*Joaqu?n Sabina*se buscaba la vida en*Londres, primero como camarero u hombre-anuncio, luego como trovador de encargo, y queda una estela de apego por esa urbe en la que se incub? al artista que hoy conocemos. Fue all? por 1970 cuando, "con 20 a?os,*huyendo de los ?ltimos coletazos del franquismo”, se encontr? "aprendiendo el oficio en la calle, en el metro y en los peores tugurios", a veces incluso (eso no lo dijo) haciéndose el mexicano y entonando 'Cielito lindo'. "Y ni en mis sue?os m?s locos me pod?a imaginar que acabar?a tocando para ustedes en el Royal Albert Hall".
El cantautor ofreci? un rotundo concierto en el Royal Albert Hall en el que combin? la reflexi?n sobre el destino y la mortalidad con los grandes éxitos, ante un fogoso p?blico de ascendiente hispano, dentro de la gira Contra todo pron?stico'
As? fue, este viernes, en esta parada brit?nica de la gira 'Contra todo pron?stico', que representa el encuentro a lo grande con Sabina tres a?os*después del traspiés (literal)*que se llev? por delante sus ?ltimas fechas con Serrat. Una expedici?n en la que juega al escondite con el paso del tiempo y la mortalidad, como ya augur? el tema inédito 'Sintiéndolo mucho', suerte de balance de vida en el que bromea con su*episodio hospitalario*y se presenta en la brecha, "aunque al fusil ya no le quede ni un cartucho".
Orgullo en el ambiente
Todav?a le quedan unos cuantos, por mucho que se le vea meditabundo y con af?n de recapitular: por ah? fue el primer tramo del concierto, donde esa pieza convivi? con ‘Cuando era m?s joven’ y ‘Lo niego todo’. Chaqueta a rayas y ese*bomb?n*que un d?a le inspiraron los diputados precisamente brit?nicos,*sentado en una silla*durante todo el concierto y cantando, a veces casi recitando, con esa voz grave y rugosa que le acerca a un Tom Waits. La noble sala, con el*aforo completo*(5.000 personas) y brindando un paisaje inhabitual:*p?blico*abrumadoramente*hispano, tanto espa?ol como de ultramar, expresando un orgullo compartido ante la idea de tomar la capital brit?nica por una noche.
La dama de la guada?a reapareci? en ‘Por el bulevar de los sue?os rotos’, cuando apunt? que “lo peor de envejecer son los maravillosos amigos que vas perdiendo en el camino”, aqu? en alusi?n a*Chavela Vargas. Pero no se trataba de cantarle “para celebrar su muerte, sino su vida”, quiso subrayar. Como cambio de tercio, fue simp?tico el rock’n’roll de ‘Llueve sobre mojado’, con ese estribillo tan argentino y tan*Fito P?ez.
Mimado por la banda
Ah? estaba Sabina, operando con las espaldas bien cubiertas, una tropa de*siete m?sicos*que la arropa y le mima, que carbura como un Rolls Royce y que le proporciona estratégicas pausas: momentos de foco para la cantante Mara Barros, el guitarrista Javier As?a (exAlarma) y el m?s largo c?mplice, el teclista-guitarrista Antonio Garc?a de Diego. Y loas para “el ?nico nuevo de esta gira”, el pulcro guitarrista Borja Montenegro, que ocupa la plaza*del purgado Pancho Varona*y que present? con palabras reveladoras: “siempre est? bien que alguien nos revitalice un poquito”.
Aunque el concierto suele ofrecerse de un tir?n (son*algo m?s de dos horas y 21 canciones), en el Royal Albert Hall, por costumbre del local (asociada a la conveniencia de consumir y hacer caja), hubo una pausa de media hora, tras la cual Sabina regres? con ‘Tan joven y tan viejo’. Una pieza que, ya en 1996, hac?a un corte de mangas a quienes especulaban con su crep?sculo por unos problemas en las cuerdas vocales y en la rodilla. S?, este Sabina entreabre las puertas a una versi?n m?s grave de s? mismo, si bien no permite que la trascendencia se imponga ni al espect?culo ni a su esp?ritu er?tico-festivo. La s?ntesis de todo ello se col? en la lectura del poema ‘Alrededor no hay nada’: “El mo?o, las pesta?as, las pupilas, el peroné, la tibia, las narices… El cl?toris (aplausos), el alma, las cosquillas. Esa es mi patria”, recit? en un momento en que el*Royal Albert Hall ya se ven?a abajo*a cuenta de ‘Una canci?n para la Magdalena’, ’19 d?as y 500 noches’, ‘Princesa’, ‘Contigo’ o el t?ndem ‘Noches de boda / Y nos dieron la diez’, d?ndonos a entender que el ‘show’ tal vez alg?n d?a termine, pero no todav?a.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/sabina-triunfa-londres-pulso-tiempo-87631035)
El cantautor ofreci? un rotundo concierto en el Royal Albert Hall en el que combin? la reflexi?n sobre el destino y la mortalidad con los grandes éxitos, ante un fogoso p?blico de ascendiente hispano, dentro de la gira Contra todo pron?stico'
As? fue, este viernes, en esta parada brit?nica de la gira 'Contra todo pron?stico', que representa el encuentro a lo grande con Sabina tres a?os*después del traspiés (literal)*que se llev? por delante sus ?ltimas fechas con Serrat. Una expedici?n en la que juega al escondite con el paso del tiempo y la mortalidad, como ya augur? el tema inédito 'Sintiéndolo mucho', suerte de balance de vida en el que bromea con su*episodio hospitalario*y se presenta en la brecha, "aunque al fusil ya no le quede ni un cartucho".
Orgullo en el ambiente
Todav?a le quedan unos cuantos, por mucho que se le vea meditabundo y con af?n de recapitular: por ah? fue el primer tramo del concierto, donde esa pieza convivi? con ‘Cuando era m?s joven’ y ‘Lo niego todo’. Chaqueta a rayas y ese*bomb?n*que un d?a le inspiraron los diputados precisamente brit?nicos,*sentado en una silla*durante todo el concierto y cantando, a veces casi recitando, con esa voz grave y rugosa que le acerca a un Tom Waits. La noble sala, con el*aforo completo*(5.000 personas) y brindando un paisaje inhabitual:*p?blico*abrumadoramente*hispano, tanto espa?ol como de ultramar, expresando un orgullo compartido ante la idea de tomar la capital brit?nica por una noche.
La dama de la guada?a reapareci? en ‘Por el bulevar de los sue?os rotos’, cuando apunt? que “lo peor de envejecer son los maravillosos amigos que vas perdiendo en el camino”, aqu? en alusi?n a*Chavela Vargas. Pero no se trataba de cantarle “para celebrar su muerte, sino su vida”, quiso subrayar. Como cambio de tercio, fue simp?tico el rock’n’roll de ‘Llueve sobre mojado’, con ese estribillo tan argentino y tan*Fito P?ez.
Mimado por la banda
Ah? estaba Sabina, operando con las espaldas bien cubiertas, una tropa de*siete m?sicos*que la arropa y le mima, que carbura como un Rolls Royce y que le proporciona estratégicas pausas: momentos de foco para la cantante Mara Barros, el guitarrista Javier As?a (exAlarma) y el m?s largo c?mplice, el teclista-guitarrista Antonio Garc?a de Diego. Y loas para “el ?nico nuevo de esta gira”, el pulcro guitarrista Borja Montenegro, que ocupa la plaza*del purgado Pancho Varona*y que present? con palabras reveladoras: “siempre est? bien que alguien nos revitalice un poquito”.
Aunque el concierto suele ofrecerse de un tir?n (son*algo m?s de dos horas y 21 canciones), en el Royal Albert Hall, por costumbre del local (asociada a la conveniencia de consumir y hacer caja), hubo una pausa de media hora, tras la cual Sabina regres? con ‘Tan joven y tan viejo’. Una pieza que, ya en 1996, hac?a un corte de mangas a quienes especulaban con su crep?sculo por unos problemas en las cuerdas vocales y en la rodilla. S?, este Sabina entreabre las puertas a una versi?n m?s grave de s? mismo, si bien no permite que la trascendencia se imponga ni al espect?culo ni a su esp?ritu er?tico-festivo. La s?ntesis de todo ello se col? en la lectura del poema ‘Alrededor no hay nada’: “El mo?o, las pesta?as, las pupilas, el peroné, la tibia, las narices… El cl?toris (aplausos), el alma, las cosquillas. Esa es mi patria”, recit? en un momento en que el*Royal Albert Hall ya se ven?a abajo*a cuenta de ‘Una canci?n para la Magdalena’, ’19 d?as y 500 noches’, ‘Princesa’, ‘Contigo’ o el t?ndem ‘Noches de boda / Y nos dieron la diez’, d?ndonos a entender que el ‘show’ tal vez alg?n d?a termine, pero no todav?a.
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